II.- vida en casa y más, muchos recuerdo más…
Debo reconocer que es la mejor persona que he conocido, no es interesado y parece que lo único que le interesa, aparte de comer ramen, es superarse como persona, llegar a ser hokague. Me encanta, no sé qué hare si desaparece… estaba inmerso en mis pensamientos cuando en la habitación de al lado se escucho un ruido de cristales rotos… Naruto! Me levante como un rayo y entre a la otra habitación. Debo aclarar que las habitaciones están conectadas, así que no tuve que salir de la mía para entrar a la de mi lindo rubio.
La escena que encontré me resulto bastante graciosa: Naruto estaba enredadísimo en sus sabanas, tirado en el suelo al pie de la cama, a un lado de el había un cuenco roto, bastante grande por cierto, y mucho rammen por todo la habitación. Le pregunte que se suponía que estaba haciendo y me contesto todo apurado:
-so...solo quería un po... co... poco de comida…- estaba intentando desamarrarse la sabana ¿Cómo rayos se hizo un nudo así? Sí que es baka... jajaja.
-está bien, tranquilo- le dije, mientras me arrodillaba a ayudarlo, ya que la verdad no iba a poder soltarse solo jamás.
Tarde en lograr deshacer el nudo, cuando se vio libre, se levanto y se disponía a limpiar el desastre que había logrado, pero le pedí que mejor no hiciera nada… aun estaba medio dormido así que temía que pudiese lastimarse con los trozos rotos del tazón. Mientras decía un montón de cosas, que yo no entendía, llame a la criada para que limpiara aquel desorden que el hermoso morenito había causado.
-ven- le dije- mientras ella limpia aquí, bajemos por el desayuno…
-arigato!- dijo efusivamente- pensé que me ibas a regañar o a sacar de tu casa... el piso estaba tan lindo y limpio que creí que te ibas a molestar mucho…- y continuo pidiendo disculpas y mas disculpas, también agradeciendo que no lo hubiera regañado, golpeado o alguna cosa más que lo dañara. Me sorprendió mucho que tuviera tanto miedo se equivocarse, de fallar, pero me parece que mientras más intenta no causar problemas peor le va. Bueno tengo que reconocer que si me enoje un poco cuando vi que una de las mejores alfombras estaba toda mojada, llena de rammen carne y verduras… #¬¬… la verdad sentí que ese rubio no iba a sobrevivir a mis puños; pero al verle tirado, con la carita manchada, con esa tristeza profunda marcada en los ojos, como si en vez de un bowl, hubiera roto lo más valioso que tenia… no pude ni regañarlo. Es más, no podía decir nada ¿por qué?, a cualquier otra persona le hubiese hecho pagar mil a uno lo que esa alfombra costaba, hubiera echado mano de toda mi furia para que limpiara hasta que quedara reluciente el lugar… a cualquiera, cualquiera que no fuera EL, hubiera probado mis puños, le habría metido un chidori por trasero.. No se… pero solo verlo. Solo mirarle a los ojos me hace olvidar mis penas, molestias… ¿por qué? ni siquiera lo conozco bien.
Pero ya estábamos abajo, desayunamos solos en la cocina. No tenía ganas de hacer nada así que solo saque un poco de cereal, pero parecía que el rubio tenía mucha hambre.
-Si quieres algo, solo tómalo- le dije en tanto que yo comía mi cereal.
- está bien…- y se puso a preparar mas rammen.
Pensé, a este se le va podrir el estomago si solo come eso. En lo que cocinaba su desayuno, de nuevo, ya que el primero había quedado embarrado en la habitación, me conto un poco de el… que había nacido en el mismo lugar en que había estado viviendo hasta que lo saque de ahí... por cierto no había mencionado que lleva como un semana aquí en la casa… me dijo, por milésima vez lo agradecido que estaba. No habíamos tenido tiempo de hablar tranquilamente, ya que la semana se fue muy rápido: al día siguiente que oto-san permitió que se quedara, me mandaron a ayudar al kasekague con unos asuntos y tarde en volver, mientras, el pequeño rubio se había quedado literalmente encerrado. Se había dedicado a dormir, comer y ver T.V.
Mientras comía su enorme plato de rammen, le platique que en tiempo no saldríamos a ninguna misión porque teníamos que empezar a entrenar, ya que el examen para entrar a la policía de elite, la policía ambu, de la que mi padre está encargado, seria en más o menos 3 meses. Yo estaba animado, algo raro, ya que normalmente soy un ogro cuando me levanto. El rubio me dijo que quería participar con migo para ingresar al ambu, le conteste que a partir de ese día entrenaríamos juntos. Se puso feliz, muy feliz, más de lo que hubiera pensado.
