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El Extraño Juego De Neji Y Shikamaru por Nessa Yaoi

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      El Extraño Juego De Neji Y Shikamaru

 

Capitulo I -  Confusiones Y Dudas Dadas Al Desconcierto.

 

      El gitsune entrenaba, como todas las mañanas antes del desayuno, sin percibir que alguien lo observaba con gran insistencia,  los ojos blancos del Hyuuga se deleitaban con los movimientos del cuerpo del rubio mientras practicaba sus tiros con los kunai en barios blancos dispuestos en diferentes arboles.

- ¿Hasta cuando tengo que esperar para poder disfrutar de tu cuerpo, Naruto? Estoy llegando al límite - saltando del árbol donde se encontraba.

      Debido ala sorpresa,  no solo por la presencia del Hyuuga, si no más por sus palabras, el último lanzamiento del rubio se desvió pasando por encima de la cabeza de un pájaro posado sobre una de las  ramas del árbol donde  estaba colocado uno de los blancos.

- ¡¿Y tú que demonios haces aquí?! ¿Hasta cuando seguirás molestándome con tus tonterías? - poniéndose como una fiera.

- Hasta que accedas a ser mío, por supuesto  - acercándose lentamente hacia el rubio.

- Ser tuyo... ¿De que rayos hablas? ¡No entiendo nada de lo que dices, baka! Lárgate y déjame en paz - retrocediendo los pasos que el Hyuuga avanzaba.

- Ese color le va muy bien a tu rostro, te hace más apetecible aun - siguiendo con su avance.

- No te acerques a mi - pegando con su cabeza en uno de los blancos que colgaban de las ramas de los arboles haciéndolo caer al suelo, lo que el castaño aprovecho para ponérsele encima.

- Fin del camino - sonriendo de medio lado - ¿Qué tal un beso? - acercando su cara a la del rubio.

- ¡Estas loco! ¡Quítateme de encima, baka! - empujando por el pecho al ojiblanco tratando de derribarlo de sobre su cuerpo.

- Eso es,  pelea, todo se vuelve más emocionante cuando lo haces - sujetando las manos en el suelo a los lados de su cabeza - Eres excitante en verdad,  aunque lo ignores, sabes como hacerte desear al punto de volver loco a cualquiera - mirándolo fijamente - Quiero ese beso, Naruto - pasando la lengua por sus propios labios.

- "¿Qué es lo que le sucede? ¿Por qué se porta así? ¿Que es lo que quiere de mi? No permitiré que se salga con la suya, cualquiera que sea su intención" ¡Apártate, no quiero que me toques! - golpeando con su pierna la espalda del ojiblanco haciendo que cayera al suelo - No se que es lo que pretendes, ni me importa, pero sea lo que sea... aléjate de mi - corriendo de regreso a la aldea.

- ¿Qué que pretendo? Me encanta tu ingenuidad, solo es cuestión de tiempo para que caigas en mis redes, cachorrito rubio - con una sonrisa en sus labios y tendido en la hierba con los brazos abiertos.

- "¿Qué es lo que tiene en la cabeza ese idiota? Creo que el sello en su frente, al fin, lo enloqueció por completo, maldición, por su culpa olvide los kunai en el bosque, tendré que recogerlos antes de ir a desayunar ¡Por el cabello de Ero-sennin! Espero no encontrarme con ese torpe de nuevo, porque entonces si que..."

- ¡Oe, Naruto! ¿Acaso estas sordo? - grito el Nara al rubio.

- Shikamaru, ¿Qué es lo que quieres? - poniendo sus manos en su cintura.

- Informarte que dentro de media hora saldrás en una misión conmigo.

- "Yo queriendo deshacerme de un idiota para que ahora me toque ir a una misión con otro"   ¿En este momento? ¡Pero si aun no he desayunado! - pateando el suelo.

- Puedes hacerlo por el camino, te quiero en la puerta principal en veinte minutos.

- ¡Pero si dijiste treinta!

- Acabo de perder diez minutos explicándotelo, baka - dando media vuelta y marchándose - ¡Junta todo lo necesario para dos días, Naruto, no tardes! - levantando su mano.

