Las mañanas en fines de semana sin Naruto son aburridas, lo pienso todo el día, hasta me da coraje no poder sacármelo de la cabeza, y así fue como termine hiendo a la casa de Naruto sin avisar.
-quien toca tan temprano, joder- rascándose la cabeza.
-Narutoooooooooo!!!, te extrañe- “huele extremadamente bien”
-Sas… Sasuke!!!!!!-
-Naru-chan que pasa, porque tanto grito- Kushina bajando de las escaleras en pijama.
-no es nada mama, es solo mi amigo Sasuke, es que no pensé que hoy fuera a venir-
-ahhh, Sasu-chan que grande estas y que guapo-
-mama… - dice Naru algo molesto.
-jejeje, Sasu-chan porque no subes al cuarto de Naru-chan a ver la tele en lo que preparo algo para desayunar-
-si claro- dije sonriente. Y Naruto me llevo lo mas rápido que pudo a su cuarto.
-Sa-su-keee!!, porque viniste hoy pensé que tenias que ayudar a tu papa a limpiar la casa-
-si, bueno ayer hice un poco y hoy me levante temprano para terminarlo, me quedo tiempo y vine a verte- La cara de Naruto adquirió un tono rosado.
-Sasu-chan… quítate de la cama tengo sueño…-
-flojo, vengo a verte y quieres dormir- hice pucheros.
-Sasu-chan… eres tan lindo cuando haces pucheros, amo todo de ti, te amo tanto que es difícil respirar si no estas a mi lado, oye Sasu… ahí que dormir juntos, ven- Naruto normalmente no es tan dulce, pero estaba claro que sus ojos se cerraban por el sueño. Me metí debajo de las sabanas y me abrasé a Naruto escondiendo mi cara entre su pecho mientras el me abrazaba dulcemente.
Recuerdo esa sensación… el calor del cuerpo de Naruto…
-Bueno Naruto antes de entrar al salón no lo olvides, serás mío por una semana-
-que!!!-
-no pensaste que con ese beso se soluciona todo, además dijiste que cumplirías con tu promesa-
-si ya lo se…- y así Naruto abrió la puerta del salón y nos sentamos en nuestros lugares. Compartimos mesa bancó así que ya era de por si muy difícil concentrarse en las clases, finalmente llego el receso.
-Naruto trajiste almuerzo???-
-si, traje uno para ti, vamos a comer debajo del árbol de cerezos??-
-si, claro- Naruto sonreía todo el tiempo mientras platicaba cosas graciosas hasta llegar al árbol, mis ojos no pueden dejar de mirarlo…
-Sasuke… me estas escuchando???-
-ah si perdón, a Naruto sobre la apuesta olvídalo, tengo algo que quiero de…-
-no te preocupes yo perdí, así que hare lo que quieras, además tampoco es que me desagrade…- eso fue el dulce sonido de sus labios que dejo salir, acto seguido uní mis labios con los suyos…
-Sasuke…. Mhp… nos van a ver-
-no importa, entonces deja abrazarte Naru… es todo lo que pido, quiero estar siempre contigo, tengamos 7 citas en esta semana…-
-si es lo que quieres esta bien, entonces hoy vayamos a mi casa te parece, vemos películas, jugamos videojuegos, etc.-
-a la casa de Naru, claro!!!!- estaba bastante emocionado, quería saber como era el cuarto de Naruto, mas bien quería saberlo todo de el.
-ah, rayos porque tenia que llover, espérame aquí iré a buscarte una toalla y ropa para que te cambies-
-esta bien- Naruto subió corriendo las escaleras y en minutos ya estábamos bien secos y viendo la tele en el sillón de su casa. Me recosté sobre sus piernas y el comenzó a pasar sus dedos entre mis cabellos, el aroma de Naruto estaba por todos lados, lo llamaba con mis brazos para poder atraparlo.
-Naruto… te quiero…-
-Sasuke, jejeje ya estas dormido, que lindo, tus pestañas son tan grandes y negras y tu piel tan blanca.
Los demás días fueron parecidos, íbamos a la casa de Naru y pasábamos horas juntos, luego nos tomábamos de las manos y dormíamos abrazados hasta que llegaba la hora de despedirse, el olor del cuerpo de Naruto es sensacional, hace que me excite, quisiera amarrarlo a mi y nunca dejarlo ir, mis sentimientos tal vez son egoístas, pero lo amo demasiado y es algo que nada ni nadie puede cambiar.
