Las ocho de la madrugada comenzaron y un sol naciente y un cielo brilloso estampo el paisaje de la Academia de Konoha, donde desde lejos se podía lograr oír el bullicio de los jóvenes y niños, cuyos gritos y carcajadas eran los que se oía, era un día perfectamente normal en la vida de los adolecentes, de los niños y de los profesores.
Las niñas y los niños reían y jugueteaban entre ellos, mientras que los adolecentes se reunían en grupos y desde lejos piropeaban a las señoritas que delante de ellos se contorneaban. Todos con una sonrisa, todos relajados, algunos leyendo presurosos las páginas de un cuaderno al no estudiar para el examen, otros gastaban bromas pesadas a los profesores, los más grandes se divertían fumando a escondidas y fastidiando a los chiquillos de primaria.
Entre tanto bullicio uno de los muchachos yacía recargado contra el tronco de un gran y fornido roble, de cabellos negros y lisos atados por una cola que dejaba guarecer mechones brillantes de cabellos sobre la frente y los hombros; de contextura delgada, un poco bajo pero aquello parecía no ser notado por la cara perfecta que traía consigo, un rostro de porcelana, lleno de finos rasgos, ojos negros grises opacos siendo protegidos por unas deliciosas pestañas largas las cuales le daban una aspecto encantador. Su vestimenta era unos jean negros y una camisa manga larga de color blanco, cuyas mangas yacían un poco largas para dar cierto estilo, además que un collar de plata yacía en su cuello adornándolo.
Los ojos cerrados del joven muchacho de 15 años se dejaban llevar por la música que escuchaba en su reproductor de sonido. Tan embelecido por los estruendoso y melódicos sonidos que oía a través de los audífonos plateados que no percibió cuando su brazo fue jalado con brutalidad haciendo que su boca se pegara con fuerza contra unos divinos labios rosados, que le regalaron un delicioso y sensual beso en la boca, sin importarle las miradas de los demás.
-buenos días-susurro aquel joven que había tomado los labios sin permiso. Este era un muchacho de 16 años, un año mayor que el pelinegro, de cabellos alborotados de color naranja son rayar al rojo, de ojos grises claros aunque poseía una mirada enigmática que parecía absorberte en un mundo lleno de fantasías, de cuerpo delgado pero más musculoso, de piel morena. Tenía según su rasgo más singular un pircing en la ceja y otro en la lengua además que traía una moda bastante "rokera" por decirse, unos jeans y una chaqueta de cuero negro protegían su desnudes.
El pelinegro se separo de los labios y con un sutil movimiento quito los auriculares, para sonreírle a su pareja.
-hola, Pein- le respondió el saludo justo cuando la campana sonó la campana del liceo y todos los estudiantes entraron con bulla y gritos-te estaba esperando-dijo mientras tomaba la mano de su novio haciendo que amabas se juntaran en un adorable agarre. El pelinegro guardo el aparatito en su bolsillo y con su bolso de color rojo entro a la escuela
Ambos caminaron por el pasillo del liceo, siendo saludados amenamente por todos los alumnos ya que ambos eran uno de los más populares de toda la escuela ya que Itachi Uchiha era el cantante de la banda de rock del colegio y Pein era su guitarrista, ambos eran codiciados por cada una de las femeninas de la institución pero sin tomar afecto mas que una mirada perdidita de Pein hacia el busto de las damas.
-tobe un fin de semana pesado-comento el peli naranja mientras guardaba sus libros en el locker correspondiente que por casualidades de la vida estaba al lado de su pareja- mis padres me obligaron a ir a visitar a mi abuela-su rostro formo una mueca de "trauma" al recordar el tortuoso fin de semana.
-¿la que te apreta las mejillas como si fueran de juguete?-pregunto divertido el azabache mientras cerraba el casillero y solo en sus manos dejaba un cuaderno y un libro de física correspondiente a su clase. Al preguntarle aquello el peli naranja asintió con la cabeza para recargarse contra su casillero- que fastidio jaja... yo Salí con Hidan al cine-una sonrisa depravada se formo en los labios de Itachi-nos coleamos en una porno jaja y Hidan salió con una erección frente todo el mundo-rio con diversión al recordar la vergonzosa escena del albino.
