Cada minuto de mi vida desearía ser una persona totalmente contraria a la que soy.
A veces me pregunto que hubiera psado si yo no fuera tan yo, aunque tampoco puedo afirmar que yo sea yo mismo.
A veces quiero explotar, reventar...lo deseo...deseo perder el control de mi mismo, de mis emociones. Quiero poder soltar un mar de lágrimas de pura pena o de plena alegría. Quiero gritar de desesperacion y quiero reir sin parar por alguna gracia estúpida y sin sentido. Quisiera poder dedicar a cualquiera de mis pocos y selectos seres queridos una sonrisa ancha, limpia...tan clara como la luna...una sonrisa que expresara todo cuanto siento al igual que quisiera que mis ojos lo hicieran.
Yo también quiero que mi rostro hable de mi interior...yo...yo también quiero. Yo también quiero ser débil...y lo peor de todo no es que sea de piedra...
Es que no lo sea.
Yo también siento dolor cuando veo el padecimiento ajeno y propio, yo también siento euforia y satisfacción.
Mi interior también se plaga de remolinos incomprensibles de sensaciones externas...mi corazón late lleno de vida igual que el de cualquier otro ser humano...yo tambien sufro ¡Por todos los santos!
Siento pena, alegría, tristeza, indignidad, soledad...oh...si...sobretodo soledad...que duele tanto...tanto que...a veces me moriría...
Mi interior es exactamente igual que el tuyo, igual que el de todos los seres humanos...
La diferencia es que...mientras tú lloras, yo me mantengo serio...mientras tú ríes, yo me mantengo serio...y mientras tú demuestras tu amor de una manera tan valiente que me sorprende, yo me mantengo serio...
Y, a veces, entiendo que cuesta comprender, es natural que pienses que no tengo la capacidad de amarte...
Pero lo hago.
Y con todo mi corazón.
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Casi siempre, la impotencia y el resentimiento acumulado de tiempo atrás acaba por explotar en algo mucho peor que un simple enfado. Cuando no puedes más, tu mente se satura y tu cuerpo deja de responderte...entonces es cuando dejas de comportarte racionalmente y comienzas a actuar como un enérgumeno. La respiración se agita y el corazon comienza a bombear la sangre con una rapidez pasmosa.
El cuerpo pierde el control y al aumento de la velocidad respiratoria le siguen los temblores provocados por la inestabilidad nerviosa y emocional del momento.
Tu mente deja de trabajar en lo que podría considerarse racional, ético, moral...el buen comportamiento, los intentos frustrados de empatía, las buenas formas, la educación...todo es tirado por la borda en menos de una hora escasa...
Y eso es precisamente lo que le pasaba en ese momento al grandioso Milo de Escorpio.
-¡¡No puedo soportarlo más!!- simplemente grito, mientras sentia una furia casi animal apoderarse de todo su ser en medio del inminente, practicamente ya presente, ataque de nervios que amenazaba con la integridad física de todos los objetos de la austera habitacion.
Y tal y como Camus, situado en frente suya, en el otro extremo de la habitacion predecia, Milo arremetio contra la mesa de madera, derrivando con ella libros, jarrones y algun que otro solitario papel.
Y tal como Milo predecia, Camus se quedo serio.
-¡¡Por el amor de Dios!! ¡¡Haz algo maldita sea!! ¡¡No lo aguanto!! ¡¿Me oyes?! ¡¡No lo aguanto!!- y ahora el turno fue de la estanteria, que cayo con un estruendoso golpe,
Y Camus quiso hacer algo, pero como Camus era Camus, simplemente se quedo serio.
Y por mas que queria parar los pies del hombre al que amaba con toda su alma, por mas que queria abrazarlo y demostrarle que tambien era un ser humano, no pudo hacerlo.
Porque Camus era Camus, y simplemente se quedo serio.
Milo vociferaba maldiciones inteligibles, maldiciones dirigidas a el...a la unica persona que amaba y que amaria...pero Milo era Milo, y no podia evitar perder el control.
Y por mas que habia intentado comprender, y ¡Maldita sea!, aun lo intentaba, que Camus era Camus...
Y por mas que habia aceptado que Camus era igual a gelido y gelido igual a Camus...
Y por mas que habia decidido amarle fuera como fuera a pesar de su extrema frialdad y su falta de emociones...
Milo era Milo, y los sentimientos de frustracion e impotencia reprimidos durante semanas siempre terminaban explotando en lo mismo, en un maldito ataque de nervios.
Y el otro, impasible, lloraba por dentro porque, por mas que deseara explotar al igual que Milo, no podia...
Simplemente y por alguna maldita fuerza divina o lo que quiera Dios fuera, no podia...
Por que su cuerpo nunca jamas respondia a lo que sentia por dentro.
Y como Camus no podia evitar ser Camus, simplemente se quedo serio.
Observando la misma escena que se repetia cada cierto tiempo...a el impasible como el hielo puro, y al pobre Milo desesperado en medio de un maldito ataque de nervios.
Y Camus se sintio patetico por no poder hacer nada.
Y Milo se sintio patetivo por no poder hacer nada.
-¡¡Dios!! ¡¡¿Por que no haces nada?!! ¡¡¿Por que ni siquiera cambias la cara?!! ¡¡Maldita sea!! ¡¡Eres desesperante!! ¡¡Gritame!! ¡¡Golpeame!! ¡¡Asustate al menos!! ¡¡Estoy harto!!-
Y continuo con la destruccion masiva de la habitacion, que tantos ataques parecidos habia sufrido, la pobre.
Y Camus sintio como su interior se desgarraba por dentro, como todas las veces que ocurria la escena que se mostraba ante sus ojos...pero...no hizo nada...
Por que Camus era Camus, y simplemente se quedo serio...y dijo lo unico que siempre decia...
-No lo hago aposta-
La respiracion de Milo se regularizo un tanto...la destruccion paro...los temblores cedieron un poco...su cara paso de la ira al arrepentimiento...del arrepentimiento a la pena...de la pena a la frustracion...de la frustracion casi al llanto...pero no llego a llorar.
-Lo se- y se incorporo - Es solo que...tan solo, a veces, es tan doloroso, Camus...tan solo, a veces...a veces no puedo soportarlo mas...-
Mucho mas tranquilo, mas deprimido sin embargo.
Y se acerco despacio hacia Camus...aun serio...como siempre...
-Perdoname...soy demasiado impulsivo-
Y aun temblando por el anterior maldito ataque de nervios, abrazo a la unica persona que amaba y que amaria...
Y Camus se quedo serio...
Y con un esfuerzo heroico, casi sobrehumano, alzo sus brazos y correspondio debilmente aquel abrazo cargado de emociones...
Movimiento lento, robotico, casi de automata...pero movimiento al fin y al cabo...expresando lo poco que podia sus sentimientos.
Y entonces Milo recordo porque amaba a Camus.
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