Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LLUVIA por Sutiika

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

En primer lugar, esto es lo primero que publico, asi que evitar ser muy crueles, y en segundo lugar, espero que esta historia tenga público, aunque sea pequeño ^^

Historia original y salida de mi enferma cabecita, cualquier parecido con personas, hechos o organizaciones, es pura coincidencia.

Notas del capitulo:

En este primer capítulo solo sale el protagonista, pero tranquilos que ya iran saliendo los demás personajes. Este fic está hecho con el fin de entretenerte a ti, que lo estás leyendo, y también, por supuesto, para mi disfrute.

Muchas gracias por empezar a leerlo y espero que llegues hasta el final ^^

Saludos: Suti

El agua golpeaba contra los cristales de la única  ventana de aquella oscura habitación, que era iluminada solamente por la luz de la luna, esa noche llena. Un chico miraba por aquella ventana arropado con las sábanas de su cama, mientras en sus ojos también llovía, un llanto más triste que el sonido de la lluvia que en la noche purificaba las calles de aquella ciudad.

Permanecía inmóvil, sin emitir sonido alguno y dejando que las lágrimas resbalaran por sus mejillas sin ni siquiera secarlas. Su mirada no expresaba dolor alguno, pero te lo producía si la mirabas, pues la mirada de ese chico estaba vacía, mirando a través de la ventana pero sin ver nada de nada.

Sonó un trueno, y en la habitación de al lado los gritos se hicieron aún más fuertes, gritos de odio, ira y dolor contenido. A cada grito se sumaba otra gota de agua cayendo por la cara del chico. Siguió quieto hasta que el sueño acumulado le hizo dormirse, en esa posición, sentado en la cama mirando por la ventana. No duró demasiado la tregua, ya que el chico a los pocos minutos se despertó, y no supo si fue por un trueno o por otro grito.

Los ruidos se fueron intensificando hasta que alarmado se destapó y pegó un salto de la cama, descubriéndose así que iba totalmente vestido, a pesar de la hora, y con sus habituales ropas negras.

Salió de la habitación y dio dos pasos, deteniéndose en la puerta de la habitación de sus padrastros mientras oía como estos discutían, como hacían desde que le habían adoptado a los nueve años, después de que un accidente de moto se llevara a sus padres cuatro años atrás. Aún recordaba con nitidez como había roto a llorar la noche en la que le dieron la noticia, una noche de tormenta en la que su vida dejó de ser un sueño para convertirse en una pesadilla. Desde entonces lloraba todas las noches de tormenta, y los gritos de sus padrastros discutiendo no ayudaban mucho a calmar su dolor.

No eran los padres con los que todo niño soñaría, más bien lo contrario, o al menos a esa conclusión llegó el chico después de ver como después de cuatro años ellos nunca se habían preocupado por él verdaderamente.

Volvió a su habitación y al entrar la cerró con llave por si acaso, abrió el armario y sacó de él un saco de viaje en el que empezó a echar ropa: varios pares de sus habituales pantalones vaqueros rotos, camisetas negras con imágenes de calaveras, y algo de abrigo. Cerró la bolsa y se la colgó a la espalda, y sacándose una llave del bolsillo, abrió la puerta que anteriormente había cerrado, para después arrojar la llave sin preocuparse por donde cayera y bajar por la escalera procurando no hacer ruido, aunque estaba seguro de que si hubiese bajado las escaleras dando pisotones nadie le hubiera oído. Así era él para sus padrastros, invisible.

Abrió la puerta de la salida y la atravesó dejando que la lluvia de aquella noche le empapara. Sin darse la vuelta se precipitó a cerrar la puerta, y justo antes de hacerlo oyó un disparo, los chillidos cesaron y ahora el único ruido que escuchaba era el de la lluvia, que aumentó después de que el chico cerrara la puerta y sin detenerse siguiera caminando con paso lento.

La lluvia se deslizaba por su pelo rubio, adornado con una mecha azul, un perfecto rasgo con el que le identificarían fácilmente, pensó el chico dándose cuenta de que algún vecino, alarmado por el ruido del disparo, podría haber llamado a la policía y estos, al darse cuenta de que el hijo de la familia faltaba( la mayoría de gente lo conocía de vista a causa de su llamativo estilo), lo buscarían tomando como referencia su mecha y posiblemente su ropa, ya que en aquel sitio el pelo de color rubio abundaba, sobre todo por los jóvenes de su edad.

Llegó a la parada del autobús que estaba vacía y una vez estuvo resguardado, rebuscó en su mochila un gorro de lana negro adornado con algunas insignias de sus grupos favoritos, y al dar con el se lo colocó. Un problema menos, pensó, y aguardó a la llegada del primer autobús que llegara y lo pudiera llevar lo más lejos posible de allí.

El autobús  al fin llegó y el chico se montó; cuando se dispuso  a pagar al conductor con el dinero que le había cogido a su madrastra del lugar donde ella lo escondía de su marido, procuró taparse con el flequillo los ojos, sin embargo no funcionó, pues llevaba el pelo tan mojado que estos se veían a la perfección, y las lentillas que solía llevar se le habían caído al llorar. Cuando el conductor le dio el cambio se quedó mirando sus ojos extrañado, seguro que muy poca gante tenía el privilegio de ver unos ojos de tan extraño color: uno del azul más suave, pero tan consistente y profundo como se pueda imaginar; y el otro de un verde que recordaba praderas vivas donde el ganado pastaba apaciblemente y que transmitía paz con solo mirarlo.

Después de la sorpresa inicial, el conductor volvió la vista hacia la carretera y con algo de sueño en la voz dijo:

-Que tengas buen viaje, chico.

-Gracias-contestó con una voz cansada y ronca que, si no fuera por el desgaste, sería preciosa.

Después de una ojeada rápida pudo ver que era el único pasajero esa noche, y se alegró de ello aunque no le gustara demasiado la soledad. Fue hasta el final del autobús y ahí se sentó poniendo su equipaje en el asiento de al lado. Después de mucho tiempo sin sentir sueño, sus ojos se empezaron a querer cerrar, así que, cansándose de mantenerlos abiertos se dirigió al conductor diciendo:

-Jefe-lo suficientemente alto para que le oyera.

-¿Si?

-¿Podría avisarme cuando llegáramos a la última parada, por favor?-aunque la verdad es que no tenía ni idea donde sería la última parada ni cuanto faltaba.

-Claro chico

-Muchas gracias-dijo mientras cerraba los ojos lentamente.

-No hay de que

Se abandonó así al sueño que tanto ansiaba y que no había podido conciliar bien hacía dos o tres semanas, semanas en las  que no había parado de llover. Y así fue atrapado por los brazos de Morfeo sin preguntarse lo que haría a partir de ese momento, como sobreviviría…

Y lo más importante: con quien lo haría.

 
Notas finales:

Bueno, gracias por llegar hasta aquí (esquivado un tomatazo)eh?! quien ha sido?! en fin, estais en todo vuestro derecho de criticarme si no os ha gustado.

Por ahora no sabremos el nombre de nuestro protagonista, pero todo se aclarará en el siguiente capítulo.

No os pido reviews, me conformo con que lo hayais leido y os haya gustado,(aunque confieso que si veo uno o dos reviews empezaréa dar saltitos de alegría xD), pero de todas maneras, cualquier sugerencia o queja constructiva será bienvenida ^^

En fin, me despido y espero que volvamos a leernos pronto

Matta ne!!

Saludos: Suti


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).