- ¡Ja-ja! Como si tuviera alternativa - echando a correr al recordar que debía recoger sus kunai y regresar a casa para preparar su mochila.

      Antes de que pasaran los veinte minutos, el rubio se acercaba a la puerta principal donde los demás esperaban, pero al fijarse quien estaba entre esos demás, se detuvo en seco.

- Que me parta un rayo si tengo que salir en una misión con ese idiota... ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí, Kamisama? Parece que todo el tiempo estuvieras mirando a otro lado menos a mí, dame un respiro, ¿Quieres? - murmuraba con molestia mientras caminaba el trecho que le quedaba hasta la gran puerta.

- No tenias que reclutarlo para esta misión, Shikamaru, nosotros tres somos suficientes para eso - comento el Hyuuga mirando serio al gitsune, este apretó sus dientes por no apretarle el cuello al ojiblanco.

- Tal vez tengas razón, pero en esta ocasión, necesitamos fuerza bruta por si las dudas - mirando al ojiazul y luego a Kiba.

- ¡¿Qué insinúas con eso, Shikamaru?! - grito el gitsune rojo de la rabia.

- No insinúa nada, es la verdad - asestó el ojiblanco mirando de medio lado al gitsune.

- ¡¿Me estas llamando torpe?! - dirigiéndose esta ves al Hyuuga.

- ¿De que otra forma se le podría llamar a alguien que para que entienda lo que le dice hay que hacerle dibujitos, eh? - Por la seriedad de su rostro se diría que no era la misma persona que acosaba al rubio cuando entrenaba en el bosque.

- ¡Eres un...! - a punto de lanzarse sobre el Hyuuga.

- No le hagas caso a estos tontos - dijo el Inuzuka agarrando la cintura del ojiazul, los puños de Neji se serraron en torno a las cintas de su mochila - Siempre puedes contar conmigo, somos iguales, por eso nos entendemos tan bien - pasando el brazo por los hombros del gitsune y poniéndose en marcha dejando a los otros atrás.

      La compañía de Kiba siempre había sido agradable para el rubio, incluso después de su pelea para convertirse en chunnin, ambos encabezaban la marcha olvidándose por completo de los que caminaban a sus espaldas, las risas de los dos chicos resonaban opacando el sonido de los pájaros y cualquier otra cosa a su alrededor.

- ¡Guarden silencio! ¡Sobre todo tú, Naruto! Alertaras a cualquiera de nuestra presencia, eres demasiado escandaloso - dijo el ojiblanco incitando al rubio a que respondiera.

- ¿Escuchaste algo? Puede ser...- decía el rubio a Kiba -...me pareció oír el graznido de algún pato o algo así... - ignorando por completo los reclamos del Hyuuga.

- ¿Piensas que puedes ignorarme? Ya veras... - murmuraba entre dientes mientras observaba la espalda del gitsune.

     Los muchachos decidieron bajar la voz para no ser regañados de nuevo, pero los cuchicheos entre ellos molestaban aun más  al castaño, las cintas de su mochila casi tenían grabadas la forma de sus dedos de tanto apretar sus puños en ellas.

- ¿Qué tal? ¿Deliciosas, cierto? - pasándole otra galleta a Kiba.

- Ni que lo digas - comento dándole un trozo a Akamaru, que como siempre, viajaba sobre su cabeza.

- ¿Qué tienes ahí, Naruto? - pregunto el Nara.

- ¿Mmmhh? - volteando su cabeza con una galleta a medio morder en la boca, la mirada del castaño quedo colgada de lo que pensaba era la expresión más tierna que había visto en el rostro del ojiazul desde que lo conocía.

- ¿Puedo? Escuchándolos se me abrió el apetito- con ganas de probar también, Shikamaru se acerco a ellos - No las había comido antes, pero tienes razón, están muy buenas - saboreándola con gran gusto - ¿Alguna para Neji? - el gitsune arrugo su rostro.

