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Curiosidad por chibiichigo

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Notas del fanfic:

este es mi primera incursión en el mundo yuri,,, espero que les guste.

NOTA: sufrí un pequeño bloqueo escritural, y luego pensé en escribir yuri xDDDD aparentemente lo superé

Porque no entendía cómo se sentía era que se había visto envuelta en una situación tan imbécil. Se recostó en el sofá, mirando a la chica sentada junto a ella caminar sin mucho ánimo a recoger el control remoto de la televisión.
-Corzha…- dijo la castaña, mientras la veía fijamente. La aludida respondió un tanto descuadrada. Corzha no era su verdadero nombre, como resultaba evidente, pero Nuria no era el nombre que deseaba utilizar. Se sentía uno de esos animales cuando lo pronunciaban.
-Hummm- fue lo único que logró emitir. Estaba totalmente apática y seguía pensando, casi de manera obsesiva si ese deseo que tenía por besar a una mujer sería un capricho o algo más. A últimas fechas ya no sabía que pensar al respecto. Había tenido alguna vez sueños al respecto e incluso le generaba una rara sensación de morbo el hecho de no ser meramente heterosexual.
-No me vengas con “hummm”.- Sharia, su amiga más cercana se encontraba apenas en bóxers y halter a causa del calor del verano. Además de que estaba impaciente por volver a la realidad a la chica de cabello negro que yacía como ostra en el sillón.- Ya dime ¿Qué has pensado?
-Pensado ¿de qué?- contestó a los pocos segundos totalmente aletargada, logrando que la primera rodara los ojos aburrida.
-Pues de qué va a ser mujer- espetó como si se tratara de lo más evidente del mundo. Por supuesto, Corzha sabía a qué se refería. Acababa de comentarle apenas hacía una hora, como quien no quiere la cosa, que tenía una extraña curiosidad por estar con una chica; de besarla por lo menos para comprender un poco su conflictuado mundo interno. Eso había llevado inexorablemente a compartirle la duda de su sexualidad. No quería contestar.- No todos los días te planteas la posibilidad de que tus preferencias sexuales sean distintas a lo que pensaste toda tu vida.
-Ahhh…eso- le sorprendía, y hasta cierto punto descontrolaba, la actitud tan casual e incluso emocionada, que mantenía la castaña, un poco más alta que ella. Sabía que Sharia era abiertamente bisexual; incluso en ocasiones había conocido a sus parejas, pero eso no significaba que le encantara la actitud entusiasta que estaba mostrando en esos momentos. Se quedó en silencio después de su lacónica respuesta, pensando si de verdad lo que deseaba era que su amiga le golpeara la cabeza y le dijera que era una boba por plantearse esa situación… Tal vez hubiera sido mejor así, pero sabía que la apertura sexual de su confidente no le hubiese permitido esa opción.
-¿Cómo que “ahh, eso”? Por lo menos esperaba una respuesta más concreta por tu parte, amiga- comentó hastiada, acercándose al sofá y dejando caer un cojín que dio de lleno en su cara. Poco después, notó cómo Sharia intentaba arremeter de nuevo; así que se movió un poco, esquivando el siguiente ataque de cojines y almohadas.
Devolvió unos cuantos, esperando que el juego distrajera un poco a su amiga de la incómoda pregunta que acababa de efectuar. Ante el comentario que había lanzado la castaña minutos antes, la de cabello negro no sabía siquiera que decir. Estaba consciente de que ese momento era “importante”, pero no sabía exactamente si habría de sentirse feliz o abrumada. Vamos, no tenía la menor idea de cómo completar sus ideas. Pero pronto el juego se detuvo, y su amiga volvió a clavar los ojos en ella; indudablemente esperando una respuesta por lo menos decente.
-Pues, no es la gran cosa- mintió mientras desviaba la mirada hasta llegar a su pecho; se sintió un poco ofuscada por su tamaño. Eran relativamente pequeños, y su tamaño parecía verse disminuido en comparación con los senos de su amiga que; eran grandes entre la media. Eso la llevó automáticamente a considerar sus vestimentas en ese momento; también ella se encontraba en unos bóxers cortos y halter.
Suspiró mientras se abanicaba un poco con la mano; el sopor que sentía era extenuante. Estaban a más de treinta grados y el aire acondicionado en el apartamento de la castaña estaba en reparaciones debido a una fuga de gas metano. Maldijo un momento a todo aquel que se hubiera visto envuelto en las reparaciones de ese viejo edificio, mientras se movía el cabello y escuchaba un bufido rendido a su lado.
-Bueno, según yo es un poco más que “no la gran cosa”; pero en fin.- encendió la televisión, con lo que Corzha exhaló aliviada. Se relajó y se volvió a desparramar en el sillón junto a su amiga. Ni siquiera reparaba en lo que estaba puesto en el televisor en ese momento; sólo sabía que se trataban de uno de esos programas de dibujos animados para adultos que no paran de decir obscenidades. Nada a lo que valiera la pena poner atención.
-Y ¿has pensado en alguna manera para saber si eres bisexual?- volvió a interrumpir su amiga, ahora más que curiosa; comprensiva y consternada. Aprovechó que estaba mirando al frente para fingir interés en el programa; que ni siquiera comprendía; lo único que deseaba era que las preguntas dejaran de ser enfocadas a eso y se dirigiesen a otro tema.
Sabía que eso no ocurriría.
La mano de Sharia sacudió su hombro, haciendo que volteara y quedara frente a una mirada de cordero que no pudo resistir –Y bien…