Pero tal vez ese comentario tubo que guardárselo ya que detrás del joven de camisa blanca estaba nada más y nada menos de quien era mencionado en la conversación. Un muchacho de 15 años al igual que Itachi, de pupilas lilas y de peil blanca al igual que su cabello peinado hacia atrás con gelatina, de una estatura un poco más baja que los demás. Vestido con un pantalón negro y una camisa de tirantes roja.
-¡te burlas de mi marica!-gruño mientras atrapaba por atrás al Uchiha y con una llave apretaba el cuello del azabache sin hacerle daño- y que si me puse cachondo fue tu idea meternos en un film porno ¡guarro de mierda!-grito alargando cada palabra mientras que Itachi luchaba por soltarse del agarre-sufre imbécil-dijo con euforia fortaleciendo la llave.
Pein arqueo una ceja mientras miraba como Itachi e Hidan peleaba n como niños de preescolar, el rostro de ambos irradiaba molestia pero diversión al mismo tiempo. El azabache se logro soltar y tumbo a Hidan contra el piso y lo inmovilizo contra el suelo mientras se burlaba de lo ocurrido en el fin de semana. Todo aquello era demasiado tonto para el mayor y después de dar un suspiro se retiro a su clase dejando solo a su pareja y a su amigo.
-¡bájate maricon! ¿cuántas veces debo decirte que a mí no me ponen los hombres?-grito con estruendo mientras que el divertido y juguetón Itachi seguía estampando la cabeza albina contra el suelo sin provocar daño, mas solo fastidio. Sin duda esa era su manera de demostrar lo mucho que apreciaban su amistad.
-¿no te excitan? ¿pero si te fascinaron en la película prono no Hidan?-rio burlándose mientras seguía fastidiando al albino, lo cual por lastima fue por poco tiempo ya que un hombre mayor de edad de cabellos verdes, piel blanca y con una notoria bipolaridad los detuvo.
Tomando con una mano al pelinegro y con la otra al albino los separo y les dijo sin soltarlos:
-Uchiha Itachi y Áyame Hidan- rugió mientras los separaba y los llevaba a la fuerza al salón de clases- la clase de física empezó y el profesor les espera pacientemente a ambos para llenar sus cerebritos de información necesaria-dijo el maestro de botánica siguiendo arrastrando a los adolecentes aunque ellos no se resistían y sin más tuvieron que comenzar su día en la Academia.
------------------------------------EN EL SALÓN DE CLASES-----------------------------------------------
Las clases eran impartidas con normalidad en el salón, donde el profesor de física un hombre de 45 años de cabello azulado y echado hacia atrás con un singular peinado, de delgado torso y rostro blanco y perfecto. Sin duda era el profesor más guapo de la Academia que daba la materia más aburrida de todas.
-muy bien alumnos, presten atención, si tenemos un objeto que posee una velocidad X y se mueve en un movimiento rectilíneo uniforme, recorriendo una distancia de 242,1 metros ¿Cuál es su velocidad? Considerando que pesa 2463 kilos, ¿Al quien pasara al pizarrón para resolver el problema?-un silenció abrumador quedo en el aula bajo la vista confusa de cada uno de los alumnos excepto uno.
Un chico de cabellos rojos y alborotados, con unos hermosos ojos miel resguardados bajo unas gafas que lo hacina lucir infinitamente inteligente, su camisa de color marrón estaba guardada en sus pantalones los cuales eran finos y atados por una correa de cuero, el típico nerd del colegio.
Akasuna Sasori, era el chico más inteligente de todo el grupo y tal vez de todo el colegio, siempre vestido como un hombre adulto incluso mejor que los propios profesores, tímido e introvertido. Sin duda muchos le consideraban como un antipático y nerd antisocial. Pero la verdad es que el chico poseía un terrible miedo a conversar con la clase y aun mas un terrible secreto romántico.
