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Amor por Arya _Black

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Notas del capitulo: Esta es la parte que quedaba, espero que la disfruteis, un beso
LA BATALLA

Cuando el trio llego a una habitación bastante extraña, fue recibido con exclamaciones de alegría, esperanza y felicidad, luego, entre todos les contaron la situación en el colegio, estaba todo el ED ahí reunido y decidieron que el objeto e Ravenclaw podría ser la diadema de la sabiduría, y como Harry no sabía cómo era, Luna se ofreció para llevarlo a la Sala Común de Ravenclaw, para que viera como era, en una estatua que tenían ahí, pero tuvieron problemas cuando Alecto Carrow los descubrió a pesar de a capa y el mapa. Luego, gracias a la profesora McGonagall pudieron salir de ahí, pero se dieron de frente con Severus Snape, el cual, después de un enfrentamiento con la mujer, salió huyendo, mientras Voldemort se acercaba lentamente al colegio.
Minutos después, se oyó la voz de Voldemort por todo el colegio, logrando que todos los profesores se prepararan para la defensa del castillo. Todos los alumnos fueron citados en el Gran Comedor para ser evacuados, incluyendo Harry, lo que provocó que Pansy Parkinson, quisiera entregar a Harry, tal y como había ordenado Voldemort, pero todos los estudiantes, incluido Draco (claro que discretamente), se pusieran delante de él para impedir cualquier tentación, después de eso todos los que quisieron, se fueron, mientras que Harry fue a la Sala de los Menesteres, recordando por el camino algo, que fue confirmado cuando vio a Nick casi decapitado, el cual le ayudó dándole la indicación del fantasma de Ravenclaw, La Dama Gris, Harry rápidamente fue a hablar con ella y después de descubrir al final donde se encontraba el ultimo horrocrux (la diadema), se dirigió hacia la Sala de los Menesteres, encontrándose por el camino con Ron y Hermione que venian de destruir la copa con unos colmillos de basilisco, luego entraron en dicha sala , encontrándose sólo con Tonks, Ginny y Augusta Longbottom, después de echarlas de la sala, Harry dio con la solución al misterio e hizo aparecer una sala donde se podía esconder todo lo que se quisiese, donde el año anterior junto con Draco habían escondido el armario evanescente y su propio libro de pociones. Una vez ahí dentro, se separaron, con la suerte de que Harry se encontró con quien menos se esperaba.
-¿Perdido, Potter?- preguntó burlonamente Goyle.
-No te importa, pero por si te interesa, no- les sonrió sarcásticamente y siguió buscando la diadema.
-No nos ignores, cara-rajada, estás en peligro y no te vendría bien- exclamó Crabbe.
-Claro y lo dirás por ti, ¿verdad?
-No tienes ni idea de con quien te metes, Potter, Draco Malfoy es el mortifago favorito de nuestro señor, y deberías preguntarte porque lo es.
-Créeme Goyle, se porque lo es, desmadius- exclamó, al la vez que Draco, dejando a ambos chicos desmayados- bien, ahora ayúdame, es una diadema que esta encima de una estatua, de un hombre con peluca- le dio un beso y volvió a buscar, reencontrándose con Ron y Hermione que tampoco la habían encontrado. Siguieron buscando durante un rato, hasta que una voz los sobresaltó, pero no entendieron lo que dijo.
-¡No!- exclamo alguien- Iam, tenéis que salir de aquí, Avada Kedavra.
En unos segundos, apareció Draco donde estaban los tres, con tres escobas en las manos
-Iam, tenéis que iros, Crabbe ha invocado el fuego maldito, ¡todo arderá en poco tiempo!
-Pero, la diadema, ¡la tengo que encontrar!
-Yo lo haré, venga, iros.
-¡No, ni se te ocurra!- exclamó cogiendolo por los hombros- ¡no te dejare aquí para que mueras!
-Iam, se protegerme de él, pero vosotros no, así que iros ya, me prometiste acabar con Voldemort, así que vete a por él, yo destruiré este horrocrux.
-Pero…
-Ya, Iam- luego susurró para que nadie más lo oyera- te amo.
