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Clamidia por chibiichigo

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Notas del fanfic:

Disclaimer: el mundo de naruto, así como los personajes que utilizo para este fic son propiedad de masashi kishimoto. Yo los utilizo sin fines de lucro para el entretenimiento de todos ustedes.

Notas del capitulo:

Hola a todos, espero se encuentren bien. Aquí traigo para ustedes un fic que forma la primer historia de una serie que iré subiendo acerca de las ETS. Posiblemente no les parezca muy entretenido hablar de algo que no tenga sexo, sino sus consecuencias y que posiblemente sonaré anticuada o algo al decirles que tomen en cuenta que existen riesgos de contraerlas. Lo que pretendo con este fic es infomarles qué es la clamidia, formas de atención etc.

Sé que a todas nos guste el lemon pero tenemos que pensar que un poco de información al respecto puede ayudarles.

Toda la información acerca de la enfermedad es real. La tomé después de ivestigar en varias páginas de internet. 

Disfrutenlo por favot.

Despertó con unas ganas tremendas de orinar.

Desde hacía unos días, sin importar que tomara tan solo un vaso de agua diario, había estado acudiendo casi a todos los sanitarios que se encontraban a su paso, cosa que le preocupaba sobremanera.

Se miró al espejo tan pronto entró al baño y se sorprendió ante una idea demasiado tonta. Tenía tantos síntomas de embarazo que ¡hasta se hubiera preocupado si no fuera un hombre! Recordaba como su hermana se había puesto durante los primeros meses de gestación de su sobrina y cómo parecía que tenía que hacer visitas obligadas a cada lugar con un baño. Además claro, de sus nauseas, antojos y cambios radicales de humor.

Con ese recuerdo todavía latente, levantó la tapa del baño y sacó su pene por la abertura de los bóxers azul marino que tenía puestos. Comenzó a sacar el líquido de su sistema sin poner mucha atención, aunque con una extraña sensación de ardor alrededor del ano, que inmediatamente achacó a las sesiones de sexo que tenía con Sasuke, su pareja, casi todos los días.

Volteó a ver el agua del escusado y se alarmó al ver unas pequeñas gotitas de sangre tiñendo su normalmente amarilla orina.

-¿Qué mierda?- se preguntó en voz alta casi al instante, sintiéndose pálido y asustado. No comprendía por qué ocurría eso. - ¡¡Sasuke!!

Escuchó las sábanas removiéndose en el cuarto de al lado, y cómo un perezoso moreno se incorporaba de ellas a paso cansado, preguntando su localización desperezándose todavía. Gaara contestó con un timbre de alarma en la voz, aunque queriendo ocultarlo.

 En medio de un bostezo, el moreno llegó al baño.

-¿Qué ocurre Gaara?- preguntó ligeramente alarmado por su tono de voz. Los ojos ligeramente desorbitados del chico le hicieron notar que algo estaba mal. Su novio nunca le haría despertarse por algo que no fuera meritorio de su atención.

-Esto… eso es lo que ocurre- señaló con un tono agudo en la voz, señalando esas pequeñas manchas de sangre mezclada con su orina en la taza. Se arqueó un poco, sintiendo una fuerte punzada en los testículos.

-Te llevaré al médico- dijo el moreno, sosteniéndolo mientras se le pasaba el dolor. Sintió únicamente la mirada de odio y de dolor del pelirrojo. Ni aunque estuviera a dos pasos de morir acudiría con uno de esos “matasanos”, mucho menos por pequeños dolores y calambres.

Sabía que a Gaara no le agradaban los doctores y, a pesar de sus esfuerzos porque asistiera cuando comenzó a sentirse extraño, éste no había aceptado. Conocía el motivo también, y la forma en que su padre había hecho una especie de guerra con los hombres de bata blanca desde la muerte de Karura, madre de Gaara.

