Kirito…alcánzame una toalla por favor – Gritaba desde el baño Aiji, un chico pelirrojo, muy delgado y de estatura alta.
Kirito?... KIRITO!!! Se que estás por ahí ¿quieres jugar a las escondidas de nuevo?, pues ahí voy – El pelirrojo sale completamente desnudo del baño hacia la habitación de Kirito; ambos llevaban una relación desde hace un tiempo, y vivían juntos en un pequeño departamento.
Kirito me asustas… ¡¡Dónde te has metido!! – dice desesperado Aiji luego de buscarlo por toda la casa.
Al rato, entra por la puerta Kirito, un chico de mediana estatura, con su piel un poco tostada y un hermoso cabello negro.
Aiji! Good News!! – Grita emocionado el moreno.
Kiritooo!! – Al decir esto Aiji salta hacia los brazos de Kirito. – ¿Buenas noticias? ¿Nos casaremos? – dice en tono burlesco Aiji.
No, idiota… ¿recuerdas que dije que estas serían las mejores vacaciones de nuestras vidas?... Pues alégrate, ¡¡¡Iremos a Chile!!! – Grita alegre Kirito, mientras da un fuerte abrazo a Aiji.
¡¡¡¿¿¿De verdad???!!! ¿Chile?, ¿Dónde queda eso?, bueno da igual, Jujuju debemos celebrar no… - Al decir esto Aiji se lanza al cuello de Kirito, pero este lo aparta de su lado.
Hoy no, ya habrá tiempo para eso, ahora debo salir a tomar un poco de aire, estuve en la agencia de viajes todo el día. Bueno, Adiós! – Kirito da un beso a Aiji, toma su chaqueta, sus llaves y se marcha.
Kirito, recorre varios minutos en auto en busca de algún bar donde beber una cerveza, al rato encontró uno…se veía muy sucio y viejo, pero a Kirito esto no le importó.
¡¡Buenas Noches!! – Dice en tono amistoso el joven, pero el bar estaba casi desierto, dentro solo se encontraba el dueño, y un chico rubio, de muy baja estatura sentado en una esquina. …l rubio parecía muy solitario, por lo que Kirito pidió una cerveza y se sentó junto al rubio.
Te vez muy triste y solo, si gustas puedes hablar conmigo mientras tomamos una cerveza, yo invito. – Dijo cariñosamente Kirito al chico, pero este ni siquiera se percató de su presencia.
Mi nombre es Kirito ¿y el tuyo? – Insistía el moreno.
El rubio le lanzó una mirada amenazante – ¿Acaso no tienes nada mejor que hacer que hablarle a gente que no conoces?
Este…yo solo quería ayudarte, te veías solitario y tu mirada mostraba una gran tristeza – Dijo un poco asustado Kirito.
Pues no es algo que te incumba… ¿acaso no tienes novia? O a algún amigo a quien molestar… se ve que eres alguien muy sociable – Al decir esto, el rubio se levantó de su asiento y se retiró del bar… Las palabras del rubio afectaron a Kirito… el solo quería brindarle su apoyo, sin embargo solo consiguió el mal trato de este.
Ya llegué!! – Gritó Kirito mientras entraba por la puerta de su departamento.
¡¡Kiritooo!!, son estas horas de llegar, me tenías preocupado – Decía con un poco de histeria Aiji mientras ayudaba a Kirito a quitarse su chaqueta.
Ajajá… no te preocupes que solo fui por un trago. – Decía entre risas Kirito.
Bueno… ahora que estás aquí…¡¡Celebremos!! – Exclamaba Aiji mientras abrazaba a su pareja.
No, hoy no… estoy agotado, y es tarde…mañana tendremos que levantarnos temprano para empacar…nuestro viaje es pasado a mañana. – Decía Kirito mientras desabotonaba su camisa.
Esta bien… pero cuando estemos en Chile, no habrá excusas eh? – Susurró sensualmente Aiji a los oídos de Kirito.
Pasaron los días, y luego de varias horas en avión se encontraban en el aeropuerto de La Serena.
Debemos encontrar lo más rápido posible un lugar donde hospedarnos, se nos hace de noche – Dijo Kirito medio dormido, mientras tomaba sus maletas.
Uhmm….pues ahí hay unos chicos, preguntémosle a ellos. – Sugirió Aiji mientras apuntaba a tres chicos a lo lejos.
¡¡Chicos!!...¡¡Chicos!! Ustedes los de negro – Gritaban a coro Aiji y Kirito. Después de unos tres llamados más, uno de los chicos, estatura mediana, cabello corto y una actitud un tanto pesimista se percató de los gritos de la joven pareja.
Creo que nos hablan a nosotros – Dijo el chico a sus dos compañeros, sin darle mayor importancia a los llamados.
Pues…nos acercamos a ellos ¿no? – Dijo otro de los chicos…este era un chico alto, muy delgado y con su cabello largo y descuidado. El tercer chico solo asintió con la cabeza.
Este…perdonen, saben donde encuentro algún hotel o algún lugar donde hospedarnos? – Dijo amistosamente el moreno a los tres jóvenes.
