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«›-¤•.„.•´ Se te olvido `•.„.•¤¬‹» por Kazumi-chan

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Notas del capitulo:


Hiii.

Aqui les traigo un nuevo Fic, el cual hice rapidito cuando escuche esta cancion de Kalimba. n________n

Espero les guste y dejen RR.

 


«›-¤•.„.·´ Se te olvido `·.„.•¤­‹»
Por: Kazumi-chan


Primer y único Capitulo:

“Se te olvido que yo sin ti”

 

 

 

Shuichi Shindou, Actualmente vocalista del afamado grupo Bad Luck, Un pelirrosa de estatura normal para sus 20 años, los cuales no favorecían su hiperactiva y alegre personalidad, de cabellos algo rebeldes y de un natural color rosa, un color que en su cabeza se veía adorable, con unos llenos de vida y alegres ojos violetas los cuales observaban un micrófono frente a sus labios, los cuales despacharon un suspiro.


El pelirrosa chico se encontraba en una emisora de radio en donde en ese día cantaría su nueva creación, Una canción que va dedicada a su antiguo amante/novio, el cual se alejo del lado suyo, hace un mes, y para el ha sido como aguantar un duro año, El motivo de la partida de aquel escritor fue pues una discusión la cual concluyo con una separación.

 

Cada uno por su lado. El de la música y la escritura, solo pendientes en aquellos dos talentos.

La razón de aquella discusión fue por el hecho de Shuichi haber salido con sus amigos a un bar, y llegado a eso de las dos de la madrugada, todo ebrio, eso a Eiri su amante, le molesto y comenzaron a discutir, Palabras ofensivas salieron de los labios de ambos, pero mas de los labios de Shuichi, el cual estaba tan borracho que no sabia lo que hacia, y solo decía todo lo malo que se pudo imaginar, hirió tanto al escritor, que quien termino yéndose fue el.

Hasta horas después de ese día, Shuichi no se dio cuenta de lo que hizo, y se lamenta grandemente, desde ese momento no había vuelto a ser el mismo chico alegre e hiperactivo de siempre, Mas parecía un alma vagante.

Y de eso un mes, Un mes en el que ninguno se ha visto, no se han hablado, ni nada, Pareciera que entre ambos no hubo nunca nada, ninguno de los conocidos de Shuichi se lo menciona, ya que si lo hacen el pelirrosa se deprimiría mucho, y es lo que menos quieren, Ya que las depresiones de Shuichi son un tanto especiales, ya que se vuelve una persona negativa y con mal humor.

 

- 5 segundos para que inicie, Joven Shindou. - dijo un hombre por un micrófono, mirando al pelirrosa el cual asintió, tras la mirada de sus demás amigos, quienes se encontraban tras el cristal del estudio que los dividía.

- Si. - respondió el pelirrosa, y después aquel hombre comenzó a contar los segundos y Shuichi comenzó saludando como debía. - Hola, Soy Shindou Shuichi, vocalista de Bad Luck, aquí en la emisora “Guarichita”, entonare mi nueva canción que la dedico con todo mi amor, a alguien muy especial para mi… - dijo queriendo sonar lo menos melancólico posible.

- …Se esta amargando, Se esta amargando, ¡¡Se esta amargando!! - decía Sakano con nerviosismo tras la mirada parca de los otros integrantes.

- Amigo, Tranquilícese - dijo K, con parqueza.


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Eiri Uesugi, mejor conocido como; Yuki Eiri, hombre de 24 años de edad, con el oficio de la escritura de novelas románticas, las cuales se conocen internacionalmente. Un hombre serio y callado, amado por medio mundo por su belleza y escritura.

Este se encontraba recostado de un amplio sillón color azabache boca arriba, mientras miraba el humo de su consabido cigarrillo desaparecer en el vacío, Estaba sumamente sin inspiración, desde la mañana no ha podido escribir nada de su novela, y ya estaba anocheciendo.