-profesor-levanto la mano el pelirrojo-yo quiero pasar al pizarrón-dijo muy seguro el joven para luego levantarse ante la mala mirada de los otros alumnos, mandándoles miradas malévolas llenas de envidia y repudio, mas el jovencito ya se había acostumbrado a ignorar las miradas y mejor aun a guardar el dolor que le ocasionaba ser mirado asi.
Antes que el chico llegara al pizarrón uno de los alumno estiro su pie haciendo que Sasori cayera de golpe al suelo y su nariz se rompiera y la sangre de ella se esparciera, sus manos se colocaron sobre su rostro para detener el flujo de sangre sin poder dar una mirada algo humillada al chico que le puso el pie. La risa exploto en el salón y el pobre joven se sintió sonrojar humillado.
-¡silencio!-grito el profesor apagando todas las burlas contra el pelirrojo-tu-señalo al que había metido el pie-a la dirección-el joven con orgullo y frialdad se levanto de su mesita y camino con gran ego hacia la puerta de salida, no sin antes darle una matona sonrisa al pobre chico de nariz rota- ¡ya Itachi Uchiha a la coordinación!-grito el profesor no sin antes empujar al joven por la puerta y este salir casi callándose, borrándole la malévola sonrisa.
El pelinegro de carácter impertinente camino por el pasillo hasta llegar a la dirección, bufando y maldiciendo a gran escala omitiendo palabras que se habían quedado en su vocabulario de tanto hablar con Hidan al llegar a la direccion, entro y se sentó en el sofá de cuero, sorprendentemente el director no estaba pero si otro mala conducta.
El pelinegro se sentó en el sofá y estiro su cuerpo para luego recargarse en el, miro con disimulo a su compañero de castigo, nunca lo había visto antes y era un ser de lo más extraño e inusual.
El chico media como dos metros, de piel gris o azulada, no sabría interpretar el color pero le resultaba atrayente, además de que poseía dos pequeños ojos negros y unas especies de cicatrices en sus mejillas. Ese ser de cabello azulado miro al pelinegro que no paraba de observarle.
La mueca adorable de curiosidad impacto en su rostro mientras se acercaba a un distancia no prudencial para observar mejor el rostro.
-¡¿Por qué me miras tanto marica?!-le gruño el hombre dejando al pelinegro ver otro detalle, unos filosos dientes semejantes a colmillos blancos. El joven se estremeció ese tipo era de temer, su actitud y tamaño era intimidador.
-no soy marica pero si gay- Dijo riéndole peor al ver la cara de mofa e ira del adolecente callo-bueno, me llamo Itachi y ¿tu?-trato de iniciar una amena conversación pero el del alado se negaba a cooperar guardando silencio además de incluso alejarse un poco del azabache, lo que le molesto y decidió encender su chispa de irritabilidad marca Uchiha -bueno, entonces como no me dices tu nombre te llamare Anónimo ¿Qué haces aquí Anónimo?-le pregunto buscando diversión, al no tener respuesta siguió fastidiándole-¿es que grado vas Anónimo? Yo voy en primero de ciencias, solo dos años más y me graduó, sabes quiero estudiar música, pero mi tío no quiere que haga eso el me dice que mejor sea medico o abogado, aunque eso es aburrido porque a mí me gusta mucho cantar, ¿me has visto cantar? Todos dicen que canto bien, pero a mí no me gusta mucho siempre he deseado cantar como Marilyn Manson pero me es imposible y... y -de repente la voz hastiada del azulado le hiso callar
-¡cállate! ¡Te voy a buscar al punk con el que siempre andas para que te meta la polla en la boca y ver si la cierras!-grito para después tomar aire, ese pequeño era para el muy estresante.
-ohh te refieres a Pein, entonces si me conoces-dijo con una sonrisa llena de diversión- mi nombre es Itachi Uchiha, puedes decirme como quieras aunque no "Ita-chan" que asi nada más me dice Pein-el azulado dio un gran suspiro y se dejo caer contra el mueble.
-no tienes nada más interesante que hacer aparte de fastidiarme?-gruño mientras acariciaba su cien- me llamo Kisame, estoy aquí porque le lance la cartera a la profesora por la ventana-suspiro el más alto al dar la explicación esperando callar al bonito joven que al lado tenia pero solo eso aumento la curiosidad.