-No iré a ver a ningún médico Sasuke. Ya se me pasará.- dijo mientras su pareja lo acostaba en la cama con cara de pocos amigos. Se hizo un ovillo para aminorar el dolor un poco. Sentía que se iba poco a poco para después intensificarse de nuevo.

-Si no quieres ir a verlo, te lo traeré y te revisará aquí, pero de que te atiendan no te salvas.- contestó el Uchiha en un tono paternal de regaño. El pelirrojo comenzó a sentirse mejor y, considerando que no volvería a sentir dolor, se estiró un poco.

-No, de verdad estoy bien-intentó hablar sereno-. Sólo me alteré un poco cuando vi el color. Seguramente fue algo que bebí ayer…- la verdad era que ni siquiera él creía en sus palabras, pero se sentía aterrado del diagnóstico que podría dar el médico, quizá cáncer de próstata. Comenzaba a preocuparse por su situación, pero el miedo lo tenía paralizado.

-¿En serio?- el Uchiha enarcó la ceja, sintiendo que se trataba de un niño pequeño.- Te diré qué haremos- se acercó a la frente del de ojos aguamarina para separarle el cabello de la frente, tal y como lo hacía su hermano mayor cuando él era pequeño-… te llevaré al médico y me quedaré todo el tiempo a tu lado. Si no tienes nada no volveré a insistir en toda la vida, pero si en verdad ocurre algo contigo tendrás que seguir el tratamiento.

-No, mierda contigo- el pelirrojo desvió la mirada. Odiaba cuando su pareja lo trataba como si tuviera cinco años. Intentó contenerse y lo miró de frente-…de verdad estoy bien Sasuke.

-¿Y cómo explicas que antier sangraste cuando tuvimos relaciones?- el Uchiha se cruzó de brazos, mientras lanzaba esa pregunta con un tono sereno y adusto, pero cargado de reproche. Parecía que a Gaara no le interesaba en lo más mínimo su estado de salud.

-No me preparaste bien. – se envolvió en las sábanas. No quería hablar de nada en ese momento, y menos para recibir reclamos por parte de ese molesto moreno.- Ahora déjame en paz o te mataré y destazaré.

-Como quieras- contestó el más alto mientras se vestía-… pero sabes que no es la primera vez que algo te duele de la nada.

 

 

---

 

 

 

Salió rumbo al trabajo. Estaba molesto con Sasuke por meterse en sus asuntos, pero reconocía la inexorable verdad tras sus palabras. Quizá sería momento de asistir al médico…

Estuvo pensando en lo ocurrido durante todo su turno en el restaurante. Se sentía débil por momentos y los escalofríos recorrían su espalda húmeda.

-Gaara… ¿estás bien?- preguntó un rubio, preocupado.- Te ves enfermo.

-Estoy bien Naruto…-siguió atendiendo mesas. Temblaba un poco y culpaba al administrador por tener el aire acondicionado a la misma temperatura que un criadero de pingüinos. 

-De verdad no te ves bien. Deberías tomarte la temperatura.- seguía insistiendo el rubio detrás de él. Era verdaderamente molesto.

-No lo voy a hacer. Si estoy temblando es porque el imbécil de Pein tiene el aire acondicionado muy fuerte.- se defendió mientras se sentaba en una de las sillas del área de descanso.

-Pero si ni siquiera lo tiene prendido- el chico con marcas en las mejillas le tendió un tubito-… ahora tómatela. No te dejaré pararte de aquí hasta que no lo hagas.- sonrió.

-Vaya… que estupidez- el pelirrojo se colocó el termómetro debajo de la axila-…hoy todos amanecieron regañándome como si fuera un niñato.

-¿Todos?- su amigo estaba descolocado. Se sentó a su lado.

-Sí. Sasuke está otra vez fastidiándome para que vaya al doctor.- se quejó el pelirrojo.