Giro su cabeza quedando mirando a una esquina de la habitación, en donde pudo distinguir algo que no veía bien por la oscuridad de la habitación, Con curiosidad se levanto para ver que era, mostrando su atrayente cuerpo, que a pesar de que no hace ejercicios, ni pesas, se mantiene perfecto, Sus rubios cabellos parecidos al oro, estaban húmedos hace unos momentos había tomado una buena ducha, Su gatuno mirar, el cual volvía locas a millones y billones de fanáticas, se quedo plasmado en aquel objeto al acercarse, el cual nunca había visto allí, o mejor dicho nunca miro a esa esquina hasta ese momento.

El objeto era un muñeco de un hombrecito el cual sonreía, Este muñeco era con el que dormía su antiguo amante/novio, Con el cual había terminado definitivamente hace casi un mes, Por una discusión que lo hirió, y actúo agresivamente le grito con mas intensidad al chico y se fue de aquella casa la cual en un tiempo compartieron juntos.

Recogió el muñeco preguntándose como llego a sus pertenencias, Lo miro detenidamente y desde la distancia de donde lo sostenía pudo percibir un agradable aroma, el cual inmediatamente reconoció como el que siempre tenía el pelirrosa, El aroma que siempre llevaba consigo, el aroma con el que lo identificaba hasta en la misma y pura oscuridad, Hasta desde que entraba a su antiguo hogar cuando llegaba de trabajar, con una amplia y hermosa sonrisa, Nunca se lo dijo como muchas cosas, pero amaba la forma en que juguetona y alegremente sonreía.

Aun estaba afectado por el hecho de ya no tenerlo, En verdad aquel niño le ilumino la vida mientras lo tuvo, Pero esa noche fue la mas oscura de todas, El chico tarde llego borracho todo meloso y todo pervertido, Tanta meloseria molesto al rubio, este estaba algo irritado por el hecho de que ese día no fue muy bonito que digamos, ya que no pudo dormir el día entero, ni tampoco escribir de su novela, y había tenido una sal tremenda, Ya se tiene una idea de cómo estaba, para que el pelirrosa vaya a fastidiarlo.

Hay comenzó la discusión le dijo un San Juan de palabras ofensivas para el, y Shuichi contraataco, mencionando cosas de su pasado, Aunque estas eran ciertas, le decía cosas como; ¿Y tu?, ¡No olvidas ese tormentoso pasado!, Reviviendo constante ese fantasma de ese maldito de Kitazawa!, ¿¡Por que no vuelves al presente!?, ¡Con tu egoísmo hieres a todos a tu alrededor!, ¡Eso eres un egoísta!, ¡No se porque aun ando contigo!

Esas además de otras fueron las que más le pasaban por la cabeza, a pesar de haber estado ebrio, en sus palabras guardaba la razón, Aquel chico de mirada amatista, le estaba enloqueciendo, después de lo de Kitazawa nunca estuvo más confundido, Respecto a eso.

Camino nuevamente hacia aquel sillón, en donde se recostó, con el muñeco aun en sus manos, Casi inconcientemente abrazo al peluchito, absorbiendo aquel aroma, Lo miro melancólico, y casi inexplicablemente a su cabeza llego la risa y el habla de Shuichi.

Con algo de inercia encendió un pequeño radio junto a el, con el cual en sus momento de “no hay inspiración”, la buscaba escuchando a tarados hablar por allí, aunque no lo crean, le inspiraba un poco, dependiendo de lo que hablaban. Comenzó a cambiar las emisoras con cierta inercia, Se detuvo repentinamente en una que le llamo muchísimo la atención.

 

- >>“Entonare mi nueva canción que la dedico con todo mi amor, a alguien muy especial para mi…” - esa era la reconocida voz de Shuichi, la cual se escuchaba algo triste pero se notaba que con todas las fuerzas que portaba en su alma de niño, lo quería simular.

- Shuichi… - su nombre singular pronuncio, Analizando sus palabras en ese momento, solo su voz le basto para saber como se encontraba Shuichi era muy predecible desde todos los ángulos.

- >>”Bien, esta canción la he titulado; “Se te olvido”, Espero que aunque sea algo triste…, Les guste.”

