Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Vida Eres Tu por Zuka_Miko

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

espero me den sus amables criticas y las no tan amables tambien. y tomates para darle de comer a sasuke XD

dedicada a quien tiene mi corazon.

Notas del capitulo:

espero me den sus amables criticas y las no tan amables tambien. y tomates para darle de comer a sasuke XD

dedicada a quien tiene mi corazon.

<< Mirando a través de la ventana, Me he encontrado con la luna, Y sin poder reprimirlo, me he preguntado constantemente Si tú estarás viéndola también…aunque de algún modo, dudo mucho que puedas verla como yo ahora mismo…

De algún nodo, no pude detener el nudo en mi garganta, presionando constantemente haciéndome intentar ahogar el resto de mi aliento en un triste y lastimero susurro… y porque no decirlo también un deje de desesperación por todo lo que mi mente aun no ha alcanzado a recopilar en estos escasos minutos… cada segundo aun mas largo que el anterior como si solo en esos instantes el mundo se hubiese detenido  dejando que la luna se filtrara por mi ventana, deseando con un aire de melancolía, que se pudiera retornar el tiempo ha el momento en que me abrazaste de aquella manera y en el que me aferre a ti como si mi vida dependiese de ese único y exacto momento, como si fueses mi salvavidas dentro de el océano oscuro en el que se había envuelto mi triste y monótona existencia…

 

Una sonrisa se formo en mis labios… una apenas perceptible, una que por primera vez en años de mi fría existencia por fin mostraba que tenía un gramo de humanidad, aun incluso después de lo que hice, de todo lo que pude lastimarte y de todo lo que pude llegar a desear alejarte de mi,  maldito fuera mi corazón en esos momentos, que cuando mas decidido a irme estaba esperando que encontraras algo mejor que yo, aferraba mis pies al suelo evitando que pudiera marcharme por fin cuando tu tomabas mi mano suavemente y me mirabas de manera suplicante en el silencio. Tu maldito silencio, y el mío , mas maldito aun que el tuyo, porque aunque no lo pareciera, solo el hecho de el rose de tus dedos en mi mano hacia que mi corazón se volcara en miles de sensaciones y sentimientos que al final, me impedían dejarte libre de mi de una vez por todas… en ese momento deseaba estrecharte entre mis brazos y cerrar todo en el abrazo para que no pudieras salir, aun si era yo mismo quien te intentaba sacar por tu propio bien aunque eso implicara arrancarme el maldito corazón….

 

Puedo sentir el frio cristal en la punta de mis dedos, mientras lo recorro lentamente sin quitar la vista de aquel astro brillante, como buscando una respuesta, una pregunta, un deseo, o simplemente una razón para que siga sin poder dejar de pensar en ti ni un solo momento… la sonrisa de mis labios ha sido fugas, y ahora que lo analizo tu y yo simplemente somos así… como el sol y la luna, tan diferentes, tan distantes, tan iguales al mismo tiempo y  con la misma ley que nos une, la gravedad, aun cuando miles de kilómetros puedan separarnos, aun sigo brillando aunque sea de manera tenue, con el reflejo de tu luz… imitando simplemente lo que en realidad aunque quiera apropiármelo, originalmente pertenece a ti.

 

¿Que miserable es la vida humana no? Siempre desee decir muchas cosas, siempre desee susurrarte al oído tantas cosas, miles de las que nunca antes había sabido que existían,  tantas que despertaste en mi y muchas mas que sentí cuando mis brazos perdieron el calor de tu cuerpo entre ellos, siempre creí que aunque me dejaras o  terminara ahuyentándote de mi vida, al final aprendería a estar sin ti y finalmente terminarías como un muy dulce y placentero recuerdo.

