Ya era bastante tarde, y tocaron a la puerta. Kyo fue hasta la puerta para abrir la con mala gana. "Maldita sea, ¡Quien es el maldito que toca a estas horas...! " se dijo a sí mismo en voz baja, mientras abría la puerta. Sonrió. Al otro lado de la puerta se encontraba Toshiya con una gran sonrisa dibujada en su rostro.
-Me pareció escuchar que maldecías a alguien. - Dijo el joven y entonces Kyo vio como su sonrisa feliciana cambiaba para dibujar una sonrisa más juguetona...
Kyo se pasó la mano por la frente, echando su flequillo hacia atrás y sonrió una vez más. Miró el reloj, más de la una, Al día siguiente partían en un Tour muy importante, pero, aún así tenía pocas ganas de dormir. Hizo pasar a su invitando hasta el salón. Toshiya se sentó en el elegante sofá blanco mientras que Kyo fue a buscar algo para beber. Por supuesto no podía faltar en alcohol cuando su "amigo" se presentaba en casa. Sonrió picaronamente al acercarse al sofá, donde estaba sentado su invitado. Dejó las copas llenas de hielo y la botella de whisky en la mesa. Se colocó a su espalda y dejó caer sus brazos tatuados por encima del pecho de Toshiya, pasó sus manos por debajo de la camisa del joven bajista y le acarició el torso muy sensualmente. Al mismo tiempo Kyo le lamía lentamente el cuello y de repente una gran idea cruzó en su pequeña cabecita. Toshiya no lo podía saber, pero en la mente de su anfitrión había surgido una gran idea y a la vez macabra con la que disfrutaría mucho esa noche...
El bajista ronroneaba de placer cada vez que sentía la lengua de su compañero recorrerle el cuello de arriba abajo y de abajo arriba. Kyo se apartó de él lentamente y decidió sentarse en un lugar más cómodo, en las piernas de Toshiya. Deslizó sus manos por el cuello del bajista y lo atrapó con un apasionado y ya ansioso beso. Finalmente se separaron para llenar sus pulmones de aire y se miraron a los ojos sin decir nada... Otro beso desesperado. Está vez Toshiya cortó el beso y miró una vez más a su pequeño amante.
- Como te gustan estos jueguecitos. - Al fin soltó Toshiya de un tono meloso, mientras que sus manos empezaban a colarse por debajo de la camisa de Kyo y se dedicaban a explorar cada rincón de este de una forma muy excitante y sensual.
Kyo lo paró. Estaba dispuesto a cumplir esa idea en esa misma noche. Lo mejor era, que ya había decidido donde poner en marcha su malevolo plan. Así pues se separó de su compañero le dedicó una mirada acompañado de una sonrisa terriblemente insinuante y llena de lujuria y se fue en busca de la chaqueta y los zapatos.
-Nos vamos.- Dijo finalmente el rubio una vez estaba listo.
- ¡Naande! ¡Justo ahora llegamos a la mejor parte! - Prostestó Toshiya mientras ponía caritas para convencer a su amado.
Pese a sus lloriqueos Kyo salió del apartamento no dejándole otro remedio a Toshiya que seguirlo. Anduvieron aproximadamente unas dos manzanas hasta que finalmente entraron en un bar con mucho ambiente. Al entrar, lo primero que hicieron fue ir a la barra a por unas copas.
-¿Kyo? - Un joven pelirrojo y de aspecto jovial lo miraba con una sonrisa.
-¡Die! ¡Kaoru y Shinya! ¡Pero si estáis aquí todos! ¡¿Cómo es que no nos habéis avisado?!- Respondió un poco molesto el aludido.
-Os hemos llamado a los dos y no había respuesta.- dijo Die en modo de excusa
-Y Que casualidad que los dos aparecéis juntos... - habló a su vez Kaoru
-No. No es casualidad. - Le cortó al instante el joven rubio con una gran sonrisa. - Estamos ocupados así que nos vemos mañana.