 

Eiri subió un poco el radio con su ceño fruncido y una mirada que pedía a gritos que siguiera hablando, Pero comenzó el intro de aquella canción, la cual dio paso a la hermosa y melodiosa voz del pelirrosa.

 

 

 

El tiempo nos desconoció…,
Nos apagó el corazón,

¿Dónde escondió todo ese amor?,

“No entiendo”.

Ensordeció mi respiración,
Se me escapó dentro de tu voz,
Ya no avanza el reloj,
No puedo”.
Oh, no.

Después de todas las estrellas,
Con que te abrigué
Esa noche blanca y serena,
Que se fue...,
Entre tu piel tal vez…
¿A donde fue?
Ouh, Ouh…



El semblante de Eiri se mostraba ciertamente melancólico, por aquellas estrofas, cada una con un sentimiento guardado u oculto, que el podía descifrar fácilmente, Ya estaba acostumbrado a que el chico le dedicara canciones, pero no como esa, la cual le parecía mucho más especial que las demás. Un sonó de batería le advertía que ya el coro comenzaba.


Se te olvidó que yo sin ti no puedo respirar,

Se te olvidó que el cielo cae a cachos si no estás,
Se te olvidó qué siento en mi interior…,
Un eco que no puede hablar.
Uh!

Se te olvidó que si me dejas ya no puedo andar,
Se te olvidó que yo sin ti ya no quiero más,
Se te olvidó que ahora sin tu amor…,

Mi vida se empezó apagar…

Se te olvidó decirme como te podré olvidar…


Eiri casi lloraba con lo que decía aquella canción, le llegaba hasta un punto que nunca pensó que tenia, Apretaba inconcientemente aquel peluche en sus manos. Esa canción se estaba convirtiendo en su favorita, Aunque fuera triste y en ella dijera todo lo que siente, y quiere que el sepa.

De veras que Shuichi cuando quiere usa ese cerebro que tiene bajo esos adorables cabellos rosas. Tenía las tremendas ganas de ir a esa emisora, exprimirlo en un abrazo, y disculparse por el hecho de haber actuado tan agresiva e inmaduramente ese día. Pero su orgullo en parte le dice la razón que quien debe disculparse es el pelirrosa por todo lo que dijo e hizo, Pero Shuichi era insensato y tonto, pero sobre todo ingenuo. Solo con una borrachera se segó completamente.


Aunque me trague el dolor…,
Y trate de esconder mi amor…,
Aunque me haga el fuerte hoy,
“Te extraño”.
Ouh, No

Me quedo ciego se escapó el color,
Ya no me toca ahora más el sol,
Cada latido dice aun,
“Te amo”.


Ya para el rubio, era inaguantable y una solitaria lágrima se deslizo por su algo sonrojada mejilla.


Después de todas las estrellas,
Con que te abriguéEsa noche blanca y serena,
Que se fue.
Entre tu piel tal vez.
¿A donde fue?

Se te olvidó que yo sin ti no puedo respirar,
Se te olvidó que el cielo cae a cachos si no estás,
Se te olvidó qué siento en mi interior...,
Un eco que no puede hablar.

Se te olvidó que si me dejas ya no puedo andar,

Se te olvidó que yo sin ti ya no quiero más,

Se te olvidó que ahora sin tu amor…,

Mi vida se empezó apagar.


Se te olvidó decirme como te podré olvidar…



Ya el radio sonaba solo, y aquel muñeco se encontraba solitario en aquel sillón, Este se quedaría esperando a esa parejita que tanto le gusta sentir, Cuando dormían juntos hace casi ya un mes, El único sonido que se pudo escuchar luego fue el de la puerta cerrarse.

 
«------•}I|[]|I{•------»

 

- Bien, eso es todo por ahora, Pueden escuchar esta canción en mi próximo concierto… - dijo el pelirrosa algo flaqueado, ya queriendo terminar e irse a casa de su amigo junto con este. Salio de aquel estudio, en donde entro otro hombre.