Se bien que amarte a ti, nunca fue lo mejor que pude conseguir, ¿Por qué?, supongo que por miles de razones, algunas que se y otras tantas que ignoro, entre ellas el que aun sabiendo que yo seria quien mas te dañaría al final, porque todos repetían mil y un veces que ser libre era mejor que tenerte a mi lado ya que jamás entendería lo que realmente significaba eso, porque no sabia controlar el temor de que alguien completamente ajeno a lo que había sido mi vida, entrara de un momento a otro, destrozara todo lo que creía saber, y se metiera en un espacio de mi alma que ni siquiera sabia que poseía, porque a cada paso que dabas, yo daba cuatro mas hacia atrás intentando controlar lo que estaba sucediendo en ese momento, se que por eso, y únicamente con eso, ya era un completo bastardo sin contar claro con todo el resto de sucesos y cosas que te hice, y aun así me seguías mirando en silencio. ¿Por que?,   simplemente porque no sabia que era el amor, porque no quería conocerlo, porque no quería intentarlo. Algo que dolía tanto no tenia porque saberlo, ¿para que? ¿Por qué tenia que exponerme a algo que a tantos les destrozaba cada instante de sus ya patéticas y miserables vidas haciéndolas mas tristes grises y absurdas de lo que ya eran?...

no sabes cuanto te maldije, no lo sabes… no sabes cuando maldije tu maldita insistencia de quedarte por mas daño que te hiciera, incluso llegue a creer abiertamente que disfrutabas del sufrimiento que te causaba, de tanto dolor que era imposible que sanara, y aun así tendías tu mano hacia mi rostro abrazándome y pegando tu frente con la mía cerrando los ojos repitiéndome que hiciera lo que hiciera, dijera lo que dijera, siempre me amarías, incluso si yo no te amaba, incluso si yo era feliz con alguien mas, y que jamás me dejarías por mas daño que intentara hacerte, incluso si estaba lejos siempre estarías ahí… y créeme que realmente solo dios sabe con cuantos deseos y decisión intente alejarte de mi.

 

Que irónica puede ser la vida, siendo que aun ahora hace unos instantes pensaba que era mejor estar lejos, fui yo mismo quien te perseguía y te acosaba constantemente pidiéndote que me dejaras estar a tu lado y diciendo las mismas palabras que ahora me duele tanto escuchar de ti... y no lo puedo evitar, sin poder reprimirlo, una nueva sonrisa se ha asomado entre la mascara al recordar aquello.

Sin duda es algo que nunca olvidare, el primer momento en que te vi, realmente tenias algo que hizo que una vez que mis ojos se cruzaron con los tuyos no pudieron dejar de mirarlos de nuevo, parecías distante, y aun cuando mostrabas una sonrisa cordial a todos, siempre los mantenías alejados, tan diferentes y tan iguales, yo me refugiaba en mi mascara de indiferencia sin sonreír a no ser que el sarcasmo estuviera de por medio y sin embargo tu te aproximaste a mi un momento saludándome, y un momento después era yo quien te seguía intentando saber que era lo que ocultaban esos ojos, aquel reflejo en su interior… aquella… tristeza… o al menos eso creía yo.

Nunca me agrado del todo la gente, muy pocas personas son capases de leer entre líneas, muy pocas son capases de ver mas allá, muy pocas son capases de notar la diferencia entre una mascara y la realidad, y graciosamente tu eras una de ellas… nunca fui participe de la hipocresía, aun sabiendo que el mundo me odiaba por ello, siempre hablaba directamente y sin rodeos ni adornos, muchas veces sin tacto o sin intentar ablandar las cosas como era costumbre de mis “amigos”, cosa que sin lugar a dudas, despreciaban completamente de mi, y si a ello le añadimos el sarcasmo que siempre me acompañaba, resultaba increíble que alguien desease estar cerca mío, a no ser claro, que pudieran tomar algo productivo de mi. Solo tu parecías destacar entre el mundo de gente que me rodeaba, la única persona real en mi solitario mundo…

Desde ese momento, me aferre con mi maldito orgullo y necedad de tener lo que deseaba siempre, a convertirme a cualquier costo en tu amigo… y no imagina nadie cuanto me esforcé, quizá ni tu mismo lo sabes.

