La brisa vespertina acariciaba sus cabellos. Era un viernes de mayo y la tarde estaba fresca, ni uno de los dos tenía alguna obligación que hacer esa tarde así que habían decidido alejarse un tanto del ajetreo de la mansión y dirigirse a descansar a uno de los jardines más alejados – y favoritos – del cajún.
Logan bostezó mientras posaba sus brazos tras su cabeza, realmente el lugar era tranquilo y el cantar de los lejanos pajarillos le relajaba aún más, se acomodó mejor en el césped donde estaba acostado y volteó su cabeza para encontrarse a Remy durmiendo plácidamente apoyando su espalda en aquel gran árbol que le estaba haciendo sombra. Simplemente sonrió, le encantaban estas tardes así, donde no hacía nada al lado de su amante. Se acercó al cuerpo del cajún y besó sus labios despacio para volver a acomodarse en el césped.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero a lo lejos sintió las pisadas de alguien, una mujer, ya sabía quién era.
“Buenas Tardes, Logan” Habló la persona que le había tomado minutos llegar hasta ellos.
“Tardes, Storm” abrió un ojo para encontrarse a la chica con una cesta entre sus manos. Sonrió, su olfato no había fallado “¿Comida?”
“Sí, pensé que no irían a la mansión hasta bien tarde, así que vine a traerles algo de comer” Extendió un pequeño chal para ella sentarse y sacó otro de la cesta – que haría de mantel – y cubrió a Remy con él, ya que seguía durmiendo. “Además, Jean y Scott han empezado a discutir de nuevo, pero esta vez se le han unido todas las parejas de la escuela”
“¿Parejas?” Aparte de los involucrados quiénes más estaban juntos, Rogue y Bobby no contaban, pues hace unas cuantas semanas habían terminado y parecía ser definitivo.
“Ya sabes, Peter y Kitty, Kurt y Daisy la niña que mira a través de las paredes y unas cuantas parejas más. Es increíble que no te des cuenta”
“Es que he estado ocupado” dijo mirando a Remy que daba muestras de empezar a despertar.
“Bueno... Están todos tan exaltados adentro”
“C'est toute une bataille” Dijo Remy abriendo los ojos.
“Exacto” le ofreció una cerveza a Logan, quien aceptó encantado.
“Y decidiste salir a vernos” Aceptó el plato con la rebanada de pie que le tendía su hermanita. “Mercy ‘Ro”
“Así que nos utilizas”
“No, es solo que con los trámites de la escuela me tiene tan ocupada que no sé nada de ustedes, así que con el problema presente en la mansión decidí traerles algo de comer y charlar” Miró directamente al mayor “Y no, no es una excusa, bien pude haber ido a pasar tiempo productivo con mis plantas”
“Yo no dije nada”
“Y ¿Por qué están discutiendo?” Preguntó acomodándose en el chal.
“Ha de ser por las salidas nocturnas que tiene nuestro amigo” dos pares de ojos le miraron directamente “No es tan discreto como cree ser”
“¿Salidas Nocturnas?”
“Con razón Jean estaba tan enojada”
“Oye, olvidaste la mostaza” Habló Wolverine buscando el frasco en la cesta, pero se vio interrumpido al recibir una patada de parte de su amante. “Auch!”
“Je le Sens”
“No te preocupes, he venido preparada. A todo esto, cómo va tu pierna?”
“Bon...”
Así pasaron la tarde, conversando de todo y de nada, riéndose a veces de algunas anécdotas que contaban. Cuando llegaron a la mansión – pasada la media noche – se notaba la tensión en el ambiente, todos – excepto ellos – habían sido partícipes de la discusión y la sala de la Mansión estaba hecha un asco.
“Mon dieu”
“Esto sí que fue una guerra”
“Yo no pienso limpiar esto, esos dos ya me van a escuchar”
Había pasado una semana desde el incidente, para la única pareja no involucrada era bastante divertido dar clases donde los hombres se sentaban en un extremo y las mujeres en el otro; donde las pocas parejas que no habían discutido buscaban momentos donde nadie les veía para hacerse cariño, ya que si los veían los demás serían tratados como traidores. Por otro lado, para Tormenta todo esto era un verdadero dolor de cabeza.
Se besaban con lentitud disfrutando de cada momento, de cada sensación, de cada aliento. Esa tarde habían llamado de New Orleans y solicitaban a Gambito urgentemente. Así que ahí estaban despidiéndose, como siempre.
“Debo levantarme” Dijo mientras Logan se entretenía en su pecho.
“Aún es temprano”
“Mm no, se hace tarde”
“Pero Remy...” Tomó una de las manos del cajún y la posó en su entre pierna, donde se notaba que estaba listo para una siguiente ronda. Sonrió
“Remy puede encargarse de eso” Así como estaban comenzó a realizar con camino de besos hasta llegar a su miembro, el cual pasó de largo y se dedicó besar otras zonas. Los suspiros de Logan se hacían cada vez más fuertes, el ojirrojo tomó el miembro de su amante y comenzó a dar pequeñas lamidas para luego dar una a todo lo largo logrando un estremecimiento de parte del de arriba, quien agradecía la bendita lengua y boca de su pareja que le hacía ir al cielo y bajar al infierno con un solo roce. Pronto Gambito comenzó a bombear el miembro acercando y levantando la cadera de Logan.
“Ah... Remy...!” gemía una y otra vez “Es-espera... me vengo...” pero Gambito sólo aumentó la velocidad y la fricción de su lengua. Con un gemido ronco, Logan terminó en su boca. El mayor se hizo a un lado para dejar que Gambito se acomodara. Cuando giró su rostro se encontró con su compañero mirándole, no pudo evitar el impulso de besarle. Luego de un rato con un rápido beso en los labios, el cajún se dirigió al baño para tomar una corta ducha.
Por su lado Logan se encontraba sentado en la cama disfrutando de todas las sensaciones que le embargaban cada vez después de estar con su Franchute. Realmente él no entendía como Remy podía dejarle ir con tan poca resistencia, en cambio él podría amarrarlo a la cama para que nunca se apartara de su lado – y claro, tenerlo a su merced también -.
Al bajar del avión aspiró hondo el aroma a New Orleans tan característico. A su encuentro estaba Liz, una nueva integrante del gremio, pero el que sea nueva no los distraiga, pues tenía bastante experiencia.
“Bon Voyage?”
“Oui” respondió con una sonrisa amable.
“Nos dirigiremos al centro del Gremio”
“Es decir mi casa” pensó, aquella casa que él había comprado para establecerse con Bella cuando se casaran, para formar una familia, echar raíces, eso hacía mucho tiempo atrás, cuando él recién era un adulto. Miró el traslúcido reflejo que le daba el vidrio y se sorprendió de verse... viejo.
“Bienvenu” le saludó su ex esposa y sin más le puso al tanto del caso que les traía tantos dolores de cabeza.
Sucedía que un padre – que era mutante – estaba en busca de su hija – que debía estar por desarrollar sus poderes – y matarla. Lo peor de todo es que estaba atacando en secreto, tanto como ellos mismos actuaban, sólo había sido una casualidad que se hubiesen enterado, pero en cuanto conectaron las ideas supieron que este era un trabajo para su líder – luego de algunas operaciones que acabaron en fracaso -.
Remy suspiró, tratar con un mutante era algo a lo que estaba acostumbrado, así que pensó que podría solo con este enemigo de turno y salvar a la pequeña que estaba involucrada... ¿cierto?
CONTINUARÁ
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