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Y todo por un jutsu. por Viko

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Notas del fanfic:

Advertencias: jojo, universo alterno. Shonen ai, TobixDeidara MadaDei, sí, Tobi y Deidara, y la aparición de una chica que no tratará de ligarse a ninguno de los dos, oh vamos, si no adivinan quién es entonces no tienen remedio XD. Sí, habrá algo de antisasori…

Otra advertencia, ortografía por supuesto.

Notas del capitulo: El principo algo aburrido...

-¡¡riig, riing!!

8 de la mañana y suena un despertador de martillito. Con pesadez se mueve un bulto entre una cama cubierto por completo con una gruesa colcha.

El despertador sigue sonando.

-hmm.-se escuchó una especie de gruñido proveniente de aquello envuelto sobre la cama.

…sigue sonando…

-las ocho…-al fin una corta frase. La tibia frazada es retirada sin delicadeza alguna y con movimientos rápidos y torpes se descubre una chica de piel trigueña, cabello alborotado y con una cara que se cae de sueño.-no más fics hasta las seis de la mañana. No más.-se propuso a ella misma caminando a su desordenado escritorio.-es un hecho, ni siquiera me dejan suficientes comentarios… ‘malagradecidos’.-al desactivar la alarma del pequeño despertador verde. Con suma pesadez levanta los brazos y pronto comienza a estirarse un poco, tratando de alejar el sueño, como todas las mañanas después de acostarse a esas horas de la madrugada, para luego meterse a la cama de nueva cuenta.-ahh.-bosteza reprimiendo una sonrisa.-a las once estará bien que me levante…

Pronto se escuchan golpecitos en su puerta. Molestos golpecitos… muy molestos.

-oh bien, seguro es mamá diciendo que va a salir…-piensa moviéndose lentamente en la cama, tratando de no hacer ruido alguno y darle la espalda a la puerta.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-

A las once… y algo…

Aún la chica en cama, murmurando cosas entre sueños como “oh sí, Deidara dile que sí… ñam,ñam” hace una pausa mientras se mueve a un lado, “Tobi, ahora, hazlo ahora…” pequeños gestos morbosos aparecen en su rostro; al parecer un sueño encantador. Al poco rato  una maléfica sonrisa se dibuja en su cara, “jejeje, muere de celos maldita marioneta, ñam, ñam, todos te odian”.

La luz que entra por la ventana anuncia la llegada del medio día. Los rayos del sol atraviesan las claras cortinas de la desordenada habitación de la joven de sueños geniales (no pude resistirme). Se retuerce un par de veces entre la cama hasta que al fin se digna a levantarse. La pijama que trae puesta no es precisamente una pijama, sino ropa denominada para dormir, la cual puede ser cualquier cosa… en este caso un pantalón gris y una blusa horriblemente desgastada y holgada; pésima combinación en colores.

Busca sus sandalias del diario, que no son más que un par de color negro de plástico bastante deterioradas pero muy cómodas, y se dirige al baño. Cepilla sus dientes con pereza y se lava el rostro sin mucha delicadeza. El pelo desordenado, que le llega más abajo de los hombros, oscuro y ondulado, en resumen: horrible para ella. Todas las mañanas se preguntaba por qué no era lacio. En fin, después de su terrible crisis con el espejo se dirigió a la cocina con intención de comer un buen plato de cereal con leche fría.

Como es costumbre mientras desayuna en la comodidad de su hogar, ahí en la silenciosa cocina, se pregunta por qué Hirano no ha sacado el nuevo ova de Hellsing, por qué Integra no se muere de una vez y así el delicioso y desquiciado Alucard exorciza a Victoria para sacarle el espíritu del estúpido francés ese y la hace suya de una vez por todas. Pero sabe que pide demasiado y vuelve a adentrase dentro de su retorcida en insana mente para volver con sus sabias interrogantes.

