Abrió sus ojos de forma obligada, hoy a su perrito se le había ocurrido mordisquearle la nariz para despertarlo y eso no le agrado mucho
- ya sabu-chan vete de aquí
Lo empujó un poco, pero a diferencia de otras mañanas el perrito fue a parar directo al suelo chillando por el dolor producido, Ruki se extrañó un poco, él solía dormir al centro de la cama y todas las mañanas empujaba a su perro y en ninguna de ellas el pequeño sabu-chan había ido a parar a ese duro lugar. Se incorporó quedando sentado, miró hacia el otro lado de la cama, que hasta ese entonces le daba la espalda y quedó casi con la mandíbula pegada a las sábanas al ver al mismo Reita acostado a su lado, que dormía tranquilamente.
Recordó lo que había hecho la noche anterior y en ninguno de sus pensamientos apareció Reita, ni siquiera debía estar ahí, no había estado bebiendo, ni tampoco se drogaba como para no recordar lo que había hecho la tranquila noche anterior, miró su cuerpo, él que estaba tal y como el mismo se había arropado al noche anterior, miró en todas direcciones y todo esta tal y como él lo había dejado, a excepción de Reita y sus ropas que estaban en una silla.
Algo no encajaba, volvió a mirar a Reita al sentir que este se movía, ya que ahora era la víctima del pequeño perro del vocalista que estaba tironeando la bandita que este llevaba en su nariz, tironeo suavemente a su perro, pero este seguía encaprichado con descubrir que escondía ese pedazo de tela, Ruki que cada vez se ponía más nervioso al ver que el perro terminaría por despertar al rubio y él no sabría como reaccionar, ¿lo echaría? ¿lo insultaría?, estaba seguro que le pediría una explicación, pero ¿que respondería el bajista?, logro sacar a Sabu-chan del rostro del bajista, pero el pequeño perro también había logrado su cometido, por lo que cuando Ruki lo soltó salió corriendo en dirección desconocida con su tesoro. El perrito se esfumó pero en reemplazo ahora vio los ojos aún adormilados del bajista que se posaban en él, no pudo evitar el sonrojarse, hace mucho tiempo que no veía el rostro de Reita sin ese pedazo de tela que cubría su rostro, recordó lo mucho que intentó sacarle la absurda idea, pero a Reita le gustaba su nueva imagen y a sus compañeros parecía agradarle, por lo que no tubo más remedo que darse por vencido y aceptar el nuevo cambio de looks que tendría su amigo.
Reita abrazó a Ruki y lo hizo acostarse nuevamente, su mente aun no procesaba lo que estaba haciendo es mañana y se disponía a seguir durmiendo cuando escucho la voz de Ruki:
- ¿Reita que estás haciendo?
Reita abrió los ojos sorprendido, ok ese no era algún sueño de los que acostumbraba a tener, por lo que se separó del vocalista rápidamente y se levantó con dirección al baño, escucho que algo le dijo el vocal pero lo ignoró y se adentro al baño para tomar una ducha. Una vez ya aseado y vestido salió del baño, busco a Ruki pero este ya no estaba en el dormitorio, en su lugar vio a Sabu-chan que aun jugaba con su bandita, se la quitó y la encontró toda húmeda por las babas del perro, hizo una mueca de asco y se devolvió al baño, la lavó y trato de dejarla lo más seca posible y la puso en su lugar, encima de su nariz y fue en busca del vocalista para despedirse, lo encontró en la cocina, estaba tomando un café mientras miraba la televisión.
- bueno Ruki me voy, nos vemos en el ensayo
- espera Reita!!!!
- ¿qué ocurre?
- es solo que –hizo una pausa- quería saber porque lo de esta mañana
- ah eso, solo tenía ganas de dormir contigo, no te preocupes no te hice nada mientras dormías
Vio a Reita desaparecer por la puerta, en realidad esto estaba sucediendo o ¿solo era un sueño?
No tubo la fuerza para pararse de su lugar, estaba totalmente atónito, y no sabia que pensar, lágrimas comenzaron a surcar su rostro, pensó que Reita solo estaba jugando con él, y eso lo dañaba, lo dañaba demasiado, ya que él lo amaba con todo su corazón.
Continuará…