Pusiste tantas trampas en mi camino hacia ti, maquinaste tantas formas de herirme que cualquiera hubiera desistido en el primer tropiezo que tuve, pero mi maldita necedad me impedía rendirme, algo realmente estúpido debo decir, ya que buscaba entrar en lo mas profundo de tu alma, sin siquiera abrir o dejar una brecha en mi mascara para que tu pudieras entrar en mi también, era egoísta, y de algún modo autoritario intentar algo así, pero no podía dejarte, simplemente, estaba atado a la idea de tenerte a cualquier precio, sin importar cuan certeras fueran tus estocadas para herirme, sin importar cuantas cosas hiciste, que seria mentirte ocultar que aun ahora muchas de aquellas heridas siguen abiertas y son las causantes de muchas de mis inseguridades. Muchas veces, estuve a punto de perderte, y cuando sentía todo perdido, cuando sabia dentro de mi que hiciera lo que hiciera fallaría al retenerte a mi lado y que me permitieras estar ahí contigo, cuando mas desesperado me sentía, recurría incluso a suplicar que no te fueras, a incluso,  venderte mi alma a cambio de traerte de vuelta, y aun cuando siempre  parecía ser el final, no se si por la infinita piedad que parecías mostrar o si era simplemente por la lastima que llegaba a causarte, siempre regresabas, siempre te quedabas cuando ya no podía ponerme de pie y mi aliento se terminaba impidiéndome poder suplicarte aun mas… en ese momento, fue cuando comencé a darme cuenta, de cuan peligrosa era tu presencia para mi, había conseguido por fin, lo que tanto deseaba, lo que tanto anhelaba después de tanto trabajo y por lo que rezaba a un ser mayor en secreto… ver de tus labios salir aquellas palabras, el verte decir, que era una persona importante para ti, que era tu mejor amigo, tu único amigo real… en ese momento, mi corazón parecía haber crecido de golpe en mi peco y no paraba de latir, ese fue un principio que después de mucho tiempo, o quizá no es suficiente, propició que se desencadenaran miles de cosas en las que al final seguías ahí… siempre ahí, conmigo.

 

Mi aliento se refleja claramente empañando suavemente la ventana al sentir el frio cristal en mi piel, algo que en mi estado, no creí que fuera posible, pero aun así aun sucede. Mis dedos siguen limpia y lentamente el camino que del otro lado del vidrio recorren las gotas de agua de la reciente lluvia, orillándome aun mas a seguir en mis pensamientos y mis recuerdos, es increíble como un segundo puede pasar tan lento cuando se esta en el mundo interno de nuestras mentes, donde cada recuerdo es tan claro como si se estuviese viendo de nuevo frente a uno.

 

Sin saber como, y creo que solo tu sabes esa respuesta, nos convertimos en confidentes, sabias todo de mi, cada parte, cada minúsculo grano que conformaba mi existencia, mis temores, mis sueños, mis deseos, mis amores y desamores, y quiero pensar que, aunque estaba seguro de que no conocía todo de ti, tu confiabas en mi, simplemente tu lograbas sacarme, aun a costa de mi voluntad o de mi propia conciencia todo lo que tenia en la cabeza cuando menos me lo esperaba, simplemente siempre parecías lograr que hablara de mas aun siendo cosas que no pretendía decirle a nadie, y en esos momentos me di cuenta de que contigo, con esos ojos sobre mi, el bloque de hielo que me rodeaba y la mascara que poseía simplemente no existían en tu presencia, era como si todas mis defensas se desintegraran con solo tenerte frente a mi. Incluso cuando  yo estúpidamente creía que mi corazón le pertenecía a alguien mas y yo se lo entregaba en bandeja de plata sin darme cuenta como era mi costumbre, que eso no duraría mucho y terminarían abandonándome pronto, y debo confesar que dentro de todo, yo siempre tenia la sospecha de que pasaría, sin importar cuanto me esforzara, nadie veía nada en mi, simplemente no era nada, simplemente no tenia nada de valor para los demás, únicamente tu parecías estar ahí siempre para mi, sentía un infierno cada día destrozándome internamente cuando esa persona se iba, mientras me retorcía entre la mueca de desesperación y de dolor al pensar que al día siguiente me diría que todo había terminado, me torturaba constantemente y sin descanso explotando todo lo que era capas de hacer, intentando ser perfecto para que esa persona no tuviera ninguna razón de irse, y con cada intento de ello sentía como se destrozaba una parte de mi en mi constante intento de ser fallidamente perfecto, seguramente no habría podido sobrevivir, si tus brazos no hubieran estado ahí para mi, si tu hombro no hubiese estado ahí para ocultar mi rostro cuando la mascara se agrietaba y se rompía bajo mis lagrimas inexistentes para el resto del mundo que seguía viéndome como un ser completamente frio y sin, al parecer, sentimiento alguno.