-Eso es porque también le preocupas Gaara- argumentó conciliador-. Ese patán que tienes por novio te adora… podrá ser un cretino total pero sé que te cuida bien- sonrió picarón-. De otra forma tú serías mi novio y no suyo.

-Idiota.- el aludido envió una sonrisa de medio lado a su interlocutor. Sabía que Naruto siempre había sentido afecto por él, desde que eran pequeños y asistían a la primaria.  Se quitó el termómetro y se lo entregó al rubio para que se quedara tranquilo. Éste lo miró a contraluz antes de negar con la cabeza.

-¿Ves? Estoy bien.- Gaara intentó incorporarse, pero con gesto de enfado, muy poco típico de Naruto, sintió cómo su hombro era apresado y le impedían pararse. De no haberse sentido tan débil, hubiera golpeado al chico.

-¿Bien? Estás todo menos bien. ¡¡Tienes casi 40° de temperatura!! Llamaré a Sasuke para que venga a recogerte.

-Naruto, dame ese termómetro. Seguramente no lo supiste leer adecuadamente.- hizo el amago de quitárselo, pero el aludido se retiró, con celular en mano para hablar con el moreno.

Suspiró. Estaba seguro que ahora no podría callar a ninguno de los dos y que lo estarían fastidiando hasta que no se decidiera ir al doctor.

Y así fue…

 

Ni tardo ni perezoso llegó el Uchiha. Naruto no se había separado de su lado un instante, como temiendo que pudiera escapar por la puerta trasera o por la ventana; cosa que, en honor a la verdad, había considerado.  

-Te llevaré al médico. Ya no me interesa si quieres o no…-Sasuke lo tomó por el hombro y lo subió al auto, acompañado del rubio que había insistido en ir. El pelirrojo no dejó de quejarse en todo el trayecto.

Odiaba que Sasuke lo obligara a hacer cosas que no deseaba, además de que su pretexto más grande  era que no podría asistir a las clases de la universidad por la tarde si se encontraba en el hospital. A todo eso, el moreno hizo oídos sordos, diciéndole que después conseguiría los apuntes.

 

El olor característico del hospital le resultaba muy desagradable, además de recordarle lo ocurrido con su madre. Cerró los ojos y se rehusó a entrar.

-Deja de actuar como un niño pequeño Gaara. Tienes diecinueve años, por todos los cielos.- reprochaba de nuevo el moreno, con tono gélido mientras lo jalaba al interior de las instalaciones.

-Deja de tratarlo así, idiota. ¿Qué no ves que tiene miedo?- Naruto salió en su defensa, logrando que el Uchiha se irritara todavía más de lo que ya se encontraba.

-Tú no te metas. Después de todo lo que ha pasado creo que puedo actuar como se me venga en gana. Es la salud del hombre al que amo- exclamó irritado, para después agregar soberbio- . Y me eligió a mí.

-Sasuke, Naruto. Ya basta- intervino el pelirrojo, molesto por la actitud de ambos chicos.  Comprendía que su actitud hasta ese momento no había sido la mejor y no quería que eso desembocara en más problemas por parte de ambos. No se llevaba bien en situaciones normales y no quería ser un agente más de presión. Intentó contenerse y comportarse a la altura de las circunstancias. Estaba aterrado pero no soportaría que los dos hombres más importantes para él tuvieran más roces inútiles.

Se dirigieron a la sala de espera del urólogo, ampliamente recomendado por el hermano del azabache, que también era médico.

-¿Por qué Itachi no puede revisarme?- preguntó sentándose en uno de los sillones mientras el de ojos azules informaba a la secretaria que habían llegado.

-Por dos motivos. Necesitas acudir a un médico con experiencia e Itachi apenas está haciendo la pasantía.

-¿Cuál es el otro?- lo miró desconfiado. Sasuke únicamente lo abrazó posesivamente y dijo con un soberbio tono de descaro:

-No dejaría que mi hermano mirara tu hermoso cuerpo desnudo…- le dio un golpe en las costillas. Ya era demasiado tortuoso estar esperando a ser atendido por un médico como para que su novio, encima de todo, evitara que lo atendiese una persona en quien confiaba.

