Miro hacia el cielo como el sol se esconde entre las cimas de los cerros, un espasmo y sangre vuelve a brotar de mi boca, duele, pero no tanto como el hecho de que deberé dejarte, un último espasmo y ya no siento nada, ahora solo veo mi cuerpo tirado en el pavimento dentro de un charco de sangre y gente alrededor viendo al culpable de mi muerte, también veo el parabrisas lleno con mi sangre y entre toda la multitud estabas tú, Akira porque tuviste que ver mi cuerpo en esas condiciones, espero que puedas olvidarlo, somos pequeños, se que con el paso del tiempo lo harás, olvídame y por favor no llores por mi…
No diré la palabra adiós
Incluso si no puedo verte ahora…
Una madre desconsolada veía la escena, su pequeño hijo Takanori de tan solo tres años estaba muerto en el frío pavimento, tomo una de sus pequeñas manitos, aun estaban tibias y la beso, un odio hacia si misma la recorrió por completo, porque no había sido mas cuidadosa y había cuidado mejor se hijo, ahora que le diría a su esposo, que le diría a su corazón al momento de darle las buenas noches o al momento de cuidarlo, era tan mala madre, era la peor de todas , como había permitido que algo así sucediera… como.
Un pequeño de cuatro le preguntaba a su madre:
- ¿mamá que le paso a Taka, porque no se mueve?
- Akira cariño vamos a casa ¿si? –le decía la mujer demasiado impactada como para darle explicaciones a su hijo-
- ¿mamá volveré a ver a Taka?
- no cariño, Taka ahora está en el cielo
- en el cielo, pero si solo los abuelitos van al cielo además Taka es más pequeño que yo
- lo se cariño, pero esta vez Taka no quiso esperar y se nos adelanto cielo
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15 años mas tarde…
Akira se encontraba internado en un hospital, estos ya eran sus últimos días después de haber luchado tanto tiempo contra un cáncer, este había terminado por vencerlo, solo le quedaba esperar a que viniera la muerte y se lo llevara.
- mamá
- que pasa cariño
- ¿crees que iré al cielo?
- claro mi amor, tu haz sido un excelente hijo
- ojala pueda ver a Taka, lo extraño mucho, nunca puede encontrar un amigo cono él
Akira sintió sus ojos pesar y se entrego a aquella oscuridad que lo acogía, de pronto sintió como el pasto rozaba su piel, abrió sus ojos y se encontraba en el parque que solía jugar cuando pequeño y una curiosa cara con una sonrisa en su rostro
- Aki hasta que despertaste
- ¿Taka?
- Todo este tiempo me sentí muy solo, que bueno que ahora estas tu –lo abrazo-
¿puede mi deseo concederse?
Deseo el cielo
Solo para volver a verte
- Vine a verte Taka…
Fin.
Mi deseo fue concedido...
volví a la edad en que realmente era feliz.
mi felicidad eras tu... con tan solo cuatro años ya sentía del verdadero amor... del amor que tu solamente podrías brindarme...
Te Amo Taka....
Akira.