Sin más, le tendió la escoba y se dirigió hacia donde provenía el fuego, el cual ya había quemado la mitad de la Sala. Por su parte Ron y Hermione se cogieron una escoba, ya que la chica no sabía volar y se dirigieron los tres hacia la salida, dejando a Draco Malfoy enfrentarse solo a las llamas.
-¿Qué fue eso, Harry?- preguntó Ron, después de salir de ahí.
-¿El que?- dijo indiferentemente.
-¿Cómo que el que?, pues eso, ¿como es que Malfoy sabia lo de los horrocrux, porque hablabas tan amigable con él, quien era el encapuchado de antes? Contesta.
-No hay tiempo para eso- dijo Hermione- tenemos que encontrar a Voldemort y donde esté ella también estará Nagini así que intenta meterte en su cabeza mediante la conexión y trata de averiguar algo.
-Pero eso es muy peligroso.
-Ya lo sé, pero que quieres hacer, no sabemos como encontrarlo- exclamó histérica la chica.
-De acuerdo, lo intentaré.
Después de un rato grito fuertemente, haciendo que los demás se sobresaltaran.
-Ya, ya, se, donde, esta- resoplo por el dolor que sentía- en la Casa de los Gritos.
-Bien, pues vamos para allá.
Pero no todo fue tan fácil, a mitad de camino se encontraron con Percy y Fred que estaban combatiendo juntos y se unieron a ellos, ya que tenían algunos problemas, pero después de un rato, una explosión recorrió todo el pasillo, lanzando a todos por los aires, cuando todo se disipo, quedo la vista la imagen mas desoladora que Harry contemplaría nunca: Percy estaba atravesado por un trozo de madera de lado a lado, mientras que Fred tenia el brazo derecho doblado en un ángulo extraño.
Ron al ver eso se levanto rápidamente y fue donde estaban sus hermanos, no creyendo lo que veía.
-Percy, Fred, ¿estáis bien?, venga, despertar, tenemos que seguir luchando, venga.
-Ron…- intento hablar Harry.
-Fred, despierta, vamos, no es tiempo para dormirse, y tu Percy, tienes que ayudarnos a matar a todos los mortifagos.
-Ron…
-¡Percy! ¡Fred! ¡Despertar de una vez, maldita sea!
-¡Ron!- exclamo Harry sujetándolo por los hombros y girándolo para poder verle la cara- Percy no va a despertar, esta muerto, Ron, muerto- dijo al tiempo que varias lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
-No, no ahora que nos habíamos reconciliado, ¡no!
Harry ya no le dijo nada, solamente lo abrazo, al igual que hizo Hermione por detrás, los tres llorando la perdida de un ser querido, y estuvieron así un rato, hasta que Fred se movió.
-¿Qué ha pasado? Joder, mi brazo- exclamo al tiempo que se lo agarraba.
-¡Fred! ¡Despertaste!- exclamo Ron lanzándose a sus brazos mientras lloraba aun mas fuerte.
-¿Qué pasa?, ¿por que estas así?- luego miro a los otros que estaban igual que el, y le señalaron el cuerpo de su hermano, al verlo, se quedo pálido- no, no es verdad, dime que no es verdad, Ron, por favor.
-Esta muerto Weasley y no hay marcha atrás, deberíais moveros de aquí, os recomiendo ocultar el cuerpo de vuestro hermano y pelear, aquí sois presa fácil.
-¿Dragón?- pregunto Harry al ver al encapuchado, a lo que este asintió imperceptiblemente.
Después de esa afirmación se seco las lágrimas con determinación y se volvió hacia la chica.
-Vamos Mione, ellos tienen que estar juntos ahora.
Sin más se fueron rápidamente de ahí, en dirección a la Casa de los Gritos, teniendo unos cuantos encontronazos con unos dementotes y con algunas arañas, pero nadie se fijo en que dos sombras seguían a los dos chicos, una con la intención de ayudar, y la otra con intenciones totalmente distintas.