- Estuviste bien, Shuichi. - dijo Hiroshi sonriéndole al pelirrosa, en el cual en sus ojos violetas aun se reflejaba tristeza. - Ya vámonos.



- Hiro, Hoy voy solo…, quiero pasar por un lugar… - dijo el pelirrosa, desconcertando a los demás, los cuales se miraron entre si, con su ceño arrugado.



- Shuichi… - dijo Hiro, mirando como su amigo salía del lugar.


«------•}I|[ Minutos después ]|I{•------»

 

Shuichi caminaba por un parque el cual era iluminado por los faroles y la hermosa luna, la cual pálida y llena, parecía quererse acercar mas para ver aquellas cristalinas lagrimas que caían del rostro del pelirrosa, el cual ni las detenía. Se sentía tan melancólico, cada noche derramaba las cristalinas lagrimas, con el pensamiento del rubio, Solo de casualidad sonreía levemente con sus amigos en NG.



Se sentó en un banco doble del solitario lugar, el cual tenia un asiento en frente y otro detrás, Dejando que la tranquila brisa, bailara con sus hebras rosas, Quería unos momentos a solas, para poder pensar…, Pensar en como olvidar a ese hombre dotado en belleza, que tanto ama, Este le dijo que lo olvidara aquella noche, Pero como demonios el quiere que lo haga si lo ama tanto. Recostó su cabeza en el respaldo del asiento, y miro aquel oscuro cielo el cual escaseaba de estrellas, por las luces de la ciudad… - El amor…, es como la luz… - dijo mirando aun aquel cielo.



- Lo es. Es muy difícil de que se pueda apagar…, El destello que mantiene dos corazones juntos. - dijo una madura y sensual voz tras el pelirrosa, quien inmediatamente miro desconcertado hacia atrás.



- Eiri… - musito, mirando al rubio tras suyo, con sus piernas cruzadas y un consabido cigarrillo en sus labios. - Qu-ee… - tartamudeo



- Escuche la canción. - dijo cortante.



- Shuichi quedo pensativo, y miro nuevamente al rubio. - Lo siento…, lo siento mucho… - las infaltables lagrimas comenzaron a viajar como en tobogán por sus mejillas. - Soy un tonto…, nunca debí de ir con mis amigos a ese bar…, Nunca debí de haberte dicho todas esas cosas…, Me odio por eso…



- Si…, Eres un tonto. - dijo el rubio burlonamente. - Pero aun así… - Shuichi lo miro con expectación. - No dejas de ser tremendamente tierno… - las lagrimas de Shuichi hicieron su aparición, Cayendo de sus ojos, y pasando sus suaves labios los cuales estaban fruncidos y temblantes.



- Perdóname…, Perdóname… - pedía, mientras detenía las lágrimas que copiosas no se detenían. Dando una hermosa y tierna imagen suya.



- Eiri levemente frunció su ceño sin aun mirarlo. - Lo que dice esa canción…, En parte no es cierto… - saco de sus labios aquel cigarrillo el cual el pelirrosa envidiaba por estar en sus labios. - No se me ha olvidado nada…



- Silencio… -- Shuichi tenia mucho que hablar, pero el tenia temor de que hable tanto que aburra al rubio con sus estupideces, Estaba algo cohibido.

Sus mejillas estaban levemente sonrojadas, sus ojos que ya no derramaban lagrimas, estaban algo aguadas, y complementando su angelical rostro, Pareciera como si ese chico fuera un ser tallado por los mejores dioses que dotan de belleza. Shuichi era un ser hermoso por todos los ángulos.



- Eiri por fin miro al pelirrosa el cual pensativo mirada el costado del banco. Su corazón quedo acongojado con aquella visión. Fija y detenidamente miro aquellos ojos color amatista, en los cuales por segundos se fundió, y así pudo leerlos, le era tan fácil, tuvo casi un año viviendo con aquel pelirrosa hiperactivo suficiente como para saber lo que quería a través de sus orbes. - Puedes hablar. - le dijo a lo cual el pelirrosa, lo miro desconcertado, para después tranquilizarse y darle la espalda para estar en la posición antes de que el llegara.



