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Usual confusion por Eruka

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Notas del fanfic:

Se que debería estar trabajando en mis otros ff, pero me tome un tiempito obligado para hacer este, enjoyyyyy!!!!

Notas del capitulo: Pues ojala les guste, lo cierto es este ff fue el resultado de una apuesta que perdi con Elle-neesama U.U Y pues ahora pago, aunque 'pàra ser honesta, siempre disfruto escribir saigaa ^^

Se podría decir que el y su novio tenían una relación estable… pero hasta ahí llegaba; Nada de pasión (ni siquiera durante el sexo), o de amor, cariño y confianza.

 

Para nada.

 

Uchiha Sasuke en algún momento había llegado a tenerle verdadero cariño. Pero ahora la relación se basaba en las expectativas que las familias de ambos tenían en la relación que consideraban prometedora, lo que los llevaba a ignorar el nimio detalle de su falta de amor.

 

Sabaku no Gaara aspiro suavemente el viciado aire que había en la sala de espera de la recepción de la compañía de teléfonos, donde esperaba pacientemente que llegara su turno de ser atendido.

 

Su atractivo aspecto atraía las miradas de los hombres y mujeres que ahí se encontraban, lo que lo hacia sentirse fastidiado, mas que el hecho de esperar horas y horas ahí sentado. Sin embargo, para las personas que ahí se encontraban, era inevitable no mirar al jovencito de no mas de 17 años que tenían acosado con sus agudas miradas.  Lo primera que llamaba la atención del joven, eran sus cabellos color granate, que a pesar de no estar descuidados, estaban aun lejos de ser prolijos. Lo segundo eran los exóticos ojos: de un color tan hermosamente verde, que asemejaban verdaderas aguamarinas, enmarcadas por unas oscuras ojeras que casi parecían delineadas. También su suave piel, pálida y de un lechoso tono, llamaban la atención de la gente. Por ultimo, las oscuras prendas con las que cubrían su exquisito  cuerpo, aun en un verano tan inclemente como aquel, y los accesorios propios de corrientes demasiado alternativas, completaban el motivo por el cual era imposible apartar la vista de el.

 

Las mujeres más jóvenes se reunían con el único motivo de comentar que parecía un modelo, expresándolo con emocionados chillidos que le perforaban los delicados oídos, demasiado acostumbrados al silencio. Dos señoras de edad avanzada, por su parte, comentaba algo de los jóvenes que ahora parecían más chicas que varones, mientras le dedicaban miradas despectivas. Por ultimo, había dos muchachos –evidentemente homosexuales- que se lo comían con la mirada, sin molestarse en ocultar el brillo de  lujuria en sus ojos. En suma, esas miradas lo ponían no solo de mal humor, sino que también nervioso.

 

-Numero 88-llamo la mecánica voz de la recepcionista, indicándole su turno. Se levanto con cierta languidez, provocada por permanecer casi inmóvil en su silla por casi tres horas.

 

-Soy yo-informo a la amable jovencita de uno de los escritores donde atendían las quejas y peticiones de los clientes.

 

-Buenas tardes-saludo coquetamente la muchacha.-Mi nombre es Tsuki, ¿en que puedo ayudarte? –

 

-Necesito cambiar de numero de teléfono-Casi exigió.

 

-¿Hay alguna razón para tal petición?-Inquirió, apuntando en una hoja de color grisáceo, con el logo de la compañía impreso.

 

 

-La hay… pero no es del interés de la empresa; quiero cambiar de número-repitió

 

-Necesito saber el motivo por política de la empresa-se disculpo la muchacha, algo intimidada por el serio tono del  de cabellos bermejos, quien suspiro pesadamente, pero se dispuso a contestar:

 

-He recibido llamadas desagradables de personas que confunden mi número con el de una… una especie de mujer…libertina-informo, tiñendo con esto sus mejillas de un ligero rosa.

 

La tal Tsuki también se puso muy roja, y comenzó a farfullar cosas sin sentido, mirando avergonzada al pelirrojo.

 

-Como supondrás, tales llamadas me resultan insoportables-expreso, intentando no verla a los ojos.

 

-Si…si, entiendo. Iniciare de inmediato los trámites para un cambio urgente de número…sin embargo, tardaran de uno a dos días…-

 

**

Si había algo que le gustaba de Sasuke, era su habilidad para darse una idea bastante acertada de lo que la gente pensaba. Por eso era fácil salir con él. Sabía por ejemplo de su amor por el silencio y la tranquilidad, y se lo otorgaba. Y también sabía cuan sencillo era irritarlo, y procuraba no provocarlo.