 

Miraba a los hombres pasar por la puerta, siendo previamente llamados por la secretaria y salir tiempo después sin signos, muy notorios, de dolor. Se encogió en sí mismo y se abrazó de Naruto. El carraspeo constante por parte de su novio le hacía saber su descontento, pero no estaba dispuesto a soltarse, sobre todo por el insulso argumento que le había dado como respuesta minutos antes.

Dijeron su nombre. Sintió que moría.

Sasuke le indicó que se levantara mientras que su amigo se quedaba sentado y tomaba una de las revistas atrasadas que conservaban en el consultorio.  Gaara se prendió del brazo de su pareja.

-Ven conmigo. No quiero entrar solo.- se sentía demasiado infantil diciendo eso pero era lo que sentía. Con un asentimiento, el moreno lo acompañó.

-La doctora los espera…- dijo con una sonrisa una morena.

-¿Doctora?- un tono de desaprobación salió de la garganta de Gaara, que miraba molesto a Sasuke.

-Sí, ¿no te lo comenté?- intentó fingir normalidad el otro. Sabía que si le decía anticipadamente al obstinado pelirrojo que quien tomaría a su cargo la enfermedad era una mujer, la más capacitada uróloga, no asistiría ni a golpes.

Gaara sintió otra punzada en los testículos. Encajó las uñas en Sasuke y siguió caminando.

-¿Te encuentras bien?- cuestionó el mayor.

-Sí. Fue únicamente una punzada de dolor…- luego, con una mirada de maldad infinita le dijo- de la que tú sufrirás tan pronto lleguemos a la casa por ocultarme información.

Sin hacer más comentarios al respecto, entraron a la oficina de la que habría de atenderlo. Una mujer de apariencia hosca y mirada dura.

-Buenas tardes.- se levantó para estrechar la mano de ambos. Gaara se sentía cohibido, contestó el saludo con un simple asentimiento. Seguido por Sasuke, tomó asiento y se quedó mirando a la rubia protuberante.

-¿Podría ayudarme a llenar por favor la ficha médica?- le dedicó una sonrisa al pelirrojo, que quería salir del lugar rápidamente.

Después de poner su nombre, edad e historia clínica familiar llegó la pregunta acerca de la orientación sexual que, a juzgar por las circunstancias sobraba. Era evidente que era homosexual, ya que su pareja era un hombre.

-¿Qué síntomas ha presentado?- preguntó finalmente la doctora, serena.

-Pues… no mucho en realidad- desvió la mirada al contestar y sentir la mirada punzocortante de Sasuke encima de él.

-¿No muchos?- enarcó elegantemente la ceja el Uchiha.

-Bueno- sentía como un nada discreto sonrojo se asomaba en sus mejillas-… es que tuve un pequeño sangrado a la hora de ir al baño.

La doctora se le quedó mirando penetrantemente- ¿Algún otro síntoma?

-Fiebre y-le cohibía hablar de eso, pero la mirada penetrante de su novio lo hizo contestar-…y me arden y duelen los testículos y el ano en ocasiones. Sobre todo cuando estoy…usted sabe, teniendo sexo. He percibido un poco de sangrado.- Se quería morir en ese momento. Tenía la mirada de la rubia encima, como analizando sus palabras, seguramente pensando en lo imbécil y atípico de su caso. Tal vez planeaba castrarlo para que no tuviera más problemas.

-Señor Sabaku ¿Ha tenido usted más parejas sexuales?

-Sí- contestó abochornado. No era que Sasuke no lo supiera, pero no le fascinaba la idea de hablar de ello abiertamente. Desde hacía mucho tiempo que sólo compartía cama con el moreno y los demás, bueno, ellos formaban parte del pasado.