- Bien…, no tengo mucho que decir, solo que soy el culpable de que te hayas ido de mi lado…, no te culpo si me odias…, Si no me quieres ver nunca, o si te quieres ir muy pero muy lejos de mi. - bajo su cabeza y sus cabellos ocultaron sus ojos. - Eres demasiado para mi…, no te merezco… - se levanto del asiento. A lo cual Eiri pareció no importarle, Shuichi comenzó a caminar y alejarse del rubio. El cual no lo detuvo, y por eso Shuichi se sintió mas fatal.



- ¿No te falta algo? - dijo a lo cual Shuichi se detuvo.



- Es cierto…, falto el…



- Perdón. - dijo cortante el rubio, aun en su asiento. La brisa comenzó a soplar apacible meciendo los cabellos de ambos, Shuichi aun a espaldas del rubio se mantenía de pies, y este aun de espalda se mantenía en el banco. - Lo cierto es…, Que eres el culpable de que me haya ido. - dijo a lo cual Shuichi frunció los labios, y sus ojos nuevamente se aguaron. - Pero, quien debería odiarme eres tú…, Quien no quisiera verme ni en pintura eres tu, y quien quisiera irse de mi lado, seria tu.



- Eiri…



- En verdad quien es demasiado para mi eres tu, no te merezco. Cuantas veces no te trate mal y herí?, ¿Cuántas veces te deje durmiendo solo en el sofá?, ¿Cuántas veces te dije palabras ofensivas?, y ¿Cuántas veces te amenace de marcharme para siempre? - Eiri miraba con seriedad al pequeño el cual aun permanecía de espaldas. - Soy de lo peor, ¿no?, ahora que te he recordado todo eso, ¿Crees que te merezco? - Eiri se había levantado y comenzado a caminar hacia el pelirrosa.



- Shuichi quedo en silencio. --



- ¿y?



- Soy un tonto. - dijo a lo cual Eiri relajo un poco su semblante. - Pero tengo un remedio que eres tu, Se que algún día cambiaras, y no me daré por vencido con eso, ¿Qué diablos? - se dio vuelta. - Eso si, no me iré hasta que no me disculpes. - miro al rubio con seriedad. Este lo miraba con la misma seriedad.



- No. - dijo cortante. - Por que todo lo que dijiste ese día era cierto. Y lo estoy intentando…



- Shuichi sonrío levemente. - No importa lo que hagas…, Solo hay una verdad que te tengo. - Eiri arqueo una eja. - Te amo…



- Se quedaron mirando seriamente los dos, Hasta que Eiri soltó una irónica y burlona sonrisa. - No estas preparado aun para que te diga eso. - dijo a lo cual Shuichi se sonrojo, por la sonrisa que convirtió calida.



- Joooooo - el pelirrosa se le gaveo en el pecho y comenzó a darle pequeños golpecitos. - Malooo, Malo!! Eiri malo!! - se silencio por un grato beso que le propino el rubio.



- El corazón de Shuichi palpitaba con mas intensidad, parecía querer salirse de su pecho, Aquel beso era mas fogoso y dulce que los demás, lo sentía especial, sentía sentimiento en el. Hasta después de terminar. - ¡¡Bueno!! - sonrío alegremente, unas adorables y rosas orejitas salieron de su cabeza.



- Vámonos de aquí. Tengo frío. - dijo Eiri caminando en dirección a donde se encontraba su auto. Shuichi se quedo mirándolo desde su posición. Hasta que el voltio. - Que te pasa esquimal? - dijo mirándolo.



- Nada… - sonrío el pelirrosa con calidez. - Solo… - corrió hacia el. - Que cuando vayamos a casa…, ¡Yo te calentare! - dijo y le dio un beso rápido al rubio, para después correr al auto.



- Bola rosa. - dijo Eiri, mirándolo desde allí. - Te quiero - camino tranquilamente al auto, tras la mirada de Shuichi.

 

 

¡Fin!

Notas finales:


Dejen RR

 


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