…Oka-san que está en el cielo…
Otou-san y Onee-san que están en Hokkaido…
Por favor explíquenme…
Por favor, que alguien me diga…
-¡¿QUE RAYOS SIGNIFICA ESTO?!-aquel grito fue escuchado en un radio de alrededor de 50 metros, activando las alarmas de los autos, asustando a los niños, ancianas y gatos del lugar, sorprendiendo a los transeúntes y el motivo era…
Piel de porcelana…
Cabellos del cielo nocturno sin luna…
Increíblemente joven y apuesto y…
Y una ropa de…
¡¿UN VAGABUNDO?!
Episodio 1: Un vagabundo caído del cielo
Buenass… mi nombre es Naruto Uzumaki. Actualmente me estoy preparando para dar los exámenes de ingreso a la Universidad, ustedes saben, con eso de ingresar a una buena y todo el rollo jeje…
Tengo 18 años, cabello rubio y ojos azules (raro, muy raro siendo japonés pero no es mi culpa, sino de la genética) y unas cicatrices en mis mejillas.
¿El por qué de esas cicatrices? Oh bueno, será mejor dejar esa historia para otro día.
De momento, lo que más me preocupa y acapara toda mi atención es…
-Este…disculpe señor vagabundo…tapa mi entrada…-el oji-azul se acuclilla para estar a la altura del desconocido y así hablarle más fácilmente. Sin respuesta-está… ¿está vivo…?-Aproxima su dedo índice hacia la mejilla, “picando” la misma.
Sin embargo, al darse cuenta de algo raro en su piel (tenía las mejillas enrojecidas) y de la temperatura que este tenía un solo pensamiento asaltó su mente.
Fiebre… tiene fiebre…
Será acaso obra tuya este encuentro…
¿Será obra tuya Oka-san?
**Media hora después :3**
-Este…este tipo…-en una cama de plaza y media se encontraba el moreno vagabundo durmiendo plácidamente, tan plácidamente que no se daba cuenta de las dagas que le enterraba su anfitrión con la mirada.
Y es que no había sido sencillo en lo absoluto llevarlo allí, de sólo recordar que tuvo que ducharse con él tipo (con agua helada, MUY helada, cabe decir) para que la fiebre le bajase un poco su cara termina tornándose de un color rojo granate, primero por vergüenza y luego por ira frustrada. Finalmente sin poder contenerse el oji-azul termina semi-encaramándose en la cama, mirando cara a cara y fijamente a su invitado a fuerzas.
-Oye tú-le habla como si estuviese despierto-oye que te estoy hablando-acercando más sus rostros al punto de de rozar ambas narices-¡Como no te despiertes ahora mismo te hecho a la puta calle, con o sin fiebre ¿me oyes?!-en un descuido pierde la base que ejercía su siniestra (la mano izquierda) al resbalar con las sabanas, ocasionando que inesperadamente sus labios terminasen juntándose, cerrando los ojos por el brusco movimiento termina perdiendo el equilibrio, cayendo encima del joven vagabundo.
Mi primer beso…
Le he dado mi primer beso a este vagabundo…
Oka-san…no puedo creer que esto me esté pasando…
Sin embargo la cosa no terminó allí ya que al abrir sus ojos el Uzumaki se encontró con un par de ónices analizándolo detenidamente, cosa que logró sacarlo del trance en el que se encontraba porque…
¿Estará algo mal dentro de mi cabeza?
Yo creo…
Creo que…
Lo disfruté…
Al instante y como su hubiese sido impulsado por un resorte el rubio se levanta de donde estaba, quedando parado al lado de la cama, con la mirada gacha y la cara enrojecida al punto de dolerle los pómulos.
-Tú…-cuando escuchó la voz del vagabundo no supo que hacer. Era varonil, muy varonil aunque sin perder ese toque de suavidad y sopor que tienen todas las personas al despertarse, era como un sueño-tú eres… ¿mi actual pareja?-sueño que terminó en el suelo, partido en miles de pedazos.
