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Entre tú y yo... y el destino. por Lady Avalancha

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Notas del fanfic:

Bueno, ante todo, Los personajes en los que está basado este fic pertenecen a Kannazuki no Miko, serie del grupo Kaishaku, a quienes corresponden los derechos de autor, así como a las distribuidoras correspondientes.

 Sin más... os dejo con mi primer fic  ;P espero que disfruteis leyendolo tanto como yo al escribirlo!!

Notas del capitulo:

Esta primera escena se situa temporalmente hacia el comienzo de la recta final de toda la trama... A partir del siguiente capítulo la historia comenzará e irá abanzando hacia este momento.. y lo que sea que ocurra después...

 Como nota, decir que he abreviado los nombres en los diálogos, así Ch pertenece a Chikane, y H a Himeko. Conforme aparezcan el resto de los personajes aclararé las demás abreviaciones.
También decir que los pensamientos del personaje que no sean descritos por el narrador, sino por ellos mismos en primera persona los escribiré así //texto//

 

Y yaaa dejo de torrar xDD adelante, pasen y vean! :P

El característico sonido de una Harley Davidson retruena a lo lejos... se acerca. Se para...
Cesa por completo.

Una atracativa (perdón, atractiva) mujer baja de la moto y la aparca. Viste de negro. Cazadora de cuero abrochada hasta el cuello, pantalones ajustados y botas y guantes de piel.

Una bolsa de viaje cuelga a su espalda.

El lugar dónde nos encontramos es justo frente a la universidad de Imagen y Sonido de Tokio. Detrás un parque otoñal de árboles caducos rodea todo el paisaje. Dos metros más adelante tres escalones elevan la entrada de la universidad, y un par de metros a partir de las escalas se abre y cierra la puerta por la que ya comienzan a salir los primeros estudiantes que regresan a sus casas.

La mujer deja la bolsa junto a otro casco que trae sujeto en el antebrazo detrás de la moto. Después se quita el suyo, liberando la belleza de la noche.

 

* Ch- //Himeko...//

Venía a por ella.

La esperó apoyada contra el vehículo. Su larga melena hondeaba al viento y el traje de cuero acentuaba su curvilínea silueta. Tenía el casco en la mano izquierda, sobre en el regazo y usaba la derecha para sostener un cigarrillo. Normalmente no fumaba... pero estaba nerviosa. De vez en cuando la brisa arranca algunas hojas de los árboles y las zarandea durante su caída hacia el suelo. Tsuki no miko permanece inmóvil, con los ojos cerrados, disfrutando de la tranquilidad del momento cual perfecta estatua marmórea, mientras es observada por cuantos pasan frente a ella.

Cuando Himeko salió del edificio se encontró con esa escena. El rostro hermoso y sereno de la chica que tiene enfrente capta su atención de inmediato.

Chikane abrió los ojos en ese momento y sus miradas se encontraron. A pesar de la media sonrisa que se formo en los labios de la morena, sus ojos no reflejaban emoción alguna. Como siempre, esa mirada encriptada... ese halo de misterio que envuelve a la princesa de hielo, a Himeko le resulta simplemente... magnético.

Pero más allá de dejarse llevar, la irritación olvidada durante las horas de trabajo vuelve a su cuerpo. El dolor con forma de lágrimas derramadas durante toda la noche. La resignación... ¿No iba a volver a verla, no?

* H- ¿Qué haces aquí? - Pregunta molesta, acentuando cada palabra. Sabe que no conseguirá ocultar su enfado con indiferencia, así que ni siquiera lo intenta.-. Creo que lo dejaste todo claro anoche.

Himeko la mira desafiante, dolida. Deseando que todo el amor que martillea sus venas, atormentándola, se congele en ese instante.

La otra mujer no responde. Cierra los ojos por un momento, dando una ultima calada al cigarro antes de arrojarlo al suelo. Acto seguido se incorpora, sus parpados se abren y exhala el humo que queda en sus pulmones. Deja caer a un costado el brazo que sostiene el casco, sujetándolo contra su cadera y avanza hacia Himeko.

 Ésta observa la escena, mientras la exasperación y la impaciencia crecen en su interior. Pese a ello, se mantiene a la espera. No entiende a que viene tanta ceremonia. No entiende porqué ella está aquí... y éste maldito corazón que se le desboca en el pecho... ¿Que trama? ¿Que cree que está haciendo?

* H- Te he preguntado que qué haces aquí. - //¿a que juegas Chikane?//

Es demasiado pasional como para aguantar un teatro por mucho tiempo. Aprieta los puños, conteniéndose... para no lanzarse a los brazos de la mujer que acorta distancias con ella... o para no salir corriendo y huir lejos. No se decide por una de las dos opciones.
Chikane por su parte sigue aproximándose en silencio, sin dejar de mirarla a los ojos, atrapándolos en su iris azul, haciendo que se pierda en sus pupilas. Sabe el efecto que sus miradas causan en su amor y esa es una clara ventaja que no desaprovechará.

Al fin, sube el par de escalones que separan sus alturas y se detiene justo frente a la que fuese Hime no miko.

El silencio está cargado de tensión. Himeko la mira, incapaz de apartar la vista... pero sus ojos están llenos de reproche, de dolor y de amor despechado.

