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La Oscuridad En Tu Mirada por Aby Black

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Notas del fanfic:

Como es obvio, ni los personajes ni la historia de Death Note me pertenecen, excepto claro el presente cutre argumento que surge con la necesidad de tener otro final. Por supuesto que algunas cosas quedarán ooc o fuera del canon (trataré de no desviarme demasiado) sin embargo, creo que será interesante y espero que alguien a parte de mí lo disfrute^^

Notas del capitulo: Hola a tod@s!!! Ya se que hay quienes se van a enojar conmigo pues aún no termino de publicar mi otro fic y encima me tardo mucho... pero bueno, no podía esperar más para publicar éste XD! A sí que bien, a los que les guste el estricto character de los personajes se pueden ir llendo ._.U No es que ponga a L siendo o muy cursi o haciendo estupideces ni a Light siendo idiota, pero bueno, espero que les guste éste par... Bien mejor me explico: En la mayoría de los fic me encuentro con que el seme favorito es Light él es el malo y perverso que ataca a un siempre dulce y tierno L... pues bueno... éste es un revés... sólo que el castaño no tiene nada de cursi, dulce o tierno. Enjoy^^!

-“Nadie nunca había despertado en mí algo así…” -Ojos negros como la obsidiana miraban la pantalla sin despegar la vista. -“Quizás es sólo la emoción de encontrar alguien tan inteligente como yo, quizás se trata de por fin estar intelectualmente en iguales condiciones, tal vez sea que me ha puesto el reto más grande al que me he enfrentado” – Se llevó el dedo característicamente a su boca mientras pensaba- “¡Él podría ser Kira, es mi sospechoso número uno y sin embargo no hay nada que lo delate…! Excepto claro, mis suposiciones… Es magnífico...” –

Sin darse cuenta, el detective se había obsesionado con los juegos mentales hacia su sospechoso. –“Lo quiero para mí, quiero que haga las cosas tan difíciles como hasta ahora, dificultándomelas más y más, me agrada la emoción de sus retos, y poder observar cada día, cada minuto y cada segundo la oscuridad en sus ojos…” –Sacó el dedo de su boca para acariciar inconscientemente sus labios. Comenzaba a importarle cada vez menos su profesionalidad-“A él le gusta ganar pero a mí… no me gusta que me derroten”. –L estaba  decidido a humillar a su cautivo para hacerlo confesar, aunque tenga que ser con gritos o… jadeos?  Le miraba ahí extendido en su total altitud en el catre de aquella celda, sus castaños cabellos caían descuidados y su respiración era profunda. Cada movimiento de su pecho, en su suave vaivén, provocaba en Ryuzaki un deleite tal que parecía contemplar su más delicioso pastel.

El muchacho observado estaba dormido y aunque no lo estuviese, no podría darse cuenta del brillo que comenzaba a aparecer en los ojos del moreno que le miraba a través del monitor.

Había estado tanto tiempo observando, tan interesado en contemplar aquella imagen que apenas si logró reaccionar cuando los policías se despidieron para retirarse a descansar. Una vez analizado el momento, un peligroso brillo en sus ojos se hizo presente, casi podía sentir la respiración del castaño en sus oídos y no se detendría hasta que aquello fuera real. Ya había preparado todo, colocó una grabación anterior que mostrara al muchacho Yagami dormido mientras que él, L iba a observar con sus propios ojos al muchacho.

Llegó ante la celda más rápido de lo que había pensado, un ligero temblor se hizo presente en su cuerpo, comenzaba a tener una sensación muy fuerte de que aquello estaba mal. Claro que ya sabía que estaba mal, no por nada se llamaba a él mismo “justicia” sin embargo, había encontrado un buen justificante que, sumado a la posibilidad de ser descubierto, aumentaba la adrenalina. Abrió la celda, la reja había hecho un sonido metálico que despertó al muchacho castaño.

-Ryu... Ryuzaki?- Preguntó aún desorientado Light al acabar de despertarse y ver frente a él al detective que no debería estar ahí.- Sucede algo? Es que ya acabó el tiempo del encierro…?- dijo frotándose los ojos tratando de espabilarse.