- ¿Qué ahora eres su mandadero? A ese...  solo le daría veneno para ratas, y de ser posible, poder observar como se le retuercen las tripas por el dolor - mordiendo la galleta como si de la cabeza del ojiblanco se tratara.

      Caminaron sin descanso hasta el anochecer, y aunque parezca mentira, durante todo el trayecto Naruto y Kiba no habían parado de hablar y reír, otro calculo renal para el Hyuuga, hasta el Nara estaba sorprendido de la capacidad y energía de aquel par.

- ¿De que tanto hablaran esos dos? No han parado desde que salimos de Konoha.

- Pon a  dos tontos juntos y siempre tendrán alguna idiotez de que hablar, sin duda - con su capacidad de aguante sobrepasando el limite.

- ¡Hey, ustedes dos! ¡Vamos  acampar! Fue suficiente por hoy - saliéndose del camino.

      Cada quien eligió el lugar que creyó más apropiado para dormir dejando su mochila como señal,  a excepción del rubio que coloco la suya junto a la del Inuzuka, lo que solo podía significar una cosa, el ojiazul pretendía dormir junto a Kiba, la bilis del castaño estaba a punto de reventar.

- Traeré leña - se ofreció el rubio.

- Ni te molestes - dijo el Nara.

- ¿No haremos una fogata?

- Exactamente - negó el moreno.

- ¡Así no podre calentar el agua para el ramen! ¿Crees que puedo vivir solo de galletitas? - pensando que tendría que perderse la cena.

- Lo dicho, eres un completo tonto, no me extraña en lo absoluto  que el Uchiha huyera de ti para que no se le pegaras tu estupidez - comento con sarcasmo el Hyuuga.

- ¡Esta vez, si que hablaste demasiado! ¡Voy a molerte a golpes, maldito! - Abalanzándose sobre el castaño, éste lo esquivo sabiendo cual seria su reacción - ¡Ven aquí, no huyas de mi! Cobarde...- saltando entre las ramas para darle alcance - ¿Dónde se metió se imbécil? - bajando al suelo.

- ¿No  piensas hacer nada, Shikamaru? Entonces iré yo - decidido.

- Espera - agarrándolo de la ropa y haciéndolo caer entre sus piernas, y no por accidente que digamos - Lo que necesitan es que se den unos buenos golpes haber si así se tranquilizan esos dos.

- No quiero que lastime a Naruto - tratando de levantarse - ¿Por qué no me sueltas, Shikamaru? Buscare a Naruto, suéltame ya para poder... ¿Qué estas haciendo? - al sentir los brazos del Nara rodear su cuerpo.

- Dime, Kiba, ¿Por qué te preocupas tanto por Naruto? Siempre estas pendiente de él, se divierten junto... - hablando suavemente.

- Considero a Naruto un gran amigo y... Shikamaru, te estas comportando de una forma muy extraña - mirándolo sobre su hombro.

- ¿Extraña? No veo en que forma - sin soltar sus brazos del cuerpo del Inuzuka.

- ¿Me tomas el pelo? No soy estúpido, Nara Shikamaru - comenzando a enfadarse.

- Por el contrario, es cierto que me gustaría tomarte, pero en otra forma, una más deliciosa para ambos, Kiba - los ojos del heredero del clan de los entrenadores de perros, se abrieron como platos.

- Creo que tu cerebro se fundió de tanto pensar, siempre creí que tu extrema calma terminaría por afectarte algún día - soltándose de los brazos y saltando al lado contrario del Nara.

Mientras tanto en el bosque...

- No huía de ti, solo te atraía a un lugar donde estuviéramos solos - abrazándolo con fuerza por la espalda - Aun me debes un beso, ¿Recuerdas? - hablándole suave al oído, por un momento, el cuerpo del rubio se estremeció - Me gusta tanto tu aroma, el color de tu cabello, tus ojos azules, tu piel dorada, Mmm... cada vez que te veo siento la necesidad de comerte a besos, mi cachorrito rubio - restregando su cara en el cabello y cuello del gitsune.

