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El Extraño Juego De Neji Y Shikamaru por Nessa Yaoi

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Capitulo  III -   Amor Con Sorpresa

     

Regresemos unas calles hasta la casa del ojiazul, donde el Hyuuga terminaba su ramen mientras seguía sin quitarle los ojos de encima al gitsune.

- Ya te dije que dejes de mirarme así, es muy molesto ¿Sabes? limpia el plato cuando termines - marchándose a la habitación, el castaño hiso lo mandado por el rubio sin perder tiempo.

      En una corta carrera, ya que la casa del rubio es del tamaño de una caja de fósforos, entro en la habitación dando gracias de que para dormir ambos en esa cama debían hacerlo muy pero que muy juntitos, su imaginación volaba a mil por hora nada más  pensar en ello, el rubio estaba acostado al borde de uno de los lados sin dejar un solo centímetro al azar, ni siquiera podría darse la vuelta sin caer de bruces sobre la alfombra, trataba de no mirar al Hyuuga mientras éste se desvestía, lo que resultaba algo muy difícil de hacer, por más que le ordenara a sus ojos mirar a otro lado, éstos, desobedeciendo, se desviaban hacia la figura del castaño y su blanca piel,  al llegar a la parte de su ropa interior y viendo la intención de Neji en quitársela del todo, el gitsune le puso un alto.

- ¿Qué haces? ¿No pensaras dormir sin...? - con sus ojos muy abiertos y sintiendo mala espina en las intenciones del ojiblanco.

- Siempre duermo desnudo - siguiendo con su intención.

- ¡En tu casa! ¡Aquí, ni hablar! Tómalo o déjalo - cruzando sus brazos con molestia por el desparpajo y cara dura del castaño.

- Hoy tú ordenas... hasta cierto punto, claro - subiéndose la prenda que ya tenía a  la altura de sus caderas, en vez de rodear la cama para tomar su lugar, paso sobre el cuerpo del ojiazul deteniéndose un momento arriba de él.

- No pierdes ocasión para rozarte conmigo, no se si es  capricho o ganas de fastidiarme - dándole la espalda, con sumo cuidado, para no caerse de la cama y hacer el papelón de su vida.

- ¿Le temes a lo que puedas sentir teniendo mi piel pegada a la tuya? - le pregunto al oído a la vez que agarraba su cintura.

- ¿Y tú no temes a que te golpee si no dejas las manos quietas? Te veras muy gracioso con un ojo blanco y otro negro, es lo que hare si no... Ne-Neji ¿Qué...? S-Suelta mi... - quedándose mudo al sentir la mano del ojiblanco colarse en su ropa interior y agarrar con firmeza su miembro - ¡Quita tu mano de aaaahh...! Maldición - cayendo estrepitosamente al piso al querer huir del agarre de la tenaza  del castaño - Huyyy, mi trasero, ¡Eres un baka, ahora mismo te largas de aquí! La culpa es mía por dejarme convencer por ti, si es lo que yo digo, nada bueno puede salir de todo esto, rayos - sobando sus nalgas.

- Bueno si que lo es... ¿O vas a decirme que ningunas  manos te han tocado ahí antes? - mirándolo desde arriba de la cama.

- ¿Acaso eres tonto? Por supuesto que si, las de... - los oídos del Hyuuga tintinearon, y no como si fueran cascabeles, precisamente.

- Naruto, ¡¿Alguien más te ha tocado?! ¡¿Te has dejado acariciar por otro?! - cambiando su expresión a una que decía "mejor sal corriendo"

- "Acabo de meter la pata, pero me agrada que se haya puesto celoso al pensar eso, aunque también puede que haya cavado mi propia tumba, de todas maneras, aun no se si lo que demuestra es machismo, verdadero interés por mi o si es sexo lo que en realidad quiere" Pues fíjate que si y fue delicioso - levantándose del suelo.

- Naruto, te juro por mis ojos que matare al maldito que te haya tocado de forma intima, lo juro, en cuanto a ti... - acercándosele con la mirada encendida y los puños apretados.

- ¡Alto ahí! ¿Pretendes golpearme? Debería ser yo el que lo hiciera por pensar que ando por ahí regalándome a cualquiera, baka, las únicas manos que han tocado mi cuerpo, son las mías propias y las tuyas... sin mi permiso, claro esta - volviendo a la cama.