-¿Por qué Sasori mejor no existió?, así no lo emparejarían con Dei. ¿Por qué Deidara tuvo que morir?, eso definitivamente no es justo. ¿Por qué ‘Tobi’ no se tiró a Deidara cuando pudo?... ¿por qué no lo hizo?, que importa con que la serie no fuera yaoi, pero de haberlo hecho seguro que la audiencia sube por los cielos. Y bueeno, siendo ‘Tobi’ quien es pudo haber chantajeado a Dei para hacer de las suyas con el rubio, fufufu…

Así continua ingiriendo cereal mientras sonríe con morbo al imaginar a su tan adorada pareja hacer… cosas.

Una vez que hubo terminado su desayuno miró la pila de trastes en el lavadero. La apatía en su rostro creció notablemente. Siempre eran demasiados trastes por lavar. Miró su plato y vio de nuevo los del lavatrastos.

.-.-.-.-.-.-.-

La cama de su mamá estaba hecha. Bueno, era preferible haber comenzado con eso que con los platos, aunque ahora seguían ‘ellos’.-hmm.-gruñó por lo bajo dirigiéndose a la cocina.-la próxima vez pediré que me sirvan en una servilleta o algún viejo plato desechable.

Lavar trastes era horrible, pero era pasable mientras tuviera su mandil de plástico, su mp3 reproduciendo música y su mente produciendo ideas insanas para fics sobre TobiDei, y bien, ideas para continuar los fics de Hellsing y Beyblade. Bueno, no dejaba de pensar en el rubio y el moreno en mil y un situaciones distintas. En  ocasiones le preocupaba su propia salud mental, pero pasado unos segundos lo olvidaba al verse saturada de nuevo con cientos de ideas sumamente divertidas y perversas. Y eso que no le gustaba el yaoi.

Al fin terminó su labor con los trastes. Ya era tiempo, después de dos horas de estar fregando platos. Se quitó el mandil y como si el mundo fuese a caerse se encerró en su cuarto e instantáneamente después de cerrar su puerta y colocarle el seguro, encendió su tan amada computadora. Colocó a ‘Sam’ (reproductor de mp3 negro, Samsung YP-Z5F) sobre el desordenado y lleno de chucherías, escritorio.

El ver la pantalla darle la bienvenida la hacía sumamente feliz. Más aún al ver su fondo de pantalla: un Deidara aferrándose fuertemente aun Tobi con el rostro descubierto y una encantadora sonrisa en sus labios.

Infinidad de puertas se abrían ante sus ojos con el tan preciado y famoso Internet. Bien, había que darle un productivo uso de inmediato. Youtube, primera opción, fanfiction.net, segunda opción, google, tercera opción y página en abrirse.

Primero vería unos AMV de tobidei, luego buscaría en la otra página algún fic de la pareja antes mencionada y en google se dedicaría a encontrar algún doujin o ‘escabrosa’ imagen de ellos dos. See, la vida era buena.

Minutos después…

El vídeo era bueno, la canción también. Ver a Dei a lado de Tobi era mucho mejor.

-ahh.-suspiró deteniendo la reproducción, admirando la imagen de esos dos.-sería tan genial que…

Click, clack. Las luces vacilaron de repente. Antes de que pudiera reaccionar y apagar la computadora se escuchó un estruendoso ruido, que parecía el rayo más fuerte que jamás hubiese escuchado. La casa retumbó durante unos segundos, las ventanas vibraron, sintió su corazón latir acelerado…

-¡¿QUÉ ES..?!

Apenas y pudo decir eso cuando la pantalla emitió una luz cegadora y luego un apagón general (qué bueno que era de día).

Silencio… y…

-se me jodió la compu…-se quejó casi al borde del llanto al ver a ‘computy’ muerta.-¡¡me lleva!!