- "Que alguien me diga, por favor, que es lo que esta pasando aquí, esta loco o yo estoy alucinando, me insulta y critica delante de los demás, mientras que estando solo con él, dice cosas melosas que solo se le dirían a una novia o algo así... o eso supongo,  creo que si le dijera algo parecido a Sakura-chan, de seguro ya no tendría rostro"  ¡Sáltame de una vez! Rayos - pudiendo deshacerse de los brazos del castaño - Estas enfermo, lo que tú haces no es normal - dando unos pasos atrás - Te comportas de una manera y al momento siguiente de otra totalmente distinta, es como si tu cabeza estuviera dividida en dos.

- Si eso crees, ¿No tienes miedo de que haga algo totalmente demencial? Piénsalo, después de todo, es tu culpa que actué así - acercándose de nuevo a su presa - Tal vez me tranquilizaría en algo si cedieras un poco.

- ¿Ceder? ¿Ceder a que? Explícate y explícame también, ¿Qué tengo yo que ver con tu alocado comportamiento? Baka - guardando la distancia entre los dos.

- ¿Y lo pregunta un sujeto que tiene babeando a media aldea masculina y en shock a la otra media? Todos esos, que cuando te ven pasar, te hacen el amor con la mirada, te devoran con el pensamiento y te hacen objeto de sus más locas fantasías, esos a los que quisiera arrancarles los ojos por atreverse a posarlos sobre tu persona, he ahí el porque de mi locura, como puedes ver... eres el único responsable de todo esto.

- ¿Qué se supone que tengo que hacer, según tú? ¿Meterme en un hueco para que nadie me mire? Es ridículo.

- Igual de irracional seria que yo empezara a cometer locuras por tu causa, pero como dije ante, solo tienes que ceder un poco para evitar eso - a un par de pasos del rubio.

- Dices que por mi culpa tú... ¿Estas chantajeándome? No puedo creer que...- un poquito asustado de las palabras del Hyuuga.

- Yo no lo llamaría así, pero...

- ¿Entonces como? ¡Pedazo de idiota! Mires como lo mires... - cambiando el miedo por el enfado - ¡Es un maldito chantaje de tu parte! - respirando agitadamente.

- llámalo como quieras, pero algo si te digo, no podría asegurarte cuanto tiempo más podre sujetar mi cordura, hasta podría comenzar con Kiba - poniéndose serio.

- ¿Eh? ¿Que fue lo que dijiste? No serias capaz de... - ahora si que estaba asustado.

- Pruébame - sonriendo como un desquiciado - No quiero que duermas a su lado esta noche como vi que era tu intención - arrinconándolo contra un árbol.

- Puedo hacer eso por ésta noche,  lo que quiere decir que cualquier otra no cuenta - haciendo una media sonrisa.

- Naruto - casi pegando su cara a la del gitsune.

- Déjame, al menos, hacer broma de todo esto o de lo contrario me volveré tan loco como tú - echando su cabeza hacia atrás.

- Quiero besarte, deseo borrar de tu boca el sabor del Uchiha - agarrando la nuca del rubio.

- ¿Y tú como sabes eso? Ya no estabas en la academia cuando sucedió - sorprendido por el comentario.

- Ya sabes como son los chismes, vuelan más rápido que  palomas mensajera, durante mucho tiempo pensé que era algo repugnante, hasta que te conocí en el examen, la pérdida del Uchiha fue ganancia para mí - acercando sus labios.

      El Hyuuga agarro la barbilla del gitsune obligándolo abrir su boca para poder invadirla con su lengua que temblaba  ansiosa por probar su sabor,  el rubio apretó sus ojos al igual que cuando te obligan a tomar una medicina de mal gusto, tal vez fueron los movimientos de la boca de Neji o quizás la rendición de la voluntad del gitsune, el caso fue que el Uzumaki comenzó a relajar poco a poco su  tenso cuerpo a medida que los segundos pasaban, hiso su cara a un lado al sentir que el ojiblanco se estaba apoderando de su voluntad, eso lo aterro por completo.

- Tienes una boca deliciosa, lindo cachorrito - apoyando su frente en la del rubio.

