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D gray Man Doors [SkinnxTykki] por Primarycolored

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Notas del capitulo: Advertencia: el siguiente fic contiene spoiler de los capítulos 97, 118, 157 y 158.
Photobucket Había un montón de habitaciones en el largo pasillo del arca. Cada puerta daba a algún lugar más allá de cualquier imaginación escondido en los más recónditos rincones de los ojos curiosos. Tykki paso su mano por cada una de las puertas mientras su cigarrillo se consumía entre sus labios. Lo pensó mucho durante semanas… talvez era su único pensamiento intenso desde hacia muchos años: “Tonto, talvez los Noah también podemos llorar” es le había dicho Road una vez antes de enfrentarse al chaval blanco. Era el pensamiento más intenso que había tenido antes. La ira, la ira, la ira… era tan intensa como su ira… Skinn

Cada una de las puertas tenía un aspecto distinto dependiendo del contenido o de lo que guardaran. Pero sin duda su puerta favorita era la de Mariposa. Detrás de ella se había perdido Skinn. Desde la ultima vez que se vieron, antes de separarse, antes de dejar de sentir aquella intensidad de la ira, Tykki se había prometido a si mismo que ya nada le volvería a atormentar, que ya nada seria un secreto. Pero había perdido como en la guerra solo se pierde… Skin ya no estaba detrás de esa puerta, la puerta de mariposa. Ya no esta ese sentimiento que no sabe con exactitud que es, pero que le sorprende de noche en noche pensando en Skinn, llamándolo a oscuras y ahogando un grito sacia sus ansias de que la mano que se desliza por debajo de su ropa interior en verdad fuera la de “Diente Dulce”.

La sensación de protección y de intensidad, como un rayo, una tormenta eléctrica, le venia de noche en noche, mientras se recuperaba de su herida, mientras lo extrañaba, calmaba su fiebre imaginando a Skinn sobre el, presionándole con su peso, cargándolo con su rayo. Su luz, su ira, la tormenta eléctrica que significaba Skinn Boric.

Recorría las puertas del arca sintiendo la desesperación oculta de que tal vez Skinn nunca más volvería a aparecer. “Se a quedado en la otra arca” se repetía constantemente mientras se recuperaba de la profunda herida que Allen había dejado en él. “Nunca más volverá a estar aquí” y se mentía a si mismo tratando de olisquear el aire para ver si podía percibir el aroma a caramelos, algodón de azúcar, bastoncitos de navidad… “Diente dulce”.

El conde lo presentaba en sociedad, bailaba con desplante, le presentaban señoritas, todo lo hacia con gracia y con audacia, como si siempre hubiera pertenecido a ese ambiente. Bailaba toda la noche y acaba durmiendo todo el día… a veces solo iban a visitar a su hermano Sheryl y a Road. Otras solo se quedaban en el arca y el recorría la habitaciones como en busca de la paz a esa desesperación silenciosa que solo podía expresar en sus pensamientos y en sus recorridos por el arca. Trataba de no verse preocupado, tranquilo y como si nada le importara, como si las cosas solamente pasaran y ya.

A veces Tykki solo se sentaba en la escalinata de la puerta de Mariposa y esperaba a que el sol se pusiera y comenzara a emitir ese delicioso olor a navidad, a galletas recién horneadas, a bastoncitos de navidad. El aroma de la ira era dulce, el olor de las tormentas eléctricas era a caramelos. ¿Sientes ese delicioso olor, “Diente Dulce”?

-Tykki, hace rato que te noto extraño ¿Qué te pasa? ¿Te preocupa Allen?-
-No es nada Road- le contestaba con voz monótona- ¿Ese vestido es nuevo?-
-No, y no me cambies el tema, ¿Qué te pasa?-
-Nada Road, nada solo estoy algo aburrido, el Conde ya no me envía a misiones…-
-Y…
-No es nada Road… Nada que sea importante-
-¿Te duele aun la herida que te dejó Allen?-
-No tanto-
-Creo que algo te pasa…

No hacia falta que se lo dijera, estaba más que mal, deseaba con desesperación estar entre los fuertes brazos de Skin. Aunque tuviera la certeza de que nunca volvería ver los gruesos labios que nunca pudo probar, pero que desea en secreto.

Estas fuertes sensaciones le provocaron a Tykki tal malestar que comenzó a decaer, tanto que ya no podía levantarse de su cama. Tanto que ya no podía ni salir de los sueños febriles que cada noche venían hacia el. Hasta que la ira se apodero de él y bañado en sudor de fiebre comenzó otra vez a llamar a Skin en sueños, primero bajo y casi en susurro, y luego a gritos mientras los criados akumas trataban de bajarle la fiebre con compresas de agua fría. Ya había perdido la noción de las horas y de los días, no sabia si era de noche o de día.

-Tykki, Tykki…- el aire olía a caramelos de anís. Tykki abrió apenas los ojos tratando de enfocar las imágenes. Estaba algo oscuro y solo iluminaba la luna llena desde afuera. Una cabellera rubia y el rostro con pecas devolviéndole una sonrisa- Tykki que alivio, estás bien- la grave voz de Skin. Con apenas fuerza Tykki trato de levantar una mano para palpar si en era real la persona que estaba frente a él. La piel estaba calida y tersa. Aun no podía discernir bien pero trató con las pocas fuerzas que le quedaban trato de atraparlo en un abrazo, pero cayo desmayado antes de poder rodearlo.