- Por todos los cielos, no vuelvas a decirme algo así o te daré unos azotes para que recuerdes que yo soy el único que puedo tocar tu piel y acariciar tu cuerpo, rubio lindo - tomando de nuevo su lugar en la cama y su brazo en la cintura del ojiazul.

- Me gustaría ver que lo intentaras, si mal no recuerdo, la última vez fuiste tú el que quedo tirado en el suelo - dijo, aunque no estaba seguro de que eso volviera a ocurrir.

- No me importaría si eres tú el que queda debajo - de nuevo con sus frases insinuantes e incitadoras.

- Eso es otra cosa que esta empezando a molestarme, ¿Por qué cada vez que hablas de eso me sitúas siempre debajo? Puede que yo quiera estar en la cima.

- La única cima donde tú puedes estar es la de las montañas, naciste para ser tomado, no al contrario, aunque... la cima no es mala siempre y cuando seas tú el que me reciba a mi - poniendo la imagen en su mente.

- Esta conversación es estúpida "Como grande es el deseo de que sus manos acaricien todo mi cuerpo, mi piel esta erizada y mis propias manos tiemblan al contacto con su ardiente miembro tocando el lugar donde termina mi espalda... por Kami, ¿Sera que puedo aguantarlo? Él es el único que despierta en mi todas estas sensaciones, pero igual, tengo que resistir por Kiba, fue lo que acordamos" - sin saber que éste dormía tranquilamente en los brazos de su moreno después de haberse entregado a él en varias ocasiones.

- Pues  yo  creo que es  de lo más interesante - buscando pegarse más donde ya no había espacio.

- Ya sierra la boca y duérmete - arrimándose al filo de la cama para separar la hombría del Hyuuga de su trasero.

- Hey, cuidado o iras a parar al suelo de nuevo  - aferrándolo con su brazo por la cintura y atrayéndolo a su cuerpo.

      El gitsune ni siquiera protesto, pensó que si lo hacia, seguirían con la mismo discusión toda la noche, dormir para el rubio se convirtió en algo casi imposible, las manos del ojiblanco no dejaban de moverse por su espalda y pecho haciéndole sentir que su temperatura aumentaba y su resistencia  disminuía, después de casi una hora soportando esa tortura, las manos de Neji dejaron de moverse, lo que indicaba que se había quedado dormido.

- "Por Kami, pensé que nunca se detendría, esto es grandioso... ahora él duerme y yo quede más caliente que un horno de panadería, demonios" - quitando con cuidado el brazo del castaño de su cintura, luego de eso se levanto.

- ¿A dónde vas? - pregunto antes que el ojiazul llegara a la puerta de la habitación.

- Al baño, puedes seguir durmiendo.

- No sin tu calor, no tardes - guiñándole un ojo.

      El rubio se metió en el baño y luego dentro de la ducha para que el agua fría disminuyera su excitación y tranquilizara a cierto órgano, que desde que el castaño ocupara la cama, no dejaba de  sentirse inquieto, cinco minutos después regreso junto al Hyuuga, pero esta vez, convenciéndose de que tenia que dejar su mente en blanco y pensar en algo desagradable para poder mantener el control de su agitada y calenturienta mente.

- ¿Por qué tienes el cabello mojado? ¿Te caíste de cabeza en el sanitario? - metiendo sus dedos entre las hebras doradas.

- Ja-ja, ya sierra la boca - sonriendo levemente de espaldas al castaño.

      Después de mucho batallar y excesiva concentración, se durmió rápidamente ya que no estaba acostumbrado a tanto pensar, aunque  también el calor del cuerpo del castaño contribuyo  a eso. En la residencia del Inuzuka, Shikamaru besaba los labios del dormido cachorro antes de salir de la habitación, no quería despertarlo, después de la agitada noche que habían pasado prefería dejarlo descansar y que estuviera listo para el siguiente asalto, por los lados del departamento del gitsune, este abría sus ojos después de pasar una noche agitada, anqué por otros motivos y razones, dándose cuenta que estaba solo.

- ¡Ja! Esto es el colmo, después de tanto insistir en que quería dormir conmigo, se larga sin siquiera darme los buenos días, el muy... - levantándose de la cama y vistiéndose - Ya arreglare cuentas con él después, pensándolo bien... prefiero no encontrármelo o seria capaz de golpearlo por insensible - tomando su llave y saliendo a la calle para desayunar en el Ichiraku.