 

Empero, no podía adivinar lo necesitado que estaba de un poco de emoción en su aburrida vida. No es que a el no le gustara la tranquilidad en que se paseaba por la vida, es solo que una parte de él –diminuta pero significativa parte- deseaba un poco de… un poco de emoción y locura, solo eso. Pero estaba claro que Sasuke no se la iba a proporcionar.

 

Los movimientos de su moreno novio sobre él eran placenteros, pero no le causaban una sensación de plenitud, por lo que al llegar al orgasmo no se sintió en las nubes ni nada parecido.

 

Seguro Sasuke sentía lo mismo (no por nada eran tan parecidos). Recordaba que en el pasado, al menos el primer mes, el Uchiha había resultado ser un verdadero experto en aquellos queberes, y ambos se habían comportado de modo pasional y erótico…

 

Pero dos años habían pasado y ahora estaban aburridos. Hastiados.

 

-Me marcho a casa-Informo el pelirrojo, mientras se acomodaba los negros pantalones. Sasuke, que aun permanecía en la cama, se limito a asentir.

 

La lujosa habitación provocaba aun más esa frialdad que acompañaba desde hacia tiempo su relación. Gaara solía imaginar que solo un calido sol podría llevarse la frialdad del piso de Sasuke. Y por el solitario cabello rubio que había divisado en la alfombra, suponía que ese sol ya había llegado a la vida de su novio. Lo ponía feliz tal hecho, pero a un tiempo melancólico; extrañaría un poco al moreno,  o mejor dicho, la costumbre de estar con él.

 

Claro esta, que Sasuke tardaría en decírselo, pues el chico estaba demasiado embotado por las tradiciones Uchiha como para enfrentarse a las consecuencias de terminar su relación.

 

-Nos vemos luego-se despidió

 

Salio a la calle, decidido a caminar bajo la nostálgica llovizna que azotaba tristemente a la ciudad. Necesitaba algo novedoso. Algo que le provocara emoción en cada momento del día. Éxtasis.

 

¡Algo nuevo, por favor!

 

Llego a su solitario apartamento, ubicado en un edificio respetable y muy caro. El interior, sin embargo, daba la impresión de ser más bien austero, dado el gusto sencillo y práctico del aguamarina.

 

Llego a la maquina contestadora de su sala, y presionó el botón para escuchar los mensajes, mientras se recostaba en su butaca preferida. El primer mensaje era de su hermana mayor; Temari, que le avisaba que volvía de su luna de miel el lunes siguiente, y le pedía que la recogiera en el aeropuerto.

 

El tercero era de una compañera de la escuela, que le insinuaba que quería salir con el. Pero el tercero, el cuarto y el quinto, le provocaron muy diversos sentimientos.

 

El primero, decía:

 

“Buenas tardes, soy Sai, el hombre de la galería al que le otorgo su numero para ofrecerle sus servicios…como bien le dije, no es mi costumbre pagar por algo como el sexo, pero ahora mismo estoy tan literalmente empalmado que mis principios y moral son lo de menos. Por favor devuélvame la llamada a este número, y nos ponemos de acuerdo”

 

Sus mejillas se volvieron tan rojas, que creyó que toda la sangre se le había aglomerado en ese lugar. Sin embargo, el siguiente mensaje fue peor:

 

“Soy Sai de nuevo; ha pasado casi una hora desde mi ultimo mensaje, y estoy seguro que ningún orgasmo dura tanto… ¿Ya estas libre, Miyuki-san? Llámame”

 

Esta vez se sintió casi ofendido por el modo franco del chico al otro lado de la línea, y se dispuso a maldecir a la compañía de teléfonos, pero el ultimo mensaje fue el que lo hizo saltar de su cómodo asiento.

 

“Otra vez soy yo, Sai. Ya pasó otra hora desde mi pasado mensaje, y como ahora si estoy lo suficientemente caliente y desesperado, busqué tu domicilio en la guía, y voy para allá en no más de 20 minutos; sorprendentemente, vivo  apenas a pocas cuadras de tu edificio. Hasta pronto”

 

 Se tomo el pelirrojo cabello entra las manos, desesperado al notar que ese mensaje había sido recibido a las 6:30, y eran ahora las seis con 45.