Solo tú lograbas descifrar sin indicio alguno que estaba destrozándome por dentro lentamente, solo tu estabas ahí…

Finalmente, nuevamente mi deseo enfermo de perfección, terminaba dejándome solo de nuevo, me habían abandonado nuevamente, y yo, sin poder contener el aliento, me jure a mi mismo y te jure, no volver a ser tan estúpido para volver a intentarlo, simplemente no valía la pena, yo no estaba hecho para conocer aquello que todos llamaban “Amor” y sabia que estaba destinado a fracasar de nuevo una y otra vez. Aun no entiendo como es que alguien que me rehuía tanto ahora era capas de reparar mi corazón hecho mil trizas… solo y únicamente con tu presencia parecía todo mejorar, el sol brillaba para la luna que se ocultaba tras las nubes de tormenta, pidiéndome que siguiera, aun cuando cayera, alguien estaría ahí para mi en algún lugar, solo tenia que encontrar a la persona que era “solo para mi”. Algo que salía de tus labios tan sencillo, y que para mi era prácticamente inexistente, pero aun así regresabas la esperanza a mi y volvía a intentarlo, aun cuando, bendita sea mi estupidez, en mi afán de no estar solo, me enredaba con quien fuera, repitiendo mi constante y rutinario tormento cada noche, apretando mi corazón sintiendo que no era lo suficientemente bueno para que permanecieran a mi lado, entregando todo y aun mas de lo que poseía, y finalmente, siendo abandonado nuevamente, escuchando las voces de todos aquellos que decían que lo que hacia y quien era, era suficiente, negándome a creer que era merecedor de tener a alguien cerca, repitiéndome constante he infinitamente, que no merecía amar, que nunca sabría que era eso realmente, sintiéndome llorar nuevamente una y otra en tus brazos temblando ante el hecho de que simplemente, era un objeto del que podían prescindir en cualquier momento desechándolo, ante el hecho de que era simplemente, un muñeco… un muñeco roto con el que nadie deseaba jugar.

Una leve risa se apodero de mí desde lo más profundo al recordar tus palabras ante aquella afirmación mía, no una risa sarcástica ni irónica, una risa llena de paz al escuchar de nuevo en mis oídos tus palabras tan claras como el agua… “simplemente hay que pegar los trozos rotos, y cambiar los que faltan por un material mas resistente”… recuerdo que en ese momento, un golpe en mi pecho me hizo perder el aliento, te repetía una y mil veces que no era posible apartándome de ti que eso no era posible, mas que intentando convencerte a ti, intentando convencerme a mi mismo, aun así te seguías acercando negándote a dejarme en aquel estado en el que me encontraba y tomándome de nuevo entre tus brazos, ocultando mi rostro en tu pecho, susurraste en mi oído aquellas palabras, “ yo pegare cada trozo y cambiare los que falten por otros nuevos” mi corazón se detuvo justo en ese instante, y de un momento a otro la paz regresaba de manera irreal a mi, mientras prometías que estarías ahí siempre, en ese momento mi mente gritaba constantemente, que eras un peligro aun mas grande para mi de lo que antes podía imaginar, pero por alguna razón, ignore aquella voz que venia dentro de mi, aferrándome a ti como si al soltarte mi vida acabara y susurre bajo a penas para que pudieras escucharlo “tu muñeco”, te negaste cuanto pudiese a ello, pero solo así podría seguir viviendo, solo si me convertía en tu muñeco podía volver a intentarlo, y aun muy a pesar tuyo, tomaste aquel muñeco roto y remendado que era en ese momento, compartiendo sonrisas contigo de nuevo, declarando ante todos clara y abiertamente, que, aun cuando muriera en ello, tu palabra era todo para mi, y si tu me pedias algo, aun cuando fuese completamente irracional o incluso si pareciera sin sentido, yo lo cumpliría sin replicar y sin preguntar ni cuestionar razones, solo tu me protegías así, solo tu tenias interés en un juguete roto como yo reparándolo, y por ello mismo, solo tu tenias derecho a destrozarme,  prometiéndote no rendirme y buscando de nuevo, hasta que de nuevo, volví a caer en lo mismo con alguien que parecía tener y no tener interés en mi, parecía dirigirse al mismo camino todo aquello cuando de la nada, apareció alguien que hacia llamarse “tu dueño” y tu parecías no negarte a ello aun cuando era clara una mueca de desagrado en tu rostro hacia esa persona, pese a ello, me repetía que no era asunto mío y continuaba en mi muy torturante relación, y pese a que aquella persona era importante para mi, no podía dejar de mirarte sobre su hombro cuando te abrazaba y ello me hacia sentir miserable, aun mas de lo que me sentía en anteriores ocasiones, porque, además de ser insuficiente mi esfuerzo y de ser indigno, internamente me posicionaba en deseos de no dejar que nadie se acercara a ti, como si yo fuese tu dueño, me hacia sentir, estúpido, traidor, injusto… pero aun así, no podía evitarlo, y sinceramente, no quería evitarlo.

