Aki miró su reloj impacientemente, le costaba de creer que justamente ese día el guitarrista llegase tarde. Inconscientemente se llevó los dedos a la boca y empezó a mordisquearse sus uñas a la vez que cambiaba el canal de la televisión una y otra vez sin prestarle atención alguna al aparato ni su programación.
Esa noche tenía que marcar un cambio para el, tenía que poner las cosas en su lugar y dejarle bien claro a Mizuki que no contase con el a partir de ese día. Ya era demasiado tiempo el que llevaba aguantándole los caprichos. Creía no tener mas lágrimas que llorar por el, el daño que le había hecho hasta ahora había podido con todo su aguante, y en vista a que Mizuki parecía carecer de ningún tipo de sentimiento hacía el, tenía decidido que lo mejor era marcarle la distancia de forma firme. No le importaba perder la amistad con el guitarra, de todos modos dudaba que esa amistad estuviese también libre de interés o segundas intenciones.
De repente el timbre interrumpió esos repetitivos pensamientos que corrían como un bucle y le desgastaban. Aki miró el reloj “Veinte minutos tarde… joder…” Se levantó del sofá y se dirigió a paso firme hacía el recibidor del piso. Se preguntó si debería hacerle pasar al interior o impedir que cruzase al interior “Ha venido desde la otra punta de la ciudad… tampoco quiero que se enfade” concluyó finalmente antes de abrir la puerta. Mizuki le saludó con una expresión algo cansada, no fue necesario observarlo mucho para ver que el guitarrista estaba bastante empapado, gotas de agua caían de su cabello y se deslizaban por el rostro. Como un cuadro absorbente, Aki no pudo centrarse claramente en buscar una explicación o preguntarle que le había pasado, y sin darse cuenta cayó embobado con la sensualidad que desprendía el guitarrista en ese momento
Mizuki – ¿Me invitarás a pasar? – Le preguntó separándolo de su estado difuso
Aki – Eh… si perdona… me había quedado dormido y estoy algo traspuesto aún – Se excusó rápidamente el bajista – No sabía que estaba lloviendo
Mizuki – Me ha pillado justo al salir del metro… – Le dijo a la vez que accedía al interior del piso de Aki – Dejo esto en el comedor
Aki – ¿Qué es? – Preguntó Aki percatándose que el guitarra traía con el una bolsa blanca en una mano
Mizuki – La cena… He pasado por delante de un restaurante que hacían Pizza y no he superado la tentación de comprar un par – Le respondió animándose – No sabias las ganas que tenía de llegar… como odio la lluvia cuando me encuentro debajo de ella
Aki maldijo la situación… no solo ya se había quedado atontado mirando a Mizuki, sino que encima este no parecía tener la intención de marcharse pronto. Justamente hoy era uno de esos rarísimos días en los que al guitarrista le apetecía pasar algo mas de tiempo con el – Hacía mucho que no venías a cenar…
Mizuki – Lo se, ha sido un capricho al ver las pizzas… supongo que hoy me quedaré a dormir, ya que no tengo tiempo suficiente, el metro cerrará en un par de horas. Por cierto ¿Te importa si me voy a secar?
Aki pensó que si ya los días en los que Mizuki cenaba con el eran raros, los días que lograban dormir juntos ya eran como un día de nieve en pleno agosto. Y sino fuese por las clarísimas intenciones de Mizuki casi lloraría de la ilusión “Imbecil… sabes muy bien lo único que quiere…” Pensó a la vez que se dirigió a su habitación de la que sacó una camiseta de manga larga y unos pantalones tejanos algo rotos y se los ofreció al guitarrista para que se cambiase de ropa.
Mizuki – Muchas gracias – Le dijo tomando la ropa y encaminándose al cuarto de baño – Por cierto, ve poniendo la mesa ¿Quieres? Yo beberé cerveza
Aki – Vale… “Seré estúpido… Se lo diré a mitad de la cena, tendrá tiempo suficiente de coger el metro luego e irse a su casa” – Aki preparó los platos los cubiertos y vasos en poco tiempo menos del que tardó el guitarra en salir del baño con la ropa del bajista.