Mientras Harry y Hermione escuchaban la conversación entre Voldemort y Snape, Draco estaba en los terrenos luchando contra los dementores, los cuales en vez de retroceder ante su patronus en forma de águila, explotaban, ya que su recuerdo feliz era mucho mas poderoso que los de los demás, un amor tan puro, entregado y sincero como el que el sentía por Harry era muy difícil de sentir y los dementotes al percibirlo huían de el, era demasiado fuerte para estar cerca suyo, y poco a poco, no quedo ningún dementor en el castillo y alrededores, bien porque estaban muertos o bien porque huyeran.
Este es el verdadero poder del amor, el que se anunciaba en la profecía, el amor que ambos chicos se profesaban el uno por el otro y que les ayudaría en su lucha contra la oscuridad.
Harry, al ver que Voldemort había mandado matar a Snape, se puso furioso, solo lo había matado por que el era el dueño de la varita, para que le funcionara, después de todas las cosas que el hombre había hecho por el, cuando el Señor Oscuro se fue, Harry se acercó con cuidado al cuerpo el que había sido su profesor de pociones, y descubrió que todavía no estaba muerto, que el veneno no había hecho efecto todavía, se agachó, con intención de ayudarle, pero este negó con la cabeza y le tendió un frasco que Harry reconoció inmediatamente como recuerdos y pensamientos. Después de guardárselo, lo miró a los ojos y sintió como el cuerpo se relajaba e incluso una sonrisa pareció dibujarse en su rostro antes de cerrar los ojos y morir.
Al ver eso, Harry, no lo resistió mas, y le pego un puñetazo al suelo, pero instantes después, se levantó con determinación y se fue al castillo seguido de Hermione y las dos sombras.
Cuando llegaron cerca del Gran Comedor, Hermione le dijo que iba a ver que tal estaba Ron, ya que en ese momento había una especie de tregua, ya que Voldemort había decidido darles una hora para que le entregasen a Harry, e iba a aprovecharla para consolarlo y apoyarlo, el asintió, comprendiéndola, ya que el deseaba hacer lo mismo, pero rápidamente se dio cuenta del frasco de pensamientos y decidió que ya lo vería luego, ahora importaban mas eso recuerdos y con esa meta, se dirigió hacia el despacho de Dumbledore para poder usar el pensadero.
Una vez dentro, esperó, y al momento la puerta se abrió otra vez, revelando la figura de Draco, todavía vestido de mortifago.
-He bloqueado y silenciado la puerta de abajo y la torre entera, nadie podrá escuchar lo que aquí se diga, solo podías entrar tu, Hermione o Ron.
-Lo se- le sonrió tristemente, después de haberse despojado de su atuendo y se acercó a el.
-He visto morir al profesor Snape, lo siento- lo miró unos instantes y volvió su mirada hacia el suelo otra vez- antes de morir me dio un frasco con recuerdos así que nos toca verlos, ven, tu también lo harás.
Le tendió la mano y Draco se aferró a ella, sin mostrar un ápice de la tristeza que le producía el saber la muerte de su padrino, en ese momento lo único que importaba eran los recuerdos y pensamientos que había dejado. Juntos entraron en el pensadero, y conforme veían las imágenes, se iban poniendo más y más pálidos.
-Ya lo sabias, ¿verdad?- pregunto Draco cuando acabaron de verlos.
-Lo imaginaba, eran demasiadas pistas.
-No vayas- susurró, mientras lo abrazaba fuertemente.
-Sabes que tengo que hacerlo, Dray y que nadie me hará cambiar de opinión, ni si quiera tu.
-Lo sé, pero tenia que intentarlo, ¿no?-sonrió resignadamente y lo besó.
-Recuerda, tienes que matar a Nagini si la ves por aquí, y si veo a tu madre le diré que estas bien, dame otro beso y me voy, la hora se va a cumplir pronto y no quiero que muerta mas gente de la necesaria.
