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Chicle por AvengerWalker

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Notas del capitulo:

Ehm, les advierto que éste fic tiene de serio lo que yo tengo de habilidad en matemática, osea nada :D

Tiene muchas pavadas, lemon incluído y un show de perritos.

 

¡Besos y disfrútenlo xD!

Extendió los brazos hacia el frente, intentando encontrar una cómoda posición o, mejor aún, estirar sus agarrotados brazos que habían estado empujando todo el tiempo una pesada pared.

Y es que Kanon había tenido la gran idea de ensayar en el Coliseo pero sin compañía, lo cual significaba que tendría que o:


a) derribar árboles.


b) pegarle a las paredes.


Supo que la opción "B" era la mejor, pues ya había echo muchos males en su vida y, por las dudas, no quería matar (al menos no por ahora) ni a una plantita.

Ahora bien, cuando una pared se te cae ensima y no tienes NADA de energía, es imposible que ocurra un milagro como le suele ocurrir MUY seguido a Seiya.

En ése momento en que el peliazul vió que la pared se le venía abajo, tuvo que batallear para ser aplastado (cosa que para un dorado prácticamente no es mucho).

Pero sin armadura y sin energías, se le hacía bastante difícil.

Más aún cuando luego llegaron los demás dorados y pidieron un ensayo general.

No gente, no un todos contra todos.

Para evitar problemas, ponían sus nombres en una caja, y al que le tocaba, le tocaba.

No quería entrenar.

No tenía energías.

Al menos, necesitaba algo que le inspirara.

Y cuando me refiero a: algo + inspiración + Kanon, la única respuesta al alcanze es...Sexo.

Y era que el peliazul estaba acostumbrado a pasar noches de desvelo, pero hacía dos días que lograba dormir, y eso era malo.

Muy malo...

Además, ya había entrado en abstinencia.

Pensó que lo mejor sería no pensar en sexo.

Salió rápidamente del coliseo, y se fué a un campo en Rodorio, esperando liberarse de los pensamientos libidinosos que estaba teniendo.

Estuvo tranquilo, sentado en un banco, pero solo duró unos minutos.

Había estado observando -muy curioso, debo decir- a unos perros -machos, ambos- que inspeccionaban un árbol muy celosamente.

Cuando el otro levantaba una patita e intentaba marcar el árbol como suyo, el otro colocaba el morro y le impedía tan gloriosa tarea.

Así estuvieron los dos animales, con Kanon riéndose a carcajadas, hasta que uno se subió ensima del otro y...


-No puede ser, estos perros son unos putos...-gritó con la mano diestra impactando contra su rostro.


Lo que menos necesitaba era pensar en sexo, y aquellos dos 'pichichos' le brindaban un show estilo animal venus.

Se levantó y decidió volver al Coliseo, pues dudaba que luego de estar todos los caballeros sudados y cansados, se le vinieran las ganas de...eso.




Mientras, por otra parte, Mu despedía a los caballeros de bronce, los cuales se habían hospedado en su templo.

A modo de agradecimiento, les regalaron a ambos arianos una caja de goma de mascar, aunque ninguno sabía de que servía.

En cuanto Seiya le enseñó a Kiki como comerla -o más bien mascarla- (vamos, no hace falta ciencia para eso ¬¬), el menor le tomó el gusto.

¿Lo malo?

Le había enseñado a hacer globos, y cada vez que Mu tenía un minuto de silencio, se escuchaban continuos 'plops'.

Ese día, Mu estaba bastante estresado, pues había estado cuidando de los bronces y además tenía que ir a entrenar.

Kiki le ofreció, como buen alumno, una goma de mascar para que, cuando esté muy nervioso, morderla fuertemente.

Después de todo, podría liberar su nerviosismo sin matar a nadie en el intento.

Así que bien, Mu se encontraba con una camisa entreabierta, unos pantalones cómodos que se amoldaban a sus piernas, y el cabello suelto.

Lo peor; masticando chicle, por lo cual Shaka tuvo que -a duras penas- ingeniárselas para no lanzársele ensima y hacerle recordar cada segundo lo sexy que se veía.


Entonces, cuando Mu se acomodaba contra la pared, en el coliseo, Kanon iba ingresando lo más campante.


-"Llegaré a la noche...vamos Kanon, ¡tú puedes!"-pensó en su fuero interno.


No obstante, las ganas de llegar a la noche se le fueron cuando pasó su mirada de Aioros a Shaka y de Shaka a Mu.

¡Mu!

¿Y quién quería llegar vivo si estaba Mu?

Mu no se daba cuenta -claro que no- que era observado por dos ojos con tonalidades muy parecidas: unos ojos celestes cielo, y otros verdes esmeralda -ambos colores claros-.

Sentía la boca algo reseca, pues cuando uno come chicle, toda la saliva se acumulaba en torno a éste.

Necesitaba mojar sus labios, por lo cual sacó la lengua y se la pasó primero por el labio inferior y luego por el superior.