Después un rato de maldecir y gritar obscenidades, se levantó de su pequeño banquito blanco que utilizaba como asiento, maldiciendo otro poco y golpeando su escritorio. Cuando estaba por abrir la puerta, otro pequeño temblor se hizo presente. Eso sólo significaba una cosa.-¡¡ AH, VAMOS A MORIR ANTES DEL 2012!!-grito histérica saliendo de su habitación a toda prisa. Una vez más quedó cegada ante una luz mucho más brillante que la de su fallecida computadora.

¿Pero qué rayos estaba pasando? No creía mucho en eso  de los extraterrestres, pero ahora todo esto le recordaba a la guerra de los mundos.

Una onda de choque que se originó dentro de su casa le hizo estrellarse contra su propia puerta. Azorada por el golpe, gateó torpe pero rápidamente con dirección a la sala. Quedaba bastante cerca, su casa ni siquiera era grande así que la salida estaba a pocos metros.

Se detuvo inmediatamente al llegar a mitad de sala. Se petrificó al ver a dos figuras visiblemente humanas frente a ella.

¿Ladrones?

¿Extraterrestres?

¿Familiares estafadores?

Esto y muchas cosas más pasaron por su mente, sin embargo…

Se quedó muda al verles, y más aún, tembló y palideció al verlos con detenimiento. Parpadeó un par de veces al ver a los sujetos mirarle fijamente. ¿Estaría soñando? O… no, lo otro no era factible, no se drogaba. Pero el sueño era, bueno, quizá podría serlo, o sea, era imposible que quienes estuvieran ahí frente a ella, a mitad de su casa fuesen realmente--

-Tobi… ¿qué rayos fue lo que hiciste?

Dios… no era un sueño…

Un sudor frío cubrió su rostro. Se sentía tan fría, quizá más fría que un muerto.

-¡¡¡AHHH!!!-dio un gritó fortísimo y por primera vez en su vida, se desmayó.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Calidez. Suavidad. Esas dos cosas eran lo único que la envolvía. Abrió los ojos con pesadez. Se incorporó con lentitud en la cama y… un segundo, eso no era su cama. Era el sillón de la sala y... efectivamente estaba en la sala.

-ya despertó.-anunció felizmente una voz a su espalda.

Un escalofrío que recorrió su cuerpo y un respingo dio su corazón al reconocer aquella voz. Se mantuvo quieta mientras su cerebro procesaba la información… entonces no había sido un sueño… oh dios mío. Sintió la saliva atorarse en su garganta.

-ya era tiempo, uhn.

Y esa otra voz, no había duda alguna… no, sí había dudas… porque esto… ¡¡¡ERA IMPOSIBLE!!!

-es un sueño… es un sueño…-comenzó a decirse quedamente temblando de miedo.-es un sueño, tiene que serlo… sueño… ¡¡ ¿QUÉ CARAJOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?!!-gritó histérica, dando un brinco al final del amplio sillón y volteando hacia ellos.

-tranquila.-dijo el de la anaranjada máscara.-nosotros, este… cómo lo explico.-se preguntó a sí mismo llevando una de sus manos a la altura de su barbilla. Miró de nuevo a la chica que tenía los nervios crispados y agregó.-no tenemos idea de donde estamos ni de quién eres tú.

Una sonrisa nerviosa apareció en los labios de la joven.-vaya, es lindo después de todo… y yo me volví loca…

Tenía en su campo de visión a un par de sujetos vestidos con unas túnicas/gabardinas negras con nubes rojas. Uno de ellos más alto que el otro, de cabello algo alborotado, corto y negro. Con una máscara naranja en forma de espiral… ¡vamos, si eran Tobi y Deidara de la serie de Naruto!

No podía estar más loca, ahora alucinaba con los personajes de sus perversos sueños. Sólo había una forma de comprobar si esto era real o no.

Se puso de pie, los miro unos instantes más y luego pasó de largo hasta la cocina. Tomó un tenedor…

 Y se lo clavó en el brazo. Apenas y se abrió un poco la piel y soltó un lastimero quejido de dolor…-¡¡¡CON UNA… DUELEEE!!!