Se besaron otra vez y luego Harry se puso la capa invisible al mismo tiempo que Draco se ponía su atuendo mortifago, se abrazaron una vez más y salieron de la oficina, esta vez recorriendo caminos distintos. Harry se dirigió al bosque prohibido, y una vez en su linde saco la piedra de la resurrección de la snith que le había dejado Dumbledore en herencia y recordando el cuento de los tres hermanos, giro la piedra tres veces, y pasados unos minutos aparecieron los espectros de las personas mas queridas para el: sus padres, Sirius y Remus, y gracias a los ánimos y palabras que le dedicaron, fue capaz de llegar hasta el claro donde estaba Voldemort, y seguro de lo hacia, lo enfrento: no sintiendo miedo, ya que contaba con la presencia silenciosa de los espectros y el amor que Draco le profesaba, notándolo profundamente en el calor que el tatuaje le estaba proyectando en el brazo.
Después de unas cuantas burlas por parte de Voldemort y de los demás mortifagos, que no tuvieron efecto en Harry, pues estaba mas concentrado en lo que iba a pasar a continuación, el Señor Oscuro le lanzo la maldición asesina, la cual le dio de pleno, sin resistencia alguna por su parte, ya que esa era la única manera de poder destruir el trozo de alma que se escondía en su cuerpo, ofreciéndose voluntariamente a la muerte y si esta lo recibía, pues el estaría a gusto, ya que había cumplido con su deber: había destruido seis de los siete horrocruxes de Voldemort, y no tenia duda alguna de que Draco lograría, junto con Ron y Hermione, terminar la tarea encomendada, pero antes de que llegase la maldición se agarro con fuerza el brazo izquierdo haciendo como una despedida para Draco y que el supiera lo que tenia que hacer cuando viese a Voldemort y a la serpiente. Pero en vez de morir, sorpresivamente apareció en la estación de King Kross, donde también estaba Dumbledore, el cual le explico muchas cosas relacionadas con los horrocruxes, Voldemort y el mismo, le contó el dolor por la muerte de su hermana y el dolor que le producía todo por lo que había tenido que pasar Harry para poder acabar con Voldemort, pero al final de la conversación, Dumbledore le hizo una pregunta bastante sorprendente.
-Es hora de elegir, Harry, ¿estas dispuesto a seguir adelante?, ¿a terminar lo que has empezado y liberar el mundo de Voldemort?, ¿o prefieres quedarte aquí, con tus padres, Sirius y Remus? Sea cual sea tu decisión será la correcta, nadie te podría reprochar nada si te quedases aquí, bastante has sufrido ya en la vida. Esa es tu decisión, elige la alternativa que prefieras, por eso estas aquí, para coger alguna de los dos trenes, el de ida o el de vuelta, solo tú tienes que decidirlo.
Después de pensarlo un momento, se volvió decidido hacia su antiguo director.
-Cojo el tren de vuelta profesor Dumbledore, se que he cumplido con casi toda mi misión, pero por eso mismo tengo que volver, para acabarla y que nadie mas muera por mi culpa, no soportaría perder a nadie mas, además, tengo que cumplir una promesa que hice antes de empezar con todo esto- dijo acariciándose el lugar donde tenia el tatuaje- y Ron y Hermione no me lo perdonaría nunca, tengo que volver y se que mis padres, Sirius y Remus me esperaran el tiempo que sea necesario.
-Ellos seguramente están muy orgullosos de ti, tanto de la persona en la que te has convertido como de las elecciones que has tomado. Pues que así sea.
De repente todo se lleno de una fuerte luz blanca y después de vagar por ella algún tiempo, Harry se encontró tirado en el césped del bosque prohibido, en la misma posición en la que había caído al recibir el rayo. Se quedo ahí, sin hacer nada, preparando su siguiente movimiento, mientras oía las risas alegres de todos los mortifagos al vanagloriarse de su muerte y los lloros de Hagrid, lo que lo entristeció muchísimo, pero debía hacer que nadie sospechase de nada.
-Tú, comprueba si nuestro héroe sigue vivo, si logro sobrevivir una vez tal vez lo pueda hacer otra vez.