-…-estaba clavado al piso de su dpto., no sabía como había llegado a esta situación pero si estaba seguro que definitivamente lo superaba-¡QUE TE DEN, MAMÓN*!-sin poder contenerse termina asestándole un buen puñetazo en la cabeza, aturdiendo al peli-negro y comenzando a gritar a diestra y siniestra cosas que ni venían al caso.
¿Pareja? ¡¿SÚ pareja?!
¡¿Pero qué RAYOS tiene este tipo en la cabeza?!
Aunque despertarse siendo besado por otra persona…y del mismo sexo además…
¡NO, NO y NO!
¡Este tipo está definitivamente MAL!
**Pasados algunos minutos xD**
-A ver…repasemos esto-sentado en una silla (que había traído del comedor) se encontraba el malhumorado oji-azul mientras el otro joven paseaba su vista por la habitación-¡mírame a los ojos cuando te hablo!-se quejó por la falta de atención a su persona de parte de su huésped, girándole la cara para interceptar su visión, arrepintiéndose en el acto al no poder sostener la mirada de sus oscuros ojos y desviando abochornado el rostro-e-en fin…resumiendo: Te llamas Sasuke, no recuerdas tu apellido, ni tu dirección, ni tu edad, ni nada de tu vida hasta que despertaste acá… ¿es eso?-mientras hablaba lo suelta cruzándose de brazos.
-Otra cosa más…-el moreno acerca su rostro al del Uzumaki, rozando sus labios con la mejilla de este, provocando un estremecimiento en el otro y una sonrisa en su boca-me pareces realmente lindo-sonríe más ampliamente al ver como el rubio tartamudeaba y enrojecía violentamente.
-¡Eso n-no es importante en lo absoluto!-superado el shock, Naruto le apunta (maleducada y descaradamente, cabe decir) con el dedo índice-¡Dame una buena razón para no sacarte a patadas de mi dpto!-suelta con tono de voz exaltado.
-Podría hacer las labores del hogar-apuntando una “mini montaña” de ropa en un rincón de la habitación-por ejemplo lavar la ropa, cocinar, limpiar, ordenar, etc. así no tendrías que preocuparte de eso y podrías focalizarte en tus estudios-torciendo sus labios en una sonrisa de autosuficiencia.
-C-como sabes que…-el moreno apunta un desordenado escritorio, provocando que torciese la boca en una mueca disconforme-yo puedo solo-el moreno toma una de las manos que el rubio tenía en su regazo, provocando sorpresa en el mismo.
-Por favor, no tengo a donde ir…-esos ojos, ¡esos malditos ojos brillantes le estaban ganando la batalla!-prometo no molestarte, seré callado y eficiente…-agarra la mano del oji-azul con las suyas a modo de ruego y se le acerca un poco con esos ojos brillantes- por favor…-el rubio sin más deja caer su cabeza derrotado.
Oka-san…
¿La debilidad a estos ojos de borrego la habré sacado de ti?
**Cambio de escena…lol**
-Y le dijiste que si, así sin más ¿verdad?-en la cafetería "Bijuu" ubicada en el centro de Tokio se hallaba el rubio charlando con un joven de piel blanca, cabellos rojos como el fuego, ojos agua marina los cuales eran enmarcados con unos oscuras ojeras que, lejos de opacar la belleza de esas perlas que tenía por ojos lograba realzarlas, lo cual siempre llamaba la atención a donde sea que fuese (suerte que era hora de almuerzo ya que desde temprano le picaban las ganas al Uzumaki por contarle todo al otro joven).
-Soy débil, ¿por qué soy tan débil? ¿Será porque me hace falta eso? ¿carácter? ¿Fuerza de voluntad? Gaara…dime ¿Qué hago ahora?-mostrando una cara con cascadas de lágrimas cayendo por sus ojos.
-Es que amigo, sinceramente a ti te falla el coco- ante estas palabras el rubio se hace "bolita" (acuclillado y en posición fetal) con un aura oscura rodeándole-pero si el tipo no te ha hecho nada hasta ahora supongo que no puede ser tan malo-recuperado del todo, el rubio se levanta ágilmente y se aproxima hacia su pelirrojo amigo con los brazos extendidos hacia los lados y moviéndolos como si estos fueran de goma.