-¿Por qué hiciste eso?-pregunto divertido el muchacho al mismo tiempo que subía sus piernas a la mesita de cristal del director donde estaban revistas educativas y uno que otro adorno-¿te has dado cuenta que la oficina del director es muy grande? ¿Cómo se pagara todo esto? Si su oficina está grande su casa debe ser enorme-
-¡por dios cállate! ¡estoy irritado esta es la tercera vez que me mandan a dirección! ¡Me van a expulsar!-fue en ese momento que el joven dejo expulsar todos sus temores- ¡mi papa me va matar no pero aun me van a meter a la escuela militar!-casi rompe en gritos el pobre hombre pero fue justo en ese instante que entro el director haciendo que ambos muchachos sudaran frio.
El hombre de 34 años de piel blanca, ojos negros y cabello blanco, vestido con un hermoso saco de color marrón y pantalón fino. Se sentó con comodidad en su gran silla acolchada mirando a los dos alumnos mala conducta. Les sonrió a ambos mirándolos con cierto cariño, para posteriormente sacar una hoja de uno de los cajones.
Comenzó a firmar con bolígrafo rojo algunos nombres y otros documentos para seguidamente guardarlos y mirar por nueva cuenta a los chicos.
-Itachi...-antes de que pudiera pronunciar una palabra fue brutalmente interrumpido por la voz rápida y asustada del Uchiha que con una mueca de miedo y picardía comenzó a defenderse antes de ser acusado con perfectas y estúpidas mentiras.
-¡yo no hice nada se lo juro, el imbe... Sasori se metió donde estaba mi pie y callo apropósito yo no lo lance se lo juro todo lo que le dijo el profesor es mentira, el me odia todos me odian, no le puede creer a ellos y no a mí!-antes de que pudiera continuar diciendo disparates y falsas escusas, el profesor le corto con una voz suave.
-puedes volver a clases Itachi-kun, pero discúlpate con Sasori por favor-el joven solo parpadeo dos veces de manera singularmente rápida haciendo relucir sin darse cuenta las largas pestañas, logrando que el director tuviera un ligero rubor al ver tan bella imagen en un rostro de niño.
-... con gusto ¡adiós Kisame que no te expulsen te veo en el almuerzo y a usted también director!-
El joven corrió con rapidez hacia la salida dejando solo a Kisame y al director de inusual actitud pero fue obvio que un chico tan joven como Itachi no se dio cuenta de la última mirada llena de descaro que le dirigió Kakashi antes de salir del habitáculo peor Kisame que tenía 17 años si la puedo apreciar dándose en él un poco de pavor.
Al salir el pelinegro hubo un espeso silencio en la oficina del director, hasta que después es peli plata le miro y le dijo la noticia más horrible de su vida. El regaño de sus castigos, el verdadero castigo, no era una mala nota, no era una expulsión era peor que todo eso, era lo más horrible de todas las cosas.
-Kisame por tu mala conducta y tu difícil actitud serás descendido al 1 de ciencias-el peli azul casi se traga la lengua al oír tan fatal noticia sus labios temblaron y sin poder evitarlo se levanto de la silla, coloco sus manos sobre la mesa, sus ojos demostraron un destello doloroso y triste, entonces grito.
--------------EN EL SALON DE CLASES------------------
Hidan estaba pudriéndose literalmente en su pupitre, su espalda estaba encorvada y recargada sobre sus brazos los cuales sostenían sus blancas mejillas que más de una vez se ruborizo al oír hablar las chicas de lo sucedido hace unos días en el cine con Itachi.
Pein estaba peleando con más de dos personas en su salón, este chico tan "matón" no podía pasar ni un minuto sin pelear con alguien, peleaba con: el profesor, los hombres, las mujeres, los niños de preescolar, su novio, sus amigos, sus ex novias y ex novios, con la cocinera especialmente (odiaba la comida de la escuela para ser exactos ), también peleaba con Setzu y una vez incluso con el abuelo de Sasori.
