Aún temblando me levanté y corrí las cortinas, el
paisaje se veía muy distinto al de la anterior ciudad en la que había estado. Desde la muerte de mis padres mis tíos se habían hecho cargo de mí pero como ambos se mudaban cada unos meses por trabajo viví en muchas ciudades.Era Sábado, pasado mañana comenzaría el nuevo ciclo escolar y yo comenzaría el segundo año en la escuela que estaba allí. A propósito… ¿Por qué me siento tan nervioso? He hecho esto docenas de veces…ay vamos…ánimos!
En la puerta de mi habitación suenan golpes, voy a abrir la puerta, es mi tía que ha subido para avisarme que el desayuno está listo. -ya voy- le respondo sonriendo y vuelvo a cerrar la puerta. Busco ropa para comenzar a cambiarme.
Mientras bajo las escaleras huelo un rico desayuno que me espera. Saludo a mi tío antes de sentarme.
-tu psiquiatra me ha llamado esta mañana- comenzó mi tía mientras me servía – ha dicho que este mes será el último si continuas tan bien-
-oh...genial- respondo concentrándome en mi comida. Desde aquel día había necesitado un especialista para que me ayudara a salir de mi bloqueo y pudiera continuar con mi vida, estaba destruido en todos los sentidos…pero ahora no quiero recordar eso… - gracias por la comida!- me retiro a mi habitación y para no volver a salir de ella hasta la hora de ir a mi consulta.
Camino por una calle bastante poblada, muchos autos, mucha gente, negocios…es el centro de la ciudad…muchos chicos y chicas pasean en grupos. Como es natural en una persona que se muda cada cuatro o cinco meses, no tengo amigos con quien salir, es triste pero es la realidad. Finalmente llego al consultorio de mi psiquiatra, entro y presento unos papeles a la secretaria, me siento a esperar a que se haga la hora.
-¿y como te has sentido en estos días, Sugiya?- me pregunta una vez que entré y me senté, el doctor Kamijo es muy amable y me hace sentirme cómodo aunque siempre se ve un poco…extraño.
-bueno…hoy justamente he tenido una pesadilla, siempre es lo mismo a pesar de que he estado tomando la medicación-
Me mira durante unos segundos antes de recostarse en su silla y hablar -a veces hay cosas que nunca nos abandonan, y acerca de tu medicación solo tendrás que tomarla esta semana y ya no volverás a tomarla-
-de acuerdo ^^-
Luego de hora y media de consulta me dirijo a casa pero en el camino un aroma a comida chatarra me captura llevándome directamente a un local de comidas rápidas, entro y luego de pagar una hamburguesa con papas fritas y una bebida voy a sentarme a un lugar apartado cerca de la ventana.
Observo mi comida mientras tomo un sorbo de soda, no se porque casualidad de la vida se me ocurre mirar hacia la izquierda encontrándome con un par de ojos que me miran, me sonrojo un poco al ver la forma descarada en la que ese chico esta mirándome, sus tres amigos conversan pero él me mira con los ojos cada vez más grandes.
Decido bajar la mirada y comenzar a comer aunque aún me siento observado pero de pronto…
–TERU-KUN! PUEDE ESCUCHARTE! NO DIGAS ESO!-
vuelvo a mirar hacia la misma mesa y veo al niño de los ojos grandes con sus mejillas rojas cubriendo su boca con sus dos manos, uno de sus amigos me mira sonriente mientras que los otros dos se ríen a carcajadas. Un poco más tarde los chicos se retiran y yo suspiro en paz. ¿Qué demonios le sucede a esa gente?
Se hace de noche, al volver a casa enciendo la computadora y juego algunos juegos hasta que mis tíos lleguen a casa.