Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DeathZone por Daru

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

WOW! por fin...

P a l e S t r a n g e r

Matt’s POV

@ Some people could be so interesting, but so dangerous

...


Me encantan los cigarros. No puedo estar un día sin fumar, por lo menos, uno. Y sí, he probado de todo. Incluso de esos sin filtro que marean por el humo tan cargado que emanan. Hay algunos que son mejores que otros -debo admitir-; aunque en lo particular, a mi me gustan los convencionales o los lights si no hay de los otros (que resultan ser igual que los normales, sólo que tienes que fumar más para completar la dosis de nicotina diaria… ¡vaya!, resulté ser un adicto compulsivo). A todo esto, no me agradan mucho los mentolados… es como fumarte un Halls; una cosa es tener el caramelo en la boca y otra cosa muy diferente es fumártelo. El humo del cigarro con la menta no son precisamente la mejor combinación (o por lo menos para mí no). Hay días que fumo más que otros, eso se debe a mi estado de ánimo… supongo.

Soy fumador sin remedio, sí es verdad… pero tampoco soy de las personas que se creen lo más genial del universo por intoxicarse con un maldito puro en una cancha de golf, tampoco entremos en la ridiculez –perdón, pero tenía que aclararlo-.

En fin, y a todo esto ¿a que se debe toda esta filosofía del cigarro? Simple, no sé me ocurrió otra cosa con lo cuál mantener mi mente ocupada mientras asimilo que estoy secuestrado. Y con secuestrado quiero decir, estar en una enorme mansión, sentado en un sofá de una increíble sala, tomando café y comiendo galletas frente al ser más extraño que mis ojos hayan visto. Y hasta su nombre es extraño… L… qué diablos ¿eso es un nombre? Hasta donde mi entendimiento llegaba esa era la doceava letra del alfabeto…

Vi como aquel sujeto se echaba al café casi todo el azúcar de la azucarera y se acomodaba en una posición rarísima y notablemente incómoda sobre el sofá frente a mí.

-Y bien… -pronuncié inseguro- ¿Por qué estoy aquí?

-Uhm –pareció sorprenderse- creí que Mello ya te lo había dicho.

-No –respondí. -La verdad me obligó a subirme a ese auto negro con él y luego me tiró aquí.

Y con tirar, me refería al significado literal de la palabra: tirar del auto, como a un saco de basura.

-Bueno, a veces él se pasa un poco –sonrió levemente.

-¿Un poco? –pregunté irónico. Primero me lleva a quién sabe dónde (por qué no tenía ni idea de dónde estaba en ese momento) y luego me bota del auto. Y por último, se larga sin más. Eso no es pasarse un poco.

Aquel sujeto hizo una pequeña mueca de enfado, pero aún así su cara parecía muy pasiva. –Lo sé, lo sé.

Endurecí la mirada, aunque no me sentía incomodo para nada. Pero sí muy curioso.

-Para ser sincero, yo tampoco esperaba que esto sucediera… pero bueno, Mello debe tener sus razones…

-¿…? –no tenía ni idea de lo que estaba hablando, pero, en fin… las galletas estaban muy buenas por cierto.

-Escúchame -se puso serio de pronto– sé que probablemente esto no te guste pero…

-¿Pero qué? -inquirí de inmediato… ese tono de ‘oh, pobre… sin casa ni perro que le ladre’ no me gustaba nada.

-Pero si realmente lo deseas podrás liberarte, siempre y cuando aún no haya pasado eso

-¡¿De qué estas hablando?! ¿Qué eso?

-Que pierdas tu esencia… o mueras, que para bien o mal, en este caso es prácticamente lo mismo -dijo esto último llevándose el dedo pulgar a los labios.

-¡Espera, espera un minuto! -grité levantándome de un brinco.

-¿Sí? –respondió con ojos muy abiertos y con voz inocente.

-¡¿C-Cómo es eso de que pierda mi esencia o muera…?! ¡¿Qué diablos quiere decir?!

