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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Buenas!!!!

Jajajaa...

Q tal su inicio de año???

Espero y muuy bien.

Debo de decirles que éste capítulo es muuuy pequeño, pero lo compensaré con el próximo.Espero no arrebasar el límite de la página :s.

Quién esa impetuosa visitante???

Ahora que veo como está la situación entre Tat y Hisoka me acordé que había escito algo muuuy diferente entre ese par. Pufff nada que ver con lo de ahora, la razón del porqué decidí cambiarlo era pq tenía un poco de cliché ¬¬. Si a alguién le interesa saber la otra versión díganmelo por medio de un review.

Saludos.

 

Después de charlar por largo rato, Ryu y Touma salieron del café y en un punto del barrio cada quién tomó diferente camino. El cantante regresó a su apartamento mientras que Touma,  sintiéndose nostálgico de regresar a su país, ignoró la condición que Mika había impuesto en el divorcio y recorrió las calles en las que solía andar junto a su familia un día como ese.

Sin darse cuenta llegó al parque Ueno. Tomó asiento en una banca y miró a la gente pasar. Su tranquilidad se vio perturbada al escuchar a lo lejos una voz tan conocida para él. Su corazón sufrió un vuelco y sin pensarlo buscó a la dueña de esa voz; no muy lejos de ahí estaba Mika en compañía de Kaname. Se puso de pie de inmediato y se escondió tras un frondoso árbol y admiró de lejos a su familia. El desconcierto le invadió al ver  a su hijo-de personalidad retraída-comportarse de una manera tan desenvuelta, recordando que el chiquillo en su presencia sólo se  comunicaba con señas y siempre estaba nervioso.

Desvió la mirada hacia Mika y su corazón se aceleró, la mujer se veía hermosa y su porte tan bello y elegante resaltaba en aquél paisaje otoñal. Se había enterado por algunos colegas que su ex esposa estaba haciendo una gran labor como dueña de la disquera, algo que a él más que alegrarle le había molestado; con ese sentimiento se había dispuesto a escribir el correo electrónico a su primo y a Sakano con la intención no sólo de desahogarse si no dé también de cerciorase de lo que sus colegas habían dicho. Estaba seguro que Fujisaki no iría a la cita pero lo que le desconcertó fue que su fiel trabajador Sakano tampoco había ido.

Sus ojos se abrieron al par cuando vio aparecer en escena al extranjero fanático de las arma de nombre K, de inmediato identificó el sentimiento que le embargó: eran celos. Con la mandíbula apretada miró a la pareja y a su hijo hablar feliz con el extranjero y fue ahí cuando comprendió todo; se había quedado sólo. Ahora no sólo se había ganado el odio de su protegido, sino que también la aberración de su esposa y la indiferencia de su hijo que no le extrañaba en absoluto.  

 

 

Capítulo 51.

Una impetuosa visitante.

 

 

Cuando llegaron a casa de la familia de Shu mamá Shindo les esperaba con una deliciosa comida. El moreno feliz de romper con la diera macrobiótica devoró feliz la comida de su mamá. A pesar de que Maiko y Shu-con apoyo de su madre- hacían todo lo posible de romper la tensión en el ambiente, papá Shindo no dejaba de mirar con ojos amenazantes al rubio escritor.

-¿Y cómo está su hermano Tatsuha?-preguntó Maiko con ojos brillosos.  

-Pues…supongo que está bien-se encogió de hombros Eiri.

-Salúdelo de mi parte.

-Lo haré.

Siguieron comiendo en silencio. Al finalizar la estresante comida Yuki pidió hablar con los padres de Shuichi; su mamá les pidió al par de hijos que esperaran en sus habitaciones. Maiko no objetó y se fue a su habitación para alistarse, pues tenía una cita; por su parte, Shuichi se quedó mirando con nerviosismo a su prometido quien le guiñó el ojo. Resignado a no estar  presente en esa plática subió a su habitación.

Sin poder calmar sus nervios el chiquillo decidió marcarle a Hiro, descartó la idea al recordar que su amigo  se encontraba cuidando de su esposa embarazada, no quería interrumpir, por lo que llamó a Fujisaki.  Bufó cuando escuchó el buzón de llamadas y ceñudo le marcó a Hiromi. Lanzó el celular a la cama cuando escuchó que el celular de su amiga estaba apagado, su última opción era Dresde pero sabía que los fines de semana la inglesa se la pasaba melosa con su esposo. Resignado Shuichi buscó en su armario, encontrándose una colección de revistas de música y algunos mangas.

-Perfecto para no aburrirme-musitó.