-Naru-chan!!!! Sasu-chan!!!! Bajen a desayunar!!!-
-déjalos Kushina, seguro que ya se durmieron-
-los niños no aguantan madrugar jeje, ni modos voy a guardar sus hotcakes hasta que despierten-
-si lo mas seguro es que será hasta el medio día, así que mejor dejarlos para la cena-
-tienes razón, que niños tan flojos-
En el cuarto de Naru…
-Naru le pusiste seguro a la puerta???-
-si… como siempre-
-entonces vamos a hacer el amor…-
-Sasuke… pervertido…-
-pero te extrañe mucho…-
-Exagerado solo no nos vimos ayer de la escuela y hoy es sábado, pero esta bien… también te extrañe-
Naruto desabotono mi camisa lentamente mientras mis nuestros ojos no dejaban de mirarse, una vez que la camisa estuvo abierta comenzó a dar pequeños besos por todo mi cuerpo en segundos ya estaba abriendo el pantalón y bajándolo, mientras dejaba salir mi miembro que comenzaba a ponerse erecto, lambio la punta y lo recorrió con su lengua de arriba abajo.
-aaahhh…. mph… Naru..to…
Las delicadas facciones de Naruto lo hacían lucir hermoso, hace que todo a mi alrededor se borre y solo quiero mirarlo a el, me gustaría estar con Naruto el resto de mi vida…
-Naruto… -
-que pas… waaaaaaa- me levante y lo empuje en la cama de modo que quedo debajo de mi, empecé a quitarle la ropa desesperadamente, me acerque a su cuerpo para besarlo por todas partes, quiero que Naruto sea mío, solo mío, no quiero que nadie me lo quite.
-Que te pasas Sasuke… si ya querías me hubieras dicho, menso…- hizo pucheros se veía tan lindo.
-Naruto… casémonos…- le susurre al oído, sus ojos lagrimearon un poco y su cara se puso súper roja.
Levante sus piernas y empecé a lamber su entrada hasta dejarla bien lubricada e introducía mi lengua lo mas profundo que podía, sus gemidos eran un hermoso sonido para mis oídos.
-mph… Sasuke… ya … ahhhh…. Ahhh…- sus ojos se cerraban lentamente y sus manos se agarraban de las sabanas.
-entonces voy a meterlo…-
-estúpido, no lo digas asi… ahhh…-
-jajaja pero tu lo quiere o no???, si no la dejamos hasta aquí no voy a forzarte- me senté en la esquina de su cama mientras Naruto se tranquilizaba.
-estúpido, porque siempre me haces decir cosas que no quiero, ya sabes que si quiero, porque es de Sasuke, porque es Sasuke yo lo quiero, quiero todo de Sasuke… snif… snif…- comenzó a llorar desesperadamente y sus manos taparon su cara mientras limpia sus lagrimas, su cara estaba roja y sus ojos azules se teñían de un azul mas profundo.
-tonto, no llores, solo quería tu autorización, porque te amo, no quiero forzarte a nada, así que si lo pides de esa manera tan desesperada harás que me excite mas y quiera hacértelo por todo el día- me avente sobre el mientras extendía sus brazos hacia mi y me abrazaba fuertemente.
-si, si me quiero casar contigo.-
Mientras lo penetraba lentamente pude sentir como pequeñas lagrimas salían de mis ojos, la persona mas amada por mi, la persona que quiero mas que a nada ni a nadie, es mía, mía por completo, en cuerpo, en alma y en corazón.
Las embestidas eran cada vez mas rápidas, Naruto se abrazaba a mi mientras sentía pequeños rasguños en mi espalda, sus gemidos de nuevo llegaban a mis oídos y como si fueran cantos de sirenas me hipnotizaban totalmente.
-ahhh…. Sas… Sasuke… mph… te amo…-
-yo también te amo Naruto- nos corrimos juntos y nos abrazamos fuertemente. Luego de un rato Naruto se quedo dormido, sus hermosos cabellos dorados estaban llenos de sudor, me levante al baño y me fui a bañar, luego utilice mi camisa para limpiar su cuerpo, dormía plácidamente hasta me daban ganas de atacarlo de nuevo porque lucia muy indefenso y provocativo.
-Sasuke….- dijo entre sueños.
-que pasa???- le conteste.
-creo que esto no tiene fin ni inicio pero….-
-pero????-
-voy a amarte toda la vida, así que no importa que pase, Sasuke no me dejes atrás, siempre… siempre déjame estar a tu lado-
-bobo, nadie mas que tu puede estar a mi lado, porque no hay nadie a quien desee a mi lado con tantas ganas como tu- eso fue lo ultimo que dijo, luego que termine de limpiarlo y cambiarlo, me acosté de nuevo a su lado.
Nos quedamos dormidos tomados de las manos, soñando con el mañana, esperando que toda la vida que tenemos por delante, podamos disfrutarla estando juntos hasta la hora de nuestra muerte y si la vida nos lo permite morir juntos…
Porque ya no habrá nadie en este mundo, que pueda separarnos, porque ya no hay nadie en este mundo que pueda remplazarnos, amarnos hasta el fin y ser amados hasta el fin, ese es un sueño que tenemos el privilegio de cumplir.