Mizuki – ¿Dónde puedo tender esto? – Le preguntó con su ropa mojada en la mano
Aki – Ya voy yo a tenderlo – Aki tomó la ropa y se dirigió a la pequeña galería cubierta que daba con la cocina y en la que se encontraba el tendedor “Para una vez que se ofrece en hacer algo… voy yo y le digo que me lo deje a mi, ni que disfrutase siendo su criado” Pensaba el bajista mientras iba tendiendo la ropa de Mizuki “¿Qué coño? Yo no le he dado calzoncillos secos” maldijo viendo que el guitarra también se había desprendido de estos con toda la demás ropa. Aki volvió al comedor tras acabar esta rápida labor. Mizuki ya estaba acomodado en el sofá dando un trago a la cerveza fría. Aki se sentó a su lado y empezó a comer una porción de la pizza. Los minutos fueron pasando entre ambos sin que se comentase nada.
Mizuki – No… estás muy hablador hoy… ¿Te pasa algo? – Le preguntó sin quitar la vista del televisor y llevándose un buen bocado de la pizza a la boca
Aki contempló como había realizado la pregunta, ni siquiera le había mirado, era una prueba mas de que bien poco le importaba a Mizuki la respuesta – Estoy harto… quiero que sea lo que sea lo que tengamos o lo que somos se acabe… no quiero seguir con esto Mizuki – Le dijo de forma muy seria y bastante decidida
Ahora el guitarrista si centró toda su atención al bajista y a sus palabras, y lo miró de forma incrédula y algo confundido – Pero… ¿He hecho algo que no te ha gustado? – Le preguntó con cierto tono de preocupación
Aki – No… siempre te has comportado igual y tu comportamiento y forma de tratarme no ha variado en absoluto. Soy yo el que se ha cansado sin que tengas que hacer nada… – Le respondió con cierto tono irónico
Mizuki – Vaya… ya lo entiendo… es por lo mismo de siempre ¿No? Ya te he explicado porque no quiero formalizar lo nuestro…
Aki – ¿Lo nuestro? – Le interrumpió – No se puede formalizar de ningún modo… vienes aquí de vez en cuando, follamos y te vas… con suerte una vez la mes cenamos juntos y tal vez hemos dormido juntos un par o tres de veces en un año… siento que estoy atrapado, y si no quieres que esto avance tendría que acabar. Aunque de todos modos a mi ya ni me apetece intentar nada…
Mizuki quedó algo callado de repente a la vez que asimilaba las palabras del bajista – Así… que… se acabó ¿No? – Preguntó de forma entrecortada – Entiendo que quieras darle final a esto… se que siempre he sido muy egoísta…
Aki – Será lo mejor para los dos – Le dijo el bajista desviando la mirada y dando un trago de cerveza “Bien… ya está, parece que ha ido mejor de lo que pensaba”
Mizuki – Puede que tengas razón Aki… – Le respondió el guitarrista pasándole una mano por la nuca y depositándola allí mismo
Aki – Me alegra que lo entiendas – Le respondió el bajista a la vez que tardaba poco en asombrarse al ver como Mizuki casi se le tiraba encima fundiendo sus carnosos labios con los suyos en un insistente beso del que intentaba resistirse – ¿¡Pero que coño haces!? – Le preguntó cuando logró separarse
Mizuki – Entiendo que quieras que esto termine Aki… pero no me pidas que sea en seco… llevo demasiado tiempo junto a ti como para que me prives ahora de tocarte…
Si quieres dejarlo me parece bien… como te he dicho soy consciente de que es por mi culpa… pero… por todo lo que hemos pasado… no crees.. ¿Qué deberíamos darnos una buena despedida? – Le preguntó Mizuki con un tono de voz cada vez mas erótico a la misma vez que lograba colocarse encima de las piernas del bajista
Aki – Mizuki… por favor… no hagas todo esto mas difícil de lo que ya es… – Le dijo a la vez que luchaba en su interior contra el propio deseo que Mizuki estaba logrando que aflorase en su cuerpo.