A pesar de que no quería, su mirada se veía terriblemente sexy, y más aún con esa lengua enjugandose los labios y esa camisa ligeramente entreabierta.

Dolorosamente, Kanon sintió como una parte de su cuerpo se inchaba, reaccionando a cada cosa que el ariano hacía.


Ya habían pasado exactamente 2 horas, 23 minutos y 5 segundos en los cuales Shaka había abierto los ojos para ver cada una de las delicias que el ariano se dedicaba a hacer.

Y es que se veía que estaba muy distraído, y eso lo hacía aún más sexy.

Ambos intentaron clavar la vista en otra cosa en cuanto le tocó al lemuriano entrenar con Alde.


-Ho dios...¡cómo se mueve! con ese cuerpo tan frágil...¡dioses! ¡cómo se sacúde para esquivar a Alde!..Oh Mu...yo te haré sacudir...pero de placer..-pensaba Shaka, aunque su mirada lo desmentía.


Kanon, por su parte, no se molestaba en demostrar que se caía de ganas por el cuerpecito del Ariano.

Claro, cuerpecito comparado con él que tenía 28 y con el de Alde.


Cuando Mu hubo terminado su entrenamiento, Aioros, muy gentilmente, le pasó su botellita con agua -mineral Villavicencio(?)- la cual fué sorbida muy sexymente por los labios del ariano.

Un hilillo de agua se escapó de la boca del menor y se escapó hasta más abajo de la camisa entreabierta.

Kanon y Shaka -quienes no perdían detalle de nada de lo que sucedía- se relamieron los labios, ansiosos.


Finalmente, y luego de excasas 3 horas y 34 minutos con 48 segundos, Mu fué para su templo, pues tenía mucho que ordenar y Kiki NO estaría allí para ayudarle.

Cada quien volvió a su templo, claro está, pero dos personas no tenían la intencion de pasar la tarde allí.

Kanon estaba en Géminis, esperando la hora apropiada para atacar a su presa.

¿Cómo describir sus ansias de poseerlo?

¿Alguien vió la película Crepúsculo?

Bien, Kanon era un tipo como James, y Mu sería la ovejita Bella.

Claro que los caballeros no fueron a ver la película, pues Shion la encontró muy sosa y al tercer libro de la saga se hartó, pero esa es otra historia.

Continuando con el relato, Kanon se apresuraba para salir de su templo muy silenciosamente y llegar de la misma manera a Aries, pasando por Tauro, en donde se entretuvo media hora charlando con Alde, para no levantar sospechas.

Cuando llegó al Templo de Aries, para terminar con broche de oro, encontró al ariano inclinado en el sofá intentando desabrocharse la camisa.

Muy habilidosamente, Kanon se le acercó por detrás y posó sus manos sobre las de Mu, entrelazandolas y quitando poco a poco los botones.


-¿Te ayudo?-preguntó sexymente en su oído mientras la orejita del pelilila era mordisqueada.


¿Para qué contestar? Ya le estaba ayudando.

Mu, mientras, se mantenía estático.

Imagínate que estás en un viaje de estudio y derepente alguien de tu curso, un compañero, se mete a tu habitación.

Para colmo está re buenote y se te insinúa.

No la dejarás pasar, ¿o sí?


-K-Kanon...-susurró Mu simplemente, aunque a Kanon se le hizo terriblemente sexy.


Los labios -hasta ese entonces eran vírgenes- fueron atrapados por los juguetones de Kanon, quien sabía moverlos con rapidez y extremo ardor.

Vaya que los movía.

La camisa del pelilila mucho no duró en su lugar, ya que directamente Kanon hizo volar todos los botones, para luego la camisa seguir el camino de éstos.

Lo siguiente en caer fué la chomba que Kanon usaba, luego los pantaloncillos de Mu, luego los de Kanon, y finalmente la ropa interior.

Cuando esta ya no estuvo en su lugar, Kanon se abalanzó -literalmente- sobre el pelilila y lo recostó en el sofá -no muy dulcemente que digamos-.

Mu, mientras, se encontraba extasiado de placer: el géminis recorría con sus manos cada rincón del cuerpo del pelilila, le masajeó los glúteos, jugó con su ombligo y su miembro no se quedó atrás.

Kanon lo desgustó, lamió, mordió y chupó a su antojo, mientras los gemidos del menor le indicaban que debía seguir.

Luego de probar su escencia, lo volteó para quedar con su miembro totalmente erguido apuntándole a la entrada.

Se inclinó y luego de pasar la lengua por aquel lugar -obteniendo nuevos gemidos del muchacho- introdujo la cabeza de su miembro, haciendo casi saltar a Mu.

Luego de un tiempo, todo su trozo fué introducido, no muy lentamente que digamos, si no más bien de una estocada, firme.

Unos segundos después de dolor, y Kanon ya se movía en el interior de Mu como un completo experto - y vaya si lo éra-.

En esas situaciones, Mu no podía hacer mucho.

Además de que no podía y no quería...si llegaba a hacer algo, desperdiciaría el excitante momento que estaba pasando.