Una persona se le acercó y sólo por el perfume supo de quien se trataba, sospechas que se confirmaron al notar que en vez de tomarle el pulso en el cuello, lo hacia en la muñeca izquierda, confirmando así dos cosas, que Draco estaba bien y que Harry había sobrevivido por segunda vez a al maldición asesina, ya que ella era la única persona que sabia de la existencia de esos tatuajes y lo que ellos significaban.
-Si mi señor, Potter esta muerto.
-Perfecto, mi querida Narcisa, perfecto, Hagrid coge a Potter y llévalo al castillo, hay que avisar a todo el mundo mágico de que su héroe y única esperanza ha muerto- al acabar de decirlo, se echó a reír, seguido de todos su mortifagos, saboreando ya su victoria
Harry sintió la delicadeza con la que Hagrid lo levantó del suelo y lo colocaba tiernamente entre sus brazos, luego, con él a la cabeza, todos se dirigieron hacia el castillo. Al llegar al límite del bosque, Voldemot habló:
-Es la hora de que os rindáis, vuestro héroe ha muerto, mis mortifagos lo encontraron en las verjas del colegio, tratando de huir, de que nadie lo llevara ante mi, pero su plan cobarde no funcionó, pues ahora él esta muerto.
Conforme hablaba, todos los defensores del colegio salieron para ver si eran verdad las palabras del mago oscuro, y la mayoría casi se lo cree, pero de repente una voz se elevó por encima de los murmullos:
-Harry no es un cobarde, y si ahora mismo tu tienes su cuerpo ahí, es porque el se entrego voluntariamente, para que no matases a nadie mas, el se sacrificó por todos nosotros, Harry Potter nunca huiría de ti, nunca.
Era Ronald Weasley el que lo cabía dicho y poco a poco le hicieron un pasillo, que el atravesó para quedarse enfrente del mago oscuro, sin retroceder ni un ápice ante la mirada de éste, junto a él estaba Hermione, con la misma mirada de seguridad y decisión del chico.
-Harry Potter fue un cobarde, que huyó y os dejó a solas, sin nadie que os protegiera, pero bueno, para que veáis que soy generoso, os dejare vivir a todos, siempre y cuando seáis mis súbditos y estéis a mi servicio- paró un momento , como si estuviese decidiendo que decir a continuación y siguió hablando- por supuesto las cuatro casas de Hogwarts sufrirán una leve variación, es decir, solo quedara la casa Slytherin, las demás serán suprimidas, y para que veáis que soy generoso, todos los mestizos que halla aquí tendréis un hueco en ella.
-Vaya, eso si que es una generosidad por tu parte, Voldemort- dijo una voz entre la multitud, luego con un poco de dificultad, apareció Neville Longbottom con una sonrisa irónica- pero lamento decirte que ninguno de los presentes esta de acuerdo con la decisión que has tomado y por lo tanto no lo aceptamos.
-¿Y quien eres? Tú para hablarme de esa manera
-Es Longbottom, señor, el hijo del matrimonio auror que torturamos hace 16 años.
-Ya recuerdo Bellatix, bien, pues empezaremos por ti- alzo la varita e hizo aparecer con ella el sombrero seleccionador, el cual puso en la cabeza de Neville, prendiéndole fuego- tu serás el primer Slytherin convexo, claro, si el sombrero te considera lo suficientemente bueno.
Pero Neville solo le sonreía maliciosamente, el fuego no le estaba dañando, el tenia la suficiente fe y confianza en que todo se solucionaría, en que el bien triunfaría sobre el mal y si tenia que morir por ello, lo haría, pero antes de que el sombrero se quemase o el sufriese las consecuencias, apareció una figura que con un movimiento de varita hizo desaparecer las llamas, asombrando a todos los presentes, ya que no era nada fácil contrarrestar un hechizo del Señor Oscuro.
-¿Estas bien, Neville?- pregunto preocupado, mientras lo ayudaba a levantarse del suelo.
-Si, dragón, gracias.
Se pusieron los dos al lado de Ron y Hermione y el encapuchado empezó a hablar.
