CAP1: COMIENZA LA CUENTA
Era un día como cualquier otro en la aldea de la arena. La gente comenzaba sus quehaceres diarios, no había nada fuera de lo normal y era un día de lo más tranquilo, bueno al menos eso aparentaba ser
En la casa de los hermanos Sabaku las cosas parecían ir igual, como todas las mañanas Temari era la primera en levantarse para preparar el desayuno de los menores.
Se levanto de la cama con una radiante sonrisa, después de todo era un bello día y su querido novio Shikamaru iría de visita junto con sus demás amigos, (los nueve novatos, el equipo Gai, Sai, y desde luego los senseis no eran la excepción) todo era perfecto. Se coloco una yutaka celeste, para encaminarse a la cocina, tenía muchas cosas que hacer ese día.
En la alcoba del castaño las cosas eran distintas, el marionetista se removía peleándose con la cobijas, realmente ya estaba despierto, pero no quería salir de la cama. Sabía que día era hoy y eso significaba: problemas, y un grupo de insoportables ninjas de la hoja; maldijo en silencio a su hermana, la muy cruel los había invitado solo porque quería que el cabeza de piña fuera a verla.
-Mujeres- murmuro molesto, no solo por su “querida” hermana, si solo fuera por ella no estaría de tan mal humor, todo esto era por cierta castañita de la hoja que no dejaba su mente en paz… y es que para alguien como Kankuro quien está acostumbrado que las chicas lo acosen, el enfrentar una situación como esta con la konuichi de Konoha era todo un reto
-Tenten- se envolvió mas en las sabanas; no sabía qué hacer y mucho menos que pensar de sí mismo. Que tan bajo llega a caer un hombre por un par de ojos bonitos, un rostro precioso, unas largas pierdas y… mejor no seguir pensando en eso.
-¡¡Maldito seas Cupido¡¡
Dejando de lado el instinto asesino de Kankuro hacia cualquier cosa que tuviera que ver con armas y una morena konuichi, las cosas en la casa eran normales.
-¡¡TEMARI¡¡- el grito hizo retumbar las paredes de la vivienda, una aura asesina emanaba del cuarto del pelirrojo. Sabaku no Gaara no era una persona que perdiera fácilmente la compostura, pero cualquiera en su situación perdería hasta la cordura.
Retomemos lo acontecido en el cuarto del menor. El pelirrojo se levantaba sin muchos ánimos, ese día no tenía trabajo en la oficina, a decir verdad no tendría trabajo por una algunas semanas, gracias a cierta ayuda de su hermana
**++**FLASH BACK**++**++
-Me vale un reverendo cacahuate, Gaara tomara unas vacaciones y punto ò_ó- gritaba Temari al consejo de Suna, los pobres ancianos estaban al borde de un paro cardiaco, y es que cuando Temari se lo proponía podía llegar a dar más miedo que Gaara cuando era poseído por el Shukaku -¡¡Entendido¡¡
-SI, ENTENDIDO o.o –contestaron los ancianos al estilo militar
-Temari, no era necesario todo esto- replicaba Gaara, aparentando indiferencia pero una gota resbalaba por su nuca
-Pero Gaa-chan, lo hago por ti, tú te mereces un buen descanso n^n- respondió con una sonrisa angelical –Además nuestros amigos de Konoha vendrán de visita
-De acuerdo- respondió con simpleza, sabía que llevarle la contra a la rubia era cavar tu propia tumba, sin más se retiro de la sala dejando solo al consejo y a su hermana
-Y ustedes ò^ó mas les vale que no haya ningún inconveniente
-Si, Temari-san- respondieron tratando de controlar su nivel cardiaco
-Que bien, n¬n que pasen buen día- y sin más se retiro de la sala dejando a más de uno con un gran gotero.
**++**++FIN DEL FLASH BACK**++**++**
El pelirrojo salía de su cómoda cama se coloco su bata color vino, pero algo raro ocurría, la bata le quedaba más grande. Sin darle más importancia al asunto se encamino al baño para empezar con su rutina diaria de limpieza; se lavo el rostro, tomo su cepillo, pero cuál fue su sorpresa al asomarse en el espejo.
Mayúscula fue la impresión al ver a una linda chica pelirroja, de ojos aguamarina delineados por una fina línea negra, su cabello le llegaba a mitad de la espalda, su cuerpo era delgado pero bien proporcionado.
El kasekage tocaba su cuerpo tratando de comprobar lo que el espejo le mostraba, toco su delgado rostro, su blanco cuello, sus bien proporcionados pechos, una fina cintura y unas largas y delgadas piernas.