***
Estaba tan fresco, una deliciosa brisa entraba por alguna parte, que refresco su despertar. Abrió los ojos con un poco de pesadez y el sol le pego en la cara.
-¿Cuánto tiempo piensas dormir?- la voz grave que venia desde el otro lado de la habitación. Sentado en un sillón enorme, estaba Skin le miraba atento con aquellos ojos miel, con aquella mirada triste y seria. Tykki se sintió incomodo y expuesto, pero aliviado de poder ver a Skin nuevamente allí, a su lado. La brisa entraba desde una ventana abierta cerca de su cama.
-Skin, pensé que tu- el se acerco gentilmente a su cama y se sentó cerca tomando las manos de Tykki entre las suyas y las beso.
-Si, estoy bien-
-…pero-
-Pero nada Tykki tu descansa- le beso la frente largamente, como si quisiera que en algún momento sus labios se fusionasen con la frente sin cruces de Tykki – Ah, creo que ya se te quito la fiebre, pero estas rojo aun, descansa- y se alzo de la cama que crujió y se levanto ante la ausencia de su peso- Yo vuelvo más tarde, debes tener hambre-

En efecto, tenia hambre, mucha, pero no exactamente esa hambre se saciaría con comida. Ni mucho menos…

***
Tykki había soñado muchas noches con el peso de Skin presionándole, susurrándole al oído cualquier cosa, pero con certeza nunca pensó que ese sueño se haría realidad, ni mucho menos había pensado que haría si llegaba de un momento a otro la hora de hacer sus sueños febriles realidad. Pero ahí estaba, tumbado en su cama pensando en aquellas cosas que lo habían mantenido en los últimos días.

Skin era más amable de lo normal, no mostraba en ningún momento su forma Noah y le acompañaba mientras se recuperaba por completo de aquella extraña enfermedad que lo aquejo en las ultimas horas. Hablaban de cosas tan triviales que a Tykki incluso le pareció distante. Talvez Skin no era como el lo había imaginado, incluso por primera vez en todos ese tiempo se pregunto a si mismo si Skin podría corresponderle. Que más hubiera querido él. Pero nunca se lo había planteado de esta forma, ¿Skin correspondería a sus sentimientos?

Por más dura que fuera la respuesta, tenia que intentarlo, esa misma noche, se lo plantearía, si el podía, si era capaz de hacerlo, todas sus dudas, todos sus miedos, todas sus fantasías tendrían por fin una respuesta. Seria capaz de mirar de frente los ojos miel de Skin y decirle abiertamente: “Te amo”.
***
Esa misma noche se vistió solo, cruzo el umbral de su cuarto y se planto frente a todos en la típica cena familiar que había cuando estaban de receso. Cuando no tenían misiones. Devitt, Jasdero, Road, Lulubell, El conde y Skin.
-Tykki ¿Ya te sientes mejor?- grito Road corriendo hacia él…
-A si-
-Vaya ahora pareces más una chica con el cabello tan largo- no lo había notado hasta que Devitt lo dijo, tenia el cabello bastante más largo de lo normal le caía suelto hasta los codos y lo tenia algo enmarañado.
-Si largo- balbuceo Jesdero casi al mismo tiempo que Devitt terminaba su frase-
-¡¡Déjame peinarlo!!- Road saco un peine y un listón y le recogió el cabello en una cola que caía con sus respetivas ondas.
-Siéntate con nosotros Tykki-pon-dijo cordialmente la anciana voz del Conde. Tykki solo asintió con la cabeza y se sentó al lado de Road, frente a Skin.

Casi no vio lo que comía y apenas y disfruto de la animada pelea entre Jasdevi y Lero, tenia la cabeza metida en como iba a hacer para que Skin le siguiera a la habitación y poder hablar con el, sin interrupciones.
-¿Más ensalada Tykki-pon- la voz del Conde interrumpiendo los pensamientos de Tykki. Ya lo tenia, ya sabia que hacer.

Al terminar la cena, Tykki se quedo aparte. Skinn pareció notarlo y le hizo un gesto con las cejas. Caminaron lento, mientras todos los demás se alejaban, para Tykki, ningún sonido parecía real, ningún sonido parecía ser importante. De pronto estaba frente a Skinn, sin notarlo habia puesto sus manos alrededor de su cintura y los presiono contra su pecho. Sintió la electricidad de la Ira. La Ira de Skinn Boric.

Para Tykki los segundos ya no pasaban, en aquel pasillo del arca no existía el tiempo, ni lugares, ni nada, solo Skin y él. Ya no habría sueños febriles ni falsas esperanzas. Solo Skinn y Tykki. Pensó el lo duro que era el corazón de Skinn y en lo poco que había durado junto a el, y en el poco tiempo que pudo darse cuenta de sus sentimientos. Que juro frente a la puerta que le quito a Skinn que ya nada le volvería a atormentar. Que ya nada seria un secreto, que si podía trataría de amara a Skinn tanto como pudiera y tanto como le naciera.

Pero allí estaba entre los brazos de Skinn, podía sentir el calor de su piel a través de su camisa. Podía y quería llegar más allá de un abrazo fogoso. Pero solo podía atinar a abrazar a Skinn.
-Sabes yo…- pero Skinn detuvo sus palabras depositando un calido beso en los labios de Tykki. Este sintió que se mareaba, que florecían nuevas flores en su corazón, que una cascada de agua caliente le caía encima. Los labios de Skinn, los gruesos y hermosos labios de Skinn por fin se habían juntado y eso significaba solo una cosa. Skinn seria solo para el, la ira seria por siempre parte de la voluntad. Y para siempre Tykki estaría en los brazos de Skinn no importaba como ni donde, solo importaba que ambos estarían así por la eternidad.

-Preparate Tykki, porque este es solo el comienzo-
-Hace rato que te esperaba “diente dulce”- y sonrio imaginando todos sus sueños febriles hechos realidad.

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