-Aún no, Yagami-Kun.

-Entonces, ¿Qué haces aquí? ¿Por fin te diste cuenta de que no soy Kira?

-Eso sería muy conveniente para ti ¿no, Kira?

-¡Que no soy Kira!-Le increpó el muchacho poniéndose de pie.

-Eso vine a comprobar…- hubo algo en el tono del detective que le hizo sentir escalofríos al muchacho que veía a éste acercársele lentamente. - Ligth-Kun…- El detective estaba justo frente al menor, le había tomado el rostro mirando fijamente los ojos castaños.

-L, que…?- pero su pregunta quedó inconclusa, el moreno le había besado. Light trataba de alejarse pero el agarre del mayor era muy fuerte.

El beso finalizó cuando la necesidad de aire se hizo presente en el moreno.

-¿Pero qué haces? Idiota!!!- El chico estuvo a punto de golpear al moreno quien lo detuvo en el acto y lo aprisionó contra su cuerpo. Al castaño le costaba reaccionar, ¿Qué estaba haciendo el detective, por qué se comportaba así? L empujó al castaño de cara contra la pared, apresó sus manos y le susurró al oído…

-Déjame comprobar que no lo eres…

-¿Y según tú, Ryuzaki, cómo podrías hacerlo?- le espetó molesto el castaño, estar en semejante posición, sin motivo ni justificación haría enojar a cualquiera.

-Poseyéndote.- Ligth sintió que el tiempo se detenía de manera irreal, aquello que había escuchado no podía ser verdad, no había lógica, no tenía sentido. L no haría eso. El castaño sintió su cuerpo erizarse.- Kira jamás lo permitiría… sería una humillación que su peor enemigo  lo hiciera.- Light tragó grueso, ¡ÉSE ERA EL ESTÚPIDO RAZONAMIENTO! Claro que en eso sin duda no se equivocaba, sin embargo, era obvio que para cualquier sujeto que se considere heterosexual, ser poseído por alguien de su mismo sexo sólo para comprobar de la manera más ultrajante una estúpida teoría eso también sería humillante!.-Pero… tú decides Light-kun. Si aceptas, estarás libre de toda sospecha, si no… estará más que claro… -Aquellas palabras habían sido dichas fríamente al oído del menor. El aliento del moreno lo había perturbado ¡Demonios! Si tan solo no estuviera en tan comprometedora situación… Sin embargo podía ser su única salida porque, aunque concluyera su cautiverio, sabía que Ryuzaki jamás lo tomaría por inocente, siempre sospecharía de él y jamás podría proseguir con su vida normal. Quizás sólo así conseguiría su libertad y la calma que su viejo padre necesitaba…

-Está bien Ryuzaki, acepto.- El moreno sonrió sin ser visto por el otro, en ningún momento había ni ligeramente soltado la presión que ejercía sobre el cuerpo del castaño contra la pared.- ¡Hey! ¿Qué haces?

-Sólo tomo precauciones…- el moreno había esposado al castaño en un abrir y cerrar de ojos cuando recién había dejado de presionar.

-¿Qué pretendes Ryuzaki?- L había hecho al otro apoyarse nuevamente en la pared mientras metía su mano por debajo de su camisa, recorriendo el suave y ligeramente marcado pecho del castaño.

-Ya te lo había dicho Light-Kun, poseerte.- El castaño abrió grandemente los ojos, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, el aliento en su oído, las caricias en una de sus tetillas y una mano que se había situado en su entrepierna y comenzaba a masajear por encima del pantalón lo hacían gemir y estremecerse sin desearlo.

-Ryuza…ki… - El moreno chupaba su lóbulo, torturando aquella zona tan sensible para bajar hasta su cuello en un tortuoso y húmedo recorrido. Sus manos habían descendido hasta el borde de los pantalones, desasiéndose del botón y la cremallera para bajárselos junto con sus boxes de un tirón. -Ah, Ryuzaki, no…! -unas manos recorrían, masajeaban y apretaban cada tanto las firmes nalgas del castaño mientras era acallado con besos cada vez más ardientes en sus labios. Una de esas manos delicadamente recorrió camino hacia el frente, en donde se encontró con el miembro erecto del muchacho, necesitado de atención que no le negaría. Comenzó por recorrerlo en un fino y suave toque para después masajearlo firme, lenta y tortuosamente brindándole oleadas de placer.