 

 

Miró su reflejo en el espejo de cuerpo entero, se llevó una mano a su vientre abultado y lo acarició con suavidad. A pesar de que ya estaba por cumplir los 5 meses de embarazo a Tooru apenas se le podía apreciar un pequeño bulto que podía ser bien disimulado con ropa. Apretó los labios, después de insistir en tener sexo con Tatsuha su plan había fracasado haciendo que las cosas se complicaran aún más, lo único que le quedaba por hacer era seguir su plan B. 

La chica se vistió y salió del probador.

-¿Y bien?-le modeló a Tatsuha el vestido de punto que se había puesto,  éste le miró con fastidio.

-Te queda bien-dijo.

-Gracias-sonrió complacida la jovencita y regresó al probador para cambiarse. Salió con todos los vestidos que se midió y le dijo a la encargada que se llevaría todos, mientras le cobraban la chica invitó a  Tatsuha a comer wataron.

-Dijiste que sólo te acompañaría a ésta tienda-masculló Tatsuha.

-No seas malo-la chica se repegó a su prometido y ronroneó-Prometo que te dejaré descansar de mi por toda la  próxima semana.   

-Está bien-bufó-Pero jura que será el último lugar que te acompañe.

-Lo juro-la chica puso la mano en alto.

 

 

Cuando Hiromi regresó Hisoka se había salido en compañía de Barbacoa. La joven Ono lanzó un resoplido, las palabras de Tooru aún retumbaban en la cabeza de la jovencita.

-¿Eso tendrá que ver con el estado de mi hermano?-se preguntó.

 

 

 

Decidió comprar unos wataron para comer en casa, por lo que después de dar un gran paseo con barbacoa, Hisoka resguardó  a la perrita dentro de su morral especial y se encaminó hacia Shibuya. Camino al lugar se estrelló con una chica quien resultó ser Maiko, quién con los ojos llorosos se disculpó. Hisoka no muy deseoso de estar en compañía y mucho menos de la chica que le rechazó trató de disculparse y salir de ahí pero Maiko le insistió que se quedara con ella.

-El chico con el que tendría una cita me ha dejado plantada-susurró compungida.

-¿Quieres ir a  comer wataron?-le invitó Hisoka.

-Gracias-la chica asintió y se enjugó un par de lágrimas- Él fue el que insistió en salir conmigo y…

-No pienses más en eso-Hisoka quiso cambiar de tema pues no estaba de muchos ánimos para ser el paño de lágrimas de aquella jovencita.

Cruzaron la estación Harajuku  y apenas entraron a la tienda de wataron, Maiko se tensó y le dijo a su compañero.

-Será mejor que nos vayamos.

-¿Eh? Pero…- sin entender el porqué de la reacción de la castaña, Hisoka miró en su derredor y se quedó estático al vislumbrar  a lo lejos a Tatsuha en compañía de la chica que había conocido en la fiesta de Mika. Sintió un fuerte dolor en el corazón y quiso salir corriendo del lugar pero hizo todo lo posible por contenerse-Está bien-musitó-Será mejor que vayamos a otro lado.

Salieron del lugar y caminaron sin dirección.

-No sabía que el joven Tatsuha tuviera novia-musitó alicaída.

“Novia” esa palabra perforó en la cabeza del joven mestizo.

-Ella no es su novia, es su amiga-pensó Hisoka pero sabía que sería tonto pensar eso cuando les había visto muy juntos en la tienda de wataron.

-¿Desde cuándo están saliendo?-se aventuró a preguntar Maiko.

-¿Eh? ¿Quiénes?

-El joven Tatsuha y la otra chica.

-No lo sé…-se encogió de hombros y trató de disimular el dolor que le causaba el hablar sobre el moreno.

-Creí que ustedes dos eran muy buenos amigos.

-Éramos…-ante la respuesta la jovencita Shindo no quiso preguntar más.

 

 

Hiromi miraba una película de zombies cuando Hisoka regresó.

-¿En dónde andabas?-le recriminó la soprano.

-Salí a pasear con Barbacoa, te dejé un recado en el refri-respondió con indiferencia.  

-Tardaste mucho-se quejó.

-Lo siento-Ono sacó a  la perrita del morral especial.

-¿No quieres ver una peli de terror conmigo?

-No, estoy cansado-Hiromi torció la boca.

-Compré ramen para la cena.

-Gracias, lo comeré después-el chico se fue hacia su habitación. No tardó mucho en regresar a la sala-No deberías de ver esa película, tendrás pesadillas en la noche.

-No te preocupes, no da miedo-Hisoka negó con la cabeza y regresó a su habitación. Tomó el conejo de felpa que Tatsuha le había regalado  y lo abrazó con fuerza mientras se dejaba caer en el frío suelo. Hisoka lloró en silencio.

 

 

Las manos suaves de su prometido lo alejaron de su sueño, aún somnoliento se removió en la cama y balbuceó algunas cosas.

-Hey Shu, ya es tiempo de irnos-le susurró Yuki.