      Una cosa era las palabras de la boca para afuera y otra cosa muy distinta lo que pensaba en realidad, solo hacia un par de horas que no se veían y ya lo extrañaba, estaba tan distraído comiendo su ramen que el dueño del Ichiraku llego a pensar que estaba enfermo, paso más de una hora con el codo apoyado en el mostrador y la cara descansando en su mano mientras le daba vueltas al caldo del ramen con los palillos.

- ¿Otro?

- ¿Eh?

- Ese ya se enfrió, ¿Qué, mal de amores? Por la cara que tienes, pareciera que estas pensando en alguien - asevero el anciano.

- Etto... Kakashi-sensei, ya quiero que regrese para salir a una misión, estoy muy aburrido y sin nada que hacer - dijo como excusa y apartando el tazón a un lado se marcho - "Ni loco iba a decir que extraño a ese pesado con delirio de pervertido, mientras más lejos mejor... creo que me esta pegando sus ganas de comer algo más que ramen" - caminando distraídamente hasta que tropezó con el Hyuuga en el que no pensaba.

- N-Naruto-kun - susurro Hinata dándole vueltas con nerviosismo a sus dedos y ustedes saben lo demás.

- Ah, Hinata... ¿Hinata? Pareces que tienes fiebre o tragaste mucho picante, oye, Hinata... ¿Has visto a Neji por ahí? No es que me importe ni nada de eso... - tratando de que no se diera cuenta de su interés por dicha información.

- Neji-nissan salió muy temprano a una misión - hablando en un hilo de voz casi inaudible.

- Gracias a dios... - murmuro el gitsune.

- ¿Querías algo de él, Naruto-kun? Yo podría... - tratando de serle útil en algo a la persona en la que cifraba sus sueños rosa, pobre.

- "Casi nada, su calor, sus abrazos, su voz en mi oído, su... será mejor que calle mi mente o tendré que ir a casa a darme otra ducha fría" - no es importante, tiene serte,  puede salir de misión mientras yo sigo atorado aquí esperando que Kakashi-sensei regrese, hasta luego, Hinata "Que mientras que el tardón de Kakashi-sensei siga haciendo las cosas con esa paciencia a mi me van a salir raíces esperándolo, baka Neji, ¿Cuándo volverás a mi cama? Solo lo digo por... ¡Maldición! En vez de la ventana, debería ponerme un candado en el cerebro para no pensar más en ese idiota y..." ¡Aaaahh! ¿Quién fue el que...? Me saldrá un chichón - sobando su cabeza después del golpe recibido - ¿Por qué me golpeas, Kiba? Menos mal que eres mi amigo, que si no...

- Era la única manera de que me hicieras caso, llevo más de diez minutos tratando de llamar tu atención, baka, ¿Se puede saber que tanto piensas? No te esfuerces en algo para lo que no eres bueno.

- ¿Qué insinúas, pulgoso? ¡Puedo pensar tan bien como tú, baka! - mostrándole su puño.

- No te excites o tendrás que buscar al ojos de leche para que te baje los... ánimos - jalando al rubio hacia el puente, lejos de donde cualquiera pudiera escucharlos.

- No me hables de eso, me pase casi toda la noche esquivando sus manos, hasta me dieron ganas de lanzarle las flores con todo y maceta - sentándose en la barandilla, el cachorro lo miraba de medio lado - ¿Puedes creer que esta mañana se marcho sin siquiera despedirse? Ese baka - cruzando sus brazos.

- Déjame ver si lo entendí bien, ¿Se quedo anoche en tu casa? Y... ¿No paso nada? Que aguante, el tuyo quiero decir - murmuro el cachorro.

- No fue porque no lo intentara, si hasta parecía un pulpo con tentáculos por triplicado, no se si podre seguir con este jueguito... no me mires con esa cara, a lo que me refiero, es que ya resulta molesto, ¿Y a ti que tal te fue? No creo que Shikamaru se atreviera a... - la cara del cachorro se tiño de rojo encendido - Espera, ¿Por qué te pones...? ¡Lo hiciste! ¡Lo hiciste, demonios! - bajándose de la baranda y encarando al Inuzuka con gesto de querer ahorcarlo.