Terminamos el desayuno y salimos a caminar, yo no cabía en mí de asombro. A mis 19 años había conocido bastante gente, pero este niño, era especial, tenía algo raro... no sé explicarlo. Era algo que me hacía perderme, desligarme del mundo. Por otro lado, todos se quejan de mí, en la escuela decían que era muy antisocial, en la casa solo me hablan para lo más necesario, como si los fuera a tacar o a gritar por cualquier cosa. No sé si hasta cierto punto me temen, incluido mi aniki… pero este rubio... ah, este rubio es tan diferente. ^^
Mientras el no para de hablar i por un segundo, yo soy muy callado; tal vez demasiado. Si el no preguntara algo cada 5 minutos, yo no hablaría casi para nada. Pero no para... ¬¬ hasta cierto punto me irrita un poco, pero creo que eso es lo que lo hace interesante. ^^ De pronto dijo que tenía sed, así que entre a la primera tienda que vi y el entro atrás de mi.
-agarra lo que quieras- le dije mientras sacaba mi billetera.
-no voy a dejar que me invites- dijo muy altaneramente.
- no tienes ni un yen, y quieres comprar algo?- kusso, creo que ya lo ofendí. Y pensé eso porque sus ojos reflejaron una mirada de “dilo otra vez y te mueres” pero no dijo nada, dejo que le comparar un refresco, salimos y continuamos caminando.
Me entere que sus padres habían muerto en una misión y que se había quedado solo desde que era pequeño, hasta que un buen hombre, llamado Jiraiya, lo había ayudado a medio salir adelante. Le consiguió trabajo y lo entreno para ser ninja, sin embargo el también había muerto hacía apenas un par de meses y por eso el rubio no se había preocupado por nada. Solo quería morir también. Me alarmo enterarme de sus pensamientos suicidas, le dije no pensara en eso, que todo mejora… así, lo fui animando a que no hiciera ninguna tontería. Parecía aliviado de que alguien lo escuchara con atención….
-Sasuke…- dijo de pronto, me miro y vi que tenia lagrimas en los ojos… NO!! Por que llora, acaso dije algo malo, ¿que hice? ¿Qué hago para que su hermoso rostro no se manche de lagrimas?...- apenas nos conocemos y siento que te quiero…
Me quede en shock. ¿Escuche, lo que creo que escuché?, no podía ser… simplemente no podía creer que ese niño tan lindo me hubiera dicho eso. Pero continúo hablando:
-¡eres mi mejor amigo!- y el mundo de fantasía que cree, con ponis, arcoíris y color rosa, se desvaneció con la misma rapidez con que se había formado….
-ah, sí. Tu igual.- conteste tratando de que no se notara que había hecho pedazos lo que me quedaba de corazón, porque desde que mi madre murió no había podido querer nada ni a nadie. Me sentí defraudado, pero ¿de qué? el mismo lo había dicho, apenas nos conocíamos, nunca nos habíamos prometido nada. ¿Por qué sentía que me decepcionaba no escuchar lo que tanto anhelaba? Le dije que me sentía un poco cansado, y que me iría a casa, el me dijo que no quería volver aun y que andaría un poco mas…
-te veo en casa…- y no quise escuchar lo que dijo. Quería llegar a encerrarme en mi habitación. Creé un mundo de fantasía en el que éramos felices, juntos... pero de un solo golpe me bajó… amigos… bah! Pero no iba a forzar nada. Era mi amigo, mi mejor amigo. No iba a perder a mi amigo por una tontería así.
Cuando llegue a la casa subí directo a mi habitación, no quería saber nada del mundo, ni de nadie, en particular de cierto rubio… entre a mi cuarto y me tire en la cama, me sentía cansado a pesar de que no había hecho nada. Me quede dormido, y que mas hubiera querido que no despertar jamás, porque empecé a soñar con mi kitsune…
-hola…
-hola…
-¿Qué hacemos aquí?
-no lo sé…. Y era verdad no tenía idea de por qué este niño rubio estaba en mi sueño pero pues ya que estaba aquí y además era MI mente, iba a hacerle lo que quisiera…
(inner: voy por lo limones *¬*)
(Shitsu: ¬¬º)
(inner: ^^ se va a poner bueno…)
(Shitsu: deja al pobre Sasuke…)
(inner: xD noo! Io quiero limonada!! Ya!!)