Inmediatamente las ahora evidentes no alucinaciones ni productos de un sueño, se abalanzaron con kunais en manos a dicho lugar para encontrar a una lloriqueante chica sobándose el brazo izquierdo.

Ambos la miraron de forma amenazante, bueno, sólo el rubio que tenía el rostro parcialmente descubierto.

-¡¡ustedes son reales!!  ¡¡Son de verdad!!-lo señaló acusadoramente aún lagrimeando.

-obviamente, uhn.-resopló molesto el rubio de ensueño.

Tobi la recorrió con la mirada y pronto se guardó el kunai.

-¿qué estás haciendo?-preguntó a la defensiva Deidara no muy contento con la acción de su compañero.- ¿eres idiota o qué, uhn?

-descuide Deidara-senpai, no parece ser peligrosa. Sólo mírela.

-¡sí, T-Tobi, no soy peligrosa!-asintió la chica al borde de un colapso nervioso.- ¡soy inofensiva!

-silencio…-dijo Deidara con aburrimiento inspeccionándole de pies a cabeza.

-¡por favor no me maten!, ¡soy una buena chica!-lloraba en grandes cantidades.- ¡no quiero morir tan joven!

-silencio…-una vez más, su paciencia se estaba acabando.

-¡mr fluffy buyo kuznetsov!-exclamó recordando a su pequeño gato.- ¡cuida a papá y a mamá!

-¡SILENCIO!-ordenó el muchacho ya fastidiado.

Oh… mala idea. Gritarle a esa chica era como partirle la cara de un puñetazo.

-¡no, tú cállate! ¡Esta es mi casa y yo puedo gritarle a quien quiera!-refutó dando un paso hacia el frente.- ¡y a hora, quiero que me digan qué hacen aquí!-exigió muy convencida de su autoridad. Aunque poco después volvió a retroceder. Debía andarse con cuidado, después de todo eran los villanos de Naruto… deliciosos villanos.- ¡EXIJO RESPUESTAS!

Tobi se rascó la cabeza un tanto nervioso y soltó una risilla.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

-… y entonces aparecimos en este sitio.-finalizó el pelinegro. Hizo una pausa sin quitarle la vista de encima a la joven y prosiguió.- ¿cómo te llamas?

-¿eh?-pronunció aún sin poder asimilar toda la información.-ah, yo…-lo pensó unos pocos segundos y al final se decidió.-pueden llamarme Viko… bien, no es necesario que sepan mi verdadero nombre, jeje.

-ahora, necesitamos respuestas, uhn.-la voz de Deidara se escuchaba molesta. Más aún al ver la enorme sonrisa en la boca de Viko.- ¿cuál es la gracia?

-ninguna… Deidara.-apenas y podía contener la risa. Dios, estaba frente a ellos dos. Se aclaró la voz un poco; ya era hora de demostrarles que ella… tenía mucho conocimiento sobre ellos. Jo, esto sería divertido.- ¿qué creen que diga su ‘líder’ Pein acerca de su ausencia?-mientras dirigía su mirada a Tobi.

Deidara se sobresaltó junto con el pelinegro.

-¿cómo sabes que nosotros…?

-oh vamos, ¿realmente creyeron que me iba a tragar eso de que ustedes eran comerciantes de ropa extraña que venían de Kotanconakamaracaksuki?, ¡por favor!-contuvo su risa y los miró divertida.-nadie que conozco a menos que vaya a una convención estaría vestido con la ropa de Akatsuki.

Deidara le miró sorprendió, sintiéndose descubierto.

-¿quién es esta niña?, ¿cómo es que sabe quienes somos?

El de la máscara simplemente se guardó cualquier comentario.-esto no me agrada…

-pero descuiden. Pueden confiar en mí.-aclaró la chica muy sonriente.-no se preocupen. Si no tienen a donde ir pueden quedarse en mi casa.