La mano se detuvo, comenzó a elevarse hasta llegar a la altura de la boca del muchacho, el moreno se había apartado para que aquél muchacho chupara su mano. Light no quería hacerlo, sería chupar su propio sexo, pero entonces sintió a la otra mano de L masajearlo más fuertemente y no pudo evitar soltar un gemido, momento que aprovechó el moreno para introducir sus dedos en la boca del otro. Al retirarlas, llevó uno de esos dedos hacia la entrada del muchacho, al comenzar a sentir la intrusión quiso alejarse, comenzó a forcejear al tiempo que gritaba para liberarse pero entonces, la mano que le atendía le tomó de la cabellera y le obligó a girar la cara para ser besado y acallado. Aquél dedo entró sin misericordia y comenzó a moverse por su interior, aquello era doloroso, estaba siendo el mismo infierno para el castaño pero en algún momento, aquella mano que le jalaba los cabellos había regresado a atender su miembro, cosa que lo hacía debatirse entre el placer y el dolor.

Pronto se acostumbró a aquella intromisión, resultándole hasta cierto punto placentera, cuando la llegada de un segundo le había tomado por sorpresa y recordado su dolor, al poco tiempo un tercero había hecho presencia, el dolor era muy fuerte y sin embargo el placer también lo era tanto que le daba vergüenza reconocer que deseaba que aquél punto sensible en su interior no dejara de ser tocado. Para su alivio, los tres dedos se retiraron y también la mano que lo atendía en el frente, el detective se había retirado.

-“¡Maldición, quizás se acaba de dar cuenta de que está mal lo que hace! ¡Maldita sea, por qué entonces me deja así, en este estado! ¡Cómo lo odio!”- El castaño había apretado los dientes para no llorar, algo en su alma se había partido, se sentía tan humillado, tan despreciable, tan… sucio que de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas. Sin embargo, aquello no duró mucho, tan enojado estaba que no había escuchado cómo una cremallera se corría, dejando un segundo pantalón caer estrepitosamente al suelo hasta que nuevamente las manos del detective se posaron sobre sus caderas. Abrió los ojos, su sorpresa cambió a horror cuando al voltear, pudo divisar una mirada cargada de lujuria en el rostro del pálido detective. Haló sus caderas, dirigió su miembro a la deseada entrada y sin mayor consideración había penetrado al menor de una sola estocada. El castaño sintió como si hubiese sido partido en dos, su grito delató el dolor que había sentido pero una fría voz mezclada con burla le había hecho callar y aguantar.

-Calla Yagami Light, mejor disfrútalo… no te queda de otra.- El moreno no dio más tiempo que sus palabras para empezar a empalar al otro.

Light se sintió morir, L había aumentado la velocidad de sus estocadas y con ello su dolor. Sin embargo no le daría el gusto, una parte de él sabía que si gritaba en realidad L lo disfrutaría, así que, mordiéndose la lengua y su orgullo calló.

-Veo que lo disfrutas…- No lloraría, no, no lo haría, no se quejaría, no lo haría y es que… por mucho que se odiara por eso, también comenzaba a sentirlo placentero…

Ambos comenzaron a emitir roncos gemidos de placer, L había comenzado de nuevo a masturbar el miembro del castaño e incluso el menor había comenzado a mover sus caderas y a permitir mayor acceso abriendo más sus piernas para sentir dentro de sí aquél contacto. El moreno quería más pero ya se sentía al borde, no resistiría más tiempo, ya no. El detective con un rictus de placer invadió con su esencia el interior del castaño, quien al sentir aquella cálida sensación inundarle emitió un sonoro gemido que marcó la llegada de su orgasmo.

Tanto el detective como el moreno cayeron exhaustos al piso, sintiendo el calor de sus pieles hacer contacto y el miembro de uno aún en el interior del otro… Sus agitadas respiraciones fueron calmándose de a poco.