- Ya es suficiente, quiero regresar - echando a un lado al Hyuuga.

- Recuerda que te advertí, que no quiero que...

- Duerma al lado de Kiba, lo entendí la primera vez, lo hare al lado de Shikamaru - corriendo entre los arboles hasta que llego al campamento con castaño pisándole los talones.

- Veo que ninguno de los dos esta herido, así que supongo que desistieron de la pelea, eso hubiera sido demasiado problemático, recuerden que estamos en una misión, será mejor que descansemos - acomodándose en su manta no sin antes echar un vistazo a Kiba.

- Hora de dormir, Naruto - dijo Kiba agarrando al ojiazul de la mano.

- No, espera, Kiba, no puedo... - siendo arrastrado hasta donde estaba su mochila y la del Inuzuka, lugar que habían elegido para dormir cuando decidieron acampar.

- Tengo que hablar contigo - le susurro Kiba.

- ¿Hablar sobre que? Con cuidado, me vas a zafar el brazo - sentándose en la manta junto él - ¿Qué es lo que pasa? Me estas asustando, Kiba.

- Si te lo digo no me vas a creer, pero tengo que decírtelo, eres mi mejor amigo y por eso tengo que decírtelo - mirando nerviosamente hacia el Nara.

- Ya déjate de rodeos y dime que pasa - totalmente intrigado.

- Pues veras, en ausencia de ustedes dos, Shikamaru comenzó a portarse de forma extraña conmigo, diciendo cosas como, que quería tomarme de forma deliciosa, que si tu me interesabas, incluso me abrazo ¿Puedes creerlo? Porque aun a mi me cuesta hacerlo.

- ¿Sera algo contagioso? Podría ser - el Inuzuka lo miro sin comprender - Neji se comporta de la misma forma conmigo, aunque con algunas diferencia, al menos Shikamaru no te insulta delante de los demás - mirando con desdén  los ojos blanco a lo lejos como por diez metros - Hasta me prohibió que durmiera a tu lado, como si fuera hacerle caso - mirando retadoramente al Hyuuga.

- Mi principal problema radica,  en que a mí si me gusta Shikamaru desde hace mucho, mucho tiempo - suspirando.

- Que suerte, yo en cambio, detesto al Hyuuga, pero si Shikamaru también te gusta...  entonces no veo donde esta el problema.

- Es que algo tan repentino... como que me tomo por sorpresa y creo que reaccione a la defensiva sin pensar siquiera en lo que  siento por ese baka, tal vez lo estropee - haciendo una mueca de desaliento.

- Si le interesas lo suficiente, seguirá insistiendo hasta que caigas en sus brazos - mirando hacia el Hyuuga - "Lo que no hare de ninguna manera, así se ponga de rodillas ante mi y me prometa el cielo, me mantendré lo más lejos posible de él, lo ignorare por completo... aunque al parecer eso tampoco le agrada demasiado ¡Pues que se aguante! No me importa en lo más mínimo lo que piense y haga mientras me deje tranquilo - sin quitarle la vista de encima al castaño - Oh no, ¿Viene hacia aquí? No te acerques, si intenta algo contra Kiba, va a saber quien es realmente Uzumaki Naruto"

- ¿Quieres decirme algo, Naruto? Has estado mirándome con demasiada insistencia - apoyando su mano en el árbol donde los dos azorados ninjas se encontraban.

- Ideas de esa loca cabeza tuya, ya vete,  se me acabaron las galletas - dijo con sarcasmo y sin mirarlo.

- Ven conmigo - agarrándolo por el brazo y levantándolo.

- ¡Oe, Neji! - protesto el Inuzuka.

- No te metas, esto no te incumbe - poniendo una mirada fiera.

- ¡Pero...!

- Déjalo, Kiba, creo que el que se hayan acabado las galletas, lo molesto - siguiendo con sus ironías - O quizás, quiere que lo acompañe a liberar su vejiga detrás de algún arbusto, regreso en un momento - dejándose llevar por el castaño - ¿Y ahora que bicho te pico? No teníamos que adentrarnos  tanto en el bosque para que fueras al baño, cualquier árbol de los que estaban alrededor del campamento, hubiera servido - deteniéndose, después de haber caminado un gran trecho.