 

Suspire muy bajo, apenas perceptible, limpiando con mi otra mano, el leve hilo de sangre que recorría mi frente, Recordando de que manera tan absurda había conseguido lo que, mas adelante seria mi completa felicidad, y mi completa y total perdición, cavando así, la tumba de ambos son saberlo, todo por un impulso. Ridículo quizá, pero fui incapaz de contenerme mucho mas cuando le vi tomándote por la cintura acercándote mas a su cuerpo alegando que solamente le pertenecías pesara a quien le pesara… groso error, no pude resistirlo mas, no se si fue orgullo, si fue terquedad, o el simple hecho de sentir que podían realmente alejarte de mi lo me impulso a tomar tu mano apartándote de aquel ser que de un momento a otro se hizo poseedor de todo mi odio, te abrace como nunca antes, furioso, lleno de ira, lleno de temor y de frustración contenida, gritando, para sorpresa de todos, que eras únicamente de mi pertenencia, y que no permitiría que nadie tocara a mi amante… la única persona que parecía no tener reacción eras tu, y en cuanto se despejo el asunto, te solté disculpándome la estupidez que había cometido al declarar que me pertenecías sin tu consentimiento, sin siquiera limitarme a pedirte una opinión, tu sonrisa fue todo lo que hubo como respuesta para mi, esa sonrisa, que me provocaba que el corazón se volcara en una sensación completamente extraña y desconocida, algo que sabia que había sentido antes, pero no así, no con aquella intensidad.

Aun con todo, no podía creer que mi confesión hubiese salido de manera tan sorpresiva e impulsiva en un ataque de celos, no era precisamente lo que yo habría planeado como la declaración mas romántica del mundo, pero a ti, aun así parecía serte demasiado hilarante y a la vez la forma mas sincera que pudo salirme a diferencia de que si lo hubiese planeado…

“Las mejores cosas, salen de manera inesperada” y supongo que como siempre, tenias razón.

Te evite unas cuantas veces al no saber realmente que decir o hacer cuando estuviera frente a ti, gracias a tu hermano, que divertido con mi revoltura mental  y divertido como siempre en mi cabezonería, me impulso a pensar realmente, porque había hecho todo… y termine preguntándomelo miles de veces… ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Tan claro que casi me mordía y tan borroso que casi chocaba de frente con la realidad… finalmente me decidí, me acerque a ti, y finalmente, todo tenia un porque, estaba enamorado de ti… de entre todas las clases de afecto existentes, nunca creí seriamente, que podría llegar a sentir esto por ti, no de esta forma, no en ese sentido… sorpresa para mi fue el saber que correspondías todos y cada uno de mis sentimientos, no tenia la necesidad de cambiar, no tenia aquella desesperación por ser perfecto, no tenia la ansiedad de destrozarme buscando hacer cosas casi imposibles, no tenia la necesidad de ser alguien que no era por ti, no porque no deseara ser mejor, sino porque me impulsabas a ser aun mejor, sin la necesidad sacrificar mi vida y mi propio espíritu en ello, me amabas por lo que era, por cada defecto y por cada virtud, y yo te ame desesperadamente por todo lo que eras, porque eras parte de mi y una felicidad extraña, diferente a todas las que había conocido antes se apodero de mi… finalmente lo entendí, eso era ser realmente feliz, no una mascara, no un muro, no una pretensión, era real, y ahora era capas de sentirlo gracias a ti…