Por otro lado estaba Deidara, la miro con una ceja alzada, ¿de verdad eso era un hombre? Se pregunto. Ese chico que al cual Hidan le decía todo el tiempo hermafrodita, era un muchacho extremadamente delicado, el cabello mas peinado que el propio Uchiha, siempre recogido, la ropa limpia y perfecta sin una arruga, los labios siempre brillosos con el labial que "nadie" notaba y por supuesto al ser tan bello y precisos se volvío una gran "fresa" .
-ósea, como es posible que el estúpido de ese Sasori no le haya hecho anda al patán al morboso degenerado de Itachi-gritaba como mujer Deidara mientras recogía su cabello y disimuladamente se acercaba a Sasori-no te preocupes nene, no dejes que el marihuanero de ita-antes de que siguiera con los insultos al joven que no yacía en clases entro alguien por la mullida puerta.
Todo el salón volteo al ver a este nuevo integrante del grupo, era el chico nuevo del salón, un oven de 17 años de ojos verdes, una excitante piel morena bronceada y muy bien cuidada, una cabello negro desordenado pero no desaliñado, músculos en cada parte de su cuerpo, la hermosísima ropa que llevaba, esa sudadera de color rojo y esos preciosos pantalones grises.
La cara de Hidan se puso roja y por un momento creyó ver estrellas al ver como esa preciosidad de ejemplar masculino se sentaba a su lado donde había un pupitre vacante. El joven aun siendo mirado por cada persona de la clase se limito a arquear una ceja, esperando respuestas ante la extraña mirada de todos
-¿Quién e...eres tú?-pregunto un asustadizo hombre de ojos lilas, el chico sonrió y con una mirada autosuficiente dijo en voz alta
-yo soy el nuevo estudiante de intercambio-todos los alumnos comenzaron a cuchichiar entre ellos en especial Deidara y su clud de amigas, se había oído hablar mucho del nuevo alumno, se decía que era de Suecia y que venía con honores al colegio-tengo 17 años y mi nombre es-justo antes de decir el nombre con el rudo acento marcado la puerta se abrió nuevamente y todos los chicos volvieron a voltear en especial Hidan que se imagina otro bombón de intercambio venir por esa puerta pero mas solo entro el común Itachi Uchiha.
-....-el pelinegro callo al ver como todos le miraban en especial Hidan con una mueca de fastidio e ira- bueno, bueno ¿!que miran, acaso son gays o algo!?-gruño el joven haciendo explotar en risa algunos, mas al no importarle se sentó en su silla la cual era la que estaba ocupada por el nuevo "invasor"-ello tu el de los ojos raritos párate de mi asiento-gruño y el nuevo de la clase solo lo miro desafiante-no me oíste párate-gruño con cara de perro.
-primero mi nombre no es rarito me llamo-aquel nombre que tanto deseaba saber el peli plata fue recortado por la mirada amenazadora de Itachi.
-no me importa tu nombre párate de mi silla por un demonio-gruño y por arte de magia el nuevo alumno se levanto pero no para ceder el puesto sino que tomo l pelinegro `por el cuello y lo alzo haciendo que sus pies se despegaran del suelo-suéltame-sus ojos se entrecerraron mientras trataba de dar patadas para librarse mientras era más elevado del suelo-suéltame!-
-como digas-en eso el extranjero dejo caer al joven Uchiha contra el suelo haciendo que este se hiriera en su trasero y todos se burlaran de el incluso Pein, su novio, que no pudo evitar reír-mi nombre es Kakuzu Aritori, pequeño-y sin más el hombre se volvió a sentar en el puesto ajeno sin ganas de levantarse.
El pelinegro gruño y se ruborizo ante la risa de todos y sin más tuvo que recoger su bolso y sentarse en el puesto más lejano, justa al lado de los mala conducta al extremo del salón, los raros y los nerds.
Hidan por otra parte seguía maravillado y al mismo tiempo embelecido con el cuerpo de adonis de su acompañante que por locuras de la vida estaba a su lado, el decía siempre que o era homosexual y lo mantenía, pero eso era algo que él sabía que era verdad. El fue gay desde pequeño, su madre lo sabia y su malévolo padre Kakashi director de la escuela, pero más nadie o al menos eso suponía.