- ¿Qué tanto era lo que cuchicheabas con Kiba? No me gusto para nada la forma en que me mirabas - de nuevo, cercándolo contra un árbol, siempre hay muchos donde hacer ese tipo de cosas,  más que el país del fuego,  debería llamarse el país del árbol, ¿No lo creen?

- ¡Ah, no! ¡Eso si que no! Estas mal, ¿Crees que puedes prohibirme hablar con mis amigos? ¡Ni en sueños! ¿Entiendes? Si sigues molestándome, el golpe que te di en el examen será una caricia comparado con lo que te daré si no me dejas en paz y también a mis amigos ¡Me tienes harto! Maldición - con las mejillas sonrojadas por la rabia.

- Quisiera que pudieras verte en un espejo en este momento, eres mucho más hermoso cuando te enojas, tus ojos brillan con gran intensidad atrayéndome e invitándome a fundirme en tu mirada - pegando su cuerpo al del gitsune.

- Por Kami, todo lo que acabo de decir... solo fue gastar saliva,  ¿Cierto? - no viéndole el caso, suspiro y bajo su cabeza ante algo que parecía no tenia remedio.

- No tendré en cuenta tu arrebato... esta vez, en cuanto a la amenaza, únicamente matándome dejaría de acosarte, solo tienes que rendirte a mi y todo ira de maravilla - besando la frente del ojiazul - Duerme conmigo esta noche, me portare bien, o al menos, tratare - tomando sin permiso la boca del rubio en un beso, que para estas alturas,  ya no estaba seguro de rechazar, cada vez se le hacia más difícil inclinar la balanza entre su sentir y su obstinación.

- Más le vale a ese ojos de leche no hacerle daño a Naruto o se las vera conmigo, ¿Dónde se ha visto que alguien trate de esa manera a la persona que le interesa? Al no ser... que lo hiciese solo para molestarlo, lo cual seria del todo cuestionable - murmuraba para si mismo el Inuzuka acostado en la manta de espaldas al Nara.

- ¿Qué, hablando solito? - pregunto el Nara con una de sus rodillas sobre la manta y  su brazo apoyado en ella, el sobresalto de Kiba fue mayúsculo.

- ¡S-Shikamaru! Pensé que dormías, Naruto y Neji están...

- ¿Qué importa donde estén? Solo me importa donde estas tú - agarrando la barbilla y plantándole un beso en toda la regla, los ojos de Kiba casi se salen de sus cuencas ante el sorpresivo ataque del cola de caballo.

      Mientras lo besaba, Shikamaru lo tumbo sobre la manta bajo el peso de su cuerpo, sostenía los lados de la cara con sus manos para evitar que el Inuzuka rompiera el contacto de su boca con la suya, fueron largos los minutos y poco el aire en los pulmones de Shikamaru, fue lo único que pudo  obligarlo a separarse del cachorro.

- No fue tan malo, ¿O si? Creí que esto me haría sentir relajado, pero al contrario, me perturba aun más, así no podre dormir - el cachorro no entendió el comentario hasta que sintió un bulto extremadamente rígido sobre su estomago.

- ¡Por todos los dientes de Akamaru! ¡Quítate de encima, antes de que me perfores el estomago con tu... sabes lo que quiero decir!! Rayos - empujándolo a un lado,  después de todo, el Nara no podía igualarse a él en lo que a fuerza bruta se refería.

- ¿Me dejaras así? Eres cruel, cachorro - con la mano en la parte más abajo de la cintura de su pantalón.

- ¡Ve a tu rincón y quédate allí! Abrase visto el muy... - grito como si estuviera regañando a su mascota por mal comportamiento y dando gracias a que su chaqueta cubría esa parte en él,  así el cola de caballo, no se daría cuenta de que estaba en las mismas vergonzosas condiciones que las suyas.

- Tendré que pensar en algo desagradable para poner a dormir mí...