En ese momento tome tu mano y decidí caminar junto a ti, mirar hacia delante planeando y anhelando un futuro donde solo tu estabas grabándote permanentemente aun cuando todo cambiara, jurándome internamente a no dejarte escapar entregándote mi corazón y mi alma, porque sabia que sin ti, moriría…

Maldita fue mi traición a mi mismo, la voz en mi cabeza grito nuevamente cuando tome tu mano, tan fuerte, tan profundo, tan desgarradoramente, tan suplicante, incapaz de ser ignorada esta vez… habías llegado a un lugar que nadie había llegado nunca antes, habías tocado aquella fibra en mi ser que, me hizo temblar, habías llegado demasiado lejos, y yo lo había permitido sin resistirme hasta ese momento, aquella voz dentro de mi se había apoderado de lo que ahora era, te habías convertido en algo tan indispensable, algo aun mas necesario que el oxigeno, lo mas peligroso que podía existir en mi vida… habías logrado sacarme tantas palabras, tantos sentimientos, me habías arrancado tantos “te amo”, tantos  “te quiero”, he innumerables “te necesito”, todos y cada uno mas sinceros, mas profundos, mas desesperados que el anterior, tanto que, tenia que alejarte de mi, a cualquier costo, tenias que alejarte ya, alejarte y asegurarme de que no desearas volver a fijar tus ojos en mi de nuevo.

 

Cerré mi puño con tanta fuerza, con tanta furia, golpeando el cristal rompiéndolo al instante,  podía sentir mi piel empapada con el agua del roció que había dejado la lluvia, podía sentir la sangre caliente recorriendo aquel lugar, mezclándose sin problemas con el agua, no había dolor, ni siquiera un rastro de el, solo el dolor en mi pecho, mordiendo mi labio intentando contener las lagrimas, intentando que aquel nudo en mi garganta desapareciera aun sabiendo que no lo haría, no sin ir acompañado de toda la desmoralización que guardaba en mi pecho.

Era un completo imbécil, no había otra manera de decirlo, y aun así, sentía que ese concepto no me alcanzaba a describir lo suficiente. Debía ir al infierno, ese era mi único destino después de todo lo que había hecho… no entiendo aun el porque este afán mío por la destrucción de todo, aun cuando no debe de ser destruido, aun cuando era lo que mas feliz me había hecho en mi vida.

Un pequeño gemido escapo de mis labios ante los constantes golpes de mi corazón por la culpa, la fuerza que me quedo me hizo una mala jugada, desapareciendo por completo abandonándome a mi suerte, sin poder evitarlo  hundiéndome en las lagrimas, cada una por la culpa de cada una de las veces que te hice daño… fui incluso mas cruel de lo que jamás había sido en mi vida, maquine aun mas certeramente cada golpe contra ti intentado derribarte, burlándome de ti y riendo en tu cara al verte caer cada una de aquellas veces ocultando en aquella actitud, que con cada uno de mis actos, estaba muriendo, lento, torturante, sofocantemente, gritando desde dentro poder parar y aun así la otra voz gritaba mas fuerte que te hiciera pedazos, que era necesario, que era lo único que necesitaba, que necesitaba verte lejos de mi, que necesitabas a alguien mas que a mi, aun si moría en el intento.

 

Realmente no sabia quien estaba sufriendo mas con todo aquello, y aunque tu negabas y me sonreías diciendo repetidas veces “nunca lograras hacerme daño” “nunca lograras que me aleje de ti” “no te dejare porque te amo” aferrándote a mi, mirándome de nuevo a los ojos, atrapándome, repitiéndome aquellos votos que hicimos secretamente… “juntos hasta la muerte y aun después de ella… juntos eternamente…” yo se que te hice aun mas heridas de las que alguna vez tuve yo, se que te cause mas dolor del que podría imaginar alguna vez, aun cuando tu, simplemente no lo mostrabas, de manera tan perfecta que realmente parecía no afectarte en ningún momento ninguno de mis actos, y aun cuando nunca lo aceptaste, yo se que te hice daño.