-¿Y usted, señor Uchiha?- inquirió mirando al estoico acompañante.

-Sí- el moreno miró a Gaara, temeroso de que hubiera contraído SIDA o algo semejante. La doctora se incorporó y le pidió al pelirrojo que lo siguiera.

-Solamente usted, si es tan amable.- dijo al notar la mirada de súplica de su paciente para que su novio lo acompañara también al cuarto de revisiones.

Caminaron por el pasillo que, a los ojos del pelirrojo, se había tornado enorme. No le agradaba la sensación que le producía estar en un consultorio médico y la cara de desaprobación de la mujer que le sacaba más de una cabeza a causa de sus tacones de “reina de la noche”.

-Colóquese esta bata por favor- le entregó un pequeño trozo de tela. El de ojos aguamarina comenzó a vestirla por encima de la ropa. Estaba tremendamente nervioso.

-Por favor quítese la ropa -pidió amable la uróloga- .Yo saldré hasta que usted esté listo.

Lo dejó solo en la reducida habitación, teniendo por única compañía una mesa de exploración que no le daba buena espina y lo que parecían ser figuras coleccionables de condones, así como diagramas del sistema reproductor masculino.

Cuando la mujer volvió a entrar, le pidió que se acostara sobre la fría mesa metálica, descubriendo su “zona privada”. Gaara se preguntó por qué le habría pedido ponerse la bata si de todas formas lo iba a ver desnudo. Cerró los ojos cuando escuchó el sonido de los guantes de látex siendo colocados en las manos de la “ultrajadora” a la que la había traído su supuesto ser más amado.

-¿Lleva mucho con el señor Uchiha?- preguntó para hacer ese momento un poco menos incómodo. Parecía serena al momento de hablar, mientras abría un poco más las rodillas del chico.

-Sí, más o menos un añ…- no logró terminar la frase por el tremendo dolor que tenía en la parte posterior del cuerpo.

-Lo siento, pero tenía que tomarlo desprevenido- sonrió con un poco de sadismo. Una mirada llena de dolor glacial fue lo que se dibujó en la cara de Gaara, así como una amenaza de muerte en sus labios.

 

El Uchiha estaba impaciente. Quería saber qué era lo que tenía su novio. Escuchó pasos y a los pocos momentos la puerta abrirse, dejando ver a la doctora Tsunade y a su novio, quien caminaba con dificultad y, presumiblemente, un poco de dolor.

-Tome asiento por favor- indicó cordial mientras el adolorido hombre volvía a dedicarle todos sus deseos de muerte-...La buena noticia es que no tiene ningún problema en la próstata- la mujer se colocó unos lentes y miró la cara de dolor de su paciente. Le extrañaba que no conociera esas revisiones de rutina… Gaara le devolvía una mirada de maldad infinita. -. Pero tendré que pedirle un examen de orina para descartar otros padecimientos o bien, corroborarlos.

 

 

---

 

Salieron del hospital casi al anochecer. El rubio y el moreno guardaban silencio y escuchaban las intransigencias y amenazas de muerte que el pelirrojo emitía a todo lo que tuviera la mala fortuna de atravesarse por su camino. Caminaba todavía con dificultad, pero a todas luces se veía que lo más dañado había sido su orgullo en la consulta.  

-¿Cómo se atreve?- farfullaba, mientras su amigo lo detenía y Sasuke se adelantaba por el auto- Maldita perra del mal… espero que la viole un elefante.

.Ya, ya- Naruto acariciaba su espalda esporádicamente, sintiendo como los puñales de los ojos de su interlocutor se clavaban en su pecho-…seguro que no fue la gran cosa Gaara. Estás exagerando.