-Bueno… -respondió relajando sus músculos- eso sólo va a depender de ti.

Sus palabras eran demasiado confusas y extrañas… carecían completamente de sentido para mí. “¡Matt, despierta!” pensé “te a capturado una familia de locos adinerados que no tienen algo mejor que hacer que traumar a un infortunado como tú”.

-Nosotros tenemos una tradición -comenzó de repente.

-Bien, bien; tengan todas las tradiciones que quieran… ¡pero no vayan secuestrando a las personas! –le interrumpí.

-Pero tú haz venido porque haz querido, pudiste haberte negado ¿sabes?

-Ah… eh… bueno…

-No pudiste ¿cierto?

¡Joder! Éste tío raro tenía razón… pude haber dicho que no, pude no haber subido al auto, pude haberme escapado o algo… Entonces ¿por qué no lo hice? Porque algo me detuvo. Por alguna razón siempre terminaba cruzándome con ese rubio petulante y mandón.

-De todas formas ¿Esto qué tiene que ver conmigo? –bufé incrédulo.

-Oh, mucho Mail Jeevas… demasiado quizás -dio un sorbo a su café. ¡Un momento! ¡Yo nunca le dije mi nombre!

-Como te decía, tenemos una tradición… en tiempos como estos nosotros no podemos mostrarnos a todo el mundo… tenemos que ser cautelosos sino habría muchos problemas –otro sobo de café- pero, a veces se da un caso especial y uno de nosotros elige a un provisor… éste le da algo a quién lo eligió, quién a su vez, le concede un favor… algo que el provisor necesite en el momento del pacto. Es una especie de intercambio.

Me quede sin habla (además de que casi me atoro con una galleta).

-La mayoría de veces se le concede al provisor olvidar lo que pasó y seguir con su vida normal o, a lo mucho, pensar que fue un sueño –continuó el pelinegro- …pero, tú caso es muy peculiar… y más aún porque Mello siempre se opuso a tener un…

-¿Un qué?

-Un sirviente…

-¡¿Eh?! ¡Espera, espera!... a ver si te entiendo… me estas diciendo que yo me convertí el provisor de no sé qué diablos de Mello…

-Así es…

-Y él me ha tenido que conceder un favor a cambio…

-Exacto.

-Y lo que supuestamente yo necesité en ese momento era ser su… ¿sirviente?

-Aparentemente, sí.

-¿¡Y para qué diablos yo necesitaría volverme su sirviente!?

Pareció dudarlo por un segundo. –No estoy seguro de eso -respondió finalmente– eso es algo que sólo Mello puede responderte.

-Ah… muy bien. ¡NO! ¡esto no esta nada bien! ¡Ustedes están jodidos de la cabeza!

-¿Tú crees? –abrió los ojos mirándome fijamente.

-¡Por supuesto! Además… ¿Provisor? ¿Provisor de qué?

-De sangre…

-¿Eh? –“no más galletas para mí” fue lo único que pensé en ese instante.

El pelinegro tomó un libro que se encontraba sobre la mesita central (del cual no me había percatado) mientras pronunciaba suavemente -Mello y yo nos parecemos…

-¡¿Eh?!

-Al protagonista del libro…

Me fijé en el título de la obra: “Drácula” de Bram Stoker.

-Oh sí claro… eres un vampiro –ironicé; sin embargo, no pensaba en lo que decía en realidad, es como cuando la boca es más rápida que la mente- ¡Ah! No sólo eso –continué- ahora vas a venir a chuparme la sangre… y peor aún ¡me dirás que Mello también es un vampiro!

-Bueno, al menos no te lo tomaste tan mal -sonrió.

-¡Qué diablos…!

En ese momento confirmé que el café con tanto azúcar realmente afecta el cerebro…

-A decir verdad, te lo tomaste mejor de lo que pensé… -caviló antes de volver a sorber su café saturado de azúcar.

-¡Ah! ¡Espera un momento!... No… no estarás hablando en serio ¿verdad?