(Sasuke: qué diablos hacen aquí?- trae a Nagasaki en la mano….)
(Inner y Shitsu: O.O!)Tarde un poco en reconocer donde nos encontrábamos, ¿donde?, ¿porque me era tan familiar? Exprimí mis ideas hasta que logre recordar que era ese lugar: la casa de la playa. Si, era esa casa; solo había ido unas cuantas veces cuando era un pequeño pero logre recordar… era amplia, con muchas ventanas y puertas amplias todas abiertas, por lo que la brisa del mar nos revolvía el cabello, el piso era de marfil. No estoy realmente seguro de que fueran las originales pero en ese momento las cortinas eran de un azul oscuro muy bonito, los marcos de las puertas eran de madera tallada con los símbolos del apellido de papa. Estábamos en lo que vendría a ser la sala, había unos muebles, de madera y con tallado muy fino de una figura con tres aspas: el sharingan, estaban cubiertos de mullidas almohadas rojas, eran de un rojo intenso, como el de mis ojos cuando me enfado… como los de Itachi cuando sale a una misión de alto riesgo… como los de papa cuando me regañaba… había también un mini bar en la esquina, tenia copas de todos los tamaños y licores de todos los sabores y colores, pero eso realmente no me intereso mucho; gire sobre mi eje y vi unas escaleras a uno metro de nosotros, le explique al rubio donde estábamos.
-Estamos en la playa de Okinawa, y esta casa es de mi familia- dije mientras avanzaba hacia las escaleras, si todo iba como yo creía, al subir por ahí llegaríamos a mi cuarto, que tenía una terraza con vista al mar… esa vista era espectacular, me pregunto por qué ya no vamos ahí. Tome al Uzumaki de la mano y lo dirigí escaleras arriba, no opuso resistencia, creo que tenía mucha curiosidad, tal vez mas que la mía. Diría que si, por que de alguna forma yo ya conocía el lugar, sin embargo era completamente nuevo para él. Al llegar a mi habitación, entramos y reconocí las losas, las cortinas, la cama… mmm. La cama… no me serviría para dormir realmente. Era una cama con dosel azul, creo que no había mencionado que me encanta ese color, las sabanas eran blancas. Estaba que ya no podía más, así que le dije a Naruto que lo quería que ya no podía mas, que sin él no viviría; me dijo que también me amaba, que dabas gracias a kami por haberme conocido… eso fue todo.. era lo único que necesita saber para hacerle todo lo que quería ese niño tan lindo. Lo bese tiernamente en los labios, creo que tenía miedo porque no reacciono, pero le dije que estaba bien, siempre y cuando solo lo hiciera con verdadero amor. No respondió, ¡rayos!
-Sasuke… te amo…- musitó y me besó. Dios! Era lo que estaba esperando desde que había hablado con el por primera vez. Me estaba besando con pasión, con locura, su lengua recorría toda mi boca, era tan suave y cálido, pero al mismo tiempo tenía esa fuerza que cualquier hombre tiene por naturaleza. Nos despegamos por que necesitábamos respirar, le quite la camisa porque me estorbaba para mis sucios fines… le empecé besar el cuello, se estremeció exquisitamente; baje hasta sus pezones y los lamí despacio
-mmm…- dijo Naruto
- te gusta?- pregunte mientras seguí recorriendo su muy bien formado abdomen.
-si… mm.. así- repetía…
Le quite el pantalón y los bóxers negros, no podía ocultar mi lujuria, estaba más que excitado; mi pene ya no cavia en mi ropas así que también me la quite, Naruto me tomo por la nuca y empezó a besarme mientras con la otra mano bajaba hasta mi miembro y empezaba a masturbarlo… DIOS! Era la gloria, su mano en mi ser, era todo lo que necesitaba. Detuve el beso y lo tumbe en la cama boca arriba, baje hasta su bien erguido miembro, le lamí la punta y mi querido rubio soltó un gemido que me éxito aun mas, lamí de nuevo la punta y un poco más, nuevamente mi lindo kitsune dejo escapar un “mmm…”
Empecé a chupar la hombría de mi amado zorrito, su pene entraba y salía de mi boca con una celeridad media… cuando empecé a sentir los espasmos del rubio supe que estaba a punto de venirse, así que lo saque de mi boca y lo masturbe hasta que con un grito me regalo su orgasmo:
-Sasuke!!!!!
Ahora le tocaba a él probarme…
…:::CONTINUARA:::…