- Déjame que te explique como... - poniendo sus manos al frente.

- ¡¿Explicarme?! ¿Qué rayos vas a explicarme? Después de que te llenabas la boca diciéndome que no cayera ante nada, ¡¿Y ahora me sales con esto?! Eres un... - poniendo su puño frente a la cara del cachorro.

- Shikamaru me ama, Naruto.

- ¡Que importa lo que...! ¿Te ama? ¿Lo dices en serio o para que no te parta la cara? No me mientas, Kiba - sorprendiéndose ante la afirmación de cabeza por parte de su amigo - O sea que... no estaba jugando después de todo, por Kami - alegrándose por el Inuzuka y al mismo tiempo ensombreciendo su rostro - Tienes suerte, estoy feliz por ti.

- Naruto, yo...

- Estoy bien, no pasa nada, al menos uno de los dos saco algo de este estúpido juego, ¿No es así? lo único que tienes que hacer ahora es disfrutarlo y no dejar que nadie se interponga, es lo que yo haría jejeje... tengo que irme, le preguntare a la vieja Tsunade cuando regresa Kakashi-sensei, hasta luego - corriendo por el puente, antes que las lagrimas mostraran lo mucho que le hubiera gustado estar en el lugar del cachorro.

- Lo siento, Naruto, Neji también te ama,  pero... tiene que ser él quien te lo diga - murmuro viendo la espalda del ojiazul a lo lejos.

      El gitsune corrió hacia donde sabia que nadie lo encontraría, al menos que él quisiera, el bosque era el refugio más idóneo para desaparecer por un buen rato,  allí nadie lo escucharía gritar su frustración, enojo y monólogos de auto critica.

- ¿Por qué esas cosas no me pueden pasar a mi? Ah, lo olvide, soy Uzumaki Naruto, el que no merece tener nada propio ni ser feliz, pero vamos a ver... ¿Por qué tengo que conformarme siempre con lo que los demás decidan para mi? Por una vez debería ser yo el que valla adelante y quedarme con lo que quiero - tumbado en una rama mientras mordía una hoja - Agarrar el toro por los cuernos, mirarlo directamente a los ojos y confesarle, yo te...  demonios,  no puedo decirlo y ni siquiera esta aquí, ¿Cómo se supone que se lo diga a la cara? Déjate de necedades, ¿Qué podría pasar? Se moriría de la risa, yo me reiría con él y luego le diría que todo fue una broma...  que patético - agarrando otra hoja pues la primera se la había comido sin darse cuenta.

      Un par de horas más tarde y sin más saliva que gastar, el gitsune aun seguía  perdido en su conversación consigo mismo, sus tripas comenzaron a pasarle factura por el almuerzo ignorado e olvidado, no muy lejos del sitio de tertulia del ojiazul, un castaño se desplazaba inspeccionando todo el bosque con sus infalibles ojos  tratando de encontrar al dueño de sus más calientes deseos y sueños.

- ¡¿Cuándo va a llegar ese idiota?! - sentándose en la rama y gritando a todo pulmón.

- Por tu bien espero ser yo a quien estas esperando, Naruto - parado en una rama más arriba de donde estaba parado su cosita linda.

- ¡Neji! - trastabillando hasta casi caerse de la rama.

- ¡Cuidado! Mi cosita linda - cobijándolo entre sus brazos - Ardía en deseos por sentir tu cuerpo, corrí como un demente al regreso de la misión solo para tenerte en mis brazos y...

      Sorpresivamente, el gitsune estrello  el cuerpo del castaño contra el tronco poniendo su boca sobre la del sorprendido Hyuuga, al tiempo que lo encerraba abarcando con sus brazos el árbol  junto con la anatomía del ojiblanco, el beso del rubio fue apretado e intenso, como intenso era su estremecimiento corporal, lo que el ojiblanco noto de inmediato.

- Ahora puedes reírte con suficiente motivo  - soltándose del castaño.

- Naruto...