-Mmm…¿Ya?

-Sí.

Había sido tanta la espera que el pobre cantante se había quedado dormido encima de sus revistas.

-¿Si me voy a casar contigo?-preguntó aún aturdido por el sueño. Yuki soltó una risilla y ayudó a  ponerse de pie al menor.

-Sí.

Bajaron las escaleras y fueron a la sala en donde les esperaban la señora Shindo y el señor Shindo, quien ya tenía un semblante relajado.

-El joven Eiri dice que se van a casar el dieciocho-dijo el papá de Shu.

-Así es padre.

-Está bien-sonrió-Y habrá una fiesta el próximo sábado-el mayor de los hijos asintió.

-Pues no me queda más que felicitarte hijo-suspiró el señor.

-Gracias papá-sonrió el moreno.

 

 

Karma se acomodó mejor en el asiento del avión y  se ajustó el antifaz. Después de hablar con su hermana sobre su viaje a Japón, ésta le había sugerido que se fuera con algunos días de anticipación para que se tomara su tiempo en adaptarse al horario y al clima. Por tal motivo la chica había decidido viajar al país del sol Naciente en la noche del viernes, horario de México.

Un día antes de partir le había mandado un mensaje a Eiri para avisarle de su viaje e informarle que no había logrado conseguir hospedaje aún.

-No te preocupes de eso, yo me encargo.-le había respondido en un mensaje el rubio escritor.

-Sólo espero y no elija un hotel de cinco estrellas-pensó la joven cuando leyó el mensaje.

 

 

Los inesperados gritos de su hermana le hicieron despertarse, de un salto se puso de pie y salió corriendo hacia la habitación de Hiromi.

Entró se súbito a la habitación de la joven y encendió la luz. Hiromi estaba hecha un mar de lágrimas .

-Hermana-Hisoka se acercó a su hermana y la abrazó.

-Los zombies…se…se…comían…se comían a todos-sollozó la jovencita.

-Te dije que nov vieras esa película-musitó Hisoka frotando la espalda de su hermana.

-Todo…todo se veía tan real.

-Sólo fue una pesadilla-se alejó de su hermana-mírame, estoy completo…sólo fue un mal sueño.

Hiromi observó a su hermano y notó que el joven tenía los ojos hinchados.

-¿Lloraste manis?-le preguntó-Hisoka se tensó y de inmediato negó con la cabeza-¿Entonces por qué tienes los ojos hinchados?

-No es nada Hiromi-Hisoka se acercó a su hermana, alzó las frazadas y s recostó en la cama-Me quedaré contigo paras que no tengas miedo.

-Gra…gracia hermano-se sorbió la nariza y se recostó pegando su espalda a la de su hermano. Sólo bastaba ese leve contacto para que la jovencita se tranquilizara. Hiromi dudó un poco en preguntarle sobre lo que acongojaba a  su hermano pero después de pensarlo varias veces se animó a hablar.

-¿Qué fue lo que te pasó?

-No es nada importante hermana.

-Pero…

-Buenas noches.

Hiromi apretó los labios frustrada.

 

 

A Shuichi parecía que le salía humo de los oídos. Aquél domingo había amanecido con la gran noticia de que la amiguita mexicana de su prometido llegaría a Japón por la tarde.  Por más que trataba de disimular si disgusto no lo lograba. Cuando Yuki le había dicho que había invitado a su amiga, éste lo había tomado muy a la ligera; incluso pensó que la chica no viajaría tan lejos en su condición pero se había equivocado por lo que ahora estaba junto al rubio en el aeropuerto esperando a Alicia.

-¿Estás bien?-le preguntó Eiri al verlo tan inquieto.

-Si…no es nada.

-¿No quieres ir al baño?

-¡Te digo que no es nada!-vociferó.

-¿Por qué te enojas?-musitó el mayor con desconcierto. Desde la mañana había notado a su prometido molesto.

-No estoy molesto-hizo un puchero. Eiri puso los ojos en blanco.

Pasaron un par de minutos hasta que la gente del vuelo de México- Japón comenzara a salir.

-Ya llegó-dijo Eiri y caminó hacia la multitud de gente, el moreno apretó la mandíbula y siguió a su novio-Hey enana-gritó Eiri alzando una mano para que la mexicana le viera.

Karma miró en varias direcciones hasta que notó la mano de Eiri, sonriente-a pesar de tener el semblante cansada-caminó a grandes zancadas hacia su amigo.

Cuando Shuichi la vislumbró entre la multitud se quedó boquiabierto y lo primero que se le vino a la mente al ver a la jovencita de escasa estatura abrigada con una gran chamarra de ski color verde y el cabello rizado alborotado, fue la de una mezcla de hobbit con Hermione Granger.

-Es ella…-masculló.


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