-mi no... nombre es Hidan-dijo con mucho temblor en sus labios mientras saluda lo mas cortes a su compañero nuevo el cual con gusto estrecho la mano y dio un cordial saludo, palabras que jamás en su vida el albino olvidaría en toda su larga vida.
Mientras que el alvino se absorbía bajo las fuerzas del amor el Uchiha estaba con una mueca de perro total, miraba molesto al nuevo compañero y como hablaba amenamente con Pein e Hidan sus mejores amigos. Bufo. Tomo un conteo mental del 1 al 10 para tranquilizarse, sabía que él se lo merecía había sido muy antipático, asi que lo mejor era pensar con calma.
-Sasori-llamo al pelirrojo que estaba detrás de el escribiendo o dibujando algo en su mesa-oye Sasori-trato de llamar cortésmente y vio que el ojimiel lo miro asustado esperando de segura una pesada broma-perdóname por lo de hace rato-dijo en un suspiro, mientras se acomodaba para quedar frente a frente con el pelirrojo.
-... no, te pasaste Itachi-kun, siempre lo haces-dijo en reproche sin esperar palabras cordiales del pelinegro.
-no de verdad perdón, se que ice mal-trato de dar una cordial sonrisa-oye, siempre estás solo, porque no eres amigo de Pein, Hidan y yo-soltó entusiasmado mas el pelirrojo solo soltó el lápiz y cerro con parsimonia su cuaderno para luego mirar algo anonado al pelinegro-jajaja si lo sé, sé que tengo ideas muy repentinas, unos minutos te estampo lacara al suelo y al otro te pido ser mi amigo mío-el pelirrojo tubo un leve desconcierto para luego asentir con la cabeza
-no tengo nada de que perder solo que me vuelves a meter la cabeza en el inodoro-el chico de cabellos rojizos sonrió internamente, le habían pedido amistad y eso era algo muy bueno y emociónate para liguien que no ah tenido amigo en mucho tiempo.
El recreo comenzó y Sasori ahora con su nuevo club de amigos, Itachi, Pein, Hidan e inusualmente el nuevo del colegio, Kakuzu; caminaban amenamente ingiriendo sus meriendas mientras que Itachi coqueteaba con Pein acariciándole la espalda y dándole besos provocadores cerca de los labios. Hidan hablaba sonrojado con Kakuzu, parecía que al albino le atraían los extranjeros.
Y allí solo y sin ningún amor a su lado Sasori, solo en físico, pero mentalmente miraba como el rubio de ojos azules caminaba de lado a lado con sus amigos, lo miro y lo detallo, una oleada del más puro calor rodeo su alma y una sonrisa tonta se formo en sus labios: allí estaba su rubio, riendo como tonto con sus amigos, haciendo morisquetas y bobadas, tan bello, tan elegante y tan inalcanzable.
Las manos de Sasori temblaron al ver como el rubio le contacto con la mirada y el solamente se quedo con los ojos abiertos al ver como Deidara le dio una risa oculta bajo su mano. Eso era un ¿coqueteo? O ¿una burla? Solo dios lo sabia pero Sasori no dejaba de sentir su corazón romper su pecho.
De repente la imagen bella de Deidara fue opacada por una piel azul y levanto la mirada para ver a Kisame el chico del grado mayor que ellos. Este sin pedir permiso se sentó entre Hidan y Kakuzu haciendo gruñir al joven peliblanco y decir tantas injurias que hasta un curo vomitaría.
-¡cómo te atreves a poner tu espantoso culo de trucha al lado de mi persona! ¡Maldito de porquería yashin te castigara!-grito el peliblanco-¡y de paso! ¿Qué haces con nosotros?-gruño el mal hablado peliblanco.
-el niño de ojos de chica me invito a su grupo o algo asi-todos miraron a Itachi con cierta expresión de desconcierto para luego este reír de manera divertida.
-bueno, soy un poco sociable nada más, jaja-