- Aun no termino, esta vez yo hablare y tú solo escucharas - apartándose unos pasos del castaño, lo que la rama le permitía, claro - De seguro te estarás preguntando la razón por la cual te bese, es sencillo, no puedo decirte que fue de la noche a la mañana, pero conseguiste... interesarme en este juego tuyo y supongo que no quieres quedar  atrás de Shikamaru en el resultado, estuve pensando, ¿Y porque no? Entregar mi cuerpo a alguien que le interese de verdad, no puede ser tan malo y conste que no lo hago por matar la soledad, a esa ya estoy acostumbrado y para serte sincero a tus brazos también, así que si ambos nos beneficiamos... no le veo ningún problema, ¿Quieres ir a mi casa? ¿Por qué esa cara? Te gusta dormir conmigo y a mi me gustan tus abrazos, tómalo como un trueque en el que cada uno se siente bien con respecto al otro, ¿Qué piensas? Neji - poniendo cara indiferente mientras moría un poco por dentro.

- ¿Terminaste? ¿Por qué pensaste que estaba jugando? Voy a golpearte - acercándose al rubio.

- ¿Y que querías que pensara? En ningún momento mencionaste que tú...

- ¿Te amaba? Creí que era obvio.

- Obvio era el deseo que demostrabas por tener sexo, que para eso me hayas elegido a mi supongo que debe ser un alago, ¿Pero sabes? puede ser que se involucren sentimientos que no estaban previstos y se haga daño a la otra persona al pensar que es querida por algo más profundo que solo eso o quizás sea yo el que malinterpreto todo, no soy bueno en esas cosas del amor ya que nunca lo he tenido, tal vez eran mis ansias de creer que al fin alguien me miraría a los ojos y me diría algo más que no fuera "voy a acabar contigo" literalmente, también tú me lo dijiste alguna vez, ¿Recuerdas?

- Razón tienen todos al decir que eres  terco, obstinado, imprudente, ingenuo...

- Oye, todavía estoy aquí, baka - molestándose por los calificativos.

- Además de hermoso de alma, cuerpo y corazón... sobre todo de cuerpo - atrayéndolo hacia él - Perdóname si no te lo dije antes, también es la primera vez para mi, no supe lo que era el amor hasta que te conocí, Naruto - agarrando su barbilla - En verdad te amo, fue mi culpa que gracias a mi forma de actuar malinterpretaras mis intenciones, te amo más que a todo lo que existe en este mundo, mi hermoso rubio de ojos azules - tratando de besarlo.

- Aguarda, todo eso que dices... ¿Es verdad o lo tienes anotado en algún papel en tu bolsillo? Para no perder el privilegio de acostarte conmigo, ¿Quizás?  No te culparía si así es,  pero si me decepcionaría mucho, Neji - bajando su mirada.

- ¿Qué tengo que hacer para que creas que en verdad te amo? Solo dímelo, hare lo que sea para demostrarte...

- Ámame, que sienta que soy lo único para ti aunque peque de egoísta, que no te separaras de mí jamás y que no te importa lo que la gente piense de nosotros - rodeando el cuello del castaño con sus brazos.

- Nunca me preocupo eso en realidad, ya te dije que lo más importante para mi eres tú - abrazándolo con fuerza - Oye, ¿No crees que deberíamos bajar al suelo? Para lo que pienso hacer contigo, esta rama no es nada segura - sonriendo con picardía.

- ¿Y que es eso tan alocado que quieres hacerme para que no estemos seguros aquí arriba?

- Invadir tus entrañas, volverte loco y a mi también, hacerte mío hasta que no me caiga extenuado y sin fuerzas - chupando el cuello del gitsune.

- Ah, eso - poniendo cara de susto al tiempo que sentía que su sangre se calentaba por los mordiscos en su piel.

- ¿Qué sucede? - al ver el rostro indeciso del ojiazul.

- Que según he oído... duele bastante, aunque por la cara que tenia Kiba, parece que no tanto - juntando sus dedos como quien hace una reflexión.

- No digo que tal vez la primera vez sea así, pero después de varias... seguro te acostumbras - agarrándolo por la cintura para saltar de la rama al suelo.

- Ah, es que piensas hacerlo más de una... pobre de mí.

- Ya veraz que serás tú el que me lo pida una y otra vez - bajando el sierre de la chaqueta del ojiazul para luego quitársela y tirarla al suelo sobre las hojas.

- Estas muy seguro de ti mismo, igual que cuando peleamos aquella vez y mira lo que paso - sintiendo escalofríos al ser despojado de su camiseta - Ya ve-veremos si t-tienes razón - tartamudeando como idiota al sentir los besos y mordiscos del castaño en su pecho.