-Bien ¿Qué?- exclamó un poco más molesta mientras le sacaba la lengua. Estaba llegando a un punto donde su paciencia se veía medida y, eso no era muy sano.- No es nada importante, así que no te estreses por eso. Sólo quiero dejar de hablar del maldito tema; porque si te conté fue sólo porque quería sacarlo de mi sistema. En ningún momento pedí que me interrogaras como si yo hubiera sido la causante del calentamiento global- abrazó un cojín y volvió la vista al frente de nuevo. Sintió cómo Sharia se giraba también para ver el dichoso aparato.
“Bien, discusión zanjada” pensó mientras inhalaba profundo. La verdad era que tampoco quería expresarle en ese momento que, como bien había dicho; quería comprobar su teoría besando a alguien. Si sentía algo, sabría que era bisexual y si no sentía nada se lo achacaría a un capricho simplemente. Claro, eso era sólo la teoría.
-¿Quieres que te bese?- preguntó la castaña como si hubiera estado leyendo su mente. Entonces fue cuando se dio cuenta de que se le había quedado mirando. Se sonrojó ligeramente. Había pensado en besar a una chica pero no sabía si besar a su incondicional amiga fuera la mejor de las opciones. La emisora de esa pregunta soltó una carcajada- No te pongas así, que no te estoy pidiendo sexo.
Solamente se necesitaba “ese” comentario para tener la cereza del pastel. Si Corzha estaba avergonzada, podía lograr asemejar una manzana en ese instante. Nunca había pensado que el retorcido sentido del humor de su amiga la pudiera hacer sentir tan abochornada. Le dio un pequeño golpe en el hombre para alejarla; con lo que sólo consiguió una risa más estridente.
-Ahhh… Eres una maldita odiosa. Por supuesto que no quiero… Veré el programa- intentó fingir naturalidad y enfocarse en las imágenes que brotaban de la televisión como si fueran pasajes de su propia vida; evidentemente sin verlos.
-Están en comerciales boba…pero si te molestó lo que dije procuraré quedarme callada.- dijo con seriedad. Sintió una punzada de dolor apoderarse de ella. De todos los defectos que tenía en el mundo, su buen corazón y su incapacidad de negarle algo a la chica que se encontraba sentada junto a ella eran los más notorios y en los que más problemas la metían. La abrazó, igual que siempre que intentaba expresar que no estaba molesta.
Se quedaron en esa posición unos momentos, con la de cabello negro pensando incansablemente en si sería conveniente pedirle a Sharia que la besara. Finalmente, era su amiga y no haría gran alharaca al respecto. Era lo mejor que podía hacer y… un extraño pálpito en el pecho le pedía casi a gritos que lo hiciera.
Miró de reojo la boca que le había sido ofrecida y, no pudo evitar desviar la mirada. Se sentía mal por intentar besar a quien era su confidente y amiga. Se alejó un poco; creía que si seguía junto a ella lo más probable sería que terminara haciendo algo de lo que podía arrepentirse.
Tenía toda una serie de pensamientos insanos apoderándose de su mente mientras que su amiga miraba interesada el programa que estaban viendo. Tal vez fuera mejor alejarse y marcharse de ahí. Buscó con la mirada su ropa, que estaba tirada por toda la estancia. Iba a acercarse para recogerla cuando la cálida mano de Sharia se posó en su entrepierna y se acercó a ella lentamente, haciendo que se volviera a recargar en el respaldo.
Sus labios rozaron discretamente, mientras que la lengua de la más alta comenzaba a penetrar su cavidad bucal. Corzha no pudo resistirse. Siguió el rumbo del beso, atrayendo inconscientemente a su amiga; que a los pocos momentos se subió en sus piernas para dar más intensidad a la actividad. Se sentía en el cielo, verdaderamente deleitada con cada pequeño roce y con cada caricia. Comenzó a recorrer la piel tostada de Sharia, levantando discretamente el pequeño halter y acariciando su espalda. No sabía porqué se sentía tan excitada en ese momento. Nunca, con ningún hombre se había sentido así.
Sintió cómo las hábiles manos de su amiga comenzaban a masajear sus senos y, le encantó. Quería continuar con esa muestra de afecto eternamente; era verdaderamente deleitable estar así. Se atrevió a colocar las yemas de sus dedos sobre la punta del busto de su instructora. Ésta se dejó hacer y con ello, la intensidad del beso subió. Ambas jadeaban entre besos, tan pasionales como no podían más.
Y pronto se separaron. Corzha intentó recuperar el aliento mientras que Sharia se bajaba de entre sus piernas y volvía a tomar su asiento en el sillón. Ninguna habló.
Pasados unos minutos, y con la respiración recompuesta, la de cabello oscuro miró cómo su amiga la veía; buscando evidentemente una respuesta. Sonrió; no se la daría si ella no preguntaba primero.
-Y…- instó la más alta.
-Y ¿Qué?- volvió a decir apática. Por supuesto que tenía una respuesta y se la haría saber.
-¿Te gustó o beso pésimo?- dijo infantil- ¿O por lo menos contestaste tu pregunta existencial?
-Pues, me gustó- dijo casual, mientras se miraba las uñas moradas- aunque besas PÉ-SI-MO- dijo con una sonrisa que evidenciaba lo contrario. Luego, sacó la lengua y agregó- Y, si solucioné la pregunta no te lo diré si no me vuelves a besar.
Sharia simplemente le lanzó una mirada de divertido reproche mientras Corzha soltaba una carcajada… y volvió a besarla.
Notas finales:

Bueno, es algo muy sencillo pero espero les haya gustado. Por favor dejenme sus comentarios para poder mejorar en esto o de plano dejar de hacerlos y bajar un documento aberrante de la página.

Por favor favor opinen


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