El moreno se retiró del interior del castaño y se levantó, liberó de las esposas al extenuado y maltrecho menor y tras colocarse su ropa, comenzaba a salir de la celda justo cuando un Light que apenas se recuperaba se daba cuenta de que el moreno cerraba nuevamente la celda al salir.

-¡Ryuzaki! ¿Qué significa esto?, ¡tú dijiste que…!!!!!

-Dije que esto sería una humillación para Kira… pero el asesino tampoco podría dudar en desaparecer toda sospecha a la primera oportunidad.

Light había caído en cuenta. Ryuzaki simplemente había abusado de él lo que quiso, cuanto quiso e incluso habría aumentado algún nivel de porcentaje en sus sospechas acerca de que él era Kira. ¡Maldición, Maldición, MALDICIÓN!!!!!!!

L se retiraba con su clásico andar desgarbado y taciturno, sumergiéndose en las profundidades de su mente.

Sabía que no había obrado bien, pero aún no estaba dispuesto a aceptar que había hecho mal. Después de todo, tras la propuesta del propio Light de encerrarse para liberarse de cualquier duda, su porcentaje de sospecha había aumentado al 6% ya que, estaba un 75% seguro de que aquello podría ser una treta del propio Kira para hacerse parecer “inocente”. Podría engañar al resto del equipo pero no a él mismo, no. De ser así, Kira estaba dispuesto a lo imposible a por liberarse de toda forma de incriminación y como prueba bastaba que simple y sencillamente no había dudado en deshacerse de todo aquél que buscara atraparlo. Tras un largo análisis de personalidad del asesino podía darse cuenta de que todo cuadraba y Light, le gustara a su padre o no, encajaba con la descripción… no por nada era el mejor estudiante de Japón. Y la única manera de demostrarlo era aquella… y la propuesta del propio Yagami-kun era la mejor manera de llevarla a cabo.

Así pues, era su oportunidad de interrogarlo y violentarlo. Kira no permitiría tal cosa y seguramente por fin hablaría y se delataría. Después de todo, ¡era en pro de la investigación!    

Pero… ¿Y si resultaba ser cierto? Que Light Yagami no fuese KIRA!? No importaba, sabía que aquél muchacho de apariencia perfecta estaba en su papel de perfecto adolescente y que era el único ser perfectamente capaz de ser KIRA. Así que debía llevar a cabo su plan ya. Tratar con un asesino de masas es tratar con algo muy sucio y para combatirlo, se necesitaban armas del mismo calibre…

Aquello no quedó ahí, Light fue visitado casi a diario por el detective cuyo afán era ver al otro doblegarse hasta confesar para no seguirlo permitiendo o bien eliminar de tajo aquella conducta asesina. Pero, contra toda predicción del moreno, el castaño jamás se delató ni habló sobre lo ocurrido y prosiguió su encierro como si nada. El orgullo de Light se mantenía lo suficientemente elevado como para no quejarse y no llorar, no le daría el gusto, no. Después de todo, sabía que si hablaba: 1 no gozaría de credibilidad y 2 sería tan humillante que le era mejor… quedarse callado.

Por otra parte, Light después de ser ultrajado,  violado y humillado un sinfín de veces, lloraba por dentro cada vez que el detective salía del encierro, odiándolo por lo que le hacía, odiándose por no hallar la manera de delatarlo, odiándose porque cada vez lo deseaba más pero, sobre todo,  odiándose por comenzar a desear que L lo amara, que aquello no se terminara junto con el encierro y que pudieran ser algún día una pareja… Él no era homosexual, aunque quizás ya lo fuera… No podía dejar de sentirse culpable. Rogaba a dios que aquello terminara y por otro lado… no. Aquello lo hacía caer en desesperación.

Notas finales:

No planeo que ésto pase de 2 o 3 caps, de hecho empezó como un one-shot.... pero resultó más largo... u.n XD! Ya saben que si no gusta lo elimino^^

Un beso! Aliméntense mal pero hagan ejercicio o aliméntense bien pero sin ejercicio... me daría mala leche que alguien hiciera ambas cosas bien o ambas mal... no sé... me gusta el punto intermendio... así nadie queda mal XD!!! Bye-Cha^^!!!


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