-¿Exagerando? Esa- se interrumpió intentando encontrar u nuevo calificativo ingenioso-… pequeña criatura del demonio que fue parida por una babosa estuvo jugando y usando mi cuerpo para fines malvados. La mataré…

-No te extralimites- el azabache había acercado el carro-. Solamente te hicieron algunos estudios. Deberías estar feliz de no tener cáncer… Mañana vendremos a recoger las pruebas- le dedicó una mirada de odio al tercero y agregó, incapaz de dejar de incordiarlo por un momento-. Solamente tú y yo.

Con una mirada glacial, Gaara indicó a Sasuke que se quedara callado. No tenía caso que las ofensas y las mordacidades siguieran dentro del automóvil, menos cuando él se sentía pesimamente mal.

 

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Como bien habían acordado al momento de salir del hospital un día antes, volvieron por las mañanas para recoger la prueba de orina que se había efectuado la tarde anterior. A petición de la doctora, habrían de verla temprano para poder dictar más estudios en caso de ser necesarios.

-No entiendo qué carajos dice aquí- abrió el sobre manila y se encontró con datos y cantidades que un ser humano promedio podría confundir con un número telefónico.

Repitieron el ritual de presentarse ante la secretaria y esperar hasta ser nombrados. Ahora, aunque más calmado, estaba expectante. Durante las pasadas doce horas no había dejado de escuchar que podría tratarse de algún problema en vías urinarias o algo peor. Recargó la cabeza en la pared para sentir el frío mientras esperaba.

-Señor Sabaku, la doctora lo espera…- escuchó de nuevo la voz aterciopelada de la recepcionista. 

Entró, de nueva cuenta acompañado por Sasuke al consultorio. Se sentía como un preso a quien estaban por dictarle la sentencia. Entregó los papeles a la mujer, que se dedicó  a examinarlos durante unos momentos antes de levantar la vista.

-Señor Uchiha, necesito que me acompañe unos momentos.- dijo serena, incorporándose pesadamente.

-¿Qué ocurre?- el mayor solamente se aferró a la silla, mirando a Gaara con preocupación- ¿Está bien Gaara?

-No, y posiblemente…corrijo, seguramente usted tampoco lo está. Solamente necesito llevarlo al área de exploración para verificar si usted también padece…

-Padece ¿Qué?- Gaara estaba aterrado, pero fingía serenidad.

-Clamidia. Es una ETS.- la cara de desconcierto del par era algo que no se podía esconder, por mucho que ambos gesticularan como si quisieran dar a entender que comprendían. La doctora los miró con paciencia. Por increíble que pudiera parecer la falta de información de las personas seguía a la orden del día en lo referente a la sexualidad.

-¿ETS?- posó la vista en el suelo.

-Sí, enfermedad de transmisión sexual.- explicó la mujer.

-¿Eso quiere decir que Gaara tiene SIDA?- el moreno estaba sobresaltado y había perdido el poco color que tenía en la cara. El aludido también estaba por desmayarse ante esa posibilidad.

-No, tranquilícense por favor- Tsunade intentaba calmarlos con un movimiento desesperado de las manos. Lo último que necesitaba era un desmayo o un colapso a esas horas de la mañana.- Si bien el VIH/SIDA es una enfermedad que se contagia por transmisión sexual, a pesar de no ser la única forma- dijo observando las reacciones más calmadas de sus jóvenes pacientes- .Existen otras enfermedades como el VPH (virus del papiloma humano), gonorrea, sífilis, clamidia y un amplia gama.

-Pero- la voz del pelirrojo se quebró inesperadamente-…no voy a morir, ¿cierto?

-Así es. Lo que usted, y seguramente usted también- señaló al Uchiha-, es clamidia.- Volvió a sentarse, al ver que necesitaba proporcionar un poco más de información que la que esperaba.

-Pero…yo no me he sentido mal ni he tenido problemas como los de Gaara. Yo me siento bien- su voz se tornó un poco aguda-…Yo estoy sano.