- ¿Conciencia? déjame decirte que no tienes ninguna, como tampoco vergüenza, ¿De donde sacaste esas mañas? No parecen cosas tuyas, baka - vigilándolo como un halcón para que no volviera  acercarse por sorpresa.

- Quise decir desasosiego, cachorro, aunque lo que estas pensando, tampoco  se dormirá tan fácilmente - sonriendo maliciosamente.

- ¿Has oído de los trabajos manuales? Pues búscate un arbusto y trabaja - desviando la mirada.

- Vaya, sabes mucho sobre la materia, pero que se lo haga uno mismo no tiene gracia, ¿No crees? - guiñándole un ojo al cachorro.

- ¡Ya duérmete, Shikamaru! O te daré un golpe para que lo hagas - cruzando sus brazos con determinación y la amenaza en su mirada.

- Tus gritos, de seguro, se escucharon hasta Konoha, Kiba, ¿Qué sucede? - pregunto el ojiazul acercándose al campamento.

- ¡Tardaste un mundo, Naruto! ¿Qué tanto estabas haciendo? Ya vamos a dormir, a este paso seguiremos discutiendo con estos baka hasta que amanezca - acomodando la manta para el rubio.

- Cambio de planes, este idiota, aquí presente, quiere que duerma junto a él - señalando con su pulgar al Hyuuga.

- ¿Qué? ¿Me dejaras solito? El otro idiota de por allá... - apuntando con la mirada al Nara - ... estuvo a punto de me violarme cuando te marchaste.

- Si algo pasa en lo que queda de la noche, solo tienes que gritar - caminando hacia el lugar donde estaba la manta del ojiblanco.

- Pero bueno... ¡¿Qué es todo esto, una misión o un estúpido juego de a ver quien de los dos cae primero?! - grito el cachorro refiriéndose al gitsune y a su persona, todos se miraron pero ninguno contesto.

- ¿alguien quiere una galleta? Creo que aun me quedan algunas - dijo el rubio para romper la tensión que se había formado en el ambiente.

- Tú eres la única galleta que necesito junto con mi leche para remojarte - dijo al oído del rubio mientras hacia que se acostara en su manta.

- Odio la leche - dándole la espalda al Hyuuga sin caer en cuenta del verdadero significado de aquellas palabras.

- No puedes decir eso sin que la hayas probado primero, hasta puedo asegurarte, que en menos de lo que piensas te volverás adicto a ella - susurrando dulcemente y pegando totalmente su cuerpo al del ojiazul.

- ¿Quieres callarte de una vez? Necesito descasar, ¿Qué haces? - al sentir el brazo del castaño agarrar su cintura.

- Me aseguro de que no escapes de mi cuando quede dormido.

- ¿A dónde podría ir?

- Con Kiba, por ejemplo.

- Ya sierra la boca.

      No pasaron ni cinco minutos cuando el ojiblanco volvió a la carga, por así decirlo, a pesar de que había dicho que se portaría bien, su cuerpo, al parecer, opinaba de modo distinto.

- ¡Estate quieto o atare tus manos al árbol, baka! ¿Qué eres, un pulpo?- estallando en ira al verse con las manos del Hyuuga colándose bajo su chaqueta por el lado de su pecho y espalda - El trato fue que dormiría a tu lado, nada más que eso - el ojiblanco solo sonreía ante el enojo del gitsune - ¿Qué tengo que hacer para acabar con esta tontería? - la sonrisa del castaño se amplio aun más - No quiero saberlo, fue una estúpida pregunta de mi parte - levantándose de la manta.

- ¿A dónde vas? No puedes escapar de mí y lo sabes.

- Agradece que estamos en una misión y no en Konoha, en la aldea no verías ni mi sombra.

- ¿Crees que puedes escapar a estos ojos? Donde sea que pretendas ocultarte, te encontraría de inmediato y si no quieres enfadarme al punto de que cometa una locura, será mejor que ni lo intentes, ojos azules - dijo seriamente tomando al rubio fuertemente por la cintura.