–Q…que m… e paso??Su mente trabajaba de forma acelerada tratando de profesar todo lo recién vivido, rebobinemos…
Esta mañana se levanto como de costumbre, comenzó con su rutina diaria pero oh destino, su cuerpo ya no era su cuerpo; él era varón cuando se acostó a dormir y en por la mañana era mujer. No entendía nada, ¿como ocurrió?, pero estaba más que seguro quien lo ocasiono.
-¡¡TEMARI¡¡
En la cocina la rubia sonreía de forma malévola, su plan era todo un éxito-TEMARI VEN AQUÍ EN ESTE MOMENTO- grito el kage.
La rubia se encamino al cuarto de su hermano, o tendría que decir hermana?
-Que ocurre Gaara- pregunto inocentemente aunque el brillo malicioso en sus ojos no desaparecía
-Me puedes decir que significa esto??- indico señalando su cuerpo
-Pues… que decidiste cambiar de sexo ^o^
-NO TE HAGAS LA TONTA TEMARI¡¡- grito exasperado, la actitud de la rubia le confirmo sus sospechas de que ella era la culpable de su situación actual
-Vale ya cálmate, pues si tienes razón fui yo quien te hizo eso- respondió de una manera tan simple que más bien parecía que hablaba sobre el clima
-Y me puedes explicar... ¡¿Por qué lo hiciste?¡- los músculos del pelirrojo ahora pelirroja, se tensaron en un solo instante
-Porque… estoy harta de que no tengas una pareja, a pesar de que eres muy popular con las chicas NO le haces caso a NINGUNA- reclamo molesta, pero inmediatamente suavizo su voz –así que supuse que te gustaban los chicos
Aquella simple respuesta lleno de rabia a la pelirrojo –“Juro que si no fuera mujer la golpearía”- pensaba molesta, cuando de pronto cayó en cuenta de una gran verdad, una sonrisa malévola adorno la blanca faz de la menor –“No puedo golpearla porque es mujer, pero… ahora yo también lo soy”
-G… aa… Gaara, q… que crees… qu… e haces-la rubia tartamudeaba nerviosa, su “hermano” se acercaba a ella con una mirada parecida a la que tenía cuando Shukaku se apoderaba de su cuerpo, la arena comenzaba a rodear el cuerpo de la rubia; tenía miedo, mucho miedo. En estas circunstancias solo se podía hacer una cosa
-¡GAARA¡… si me matas, jamás podrías volver a ser un chico…- de acuerdo, eso no era lo que esperaba pero sirvió igualmente para salvar su vida.
Al instante “el” pelirrojo se detuvo, la arena se retiro lentamente, el rostro del menor se calmo.-Dime… como puedo volver a ser el de antes?
-E… etto… yo acupe un justo secreto, el cual solo se disipara hasta que… bueno tú- la rubia trataba de explicarse, pero la fría mirada de su ahora hermana no ayudaba en lo absoluto
-Hasta que yo que Temari??
-Hasta que tú… teenamoresdealguien- explico a la carrera, aunque por los nervios no se le entendía absolutamente nada
-Temari, no entiendo lo que dices- el kage hacia uso de toda su paciencia, aunque comenzaba a llegar a sus límites
-Hasta que te enamores de alguien- contesto nerviosamente volteando a ver todo el cuarto, como si buscara un lugar por donde huir, cosa no era muy lejana a la realidad
-Que más Te-ma-ri –su hermana ocultaba algo, de eso no había duda y no esperaría por más tiempo
-Bueno, si no encuentras a ese alguien en 15 días no volverás a ser varón- cerro los ojos fuertemente, esperando la reacción de su hermano la cual nunca llego, solo se escucho el sonido seco de algo caer. Abrió los ojos lentamente temiendo por lo que encontraría –G…aara, Gaara… ¡¡Gaara¡¡- grito asustada
Efectivamente aquel sonido fue ocasionado por la caída de la menor de los Sabaku; ay estaba Sabaku no Gaara el gran kasekage del desierto, inconsciente en el piso con una expresión de terror puro.
Ese día era como cualquier otro en la aldea de la arena; aunque no para la ahora kasekage de Suna. Solo tenía 15 días para encontrar la solución de este problema.
Y esa tarde tenía una junta con la comitiva de Konoha, las cosas no podrían ir peor.
-¡¡HOLA… AY ALGUIEN TTEBAYO¡¡- el alegre grito despertó de su ensoñación a la pelirroja, sin duda los de la hoja ya habían llegado…
-De acuerdo esto si puede ser peor…
CONTINUARA…
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