Y sin decir nada más. Kyo cogió la mano de Toshiya y se lo llevó hasta los baños. Las ganas de beber una copa habían desaparecido... Kyo sólo tenía sed de una cosa. Y la conseguiria fuese como fuese. Se metieron en un baño libre. El ultimo de la derecha. En ese lugar tan estrecho Kyo empujó a Toshiya para que se sentara en el váter. La música se oía muy fuerte pese a que estaban alejados. El vocalista cerró los ojos y alzó la cabeza. El bajista le observaba confundido.
Kyo cogió aire. La música seguía sonando muy fuerte de fondo. Lentamente, Kyo alzó también sus brazos, y al ritmo de la música empezó a moverse muy sensualmente. Cada vez más se movía de un modo insinuante. Toshiya le observaba fascinado. Lo miraba de arriba a abajo y obserbaba cada movimiento del vocalista. Pero a fuerza de tanto mirar en su interior empezó una lucha consigo mismo para mantener la calma...
Poco a poco. Muy a poco a poco. Kyo paseaba sus manos por su pecho y sus caderas. Se levantaba la camiseta, y se la volvía a bajar. Se lamia los brazos y los dedos. Finalmente se dejó sin rodeos y se sacó la camisa de forma seductora dejándola en el suelo. Dejó su vientre y torso al desnudo mostrando así sus tatuajes. Un tigre del lado izquierdo y una calavera a la derecha. Se paseó la mano por su pecho tranquilamente, haciendo movimientos insinuantes. Mientras bailaba al son de la música. Provocando a su público...
Toshiya luchaba en una batalla muy dura. Se moría de ganas de saltarle al cuello y poseerlo allí mismo. En ese mismo instante. Sin que nada le detuviera... Pero por otra parte quería quedarse sentado y contemplar ese espectáculo hasta el final. Lleno de excitación. Al final se limitó a contemplar como el vocalista - Que tanto y tanto le exitaba - se pasaba la mano por todo su pecho, recorriendo el más minimo ricón Toshiya seguía contemplandolo encantado. Cómo deseaba que esa mano fuera suya. Cómo deseaba poder tocarlo así. Sonrió. Sonrió y se mordió el labio inferior. Para no caer en una dulce locura. Para no creer que eso sólo fuese un maravilloso sueño. Miró. Repasó de arriba abajo el cuerpo de su pequeño amante. El cantante deslizó sus manos. Ahora las tenía al filo del pantalón negro que llevaba puesto. Poco a poco. Muy a poco a poco. Al son de la música. Fue bajándose los pantalones. Dejando a la vista de Toshiya. Sus caderas. Su ropa interior. Y, finalmente sus piernas.
Kyo se acercó a Toshiya contento de que su plan tuviera el efecto que deseaba. Se sentó encima de él. Lo provocaba. Le sacó la camiseta en un abrir y cerrar de ojos. Lo acariciaba. Lo lamía. Lo provocaba aún más. Toshiya ya no podría aguantar mucho más. Ya no podría estar más excitado. Y Kyo lo sabía. Lo sabía y continuaba. Adoraba torturar a su joven bajista de esa manera. Le sacó los pantalones que ya le apretaban. Y le dio un apasionado beso. Un beso que los dejó a ambos sin aliento.
Kyo se levantó bruscamente y empezó a bailar. Aún bailó más. Se lamía los dedos y se los pasaba por su torso, mientras dirigía miradas desafiantes a Toshiya. Al ver la desesperación de lo rostro de su amado. Kyo decidió parar. Se sentó de nuevo encima de Toshiya con las piernas a cada lado de sus caderas. Un nuevo beso.
- Como se nota que has practicado estos bailes con los micrófonos en los lives... - murmuró costosamente Toshiya con cara de éxtasis ...
Ya era más que tarde, y tocaron a la puerta. Kyo la miró con mala gana. "Maldita sea, ¡Quién es el maldito que toca justo ahora...! " se dijo a sí mismo en voz baja.
-No está bien eso de maldecir a la gente.- Dijo Kaoru con una voz burlona.- Parad vuestros jueguecillos y dejadlo para otro día. Mañana nos vamos muy temprano. Sus pasos se alejaron.
Kyo se pasó la mano por la frente sudada, echando su flequillo hacia atrás y sonrió una vez más.
-Me parece que lo tendremos que dejar para otro día... -