No creo que encuentren un buen hotel a estas alturas del año…y menos en tan poco tiempo – Dijo el segundo chico, aquel de cabello descuidado.
Si quieren pueden quedarse en casa de Kensuke – Dijo el tercer chico apuntando al primero, el de la actitud pesimista.
Si no te molesta – Dijo Kirito sonrientemente a Kensuke.
Por cierto, yo soy Kirito, y el es mi pareja – Dice señalando a Aiji.
Y yo soy Aiji, mucho gusto – Dice el pelirrojo mientras abraza a Kensuke y al tercer chico.
Bien, a mi pueden decirme HideKi – Dice alegremente el chico del cabello descuidado.
…l es Kouta – dice HideKi apuntando al tercer chico.
Y él es Kensuke…es un poco depresivo – Susurra HideKi a la joven pareja.
Bueno vamos, se hace tarde – Dice Kouta mientras ayuda a Kirito a cargar sus maletas.
Luego de una gran caminata, llegaron a la casa de Kensuke, dentro los jóvenes ayudaron a desempacar a la pareja.
¡¡Te gusta el anime!! – Exclama Kouta mientras retira de una de las maletas de Aiji algunas figuritas de Suzumiya Haruhi no Yuutsu.
Siiii!! ¡¡Soy fanático del anime!! – Dice Aiji con su característico tono de alegría
¡Que bien!, pues adivina…mañana habrá un evento de anime y ustedes dos tienen que asistir. – Dice HideKi mientras observa la gran colección de figuritas de anime de Aiji.
Pues vámonos a dormir no? – Dice Aiji dando una amistosa palmada en la espalda a Kensuke el cual no pronunciaba ninguna palabra y seguía igual de frío que al principio.
Al día siguiente, el grupo se reunió para irse todos juntos al Coliseo, donde se llevaría a cabo el evento “(Cualquier evento de anime ;D)”
Al entrar Aiji parecía un niño pequeño, recorrió todos los puestos y en poco tiempo había comprado una gran cantidad de figuritas y cosas por el estilo.
Por otro lado Kirito estaba un poco aburrido, a el no le gustaba para nada el anime y esas cosas.
T… ¿tú aquí? – Dijo en voz baja y muy sorprendido Kirito al ver a la distancia a aquel rubio joven que tan mal lo había tratado.
¿Dijiste algo? Preguntó HideKi al escuchar los murmullos del moreno.
No…es que debo ir al baño, ¡ya vuelvo! – Al decir esto Kirito corrió en busca del rubio.
El rubio se encontraba sentado junto a unos arbustos, su cara poseía la misma expresión de tristeza que tenía ese día en el bar.
Nu-Nunca pensé encontrarte aquí – Dijo temeroso Kirito al rubio, el cual parecía ignorarle.
Hasta cuando piensas molestarme, ya te lo dije molesta a tu novia o a tus amigos…que por cierto, debes tener muchos. – Dijo con cierta molestia el rubio.
No pienso molestarte, yo quiero ayudarte. Desde que te vi en el bar no he dejado de pensar en ti, en tu rostro, en tu expresión de tristeza…de soledad. – Dijo con ternura Kirito, acariciando las suaves manos del rubio.
¿Ayudarme?... no me hagas reir, y suelta mis manos ¿acaso te gusto? – Dijo en tono irónico el rubio.
¿Qué si me gustas?, me gustas, y mucho, no puedo alejarte de mi mente – Dijo vergonzosamente Kirito.
Al escuchar las palabras de Kirito, el rubio tomó con sus manos el rostro de Kirito y le dio un largo beso.
Ya tienes un beso mío, Adiós – Dijo el rubio mientras se levantaba y se alejaba de Kirito, el cual se encontraba embobado luego del beso.
El rubio caminaba rápidamente en dirección a los baños, pero de pronto alguien sujeto fuertemente su brazo derecho.
Yo te dije mi nombre, pero tu aún no me dices el tuyo – Dijo Kirito sin poder mirarle a los ojos.
Tú no te cansas de molestar… tan sólo dime Kyo. – Dijo fríamente el rubio.
K-Kyo…¡¡¡Yo te amo!!! – Exclamó entre llantos Kirito el cual seguía sin mirar a la cara a Kyo.
Amor, dices esa palabra tan fácilmente como si no significara nada… ¿cómo puedes amarme si tan solo me has visto dos veces? – Decía Kyo sin demostrar ninguna emoción.
¡¡Te amo!! ¡¡Te amo!! ¡¡Te amo!! Y NO ME CANSAR… DE DECIRLO!!! – Gritó con todas sus fuerzas Kirito, lanzándose luego hacia los brazos del rubio para darle un tierno beso. Esta vez la expresión de Kyo fue diferente, dejando caer incluso algunas lágrimas por su rostro. Por primera vez en la vida se sentía realmente apreciado, de alguna manera Kirito había tocado su corazón.
El rubio abrazó fuertemente a Kirito y acercó sus labios a la oreja de este.
Te agradezco querer por ayudarme – Susurró Kyo a los oídos de Kirito, acariciando nuevamente sus labios con los suyos.
-TheFinal-
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