 

Luche con todas mis fuerzas para contener aquellos gritos silenciosos dentro de mí, aquellos gritos dentro de mi mente que muchas veces, pude jurar que tú también escuchaste,  volviste a tomar mi mano, entrelace mis dedos con los tuyos y finalmente, pudimos contener aquella voz, que aun existiendo dentro de mi, ahora era claramente opacada por el amor que mostrabas y que hacías nacer de mi. Llore de felicidad en ese instante estrechándote y suplicando no me dejaras jamás…

Todo era perfecto… por fin tenia lo que tanto deseaba, por fin tus palabras tenían sentido, había llegado después de tanto, la alegría a la luna, nunca volvería a estar sola, nunca mas…por fin, después de tanto buscar, había encontrado la persona que había sido creada para que estuviéramos juntos, mi otra mitad, mi aire, mi aliento, mi mundo, mi anhelo, mi vida entera… la persona que era... solo para mi.

 

Las lágrimas habían terminado por destrozarme, terminaron con todo rastro de voluntad que tenia, me desplome dejándome caer arrodillado al suelo cubriendo mi rostro con mis lagrimas, la sangre en mi frente, en mis manos, en mi rostro se mezclo y mostro el recorrido que dejaban mis lagrimas a su paso… era un ser monstruoso, era simplemente un demonio, un ser repulsivo que merecía arder en llamas, en llamas tan grandes como las del amor que me había quemado desde el mismo momento en que te vi por primera vez, porque sabia bien ahora, que desde el primer instante en que nuestras miradas se cruzaron, en que te vi desde la distancia, me enamore de ti sin remedio, te convertiste en mi presente, en mi futuro, sabia aun sin saber, que mi destino eras tu, que eras mi final…

Jamás me atrevería a arrepentirme de nada de lo que viví a tu lado, jamás, cada sentimiento que lograste en mi, cada paso… jamás me arrepentiría de conocerte… aun así, no me explicaba como había sido capas de aquello hacia unos instantes a penas, todo este tormento, todos los recuerdos, todos habían pasado en solo unos segundos, algo sin sentido, sin razón…

 

Había despertado sin razón, un sueño que me robo el aliento, estaba sudando, y aun cuando acababa de abrir los ojos, en ese mismo instante olvide que había sucedido en ese sueño para causarme eso, intente calmarme, reconociendo con la mirada la habitación pintada de un tono azulado, envuelta ente sombras con las cortinas de la ventana abiertas dejando apreciar que llovía.

Gire mi vista en la cama, algo revuelta y sentí removerse la cama a un lado mío dirigiendo la mirada rápidamente, contemplando tu silueta en la oscuridad y logrando ver tu rostro entre la leve luz, casi nula, que había en ese momento mientras en un gesto aun dentro de tus sueños buscabas acercarte mas a mi intentando encontrar el calor necesario para el frio que envolvía el ambiente, quede embelesado ante aquella imagen al igual que muchas noches antes a tu lado lo hacia, olvidando la causa de que estuviese despierto ahora sonriendo, examinando tu semblante, me incline suavemente sobre ti besando tu mejilla y rosándola con el dorso de mi mano después en una leve caricia arrancándote una sonrisa entre tu sueño… jamás desee tanto en mi vida que en algún momento me hubieras abandonado como en ese instante… un golpe en mi pecho repentino, me saco todo el aire al instante haciéndome abrir los ojos  mas al instante, lleve mis manos a mi pecho rápidamente apenas justo cuando un golpe aun mas fuerte que el anterior me ataco… no entendía, no podía, justo en ese momento, un susurro tan claro en mi oído helo mi sangre…” aléjale de una vez por todas…” me lleve las manos a los oídos intentando no escuchar, intentando no prestar atención… una risa sonó claramente aun con mis intentos inútiles… “acaba con esto antes de que acabe contigo”… perdí completamente la cordura.