-¿Por qué no?

-Porque no te creería –respondí de inmediato.

-Si Mello te lo dijera ¿le creerías?

-Sí -me sorprendió la afirmación tan rápida y sin pensar que hice- ¡es decir, no!

L dibujó una sonrisa enigmática en su rostro. –Te das cuenta… ya esta haciendo efecto.

“¡Oh dios, me drogaron!” -¡¿Qué esta haciendo efecto?! –comenzaba a alterarme en serio.

-El complejo de sirviente.

-¡No, no… nada de eso!

-Ya te dije que no te preocuparas tanto… aún tienes probabilidades de liberarte si realmente lo deseas.

-¡Ya fue suficiente! –me levanté y me dirigí a la salida… ¿Y por qué rayos no hice eso antes? Vamos, es que L es interesante y quería saber en qué acababa todo esto… ¡NO! Nota mental: si te secuestran y no te atan de pies y manos (por más raro que parezca) y hay un tío pálido con cara de no haber dormido en meses que se cree vampiro, no dudes en salir de ahí.

-Esa es la puerta del clóset…

-Diablos -susurré. “¿Por qué nunca puedo salir con un poquito de estilo? D:”

-No te preocupes- me miró compasivo –nuestro mayordomo Watari te llevara a tu casa.

-Voy solo -afirmé.

-Esta bien, si te apetece caminar 150 kilómetros a la ciudad… es tu decisión, después de todo el ejercicio es bueno.

-B-Bueno… ir en auto no me vendría mal…

-Watari, por favor –pidió L.

-Por aquí joven –señaló un anciano en traje elegante negro guiándome hacia la puerta correcta.

Durante el recorrido de regreso a mi apartamento pensé…

“¿Vampiros? Oh, por favor, yo no creo en eso. Además, eso de volverme un sirviente… ¿yo para qué diablos querría volverme un sirviente? No tiene sentido.”

/. /. /. /

L’s POV

@ All that you have done will bring consequences

...


 

-Mello -llamé e inmediatamente después apareció su silueta detrás de una de las puertas- Si estuviste ahí todo el tiempo… ¿Por qué no hablaste tú con él? Hubiera sido mejor que lo oyera de ti que de mí.

-Sé lo que hago -respondió en seco. Suspiré con frustración. Mello siempre era así, cuando piensas que hará una cosa, termina haciendo otra…

-Respóndeme una sólo cosa –pedí finalmente después de terminar de comer la última galleta que quedaba -¿Por qué lo convertiste en tu sirviente? Tú siempre te opusiste a ese tipo de cosas.

-Simplemente se me apeteció -sonrió con malicia.

-Pues ya sabes que tus apetencias te traerán consecuencias…

Mello endureció la mirada, lo sabía… sé que lo sabia. Las consecuencias de actuar sin pensar podía resultar especialmente caras… y eso Mello lo sabia muy bien.

-Me retiro -avisó sin mirarme mientras se dirigía a la puerta de salida– me lleve algunas barras -dijo y pude notar la bolsa llena de chocolates que (seguramente) había sacado de la despensa.

-Mis chocolates -reclamé, pero Mello me ignoró completamente.

Mello abrió la puerta dispuesto a irse; pero, yo no pude evitar expresar una hipótesis que me llevaba dando vueltas la cabeza desde hace buen tiempo… no, no era una hipótesis, era un hecho…

–Tomar la sangre de un humano a punto de morir y convertirlo en tu sirviente sólo para salvarle la vida… eso no es típico de ti, Mello. Además, esta prohibido.

Volteó levemente y me miró con ojos fríos y profundos. -No se de qué hablas.

Y eso fue lo único que dijo antes de marcharse. Después, me levante con pereza… necesitaba otro café bien cargado de azúcar.

Notas finales:

Espero que se haya entendido este capítulo o_o... si tienen alguna duda o sugerencia no duden en hacérmelo llegar en sus reviews :3

Les ama con pasión y fogosidad...

Daru 8D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).