- Solo déjate hacer, yo me ocupare del resto. 

      Acostando al ojiazul sobre su propia chaqueta, el castaño se sentó sobre sus caderas al  tiempo que se quitaba su protector y camisa para poder rozar su piel con la que ya conocía tan bien como si fuera un libro abierto, nada más unos cuantos besos y el gitsune jadeaba y gemía como un condenado.

- Parece que estas muy deseoso, mi caliente cachorrito - mordiendo los pezones del rubio.

- S-Si sigues b-burlándote, te dejo aquí para que le hagas el amor a un árbol, baka - agarrando con sus dos manos la cara del castaño.

- Cuando te pones rebelde me excitas aun más, cosita linda - bajando los pantalones del gitsune.

- Oh, por Kami... haces que mis ojos se pongan como los tuyos - agitándose al toque de la mano del castaño rodeando su miembro.

- ¿Excitados, brillantes?

- Blancos, por lo que me haces sentir, aaahh... s-solo espero que lo demás sea igual de delicioso - gimiendo sin parar.

- ¿Lo dudas? Are que hasta el dolor sea placentero para ti - metiendo el miembro del gitsune en su boca.

      Algo que fue totalmente inesperado para el rubio ya que su trozo de carne únicamente había sido tocado por sus propias manos, la caliente boca del castaño alrededor de su hombría le hacia estremecerse como si fuera una batidora con el motor descompuesto, temblaba y hundía sus dedos en la tierra al tiempo que se mordía los labios para no gritar a los cuatro vientos el placer que estaba sintiendo en esos momentos. A medida que el castaño chupaba su caramelo particular, este no apartaba sus ojos blancos de la excitado rostro del rubio, lo que lo hacia ponerse más caliente si es que eso era posible, con un grito agudo en el que iba impreso el nombre del Hyuuga, el gitsune derramo su esencia en las fauces de su lobo blanco, Neji tomo algo del liquido en sus dedos y el resto lo degusto con un beso arrebatador en la boca de su cosita linda, con la distracción de su lengua en lucha con su igual y su mano pellizcando los rojos pezones, la mano que faltaba se deslizaba  sin ningún obstáculo a vencer hacia lo que él creía era su boleto al paraíso, mientras acariciaba las puertas  al salón de placer del ojiazul, como llamando antes de entrar, su boca y dientes se dedicaban a dejar marcas de propiedad por todo el cuerpo del gitsune, algunas no podría explicarlas aunque quisiera, el primer dedo entro ante los gemidos de molestia del cuerpo bajo el ojiblanco aunque éste intento acallarlos con sus calientes besos.

- Tengo que hacerlo para que te duela menos después - tratando de tranquilizar a su cachorrito bonito mientras metía su siguiente dedo.

- Oh, dios... ¿T-También te leíste la revista de Kiba? Aaagh... - sintiendo al segundo intruso.

- No se de que hablas - succionando el cuello del rubio.

- E-Entonces... ¡Aaaahh! ¡¿Cómo rayos sabes lo que estas haciendo?! - alterado por los nervios al pensar en lo que seguía según Kiba.

- Preguntando se llega a cualquier sitio, mi chocolate rubio - abriendo y serrando sus dedos dentro del gitsune.

- ¿Y que si te dan la dirección equivocada, eh? - apretando sus puños sobre la hierba.

- Eres muy estrecho, mi amor, pero eso te hace aun más delicioso - mordiendo los pezones con gula.

- ¿Y que esperabas? ¿Qué fuera como la puerta de Konoha? ¿Grande y siempre abierta a los visitantes? Te morderé una oreja y me la quedare de recuerdo, baka - bajando el tono ya que comenzaba a ser invadido por el placer sobre el dolor.

- Esta puerta solo se abrirá para mí y lo sabes, no quiero que lo olvides nunca -serrando la boca del rubio con la suya.

      El ojiblanco giraba sus dedos en el túnel a conquistar como si fueran aspas de molino, el rubio ya no hablaba, lo único que salía de su boca eran suspiros y gemidos que llenaban el bosque de una música poco acostumbrada y sutilmente sonora, cuando los inquietos dedos del castaño se movían sin ninguna dificultada dentro de su rubio, lo que ya era tiempo puesto que su hinchado miembro no podía esperar más para abrigarse en la suave piel que tanto había deseado probar.