-Me temo que las cosas tanto en el mundo mágico como en el colegio seguirán como están ahora, nada cambiara, nada y nosotros pelearemos porque así sea, para que haya un mañana y las personas que amamos sigan con vida, para eso lucharemos hoy aquí y si morimos lo haremos por un mundo mejor, para conseguir nuestras metas y esperanzas.
-Muy bonito, dragón, muy bonito, y ¿se puede saber quien nos deleita con esas palabras tan melodiosas?
-Si, ¿Por qué no?- con lentitud se quito una mascara blanca, que aun no dejaba ver quien era y posteriormente se desprendió de su capa, dejando ver a un Draco Malfoy firme y decidido, y al Señor Oscuro bastante sorprendido al ver a su mejor mortifago al frente del otro bando- sorpresa y prepárate, porque no es la única- y con un rápido movimiento de Neville, cogio lo que le tendía y lo lanzo hacia Voldemort, que se aparto con facilidad y sonrió.
-Si esa era tu arma secreta, traidor, siento decirte que ha fallado, y ya que estamos voy a tratarte como se merece que trate a los traidores.
-Perdón, Voldemort, pero mi arma secreta ha acertado justo en el centro- y sonriendo malvadamente le señalo algo detrás de el, y al girarse, la cara del hombre se quedo blanca: su serpiente, Nagini, estaba muerta en el piso y partida en dos.
-Malfoy, esta será tu tumba, Avada Kedavra- pero antes de que el rayo llegase a su destino, se oyó una exclamación y luego un protego que hizo desintegrar la maldición antes de que tocara el cuerpo de Draco.
-Siento decepcionarte, Voldemort, pero no mataras a nadie mas.
-¿Quién eres? ¿Cómo has parado la maldición? ¡Es imposible!
-Que poca memoria tienes Voldemort, me mataste hace un rato y ya te olvidas de mí, que decepción, pensé que te había dado demasiados disgustos para que no me olvidaras tan rápido.
Al oír eso, Voldemort se quedo más pálido de lo que ya estaba, sin poder creerse lo que estaba sucediendo.
-Si, mi querido enemigo, soy Harry Potter- se quito la capa y la guardó en el bolsillo de su túnica- y por la segunda pregunta que hiciste, con esta varita no hay nada que no se pueda hacer, ¿la recuerdas, Tom?, ¿Recuerdas por que mataste a Severus Snape, por algo que llevaba en mi poder desde la muerte de Dumbledore, si, esta es la Varita de Saúco, la mas poderosa de las varitas mágicas, la invencible, la varita que te destruirá.
Mientras Harry hablaba, ambos enemigos se iban acercando lentamente, mientras que ambos bando los iban rodeando.
-Esto es entre tú y yo, siempre lo ha sido, no tienes que inmiscuir a nadie más y nadie mas tiene que morir.
-¿Cómo sobreviviste?
-En realidad la maldición nunca me dio, dio a una parte tuya que estaba en mi, lo recuerdas, ¿verdad?, hace 16 años, cuando mataste a mis padre y me lanzaste la maldición a mi, que te destruyo parcialmente, pues como sabrás una parte de tu alma estaba en mi, y eso fue lo que mataste, el 7º pedazo de tu alma, el 7º horrocrux que quedaba, aparte de Nagini que ya esta muerta, el guardapelo de Slytherin, el anillo de Marvolo Gaunt, la diadema de Rovena Ravenclaw, la copa de Helga Hufflepuff y tu famoso diario, ya no eres inmortal Voldemort, ahora eres como yo, un ser de carne y hueso que puede morir, y el que tiene mas probabilidades, dado que yo tengo la Varita de Saúco- sonrió traviesamente y se puso en posición de duelo- ya sabes que hacer, Dray.
-Claro Iam, ya esta casi hecho, solo tienes que terminar tu parte- le sonrió sinceramente y se volvió para hablar con Neville, el cual también sonrió cuando Draco le termino de explicar todo.
El destino del mundo mágico estaba decidido, solo había dos oponentes, si ganaba Harry Potter el mundo podría reconstruirse y ser como lo era antes de que Voldemort empezara a intentar conquistarlo, si por el contrario, el ganador era Voldemort, todo se sumiría en la desesperanza, en la oscuridad, y no quedaría nada vivo, anda que mereciera al pena.