-No es así- puso sus codos sobre la mesa y se recargó en ellos, dispuesta a escuchar las intransigencias y necedades del chico por largo rato. El azabache se cayó de pronto.-. Verán, la clamidia es una bacteria que ataca el útero en la mujer o el recto en caso de los hombres. Solamente en pocos casos se presentan síntomas, como le ocurrió al señor Sabaku, pero es una infección común en las personas sexualmente activas y que han tenido más de una pareja sexual.  Se transmite por el líquido pre-eyaculatorio y por el semen.

-¿Entonces por qué Gaara tiene síntomas y yo no?-Sasuke acariciaba la rodilla de su pareja, que seguía pensando con terror de quién habría agarrado la infección o si se habría hecho una cadena demasiado grande.

-Pocas personas los presentan, como ya dije. El índice es todavía menor entre hombres y es por eso que casi no se trata. En caso de presentar los síntomas, estos se notan entre una y tres semanas después del contagio-hizo una pausa, mientras miraba pensativa al pelirrojo-… aunque la suya ya era muy avanzada. Presumiblemente la contrajo hace ya tiempo y hasta ahora presenta la sintomatología de las etapas más desarrolladas, como indica la uretritis y el ardor y dolor en los testículos. Un caso raro, sin duda, pero no imposible.

-¿Eso puede traer otros problemas?- el moreno volvió a preguntar. Estaba realmente interesado en conocer todas las implicaciones que podían tener las recién descubiertas “enfermedades por transmisión sexual”.

-Sí. Puede traer problemas reproductivos en algunos casos, además de problemas urinarios e infecciones más severas.- la rubia los veía como quien les explica a los niños las primeras situaciones de la vida real.- Es por eso que necesito me acompañe, señor Uchiha.

Sin decir más, el azabache se levantó y siguió a la doctora por el pasillo que él había recorrido antes. Se quedó solo.

Se preguntaba quién lo había contagiado o si él mismo había contagiado a alguien y aún no lo supiera. Era una sensación de culpa extraña, puesto que sabía que él también había sido víctima mientras era victimario.

Esperó unos momentos, hasta que los otros dos volvieron. Con la mirada cuestionó a su pareja, quien únicamente asintió para indicar que él también podía tener esa enfermedad. Clamidia.

La doctora comenzó a escribir una nota, en un silencio sepulcral que no dejaba espacios más que para más recuerdos culposos e interrogantes. Su enfermedad estaba avanzada, por lo que no era posible saber si Sasuke lo había contagiado o si había adquirido esa bacteria con algún otro hombre. En palabras de Tsunade, tenía tiempo que se había infectado.

-Muy bien, comenzarán ambos un tratamiento con antibióticos- entregó el papel a Gaara, quien lo sostuvo sin tener realmente mucha intención de seguir el monólogo. Se concentró en las palabras de la especialista.-, doxiciclína, que deberán tomar tres veces al día durante una semana. Durante ese tiempo no podrán tener relaciones sexuales de ningún tipo.

-Disculpe- intentó expresarse, aun percibiendo el bochorno en su propia voz. La de ojos miel clavó su mirada en él.-… ¿La clamidia es como la varicela?

-No entiendo a qué se refiere, señor Sabaku.

-Bueno es que… ¿Puedo volverme a contagiar aunque ya la haya tenido?-intentó que sus palabras sonaran indiferentes.

-Ahh, a lo que se refiere usted es si va a generar inmunidad- hizo una pausa, sonriendo maternalmente. - . Y la respuesta es no. La clamidia se puede contraer tantas veces como se esté en contacto con alguien infectado.

-Y ¿cómo evitamos que nos dé otra vez?- el moreno miraba a Gaara con desconcierto. Se sentía tan mal, o inclusive peor, que él. Le habían diagnosticado apenas un par de minutos antes una enfermedad de la que nunca antes había escuchado.