- ¿Ya, t-tan rápido? E-Espera, yo... - al verse que lo colocado de lado con una de sus piernas sobre el hombro del castaño.

- Relájate y respira profundo, mi amor - colocando la punta de su pene en la entrada del rubio.

      Naruto abrió grande sus ojos y boca al ser penetrado de una sola vez, pero cando la hombría del Hyuuga llego a lo más profundo de sus entrañas y toco su punto de placer, hiso que su rostro cambiara totalmente de una cara de dolor a otra de éxtasis, Neji permanecía quieto a la espera de que su cachorrito lindo se acostumbrara a su intrusión.

- Aaaahh... o-otra vez, N-Neji, igual que a-antes... m-me gusta - deseando sentirlo de nuevo.

- ¿Seguro? No quiero lastimarte - sudando por las ansias y dando gracias a que no tendría que esperar a lo que ya no podía esperar más.

- ¡Neji, muévete o te golpeare! Fuerte y profundo, no  importa que me partas en dos, quiero sentirte de nuevo y para siempre... hazlo, hazlo ya, Neji - suplicando placer y entrega.

- Aaaahh, Naruto... - penetrando fuerte y salvajemente en su ojiazul.

      El deseo y la pasión que demostraban en sus gemidos resbalando como gotas de sudor por sus cuerpos, las ansias e ímpetu que intercambiaban con sus caricias era un espectáculo digno de los dioses, luego de un par de minutos, el Hyuuga giro el cuerpo del ojiazul poniéndolo de cuatro patas y con la frente apoyada en el suelo, rodeo la cintura de éste con sus brazos y mordisqueaba su espalda mientras no dejaba de arremeter con su miembro la deliciosa cueva de la que no deseaba salir jamás, a pesar de ser su primera vez para ambos, pudieron mantenerse así por largo rato sin que llegaran al clímax, algo sorprendente sin duda, otro giro y el ojiazul era puesto boca arriba para poder verse los rostros y comerse a besos cando llegara el final, lo que sucedió poco después entre gemidos, jadeos y sus nombres de pila.

- D-Después de esto... el c-cielo me parece poca cosa... Neji - comento el rubio con los ojos serrados y cada célula de su cuerpo haciendo fiesta.

- ¿T-Tanto te g-gusto? Pues yo digo que d-después de esto, no te dejare ir jamás - acostándose junto a su rubio de ojos azules - Nunca, nunca, nunca, ahora puedo decirlo con todas las letras... eres mío, no de Konoha ni del país del fuego, solo mío... Uzumaki de Hyuuga - dándole un beso por cada nunca.

- Eso suena bien para una placa en la puerta de mi casa, al no ser que no quieras vivir conmigo y que continúe  siendo tan solo un simple numero - abrazándose al castaño.

- ¿No suena mejor "Familia Hyuuga Uzumaki"? Tú, yo y nuestros hijos - abrazándolo también.

- ¿Vas a seguir con lo mismo? Ya te dije que eso no se puede hacer.

- La esperanza es lo ultimo que se pierde, eso lo aprendí de ti - besando la frente de su gitsune.

- Neji, no se si es correcto apartarte de la posibilidad de ser padre y seguir adelante con tu clan, en verdad te amo, pero no quisiera ser yo el culpable de... - entristeciéndose ante la idea.

- No digas eso, no quiero nada que no seas tú, aparte de ti, lo demás seria solo regalos de la vida y dios.

- Eso lo dices ahora, pero llegara el momento en el que querrás dejar huella y perpetuar el nombre de los Hyuuga, y yo... no pedo ayudarte en eso.

- Basta, Naruto, eso nunca pasara, significas todo para mi, ¿De acuerdo? Y ya no hablaremos más de eso, mejor... ¿Qué te parece un baño en el río? Estamos cerca.

- Oye, ¿Qué tal será hacerlo en el agua? Me gustaría probar - dijo con una sonrisa picara.

- Dios, estas hecho a mi medida, vamos.

