Una noche en otro cuerpo
Mi nombre es Sasuke Uchiha y contare lo que me sucedió, una noche mientras veía al edificio de alado.
Era algo tarde, talvez más allá de las 2 de la madrugada, el cielo estrellado arriba escribía en giros su luz, y todos, o muchos, dormían, no me interesaba salir esa noche, hasta que ella no llego, bajo el frió nocturno, algo estaba mal, un poco diferente y retorcido, posiblemente sucio, las horas no duraban nada, sentía que mi vida no iba para ningún lado, ni daba frutos, hasta que lo vi.
Sentado, entre una espesa penumbra estaba el, del otro lado del edificio, parecía cansado, atolondrado, dormido, como flotando en un día extraño, me dieron ganas de quitarle de encima esa retorcida sonrisa burlona, y me comió el éxtasis de darle una pequeña visita sonámbula.
Algo en el aire, pesado, apestoso, me hizo levantarme de la cama, el aire penetrante, lleno de sangre cuajada, me despertó un gran sentimiento de ira interna, camine, casi corrí al otro edificio, y subí, conté los pisos, uno, y después de un rato, 2, 3, 4, 5, y 6.
Toque la puerta con un golpe seco y rápido, pero lo bastante ruidoso como para indicar mi llegada, no hubo respuesta, golpee la puerta una ves más, y salio a recibirme, me llevo con el entre su cuarto a oscuras, lo que me tenso, pero me éxito en exceso, me tiro en la cama, y me saco el pene de una tajo, me sentí como violado, o como descubierto, como quien mata y lo encierran en un manicomio, pero lo que sucedió después, me dejo helado de conmoción.
Una luz de un fuerte foco me cegó, delante de mí, el sostenía una cámara grabando y otra cámara de fotos, se me acerco con sigilo, y acaricio mi miembro ya erecto, lo miro como si fuera un total chiste, lo único que se le escapo fue un comentario de asombro, “que enorme”, creo que nunca sabré si solo era para terminar de excitarme, o solo un comentario legítimo.
La penetración se dio sin ningún aviso, en el proceso, el cual me tenía sumido en una alteración desmedida, comenzó a tomarme fotos, lo cual solo me lleno de presión interna.
Su idea funciono, me excito tanto, con tantos golpeteos e imágenes, termine dentro de el, mis ojos se lavaron en el techo, el se levanto, y regreso, totalmente desnudo, se abalanzo sobre mi y me puso de pie de un salto, se agacho, y volvió a meterse mi pene entre la piernas, esta vez me dejo llevar el ritmo, los gritos de gozo se escaparon de nuestra bocas, las quejas de placer, resbalaron por la paredes escapando a la oculta noche, delante de mi la cámara de video hacia su trabajo, toque y apreté sus pechos que lucían con elegancia, inmediatamente, después de terminar por segunda vez, lo penetre, el no se quejo, esa noche lo hicimos sin parar, sin tregua, al final, conté 11 encuentros, en los cuales, los últimos, ya ni siquiera sabia lo que hacia, acabe bañado en una fina capa de sudor y cansancio, los rayos del sol entraban por la ventana, el sol ya estaba alto en el cielo, pero aun no era tarde, me levante de la cama, me vestí, regrese a mi casa para bañarme, y luego dormí toda la tarde.
Ya en la noche me entro una sensación de desasosiego, mire por la ventana, pero el no estaba ahí, más tarde llego mi pareja.
-Hola, como estas mi vida, dijo ella, ¿me extrañaste?, perdón por no llegar, pero te aseguro que te lo voy a compensar
-No lo se, le dije, ya es muy tarde, mañana debo levantarme temprano, debo dormir, debo estar cansado por algo
-Como quieras, yo te quería regalar algo de acción, pero si tú no quieres
Luego de nuestra pequeña charla apago la luz y se acostó a un lado mío, y me abrazo.
Prontamente, en un total silencio me dijo, “el vecino del otro edificio, el del 6to piso, se fue, que lastima, era tan buen chico”.
Y -si, también creo que era un muy buen chico.
Su nombre Uzumaki Naruto, el mejor chico que había conocido y tocado, me quede con la incertidumbre de volverlo a ver.