-¡Es que si vieras como ha quedado ahora el departamento, Gaara! El piso brilla de lo limpio que está, ya no hay polvo en ninguna habitación, las arañas desaparecieron de los rincones y de mi closet y mira ¡mira este Obento!-enseñándole a su amigo un obento de madera el cual contenía octopi*, tamagoyaki*, bolas de arroz, ensalada y satsumaino*
-Es cierto-el pelirrojo miraba atentamente el obento de su amigo-se ve apetitoso-dijo al tiempo de sacar un poco de tamagoyaki-y también es sabroso, ese vagabundo es una buen “ama de llaves”-riendo mientras el rubio le ladraba por su comida robada.
-La verdad es que todo se me ha hecho más fácil desde que él llegó a mi dpto. pero sigo preguntándome quien será en realidad-adoptando una expresión seria y mirando hacia ningún punto en particular.
-No te preocupes-el oji-verde posiciona una mano en el hombro de su rubio compañero-ya verás como se terminan aclarando tus dudas al final-quitando la mano y volviendo a atacar comida ajena- pero espero que no sea muy pronto ¡esta comida es deliciosa!-tratando de sacar más octopi o siquiera una bola de arroz del almuerzo del Uzumaki, tarea imposible con este protegiendo su bento como perro guardián.
-¡Aléjate! ¡Mi comida! –gruñendo como zorro al de las ojeras.
-Tampoco es para tanto, venga alegra esa cara-logrando sacar un último tamagoyaki.
-¡Ya, Gaara!-quejándose mientras su amigo se carcajeaba a expensas suyas.
** De vuelta en el dpto. ;D **
-Naruto, el baño está listo- de vuelta en el hogar del rubio, este se encontraba en su habitación estudiando mientras Sasuke preparaba la cena y el baño para su “compañero” de dpto.
Las cosas entre estos jóvenes se habían desarrollado con problemas al principio pero luego de unos días la presencia de uno se hizo valiosa para el otro, llevando su convivencia hasta el punto de crear un lazo afectivo entre ellos.
-Venga dobe, que el agua se enfriará-tocando suavemente la puerta de la habitación del rubio.
Otro tema totalmente aparte viene a ser las palabras con las cuales se refiriesen al otro, a pesar de los insultos estos lo tomaron como una forma de mostrar su cariño aunque claro, de una forma bastante peculiar cabe señalar.
-¡Naruto, que si no sales de esa pieza entraré yo! ¿Me o--…-girando el picaporte de la puerta se encuentra con el rubio echado en su escritorio-…yes? ¿Naruto?-acercándose al oji-azul el moreno observa lo que había en el escritorio era-¿un croquis de dibujo?-mirando sorprendido lo que había en el pequeño escritorio.
Al sacar con cuidado el croquis de debajo de los brazos del Uzumaki Sasuke se da cuenta que en este se encontraba su cara dibujada, malhecha, algo deforme y apenas se distinguía por la cantidad de borrones que tenía pero era él, sin lugar a dudas era él y por algún motivo ese hecho le alegró.
-…usuratonkachi-tras dejar el croquis nuevamente en el escritorio toma al rubio en brazos, llevándolo a la cama para después arroparlo-serás idiota, ¿ni siquiera sabes dibujar como la gente?-acariciando la dorada cabellera del durmiente sin ser consciente de ello realmente.
-Sa…suke…-sumido en sus sueños el oji-azul murmura el nombre del peli-negro, ocasionando que por un breve momento este se sorprenda pero retomando otra vez su serena expresión el moreno traslada su mano hacia la mejilla del durmiente joven y la acaricia con ternura.
No sabía cuando, ni como, ni porque, pero había algo en ese rubio que le inquietaba. Si, era todo un desastre, desordenado, bullicioso, torpe, despistado y un verdadero bocazas pero ante todo tenía un corazón de oro. Sin conocerlo lo acogió en su casa, le dio comida y techo (aunque la comida la hiciese él y tuviese que ordenarlo todo) pero era cálido, era más que una lugar donde vivir, hasta podía llamársele un hogar.
