Aún cubriendo sus oídos bajó en el ascensor hacia el bar del hotel. Una vez más escuchó ese horrible sonido: el sonido de la persona a la que ama mientras se acuesta con su mejor amigo.
Finalmente las puertas se abrieron dejándole en el hall de entrada de ese hotel, caminó hacia el bar y se sentó en la barra. A pesar de ser las dos y media de la mañana había mucha gente.
Pidió una cerveza y tomó la mitad sin respirar. Hoy quería ponerse ebrio otra vez…para poder borrar todos estos tristes sentimientos que lo estaban matando como cada noche.
El tiempo pasaba y ya perdió la cuenta de todo lo que había bebido, aún su mente es conciente de todo lo que sucede a su alrededor pero no puede ver casi nada y su cuerpo está muy pesado. Ahora se sentía aún peor…se recostó sobre la barra y comenzó a llorar desconsoladamente. Alguien toca su hombro. Levantó su cabeza y se encontró con Hide-zou que otra vez, sin importarle que todos los vieran, paga lo que ha bebido su amigo y se lo lleva en brazos a la habitación que les toca compartir.
Ya en el ascensor se aferra a su cuello y comienza a llorar nuevamente, por más que quisiera no podía evitarlo. Su compañero lo calmó acariciándole el cabello, diciéndole que todo estará bien. Pero él sabe que nunca nada estará bien...no sin esa persona a la que tanto ama y necesita.
-ahora date una ducha…y luego descansa- le dijo dejándolo suavemente en el suelo, como es de esperar cayó de rodillas. Paciente, Hide-zou volvió a levantarlo – parece que vas a necesitar un poco de ayuda…- suspiró y a rastras lo llevó a la ducha.
Intentó ducharse por si mismo pero fué imposible, luego de una ardua tarea para su compañero finalmente se fue a dormir.
Ya no se escuchaban ruidos en la habitación contigua, cerró sus ojos intentando dormir, su cabeza le dolía mucho. ¿Por qué? ¿Por qué lo prefería a él? ¿Porque? ¿Por qué era tan mal amigo?
Ya no recuerda el momento en el que se quedó dormido pero este es un nuevo día al que se debe enfrentar.
Una voz lo despertó, era Hide-zou. Abrió sus ojos lentamente, su cabeza dolía demasiado. Se incorporó y se frotó los ojos, luego, saludó a su amigo que se había ocupado en traerle una taza de café y una aspirina. De todo corazón se lo agradeció y tomó su café en silencio.
-¿otra vez lo mismo, cierto?- le pregunta sentándose en el borde de la cama – ay Hiroki…ya sabes que estúpido es ponerte ebrio por eso-
-lo se…lo se…de todas formas era algo que debía hacer-
-yo creo que no deberías volver a hacerlo…al igual que ESO- remarca con enfado al verlo encender un cigarrillo que sacó del cajoncillo de la mesa de noche.
-sabes que no lo dejaré-
-eso va a matarte-
-y a ti también-
-pero yo…lo mío es diferente-
-eso es una excusa muy barata! –
-cállate y dame eso- le arrebata el cigarro y camina hacia la puerta – iré a ver a Asagi…tal vez aún no se haya despertado y hoy es un día muy largo-
Asagi…ese sobrenombre hacía que el corazón le diera brincos. No recuerda muy bien como ni cuando comenzó a sentir todo eso pero desde que le había sucedido su vida había cambiado por completo.
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*Habitación de Asagi y Ruiza* :
-pase- dijo Asagi al escuchar unos golpes en la puerta, Hide-zou aparece, entra y vuelve a cerrar la puerta detrás suyo.
- buen día- lo saluda amablemente
-buen día- se sienta entre las cobijas y se estira - ¿es muy tarde, no?-
-no…aún no pero si no te levantas ya mismo si será tarde…hum…¿y donde está Ruiza?-
-no lo se, cuando desperté ya no estaba- algo parecía haberlo perturbado ya que se levantó y caminó nerviosamente hacia el baño.