-Teniendo exclusivamente una pareja sexual. Entre más parejas ocasionales tenga es más probable que la contraiga, o si la persona con la que tiene sexo tiene más parejas… claro, el abstencionismo es siempre la mejor opción. También el uso del condón de látex favorece en gran medida a reducir los riesgos.

 

 

--

 

 

Salieron del consultorio si decir nada. Se sentían avergonzados de tener una ETS, aunque Tsunade se había esforzado por hacerles ver que eran cosas que ocurrían y que habían hecho bien en pedir asistencia médica. Les había comentado que más del 50% de los casos no eran atendidos y que generaban problemas o que podían favorecer las infecciones como gonorrea o incluso VIH.

Subieron al auto, donde las escasas frases comenzaron a hacer acto de presencia. No dijeron gran cosas y prefirieron evadir el tema de la infección por no saber que comentar al respecto, sino que comenzaron a hablar de la escuela y cosas así. Sabían que lo único que podían hacer era seguir el tratamiento y jurarse ese ideal de lealtad absoluta por sobre todas las cosas. Ahora tendrían que hacerlo por su salud. Se dieron cuenta que una vez que se abría el mundo de las enfermedades de transmisión sexual, las relaciones dejaban de ser por mero placer.  En tan solo unos instantes pudieron apreciar lo cerca que pudieron haber estado del VIH o de la sífilis.

-¿Qué crees que pase después?- Gaara era quien había hablado, sabiendo que en la cabeza de Sasuke muchas ideas no eran formuladas para no discutir.

-No lo sé… seremos más cuidadosos supongo- dijo aferrándose al volante y tensando sus músculos-.Lo que más me interesa saber es quién te contagió o me contagió.

-¿Para qué quieres saber eso?- el pelirrojo comprendía el sentir de su pareja, pero para fines prácticos sabía que no valía la pena. No se recuperaría milagrosamente con el mero hecho de saber con quién, de todos los que se había acostado, había contraído la enfermedad.

-Porque me siento degradado a un nivel que no puedo ni pensar- los nudillos de ambas manos del azabache se tornaba blancos a causa de la presión con clavaba sus yemas al volante-. No  sabía que pudiera haber tantas cosas de las cuales enfermarme. No sé si yo te contagié a ti o si contagié a alguien más…

-Entiendo lo que dices, pero no tiene punto pensar en eso. Solamente tomaremos los antibióticos que nos recetó y listo…- no quería tocar el tema. De ser posible preferiría olvidarlo y volver a cerrar esa estúpida caja de pandora que revelaba su condición de salud.

-Creo que tienes razón... el cómo ocurrió no importa. Debemos enfocarnos en la recuperación y en no volver a enfermar.

 

 

 

Una semana había pasado. Se habían mantenido sin sexo durante los siete días estipulados en la receta y de nueva cuenta yacían sentados en la reducida sala de espera para la revisión final. Quien había experimentado una innegable mejoría había sido Gaara. Los dolores y el ardor habían desaparecido en su totalidad, así como el discreto sangrado y las secreciones. Hacía tiempo que no se sentía tan bien.

-¿Sintieron alguna mejoría?- preguntó la rubia con una sonrisa tierna. Les había agarrado cariño a esos dos chicos que, a final de cuentas, no eran más que niños de diecinueve años.

Agradecía que ese joven par  no hubiera adquirido otra enfermedad más grave y creía que tomarían lección de ello para no volver a contraer ninguna enfermedad que pudiera ser prevenida.

Esperaba que sí.

 

 

Notas finales:

Espero que ls haya gustado. Me gustaría saber su opinión ^^

NOTA IMPORTANTE PARA ESCRITORAS DEL DISTRITO FEDERAL Y ÁREA METROPOLITANA.     

Se está organizando (mejor dicho, un amigo y yo estamos orgaizando xDDDD) un encuentro de escritores yaoi. Interesadas favor de mandar un mail a la dirección siguiente o a mi mail

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c.

 


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