El duelo por el mundo comenzó, ambos combatientes estaba alerta, concentrándose en su oponente, averiguando sus puntos débiles e intentando beneficiarse de ellos, pronto empezaron a lanzarse hechizos, cada cual mas peligroso y de graves consecuencias que el anterior.
Estuvieron durante mucho tiempo lanzándose hechizos, algunos de los cuales habían impactado en ambos contrincantes, Harry tenia el hombro izquierdo dislocado y u corte bastante profundo en el pecho, Voldemort, por su parte tenia varios rasguños en la cara y un corte que sangraba muchísimo en el brazo derecho, lo que le obligaba a luchar con la izquierda, lo que no disminuía su habilidad y puntería.
Pero mientras Harry y Voldemort luchaban otra persona quiso vengarse de todo, una chica salió del grupo de los buenos y se planto delante de Draco, y sin decir nada, le lanzo un hechizo, el cual no llego a su destino, ya que el muchacho tenia alzado un escudo sobre si.
-Vas a morir, Malfoy.
-Así que eras tú, Chang- sonrió malvadamente y se puso en formación de duelo- tu eras el traidor, el espía.
-Si, al igual que tu, Malfoy- ella también se puso en posición y el duelo comenzó.
Todos los presentes estaban detrás de su líder, pero ninguno combatía, comprendían que eso solo era de Harry y Voldemort y les iban a dejar espacio, hasta que alguno les necesitase, por eso, cuando Draco y Chang se alejaron un poco de donde estaban todos y empezaron a pelear, se quedaron sorprendidos.
-Bueno, y dime una cosa, Chang, ¿Qué te motivo para entrar al Lado Oscuro?
-Tu muerte.
-Vaya, me siento honrado- dijo sarcásticamente.
-Tú me robaste el amor de Harry, tú lo llevaste a tu lado y lo alejaste de mí, de la persona que mas lo amaba y vas a pagar por eso.
-Iam me ama de verdad y yo a el, somos almas gemelas y tu para el, cuando lo empecé a conocer de verdad no eras mas que una pesada que lo seguía a todas partes, no tenias ninguna oportunidad con el, ninguna.
-Eso es mentira, el me quería, me lo dijo.
-En todo caso le empezó a gustar Ginebra, pero tu eres demasiada poca cosa para el.
Al decir eso el duelo se intensifico, hechizos volaban por todas partes, unos alcanzaban a su oponente, y otros rebotaban en los escudos, pero todos lanzados con odio y rabia hacia la persona a quienes lo lanzaban.
Por su parte, Harry y Voldemort no lo llevaban nada bien, el duelo era muy duro y los hechizos utilizados, devastadores. En uno de ellos, lanzado por Harry, Voldemort quedo boca abajo, haciendo que se le viera la ropa interior y que Hermione y Ron sonrieran por el hechizo lanzado, recordando la escena descrita por Harry entre su padre y Snape. Eso puso furioso a Voldemort, que con un movimiento se deshizo del hechizo, pero no pudo hacer nada mas, ya que Harry le lanzo un cruciatus, uno tan poderoso que hizo que el hombre gritara.
-Eso es lo que siento yo cada vez que matas a un ser querido, cada vez que uno de tus esclavos asesina a alguien querido para mi, quiero que lo sientas que te des cuneta de todo lo que he sufrido por tu culpa.
Dejo el hechizo durante mucho tiempo, era muy difícil y necesitaba mucha concentración, pero su dolor y su odio podían con el, y lo ayudaban a que la maldición hiciera su efecto.
Cuando la quito, Voldemort era un amasijo de carne y huesos tirado en el suelo, demasiado dolorido para hacer nada, pero aun así con siguió levantarse y mirarlo con odio, con un odio q2ue hizo que todas las personas temblaran, era demasiado intenso para poder soportarlo, pero en ese momento, un calor atravesó a Harry en el brazo izquierdo, rápidamente, olvidándose de Voldemort, miro hacia Draco, viéndolo en el suelo victima de la maldición cruciatas.