Y mientras los gemidos resonaban -aparte del chocar de caderas/testículos- y Kanon entraba y salía, un caballero rubio se acercaba al templo de Aries, tan concentrádo en lo que debía decir que olvidó lo que estaba ocurriendo.


-Sha..Shakaaaaa...-gimió Mu en un momento, aunque ni él mismo lo supo, ya que no había visto ingresar al dorado.


Al oír Shaka ese gemido, levantó sus ojazos azules y apuntó a ambas personas.

Se impresionó bastante por la escena pero, conociéndolo a Kanon, no era nada extraño que se haya aparecido por detrás y, luego de seductoras tretas, lo haya inducido a terminar así.

Vamos, si lo sabía por experiencia propia, aunque con Shaka no había podido.

No estaba furioso, al contrario, se había excitado tanto con ese gemido, que su bulto ya se daba a conocer.

Kanon guiñó el ojo al rubio y, a sabiendas de los sentimientos de éste por Mu y de Mu por éste, le hizo una inclinación con la mano, invitándolo a desgustar juntos al carnero -aunque Shaka hubiera preferido hacerlo SOLO-.

Luego de quitarse la toga -cosa no muy difícil-, el ojiazul se puso delante del ariano, quien sentía mucha vergüenza para mirarle a los ojos.

Y sí, ¿cómo harías tú cuando estás manteniendo relaciones sexuales con alguien, para mirar a la persona que amas a los ojos?

No pudo evitar mirarle y soltar un gemido entrecortado debido a que Kanon continuaba y continuaba -y seguro que hasta mañana, no paraba-.

Shaka apegó sus labios contra los de Mu y comenzó a moverlos de forma vertical, horizontal, y le practicó todos los besos que te puedas imaginar, mientras sus manos hacían temblar ese cuerpito de porcelana.

Tomó su miembro y, luego de besarlo, comenzó a masturbarlo con la mano, en rápidos movimientos.

Si Mu estaba excitado, ahora lo estaba más que nunca.

¡Dios!

Aquello era DEMASIADO.

Si aquella sesión no terminaba con él, su maestro lo haría al enterarse lo que hizo.

Shaka supo que Mu se vendría pronto cuando lo vió temblar sin parar, por lo cual comenzó a lamer su miembro.

Cuando la sustancia emergió, la desgustó complacido, mientras miraba como Kanon terminaba dentro de Mu no sin antes soltar un varonil gemido.

Pero ahora el rubio tenía un gran problema.

Ok, no se diga más.


-Shaka...quiero sentirte...a tí, dentro mío...-pidió Mu con una voz que nadie -si digo nadie es NADIE- podía negarse.


-¡Ohh Mu..cielos!...-susurró cuando su miembro estuvo, luego de unos minutos, completamente dentro.


Si preguntaban por Kanon, éste estaba despilfarrado -¿se dice así?- en el sofá, mirando la escena y satisfaciendo sus necesidades.

Shaka comenzó a penetrar a Mu con suavidad, ya que, aunque no era la primera vez de ambos, sabía que dolía...y mucho.

Los gemidos cada vez más audibles de Mu le obligaban a continuar más rápidamente, más...y más...y más...y bueno...


-¡Ohhh Shaka ohhh ahhh!-chilló el pelilila cuando el miembro en su interior alcanzó el punto máximo.


-¡Dioses Mu que estrecho eres aaahhhh!


Bueno, uno no puede pedir decir nada coherente cuando está haciendo eso, o al menos la mayoría de las personas no puede hacerlo.


-Te amo Mu...-susurró Shaka contra su oído, debido a que el no era la mayoría, era especial, como su Mu.


-Yo tam-ahhhbién ahhh te amo Shakaaahh...la-mento que mi ¡ahhh! primera vez no haya sido contigo ¡ohhh!..


Sus labios fueron silenciados por Shaka, quien luego de sujetar su miembro con firmeza para hacerle venirse, se separó y le miro fijamente.


-¿Fué Kanon...?-preguntó con la voz ronca de placer.


Justo en ese momento se vino, causando un jadeó bastante fuerte en Mu, el cual lo dejó agotado.

Apegó su cuerpo al de Shaka, abrazándose ambos, intentando recuperar juntos el aliento perdido.


-Sí...fué Kanon...


Sintió una lengua que lamió su cuello y luego unos besos ardientes, para luego esa voz que lo dejaba sin aire...


-Yo lo mato...


Y así como lo dijo, se puso la toga que él mismo se había quitado y comenzó a perseguir por todo el Templo a Kanon, quien ya se la veía venir.

Así que, si la pareja de uno de tus vecinos se va de viaje, es un sexópata, y tu andas comiendo chicle, mejor andate con cuidado.


Fin
Notas finales:

Ejem.

Lo de que Mu se pasó la lengua por los labios y lo de los perros, si está basado en echos reales, solo que yo me pasé la lengua por los labios y no fué sexy xD

Besos

 

Aw


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