El guitarrista, al percatarse de eso caminó hacia el baño y se recargó en el marco de la puerta abierta, dentro estaba Asagi secando su cara con una toalla.
-¿has dormido bien, Asagi?- preguntó suspicaz, prestando mucha atención para luego comentarle a su amigo Hiroki acerca del tema.
-si…- dijo un despreocupado Asagi ahora peinándose el cabello, poco a poco su expresión se iba distorsionando.
-¿estas seguro…?-
-ssi…mmuy seguro…………bueno…..no tanto…..no….no….¿puedo hablar contigo sobre algo?-
-por supuesto…-
-es que…hay algo que no comprendo muy bien…yo…todas las noches me quedo dormido en mi cama pero luego…en la mañana despierto en la cama de Ruiza…por suerte el nunca está cuando despierto pero él lo sabe…no me ha dicho nada acerca del tema pero desde que comenzamos con los tours en nuestra banda anterior ha sido así…estoy volviéndome loco por entenderlo pero no lo entiendo, no entiendo que sucede conmigo- al finalizar el alivio de Asagi era notable – y…es eso lo que quería decirte…por favor no se lo digas a nadie! Promételo!-
-lo prometo…aunque es un poco extraño todo esto-
-lo se, pero tu… shhh!!! –
- si…sabes que no diré una sola palabra-
-muy bien…yo ahora terminaré de alistarme, pediré mi desayuno y luego nos reunimos todos en la puerta del hotel así nos llevan al ensayo, adiós…!-
-adiós…- intentó cerrar la puerta despacio pero las ansias lo estaban matando. Corrió hacia la habitación de al lado y entró precipitadamente cerrando la puerta con un gran estruendo. Dentro estaba Hiroki vistiéndose.
-Oye! No vuelvas a hacer eso que me has asustado!-
-Lo siento…ven siéntate!- arroja a su amigo en la cama haciendo que caiga de espaldas maldiciendo – cállate! Y escucha esto que tengo para decirte…- toma aire para comenzar pero su amigo se pone de pie.
-no quiero escuchar tus estúpidos chismes acerca de Asagi y Ruiza…vete! Déjame vestirme!- protesta intentando soltarse de su amigo que lo fuerza a sentarse de nuevo – he dicho que me dejes.
- está sucediendo algo muy raro, Hiro-kun, algo demasiado raro…-
-lo único raro que sucede aquí es que tú no dejas de meterte en la vida de los demás-
-de acuerdo, ¿quieres escuchar o no lo que tengo que decirte?-
-¿no vas a dejarme en paz hasta que no lo haya escuchado, no?-
- no, así que cállate y escucha-
-………….-
-bien, el tema es así…Asagi acaba de decirme que todas las mañanas se despierta en la cama de Ruiza pero…que él se duerme en su cama…es decir…¿Cómo termina en la cama de Ruiza si se ha dormido en su cama? ¿no te parece extraño? Nee…Hiro-kun! Estas escuchando?!-
-si, así que ya voy a terminar de vestirme…- herido y molesto se pone de pie para buscar una camiseta pero la puerta se abre de nuevo. Tsunehito entra y corre a abrazar a Hiroki.
-buen día Hirooo-kuuun!- saluda al baterista en un abrazo asfixiante.
-buen día…¿acaso no sabes tocar la puerta? Suéltame! Quiero vestirme!-
- oh! No llevas camiseta!- acarició el marcado abdomen de su compañero - Hiroki…te ves bien así…ºpº-
- fuera! – empujó a Tsunehito y rápidamente se puso su camiseta, luego, casi corrió hacia la puerta- ¿Por qué ya no nos vamos? Sería una buena idea…adiós!-
- espera Hirooo!! Yo voy contigooooo! - gritó Tsunehito mientras perseguía a su adorado baterista.
Sonriendo y negando con su cabeza Hide-zou tomó su mochila y la que su compañero olvidó, salió de la habitación cerrándola con llave y se encaminó al punto de encuentro de la banda.