Ese descuido le costo a el la misma maldición, pero que se le hizo liviana mirando a Draco a los ojos, al igual que el, esa mirada les dio fuerzas a los dos, e hizo que se levantaran con alguna que otra dificultad y que se enfrentasen directamente a sus respectivos enemigos, asombrando a todos, ya que era muy difícil, casi imposible que alguien pudiera siquiera moverse, y ellos habían logrado levantarse y quitar la maldición.
Harry sonrió traviesamente y le lanzo un torrente de hechizos a su oponente, el cual, al estar todavía sorprendido por lo sucedido, cayo victima de ellos, sin darle tregua, Iam se acerco lentamente todavía lanzándole algún que otro hechizo, pero ahora si, todos rebotaban en un escudo puesto por su oponente.
Voldemort, por su parte se levanto y en vez de mirar a Harry miro el duelo de Draco y Chang y sonriendo malvadamente, dirigió su mirada a Harry y lanzo su hechizo, Iam con alguna dificultad lo esquivo, pero eso no paro el hechizo, sino que golpeo su objetivo, logrando que se oyera la caída de un cuerpo y un grito.
Otra persona reacciono mas rápido que el y se acerco al cuerpo del chico: Narcisa Malfoy salio de entre las filas mortifagas para acercarse al cuerpo sin vida de su hijo, eso hizo que Iam reaccionara y se dirigiera hacia ella.
Cuando vio el cuerpo de Draco grito, un grito que a todos les heló el corazón al sentir el inmenso dolor que había impregnado en el, se agachó y sentándose en el suelo, puso la cabeza de Draco en su regazo y lo primero que hizo, fue cerrarle los ojos y después le empezó a acariciar ausentemente el cabello: estaba en shock.
Al ver esa imagen, Ron y Hermione junto con Neville, Dean, Seamus, Ginny y Luna, que estaban todos en primera fila se acercaron a el, acompañándole en su pena y dolor, los que también se acercaron fueron todos los demás Weasley, al sentir como suya la perdida del amor de un miembro de su familia, a la vez que su propio dolor al perder a un hijo y hermano, respectivamente.
Todos estaban junto a él, las personas que mas quería estaban rodeándole y apoyándole y lo sentía, sentía su cariño, pero en ese momento lo que mas sentía era el dolor por la perdida de Draco y el odio, el odio mas intenso y letal hacia Voldemort por haberle arrebatado a la persona mas querida para el.
En ese momento todo se detuvo, todo, no era capaz de pensar en nada, e instantes después un temblor recorrió la tierra, primero débilmente, pero luego un poco mas fuerte, al rato paró y lo que sucedió fue impactante: todo estaba en silencio, lo único que se oían eran los sollozos de Narcisa y de repente una onda de magia surgió de Harry, extendiéndose por todo el lugar y penetrando en todas las personas, pero en vez de ser blanca, como se esperaba en alguien como Harry, era negra, de un negro tan profundo y tan atrayente que parecía la oscuridad en su máximo apogeo, y eso es lo que era. El dolor y el odio habían ganado dentro de Harry al perder a Draco e inconscientemente, lo expulso de el, liberando tal cantidad de magia, que cuando todo se disipo, y fue un largo tiempo después, no había nada alrededor del grupo. Todo había sido destruido, todo, lo único que quedaba con vida eran todas las personas que lo rodeaban y apoyaban y es que el amor tan puro como el que ellos se profesaban logro acabar con todas las personas queridas para ambos, ya que el amor es felicidad, un sentimiento tanto hermoso como poderoso, pero cuando a una persona le quitan ese sentimiento, matando a su ser mas amado, ese sentimiento tan puro puede convertirse en odio, dolor, maldad y venganza, por eso el amor es el sentimiento mas peligroso y poderoso que hay.
Notas finales:

Tanto si os a gustado como si no, me gustaria que me mandarais algun comentario, xfi...

Muchas gracia a todos los que habeis perdido el tiempo en leer mi historia, espero que haya valido la pena.

1 beso muy grande a todos


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