Una sonrisa insana se abrió paso en los labios del ojiazul.

-¿realmente crees que vamos a confiar en alguien como tú?, un perfecto desconocido que sabe de la organización y el nombre de nuestro líder, uhn, no me hagas reír.-argumentó el rubio poniéndose de pie con rapidez, llevando una de sus manos a la bolsa derecha de su cintura.

Esto no era lo que esperaba.

-¡no,no,no,no!, ¡espera, espera!, ¡digo la verdad, Dei-chan! ¡Digo, Deidara!-chillaba Viko aferrándose con fuerza al sillón pequeño.- ¡aún no sabes en donde estás!

-¡Senpai, tiene razón!-aseguró Tobi interponiéndose entre ambos mientras agitaba las manos frenético.- ¡reconsidérelo, senpai!

Pocos segundos tardó en crear un pequeño saltamontes y con agilidad propia de un ninja la arrojó por encima de Tobi cayendo justo sobre el regazo de la morena. Pero, algo curioso sucedió…

1 segundo…

Cerró los ojos fuertemente.

2 segundos…

Estaba esperando el volverse ‘efímera’.

3 segundos…

4 segundos…

¿Estaba muerta ya?

5 segundos…

Abrió los ojos.

-¿ah?-pronunció Viko al ver la figurilla. Había visto el anime y leído un poco el manga y esto… pues… no era común.

-¿pero qué…?-el artista miró atónito el acontecimiento.

Tobi se giró hacia la chica y vio detenidamente al pequeño insecto de arcilla blanca.-oh, no se mueve… y no ha explotado.-se volvió a Dei de nuevo y le dirigió como es costumbre, un comentario inoportuno.- Deidara-senpai, parece ser que tu arte esta, cómo decirlo.-palabras llenas de veneno.-se estropeó, ¿no es así?

Viko soltó un fuerte suspiro. Estaba aliviada de no haber explotado.

¡¡Bang!!

Una pequeña nubecita de humo se esparció apenas llegando al rostro de Viko. ¿Qué había sido eso?

-eso… fue… patético…-dijo quedamente para sí, con obvia vergüenza al ver que en efecto su arte había hecho… ¿arte? Pero una muy pequeña… ¡Claro está, que igual de letal!… para gente del tamaño de una hormiga, ¡pero definitivamente letal! Su ojo mostraba un evidente tic nervioso-… qué horror…-pensó con un aura depresiva a su alrededor.

El de la máscara en forma de espiral rápidamente trató de comprobar su teoría, creada después de haber visto el resultado del ‘arte’. Haría un ninjutsu inofensivo, tan sólo para comprobar. Hizo varios sellos con las manos, y acto seguido pronunció la técnica:

kage bunshin no jutsu!

Como lo esperaba, nada sucedió. No quería caer en la cuenta pero… vaya que metió la pata con ese jutsu prohibido. Quizá si no hubiese estado dándoselas del gran líder de Akatsuki en silencio mientras hurgaba entre ese templo, tal vez hubiese evitado algo como esto… pero, la cosa no iba tan mal, al menos Deidara estaba con él… y no es que hubiese hecho ese jutsu adrede frente al rubio sólo para impresionarlo, nooo, claro que no…

-Senpai…- le llamó nervioso.-creo que no podemos--

-creo que ya me di cuenta, Tobi, uhn.-refunfuñó el rubio lanzándole una mirada asesina. Con la rapidez que poseía, rodeo el cuello de la bata negra de Tobi y lo sujetó con fuerza, acercando su rostro al suyo.-ahora dime, ¿qué fue lo que hiciste exactamente, uhn?

Aún cuando la escena era obviamente amenazante, para Viko era… un acercamiento de ensueño entre esos dos.

-ahh...-suspiró suavemente viendo la cercanía del rubio con el pelinegro.-el amor…

Notas finales:

Mis notas: ... es una tremenda y trillada idiotez, pero me alegra el rato escribir algo como esto.


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