Cuando la razón regreso a mi, ya no tenia sentido nada, estaba arrodillado sobre la cama, sobre ti… únicamente me mirabas con los ojos llorosos, no entendía nada,  pude ver el hilo de sangre salir de tus labios, pude ver la sangre sobre mi, en mis manos… en aquel cuchillo…

Le solté al instante dejándolo caer en el colchón a un lado de ti sin poder moverme, aun así, no puedo creer cuan grande era tu bondad, cuan grande era la lastima que sentías por mi, cuan grande era el amor que sentías… sin poder moverme, sin poder parpadear, solo sentí tus dedos en mi mejilla, solo escuche tu voz casi inaudible decir trabajosamente “siempre…” y sin poder terminar tu oración, vi caer pesadamente tu mano, tu rostro pálido, tus ojos sin luz…

Entendí todo en ese instante… estaba completamente desquiciado, tanto era mi temor a la soledad, que preferí hundirme en ella yo mismo antes que darle el placer a alguien mas de hacerlo, aun cuando eso no iba a pasar, me había convencido de que pasaría tarde o temprano…

Cerré tus ojos y coloque tus manos juntas, si no fuese por el manto carmín que nos cubría, podía haber jurado que dormías, que esto era un sueño… una pesadilla… aun así tu permanecías con una sonrisa, esa sonrisa, que detuvo mi aliento tantos años juntos, tantos, que me habían hecho entender al final que realmente no podía vivir sin ti… me recosté a tu lado, bese tu frente lentamente, aparte los mechones de cabello que cubrían tu rostro, bese tus labios lentamente cerrando los ojos y sin mas… lleve el cuchillo de golpe en mi pecho, certeramente, como cada estocada que nos dimos durante nuestra vida juntos, directo al corazón… no paso mucho, solo un par de segundos… ahora dormiría contigo así…

 

Consigo fuerza después de tanto llorar, para ponerme de pie, limpiando mi rostro manchándolo mas… realmente, nunca debí amar, tenia razón, nunca tuve derecho a amar, me siento a tu lado, juego con tu cabello como lo hacia antes, y puedo ver nuestros rostros cerca uno del otro, con los ojos cerrados, con una paz enorme en el tuyo, con un dolor enorme y una tristeza interminable en el mío… nunca debí conocerte, de no ser así, estarías en otros brazos, durmiendo, a salvo… han pasado a penas diez minutos desde que empezó y termino todo, y a mi me es eterno esto, jure protegerte y al final yo mismo termine con todo… yo te hice mas daño del que jamás nadie pudo ser capas de crear, tal fue este, que termine con lo único que realmente había importando en mi escasa existencia, al menos ahora, la voz se ha ido, ahora solo queda mi propia culpa… solo me queda esperar, porque, como una vez afirme, y ahora lo repito, sin ti, únicamente me queda el infierno como destino… al tocar el lugar donde termine con mi propia vida, puedo notar que la herida aun sangra pero no hay dolor, no hay nada en mi pecho, nunca hubo un corazón ahí… eso explica muchas cosas…

 

Por un instante, no pude creer  lo que vi… siento tus brazos alrededor de mi cuello, siento tu aliento cerca de mi rostro, puedo percibir tu aroma, aquel que me hacia volar en un instante, te alejas de mi un momento poniéndote de pie frente a mi, tu sonrisa tan clara como siempre, completamente perfecto en esta imagen, completamente intacto, como si nada hubiese pasado, siento tu mano rosar mis mejillas, limpiando lentamente mis lagrimas acercándote a susurrar cerca de mi oído… “deja de llorar… siempre juntos, aun después de la muerte, juntos eternamente…”

Tu mano toma la mía jalándome para atraerme hacia ti, puedo sentir como la desesperación se va, que el dolor se extingue, puedo sentir paz al fin… solo atino a mirarnos de reojo aun tumbados en la cama, sin razón aparente tu rostro parece mas feliz aun… una lagrima cae de mis ojos mientras una sonrisa leve se muestra en mis labios a penas… miro hacia tu mano y tus ojos atrapan los míos de nuevo… siempre cazándolos, siempre atrapándolos sin fallar aun antes de irnos juntos, nada me alejara de ti, y como siempre tu rose es mi salvación de el tormento eterno, dándome felicidad, dándome luz, dándome paz.>> 

Notas finales:

espero les gustara y me dejen algun review

queda en ustedes saber quien cuenta el relato

 

regalen reviews y tomates a sasuke XD

au revoir -w- meow~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).