Mizuki – Nuestra última vez Aki… – Le rogó robándole otro beso, ahora con mucha mas facilidad – Necesito hacerte mío una última vez para hacerme a la idea… después si quieres me iré y ya no pisaré mas este sitio… – Mizuki deslizó una de sus manos por debajo de la camiseta del bajista, haciendo que esta se levantase lo suficiente como para dejar su pecho al aire y a la vista del guitarrista que le miraba con deseo y tristeza
Aki empezó a gemir levemente al notar como su cuerpo empezaba a excitarse ante las provocativas caricias del guitarrista – La última vez Mizuki… esta vez si… – Dejo escapar entre sus labios dándole total libertad al guitarrista y maldiciéndose una vez mas por ceder ante el en esta nueva ocasión.
Mizuki sonrió de forma pícara y se levantó tomando a Aki del brazo y llevándole hasta el dormitorio. Allí se dejó caer en la cama arrastrando consigo al bajista que quedó tumbado encima suyo. Cuantas veces se había encontrado ya en esa misma posición pensaba Aki a la vez que cada vez temía mas que tampoco esta noche sería la definitiva para ellos dos. Decidiendo omitir estos pensamientos temporalmente apresó ferozmente a Mizuki con labios, el guitarrista gimió ante la violencia de aquel beso mientras sus brazos eran retenidos por las muñecas impidiéndole moverse.
Mizuki – Hoy estás bastante dominante Aki... – Le dijo de forma traviesa cuando logró liberarse de los labios del bajista
Aki sonrió tímidamente al darse cuenta de su comportamiento – Tienes razón... ¿Prefieres que sea como siempre?
Mizuki – No... no me importa que tomes el control de vez en cuando – Le comentó con una provocativa sonrisa – Además... hoy es especial... será nuestra última vez... ¿No?
Aki no fue capaz de afirmar esto, sabía que las acciones de Mizuki así como su pregunta llevaban algo de malicia camuflada, y de nuevo le hacían dudar sobre lo que desearía cuando esto hubiese acabado. Sin darle al guitarrista su respuesta, pero tomando su aprobación, Aki siguió besando esos lujuriosos labios, mientras que dejaba que liberaba una mano del guitarrista para explorar por debajo de la camiseta que llevaba este.
Mizuki con su mano libre hizo exactamente lo mismo, y no le costó mucho hacer que Aki se librara del jersey que cubría su torso.
Aki – Si aceptas que te domine... – Le susurró al oído del guitarrista que prestó atención a las palabras del bajista – No te muestres tan impaciente... – Añadió con tono autoritario a la vez que acto seguido pellizco a modo de reprimenda un pezón del guitarrista que tenía apresado previamente. Mizuki dejó escapar un pequeño quejido ante esto seguido de una sonrisa
Mizuki – Ya sabes que me gusta portarme mal... tal vez deberías frenarme de otros modos – Le sugirió con un suplicante susurro que recorrió el cuerpo de Aki a modo de escalofrío
Aki – Eres una zorra cuando quieres... – Le comentó con una leve sonrisa a la vez que se quitó el cinturón – ¿Es esto lo que quieres? – Aki hizo que Mizuki colocase los brazos cerca del cabezal de la cama y los ató con el cinto de cuero de modo que el guitarrista se veía completamente privado de sus acciones. Aprovechando su nueva ventaja Aki deslizó su mano por debajo de los pantalones que llevaba puestos el guitarrista, y sonrió con malicia al entrar en contacto con la zona mas íntima de este – No recordaba que no llevabas ropa interior...
Mizuki – Culpa tuya... – Le dijo sonriente ante el comentario de su bajista
Aki prosiguió son sus movimientos y a medida que los enfatizaba, también lo hacia junto a estos los leves pero cada vez mas presentes gemidos de Mizuki, que pedía suplicante una y otra vez mas. El bajista no podía hacerle esperar, aunque estuviese en esa situación se veía obligado igualmente por Mizuki en darle lo que quería. Lentamente Aki descendió por el cuerpo del guitarrista trazando con sus labios un sensual recorrido que provocaba una vez mas la impaciencia de Mizuki. Finalmente el guitarrista arqueó su cuerpo tanto como le permitió las restricciones que le inmovilizaban sus manos cuando notó como los labios del bajista rodeaban su miembro, para luego descender por este. Mizuki sintió un espiral de placer, notarse inmovilizado en aquel momento, y supuestamente dominado, aún sabiendo que lo tenía todo bajo control, eran cosas que le excitaban enormemente.
