He estado buscando a alguien a quien proteger en esta ciudad fría y corrupta donde los sentimientos buenos son cosa del pasado. Ya no hay amor ni amistad, solo se observa la hipocresía.
No hay espacio en este mundo para tanta hipocresía.
La noche de octubre ha caído sobre mí y las luces de la ciudad muestran los enfrentamientos entre las personas; unos roban, otros mienten, y los buenos hipócritas no sufren abuso alguno. Los violadores causan estragos, y las lágrimas de sus victimas solo hacen que su deseo crezca aun más.
Camino mirando al cielo en busca de las estrellas para perder las imágenes de aquellos sucesos, pero, ¡oh sorpresa! no hay estrellas en este cielo, solo contaminación.
A lo lejos, en la parte más apartada y oscura de la ciudad, se divisa una pequeña porción de estrellas muy brillantes y la silueta de una persona que las observa detenidamente.
¿Quién será?, la curiosidad me intriga y no puedo esperar a conocerle.
Lentamente me acerco a aquella persona que mira a las estrellas con un gran anhelo, ¡vaya! es un chico, mas o menos de 1.75 de estatura, delgado, con una piel de tono moreno claro, cabello negro, un poco largo, solo para que el flequillo le cayera un poco sobre los ojos, pero no para una cola de caballo. El chico estaba sentado en el pasto de una pequeña colina, y, conforme me acercaba, podía sentir la tristeza que se refugiaba en él.
No aguante las ganas de hablarle y así lo hice.
- Hola, ¿puedo acompañarte?
En ese momento el chico dirigió su mirada algo sorprendida hacia mí. Sus ojos eran negros, con un hermoso brillo en ellos, en los cuales, pude ver la tristeza que le invadía en esos instantes.
- Si quieres - me respondió el chico algo contrariado.
Hace mucho tiempo que nadie me hablaba, ¿Quién será este sujeto?, ¿Qué es lo que querrá?, lo más extraño, es que su presencia no me incomoda en lo absoluto, se siente tan bien.
Me dispuse a sentarme a su lado. El chico me observó en silencio sin quitarme la mirada de encima ni por un segundo, eso me ponía algo nervioso así que decidí romper con ese incómodo silencio.
- ¿Cómo estas?, ¿Por qué tan solitario?
Y de pronto, de la nada, había salido un chico algo más alto que yo, como de 1.78 de estatura, cabello negro no muy corto, pero tampoco largo, de complexión delgada, tez clara y de ojos negros preocupado por saber cómo estaba, y lo tenía sentado justo a mi lado derecho.
- No es novedad el que este solo.
Fue una respuesta fría, sin sentimiento alguno, una respuesta vacía. Entonces, el chico volvió su vista al cielo.
-¿Por qué dices eso?
- Solo digo la verdad.
Había algo en el chico que me llamaba la atención y no sabía el por qué de mi interés. En ese momento me di cuenta de que no me iba a dar por vencido, no hasta al menos saber algo de él, así que seguí insistiendo.
-¿Y bien?
-¿Y bien que?
El chico comenzaba a ponerse algo tenso, pero eso no haría que me detuviera.
-¿Cómo estas?, ¿Cómo te sientes?
- Estoy bien, gracias, y pues la verdad es que no se como me siento.
- Veo que te gusta mucho observar las estrellas.
- Son lo único en esta ciudad contaminada que conserva su pureza, son lo único que vale la pena observar.
El chico habló con tanta templanza que por un instante creí haberme relajado.
- Creo que tienes razón… y dime, ¿Por qué estas solo?
De repente me di cuenta de que por más indiferente que fuera, el chico no pararía de hacerme preguntas, así que trate de ser lo mas sincero que podía permitirme.
- Porque me gusta observar las estrellas solo.
Sus palabras fueron algo duras pero sinceras.
- Oh…, entonces creo yo no debería estar aquí, lo mejor será que me vaya – le dije y me levante de mi lugar.
En ese instante me sentí como un completo idiota, ¿cada cuanto se me acerca una persona y me pregunta el cómo me siento?, nunca, y ahora que se me presenta esta oportunidad simplemente la estoy desechando. Pude ver que el rostro del chico reflejaba algo de tristeza, eso me hacía sentir muy mal ya que yo fui el causante de ese estado, no podía dejarlo ir, no debía.
- No, quédate… tu presencia me conforta.
El chico sujeto mi mano y me invitó a que tomara asiento nuevamente. Su rostro presentaba el arrepentimiento de lo que había dicho hace unos segundos. Volví a retomar mi lugar y seguí con mi cuestionario.
- Entonces dime, ¿tienes amigos?
- Más de los que te imaginas – dijo el chico con una linda sonrisa, la cual me provoco que me ruborizara un poco.
- Me da gusto, y… ¿tienes a alguien especial?
- Define especial.
- ¿Tienes a alguien que te ame?, o ¿alguien a quien tu ames?
El chico se quedo callado, pude ver que la tristeza regresaba a sus ojos, me sentía mal, pero quería saber si había alguien en su corazón.
- ¿Y bien?, ¿Cómo te sonríe el amor?
- El amor no fue hecho para mí.
- ¿Por qué dices eso?, todos tenemos a alguien quien nos ame o a alguien a quien amar.
- Pues entonces muéstrame a quien me ama por que yo no lo veo llegar – dijo el chico con algo de tono en su voz.
La situación se estaba poniendo tensa, así que decidí que era hora de detenerme con las preguntas y de disculparme con el chico.
- Perdóname, no era mi intención molestarte.
No era mi intención contestarle de esa manera, es solo que los temas referentes al amor no encabezan la lista de mis favoritos, la verdad es que quisiera olvidar ciertas cosas pasadas, pero no por gritarle se borrarían de mi vida, creo que es tiempo de superarlo, además él no tenia malas intenciones, al menos eso es lo que creo.
- Lo lamento, no quise gritarte, es que yo… eso solo que…
- No tienes por que disculparte, fui yo el que tocó el tema. Que tal si solo nos limitamos a observar las estrellas, ¿te parece?
- Claro que sí – dijo el chico con una nueva y linda sonrisa.
- Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?
El chico me miró a los ojos sin soltarme la mirada, fueron unos minutos hasta que por fin se animó a contestar.
- Chris, mi nombre es Chris.
- ¿Solo Chris?
- Sí, simplemente Chris.Chris parece un chico interesante, presiento que oculta más de lo que el puede llegar a imaginar. Algo en mi interior me dice que ya encontré a mi protegido, finalmente, ¿Lo habré logrado?, quiero conocerle mas a fondo, quiero ser parte de él, parte de su vida, pero por ahora solo observaré las estrellas junto a él. Sin embargo, hay algo que me incomoda, la presencia de alguien que nos observa a lo lejos, y la pregunta es ¿Quién será?