- Que tonto soy, tienes razón, ¿En que estaba pensando? Vamos a dormir - con una sonrisa que derretiría a cualquiera.

- Buen chico - volviendo de nuevo a la manta.

      El Uzumaki pensó que si los gritos, insultos y pataletas no hacían efecto en el ojiblanco, entonces cambiaria de táctica, al menos hasta que regresaran a la aldea donde tenía mucho mas campo de acción a su favor, al acostarse junto al Hyuuga, fue él el que decidió acurrucarse en su pecho sin más ni más, el castaño quedo muy sorprendido, aunque también, totalmente agradado ante la iniciativa del ojiazul,  viendo  que su insistencia al fin estaba dando frutos, el calor del cuerpo del ojiblanco hiso que quedara dormido rápidamente, ya que parecía sentirse muy a gusto entre los brazos de éste, un par de horas después...

- ¡Despierta, Naruto! Hora de irnos - grito Kiba de pie junto al gitsune al tiempo que lo miraba con mala cara al verlo abrazado al Hyuuga.

- si claro... ¿Qué pasa? - pregunto en voz baja al Inuzuka cuando éste le dio la mano para ayudarlo a levantarse, Kiba lo alejo jalándolo de su brazo a unos cuantos metros del Hyuuga.

- ¿Y tú me preguntas que pasa? Anoche casi golpeo a Shikamaru por querer hacer lo mismo conmigo y mírate a ti... cediendo ante las peticiones de Neji, ¿Qué le darás después, eh? ¿De que lado estas? ¿Del nuestro o del de ellos? No ves que todo esto es un cruel juego en el que, gracias a ti, vamos perdiendo - reclamaba murmurando Kiba al ojiazul.

- ¿Qué querías que hiciera? Mientras estemos en esta misión, creo que es mejor seguirle la corriente... siempre y cuando entre dentro de lo sensato, la verdad es, que estamos en sus manos mientras permanezcamos fuera de la aldea... ya veremos que hacer después - le susurro en voz baja a Kiba.

- Buenos días, mi bello cachorro - saludo el Nara dándole un beso en la mejilla.

- ¡Naruto! - grito Neji con la mochila del ojiazul en su mano después de haber recogido todo.

- Si nos damos prisa en volver, aun podremos llegar para el desayuno - dijo el Nara saliendo al camino, después de todo no estaban tan lejos de Konoha.

- ¡¿Volver?! - gritaron Kiba y Naruto.

- ¿Te refieres a la aldea? ¿Y que paso con la misión? - no pudiendo creer lo que sus lindas orejas escuchaban.

- Ya fue completada - dijo el de cola de caballo.

- Que ya fue... - balbuceaba el gitsune.

- ¡Pero si no hicimos nada! ¿Cómo puedes decir que ya termino? ¡Ni siquiera dijiste de qué se trataba la misión cuando siempre te ha gustado explicarlas hasta el cansancio! Esto me huele muy raro - protestaba, un muy iracundo y confundido, Kiba, aunque las ultimas palabras fueron un susurro.

- Solo fue un reconocimiento, no necesitaba explicarles algo tan simple, ¿O si?

- "Reconocimiento, como no... de nuestras anatomías querrá decir" ¡Kiba! - grito el ojiazul emprendiendo la huida, lo que el cachorro imito, ya que ellos se entendía muy bien, la acción de los dos fugados tomaron por sorpresa  a Neji y Shikamaru.

- ¡Esperen! ¿A dónde van? ¡Regresen aquí, ahora! Aprisa, Neji, si se lo proponen, son capaces de desaparecer de nuestras vistas, incluso de la tuya - emprendiendo la persecución de las dos presas.

- Eso jamás pasara...

 

Continuara...

 

Notas finales:

¡Hola a todas y todos! de nuevo aqui con otra historia para que pasen un buen rato, esta vez, con doble pareja y el doble de problemas, espero que les haya gustado y como siempre, escriban sus opiniones, es la unica manera de saber si fue de su agrado, nos veremos en la continuaciòn.

Besossss para todos y chaito, cuidense mucho.

                                                     Nessa Yaoi.


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