      Los matices rojos y dorados realzaban las pieles mojadas de los dos amantes en las aguas del río en las que la espuma y la sombra de la luna eran testigos de su unión perfecta y duradera en la cual todas las noches serian placenteras y acogedoras en cuanto a amor y mutua compañía se refería. Tres mesen habían pasado desde su primera unión, todo era perfecto para las dos parejas, la gente de la aldea había acogido la situación como algo extraordinario pero también especial, la familia Hyuuga estaba encantada de tener dentro de su clan al zorro de nueve colas, incluso Hinata era feliz al ver la felicidad de su amor platónico y el de su primo. Nuestros cuatro adorables ninjas disfrutaban de un merecido día de campo junto al rio luego de cumplir sus últimas misiones, una buena comida, un poco de conversación y la felicidad de todos saliéndoles por los poros.

- Kiba, ¿Te fijaste en ese grupo de gente que llego ayer a la aldea para el festival de primavera? - pregunto el rubio acostado en traje de baño sobre una manta y con su cabeza sobre los muslos del castaño.

- ¿Te refieres a los que vinieron del país del té? Los vi - contesto el cachorro.

- ¿Y también viste lo atractivos que eran algunos de ellos? Porque yo si - levantándose antes de que...

- Tienes toda la razón, eran hermosos... - levantándose también de entre las piernas del Nara al captar la broma de su amigo rubio, ambos corrieron hacia el agua.

- ¡Ustedes dos...!  ¡Kiba, te quedaras sin ojos si vuelves a decir algo así, ven aquí! - grito el Nara corriendo tras s cachorro.

- ¡No corras, Naruto, podría hacerte daño! Rayos, nunca me hace caso - sumergiéndose en el agua tras su delfín hasta que todos se reunieron en el centro del río.

- No exageres, Neji - abrazándose a su lobo blanco - Tienes la misma cara que la vieja Tsunade cuando me dijo que estaba embarazado, sus ojos casi se salen de sus cuencas... como los tuyos ahora - sonriendo.

- En verdad no sabría como llamarle a esto, es algo increíble - decía Shikamaru agarrando la cintura del cachorro.

- Yo diría milagroso, que un hombre pueda quedar embarazado raya en lo imposible por no decir en lo extraño, pero me alegro mucho por ustedes, Naruto, ya quisiera tu suerte para mí, amigo - mirando al Nara.

- Yo te quiero igual, mi cachorro, para nosotros tenemos el sistema de adopción, aun así se que serias un maravilloso padre, mi amor - consoló el Nara a su cachorro dándole un beso en los labios.

- Voy a tener que darles la razón a los que dicen que  soy de una especie diferente - dijo el ojiazul acariciando su vientre.

- Una especie de la que eres el único ejemplar, del cual soy el único dueño, eres mi casa, mi familia, mi amor y vida, ya que eres capaz de prolongar la mía a través de ti con nuestro hijo, o mejor dicho... hijos - picándole el ojo a su cosita linda.

- No me extraña,  ya que del proceso eres tú el más que se beneficia ¿No? Eres cruel - poniendo cara de enfado - Todos los que tú quieras, eso si, no te extrañe que te insulte y quiera golpearte cuando llegue el amargo momento de traerlos al mundo, mi amor - con una gran sonrisa en su rostro.

- ¿Ya te dije hoy que te amo?

- Tres veces en la mañana, aunque no se te entendía muy bien,  cariño - con la picardía pintada en sus ojos.

- Da gracias a que no estamos solos, que si no... - comiéndose la boca del rubio.

- Eso lo pueden hacer en casa, ahora estamos de descanso - dijo el cachorro jalando de la mano al ojiazul.

- Nos quedaremos en el agua un poco más, ¿Cierto, Shikamaru? Digo, si no quieren que saltemos sobre ustedes y... - ambos ninjas tenían sus kunai, por así decirlo, bien afilados y buscando sus blancos en que clavarlos.

      Tanto el cachorro como el gitsune reían a brazo partido desde la orilla, pensando que en cuando volvieran a sus casas el castigo seria, por lo demás, bastante intensivo y sumamente delicioso de llevar.

 

 

Fin.

                                                                           Nessa Yaoi.

 

Notas finales:

¡Hola, mis queridos lectores! ¿Que tal les parecio el capitulo final? Espero que bien... por mi propio bien, ya saben que hacer, diganme sus opiniones al respecto por favor y no desesperen, ensegida les subire otra historia para que sigan disfrutando.

Nos veremos en la siguiente, sera pronto.

besossss para todos y cuidense mucho, chaito.

Karina, tu fic esta en marcha.

                                                     Nessa Yaoi.


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