-Dulces sueños, Naru-dejando de acariciar la mejilla del rubio el moreno se dirige con sigilo hacia la puerta para que el sueño del oji-azul no sea interrumpido, cerrando con cuidado la misma.
“A final de cuentas el agua ya se enfrío así que no vale la pena despertarlo”
Tras pensar eso fue a la sala y prendió la televisión, quizás hubiese algo bueno en la T.V. aunque no le pusiese mayor atención a los programas que sus ojos veían.
Aunque no había más lugar en su mente que la bella imagen de un Naruto tierno, desprotegido, durmiente y, lo más importante, pronunciando su nombre con esa dulzura que sólo él podía destilar.
"Aunque igual tendré que despertarlo temprano en la mañana para que tome un baño"
**Cambio de escena -bostezo-**
Lunes por la tarde y las cosas siguen tranquilas entre Sasuke y Naruto o al menos eso parecía ya que el rubio estaba inquieto ¿el motivo? Sentía que llevaban días siguiéndolo y desconocía el motivo de ello, cosa que lo alteraba aún más. ¿Serán Yakuzas? ¿Del gobierno? ¿Los aliens? (esto último no muy probable) ¿algún depravado?
No, tienes que calmarte.
Todo está bien, son sólo alucinaciones mías.
Eso es, todo va bien.
El oji-azul se encontraba caminando por la calle que daba a su dpto., cargando con las bolsas de los víveres que Sasuke le había pedido comprar, nada del otro mundo si no fuera por la molesta sensación de sentirse acosado y perseguido.
No es como si nunca antes hubiese sentido que llamase la atención ya que con aquellas marcas en su cara nunca pudo pasar desapercibido en su vida.
-Debo dejar de pensar en esto-dijo sacudiendo violentamente la cabeza, mareándose un poco en el proceso-t-todo está normal por aquí, jeje-murmurando para intentar calmarse.
-Me gustaría pensar lo mismo que usted, Uzumaki-san-la voz de un joven se escuchó detrás suyo, no dándole el suficiente tiempo para voltear y encarar al tipo que en un ágil movimiento lo tenía inmovilizado de los brazos, botando las bolsas que cargaba hace un momento.
-¿Quién eres…?-trataba de articular lo más fuerte que podía, aún con el dolor que sentía en sus brazos por tan fuerte agarre.
-Me temo que tendrá que venir conmigo ¿no le molesta que demos una paseo juntos, verdad?-incrementando la fuerza del agarre, ocasionando que el rubio diese un grito de dolor y terminase inconsciente, siendo agarrado por el joven que ágilmente lo carga en sus brazos.
Al cruzar la calle aparece de una esquina un auto de color negro, el cual derrapa en el asfalto antes de frenar bruscamente delante del secuestrador.
-Rápido, mete al rubio y sube-el conductor abre la puerta del copiloto mientras tanto el joven ubicaba al oji-azul en el asiento posterior para luego sentarse en el lugar del copiloto y dar la orden de arranque, siendo acatada en el acto y desapareciendo ambos tipos misteriosos y Naruto entre las calles de Tokio.
** Con Sasuke **
Algo no andaba bien, se lo decía su instinto. Algo le había pasado al rubio y eso Sasuke lo tenía más que claro.
Al escuchar un grito supo indiscutiblemente que al oji-azul algo le habían hecho, no quería creerlo pero al bajar apresurado del hogar en el que vivió por esas semanas y salió a la calle, encontrando sólo las bolsas de las compras su más grande temor se había cumplido.
-Mierda…-grito mientras golpeaba el piso con todas sus fuerzas-mierda…-apretaba los puños lo más que podía (teniendo uno lastimado por el golpe que acababa de dar)-¡NARUTOOO!-su grito fue escuchado sólo por la gente que se encontraba cerca del lugar pero no por aquel a quien llamaba.
No por aquel que se encontraba inconsciente en un auto que se alejaba cada vez más del oji-negro.
Naruto había sido secuestrado.
Y algo tenía que hacer Sasuke al respecto.
Continuará…