* Ch- He venido a por ti, por supuesto- con la mano libre le acaricia la mejilla, sin dejar de centrarse en esa mirada amatista con la que lleva toda una noche soñando despierta-.

Su voz es dulce, cautivadora... Un arma de seducción letal. Pero más allá de ello... cargada del sentimiento que Himeko no escuchó la víspera... Totalmente distinta al hielo que atravesó sus oídos en forma de palabras hirientes.

* H - Pero... tú... No entiendo, no... porq... - Contrariada ante el fútil intento de sacar palabras a su boca, enmudece de pronto.-

Durante un instante, apenas una respiración, el tiempo en el que tarda la caricia en deslizarse desde su mejilla a sus labios, el mundo se detiene.

Chikane deja caer el casco al suelo y con ambas manos enlaza a Himeko por la cintura y la aprieta contra sí.
La rubia, sorprendida, abre los ojos de par en par.
Sin saber como se encuentra abrazada a su luna, exactamente igual a como cuando fué rescatada de una caída olvidada en otra vida...


Permanecen así por unos segundos más, reparando con la calidez que se regalan los lazos que unen sus almas, dañados durante la noche.
Mientras, la gente pasa junto a las dos chicas. Algunos las observan, algunos comentan... pero ellas no ven a nadie más que a quien tienen enfrente.

Himeko escucha como se acelera el corazón de su ángel, como al tenerla tan cerca, las pulsaciones de Chikane se disparan... y las palabras ahora si, sobran.
La joven mujer de ojos amatistas se separa despacio del abrazo que la atrapa; del interior que late para ella, sólo lo suficiente para mirar a través del alma y del azul inmenso que se abre tras los ojos de Chikane.

* Ch- El sol y la luna, deben brillar juntas, amor. Tenías razón, pero no recordaba... no recordaba tus palabras. Yo sólo quería protegerte... de nuevo. -hizo una breve pausa para tomar aliento- Mi padre... él me...

Pero no pudo concluir la frase.

* H- Sabes la noche que he pasado? Pensando que no volvería a verte...¡Pensando que íbamos a separarnos de nuevo! No tienes remedio... Parece que te guste hacerme sufrir, princesa...

Y sin esperar más, sin avisar, se encaramó a esos labios que había anhelado durante horas.

Chikane correspondió el beso. Era dulce, muy dulce, y a la vez amargo.

* H- Sabe a lagrimas...- dijo cuando finalmente se separaron-

* Ch- No estoy llo...- pero justo en ese momento, se le inundó la vista, se le quebró la voz, y las lagrimas comenzaron a brotar. Himeko le acarició el rostro-

* H- ¿Por qué? Por qué todo esto. Dime que ocurre, de una vez... ¡¿que sucedió después de que viniesen esos cabrones enviados por tu padre?! - Himeko la miraba angustiada, recordando los sucesos de la noche anterior, y la conversación que tuvo con Chikane más tarde- ¡¡Cuéntame la verdad!!

* Ch- Tenemos que irnos. Tenemos que huir. -poco a poco, la sensación de alivio que experimentaba entre los brazos que la sostenian volvió a dejar paso a la intranquilidad y la prisa-

* H- ¿Irnos?¿ huir? Qué... -un pensamiento cruzó su mente- ¿Que ha hecho tu padre? ¿¿que va a hacer?? ¿Sabe que estás aquí?

* Ch.- No podemos hablar ahora, no tenemos más tiempo. Tienes que decidir... -Chikane titubeaba al hablar y Himeko la apremió con la mirada- ¿Me quieres?

Himeko negó con la cabeza - * Te amo - y apretó el abrazo que rodeaban aun la cintura de Chikane, quien sonrió al sentir como esas palabras la seguían electrizando. Se separó un poco.

* Ch.- Podemos luchar juntas... pero para ello tendrás que venir conmigo. Es tu elección.

* H- Te elegí a ti. Te elejí desde el instante en que nací. Te elegí frente a los dioses y en todas y cada una de mis vidas anteriores... Tu eres mi elección. Tú eres todas mis elecciones... y toda mi consecuencia.

Chikane no pudo resistir ante esas tiernas palabras y besó a su chica.

* Ch.- Ven! - dijo con una nueva sonrisa-

Se agachó con gracilidad para recoger el casco y se lo puso al instante. Cogió a Himeko de la mano y tiró de ella, bajando los escalones y cubriendo la escasa distancia que las separa de la moto en unos segundos.

* Ch- espera- dio la vuelta al ciclomotor y agarró la bolsa de deporte y el casco que había ocultado detrás.- toma, ponte esto. Tendrás que llevar el macuto también, necesito las manos para conducir.

Le guiñó un ojo a Himeko y esperó a que se hubiese puesto y asegurado el casco para entregarle la bolsa, que se ajustó en la espalda, a modo de bandolera. Subieron a la moto, que arrancó con el característico ronroneo de la marca. El puño del acelerador giró con violencia y se pusieron en movimiento.

Los coches, los semáforos y la gente desaparecían tras ellas a un ritmo vertiginoso.

 

Continuara.........

Notas finales: bueeeno... ahi lo dejo, a ver que os parece ^_^

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