Mizuki – Quiero entrar dentro de ti ahora... – Le dijo el guitarra provocando la interrupción de Aki, y logrando ahora que este se estremeciese de nuevo ante esas palabras.
Aki se reincorporó y se libró de la ropa que aún llevaba puesta, llegado a ese punto sabía que su juego de control ya no tenía efecto, y que una vez mas Mizuki había podido con el sin necesidad de usar otra fuerza que la de sus ordenes. El bajista se incorporó entre las piernas del guitarrista, y lentamente forzó el acceso del guitarra a su cuerpo, acompañando esto con secos y entre cortados quejidos que solo Mizuki parecía disfrutar. Con el empeño de Aki, Mizuki accedió por completo al interior del bajista, y tras un corto tiempo, el guitarrista ordenó al otro que marcase un ritmo. Una vez mas y sin reproches, hizo caso de las palabras de su amado y fue marcando un ritmo progresivo durante un buen rato, mientras Mizuki solo era capaz de exigirle mas.
Aki inclinó su cuerpo hacía delante y besó apasionadamente a Mizuki, tras esto dirigió una de sus manos hacía el cinturón que lo tenía retenido y empezó a deshacer el nudo – ¿Estas seguro de que quieres liberarme ahora? – Le preguntó con una sonrisa bastante ida provocando al bajista que finalmente deshizo la restricción del guitarra
Mizuki – Luego no te quejes... – Le advirtió con un tono bastante sensual
A Mizuki le bastó poco tiempo para cambiar la posición colocándose ahora detrás de Aki y retomando sus acciones con violencia a la vez que le mordía ferozmente el cuello. En pocos segundos la habitación quedó inundada de gemidos y quejidos por parte del bajista, que no servían mas que a modo de inspiración para Mizuki, el cual no se reprimía en enfatizar mas en su labor. Finalmente las embestidas de Mizuki acabaron llevándolo al orgasmo y empujando a su amante hasta el mismo estado que el.
Aki – Eres... eres... un bruto Mizuki... – Le acusó con una respiración mas que acelerada a la vez que se recostaba en la cama para relajarse
Mizuki – Era nuestra última vez Aki... me merecía una despedida así... y tu también ¿No crees? – Le preguntó provocante – ¿Por qué esto nuestro ya se a acabado no?
Aki quedó en silencio de nuevo, no era capaz de despedirse del guitarrista para siempre, sabía que si lo hacía este sería capaz de no acercarse nunca mas a el. Era un hecho que lo amaba y que para Mizuki el no era mas que un juguete con el que se divertía, y que sería fácilmente substituible. En ese momento odió aceptarlo, pero prefería poder ser su juguete a que jugase con otros... si eso es lo mas cerca que podría estar de el.
Aki – ¿Te... quedarás a dormir?
Mizuki – Aún tengo tiempo de coger el último metro si me voy ahora... mañana no tenemos ensayo... ¿Querrás que me pase?
Una lágrima cruzó fugazmente el rostro del bajista, antes de que este ocultase su cara bajo las sábanas. No lograba entender porque motivo el guitarrista significaba tanto para el, y porque el no significaba una mierda para Mizuki. “Ahora se pone a llorar... genial... en fin, tampoco pasará nada porque me quede a dormir... de todos modos aún sigue lloviendo, y así mañana podré repetir también” Mizuki se recostó junto a Aki y le rodeó con un brazo – Creo que si que me quedaré a dormir hoy – Le dijo con un tono alegre logrando crear una vez mas en el bajista una remota y casi invisible esperanza, que a su misma vez, completamente falsa,
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español