 

Detuvo su frenético andar al percatarse de algo sencillo y obvio; lo único que tenia que hacer cuando llegara el tal Sai, era decirle cortésmente que el numero al que había dejado tantos mensajes estaba equivocado, luego cerrarle la puerta en las narices y seguir con su monótona vida otra vez…

 

Unos golpecitos lo alertaron en la puerta de entrada, seguido de un:

 

-Soy Sai-

 

Gaara respiro hondo y abrió la puerta con dignidad, dispuesto a hacerle frente a aquella ridícula situación. Apenas la puerta se abrió lo suficiente para que un cuerpo pudiera entrar, cuando sintió que se le arrojaron con frenesí, atacando sus muy delicados labios, que los recibieron cuando apenas decían “creo que te…”

 

Una lengua ávida de afectos se adentro en su boca con prisa y pasión, invadiendo cada rincon de su dulce cavidad, mientras unas pálidas y frías manos le aferraban el rostro.

 

-¡espera!-pasado el shock inicial, el ojiaqua se quito de encima a un guapísimo chico moreno de ojos ónice, que lo miro expectante.

 

-Tu no eres Miyuki-Exclamo el que supuso seria Sai.

 

-Bravo-repuso secamente

 

-¿Eres su hermano menor? No seria raro, después de todo, creo recordar que ella también es pelirroja…aunque en honor a la verdad, tu eres tres veces mas apetecible que tu hermana-divago el muchacho, no mucho mayor que el- ¿tu cuanto cobras, bonito?-

 

-Imbecil-mascullo furioso, pero no entendía por que no le cerraba la puerta en las narices. Había algo que le atraía de Sai, como si fuera un frágil clip atraído hacia un imán. Era una sensación extraña, como si…

 

¡Como si fuera la novedad por la que había rogado!

 

Se aseguro mentalmente que lo que planeaba no estaba para nada mal, tomo aire y dijo:

 

-Soy Gaara, y cobro caro; 30 mil yenes por dejar que me folles-

 

-¿solo 30 mil por follar a una preciosura como tu?-se sorprendió.-te daré 200 mil si me dejas pintarte-ofreció.

 

-¿pintarme?-inquirió algo asustado. Sin embargo, necesitaba demasiado de algo diferente-¿Cómo?-

 

-Desnudo; después del acto-respondió-prometo no perfilar demasiado tu rostro-

 

-Vale-acepto después de aspirar hondo-Ven conmigo-tomo al moreno de la mano, cerrando descuidadamente la puerta.

 

Lo guío hasta la habitación principal, escasamente amueblada por una cama, closet y mesa de noche.

 

-quítate todo-lo urgió Sai con voz ronca, deseando ver el cuerpo que escondía toda aquella ropa oscura-también los colguijes-pidió, mientras se sentaba en la orilla de la cama de colchas color gris perla. Observo los sinuosos movimientos con los que el encantador muchachito se desnudaba, agradeciendo haber encontrado al delicioso pelirrojo en vez de la otra prostituta.

 

Jamás había pagado por sexo; pero aquella tarde había pintado a una exhibicionista pareja mientras copulaban, y eso lo había calentado tanto, que no le daba el tempo ni las ganas de ir a ligar a un club… pero gracias a ello, ahora se iba a acostar con un chico al que convencería (así le llevara la vida) de volverse su musa.

 

El desnudo cuerpo se le acerco, permitiéndole apreciar a cada paso el cuerpo del ser más maravilloso sobre la faz de la tierra, al que en breve marcaría como suyo.

 

-¿listo?-inquirió con cierta burla el de ojos claros, insinuándose con cada palabra, antes de prácticamente arrojarse a los hambrientos brazos del pintor…

 

**

 

-Eso fue increíble-expreso  Sai, con los ojos abiertos como platos-Tienes que ser…- Sus palabras se ahogaron en su boca, mientras el menudo cuerpo de su amante se acomodaba sobre el, quien lo recibió con cariño.

 

Quiso completar su oración no con “mi musa”, sino con “mío”, pero era imposible, pues seguramente para el prostituto aquella sesión no había sido más que rutinaria y aburrida.

 

-No soy prostituto; te equivocaste de numero-confeso el aguamarina con una sonrisita, como si supiera que era lo que pensaba- no obstante, gracias por darme la mejor noche de mi vida-

 

El sorprendido pintor esbozo una sonrisa, y apretujó aun mas el cuerpo de Gaara, deseando no soltarlo jamás. Y al menos por esa noche, Gaara deseo lo mismo…

 

Notas finales: PUES ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO TANTO COMO AMI, Y MAS ESPERO QUE ME DEJEN UN REVIEW, xDDDDDDDDDDD

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