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Problemas en la Academia por loca_cool

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Notas del capitulo:

JAJAJA AQUI CON OTRO CAPITULO

PORFAVOR DEJENME UN COMENTARIO Y YO SE LOS DEVOLVERE SI ME DA TIEMPO XDDDD

 

 

Sasori iba tranquilamente caminado por la acera, esperando llegar a su casa, en sus manos iban posados libros de física y de otras materias complicadas para cualquier chico, sus ojos miraban con aburrimiento y cansancio el transcurrir de los otros alumnos que en grandes grupos lo superaban.

Y desde lejos miro a esa hermosa ilusión que por el frente le paso asi como una ligera brisa de verano se esfumo corriendo con una bella sonrisa de juventud y ternura. Allí frente a el transcurrió su dulce amor de cabellos de sol y ojos de cielo, frente a el paso su paraíso.

Los labios se enternecieron y sonrieron como tontos al ver como la risa de Deidara llegaba a sus oídos  mientras se iba a su hogar acompañado de una torva de amigos y conocidos. Sasori solo suspiro y detuvo su paso aun sintiendo el aroma que el rubio le dejo en el aire, una mezcla de manzana y caramelo, tal olor que le enloquecía como la mejor droga.

Estupefacto por tan repentino ángel, se quedo tieso e inmóvil en sus ojos había ya un desdén de enamorado y un infinito mar de tentaciones e ilusiones. Mas no se dio cuenta cuando un chico de cabellos tan blanco como las nueves se le tiro en sima, dándole una especia de abrazado, pero más bien parecía una especia de llave de lucha.

-hola Sasori-grito el joven e inusual Hidan- ¿Quién te dejo la carita de enamorado?-burlo divertido para después soltarle al ver como el pelirrojo se molestaba e hería por tan brusco saludo

E incorporándose trato de rugir avergonzado y un poco molesto por tal trato.

- ¡Yo no tengo carita de enamorado!-casi grito el pobre muchacho al ver como Hidan lo miraba con unos ojos llenos de picardía juguetona- ¡es verdad!-trato de afirmar mas ahora una carcajada suavecita le rompió los tímpanos

- te gusta-sugirió mientras que los cabellos blancos se revolotean un poco por la brisa de la tarde- sabes que si-el pelirrojo hizo una mueca indescifrable por tal surgida idea, mas solo las mejillas pudieron sonrojarse en respuesta-jaja-

-no-dijo oyéndose el tono mentiroso, mientras que buscaba donde esconder el rostro para desaparecer el sonrojo-¿ no me gusta Deidara?-trato de cualquier manera despedazarla reciente insinuación pero había metido la pata hasta el fondo

- yo no me refería a Deidara- fue de repente cuando el rostro del mal hablado albino se transformo en algo mítico de películas de terror, esa mirada espeluznante y brillosa como de vampiros, esos labios curvados como de cualquier demonios y ese resplandor de malicia singular a un lobo- ¿estás loco por la fresita?-

- no le digas a asi- tal vez el amor es dios de las jugarretas emocionales más grande del mundo, ya que mientras más uno lo trata de esconder más rápido sale a la luz de los demás.

Fueron largos  minutos en los que Hidan no paraba de jugar y molestar al pobre  muchacho por sus amores desenfrenados. Sin duda para el albino era algo completamente fantástico ya que nunca se espero que el serio y antipático pelirrojo se pudiese enamorar como cualquier joven de su edad.

Aunque Sasori se preguntaba como nadie lo había descubierto, pues su mirada llena de sentimientos e ideas siempre iban asía el hermoso artista, además de que el pelirrojo siempre le hacía todo deber y ayuda a cambio de nada, pues con  una sonrisita y jugueteo del rubio se conformaba.

El enamorado fue acompañado por Hidan en el recorrido a su casa, fue algo anualmente divertido, dado que nunca Sasori había estado tan acompañado, ese era el primer día que tenía amigos, era el primer día en que lo acompañaban en recreo y era el primer día que lo acompañaban a su hogar.

-¿y desde cuando lo amas?- pregunto el curioso  nuevo amigo, que no paraba de hacer jocosas preguntitas que sacanabo a Sasori de casillas, pero se sentía en cierta confianza y no paraba de revelar secretos que ni sus propios padres sabían

-jaja... recuerdes el primer día de clases-una ligera sonrisa se formo en el- desde ese día, desde el día que lo vi-

______________________________

Era el comienzo del año escolar y todos los nuevos alumnos estaban alborotados en el salón, concomiéndose, intercambiando ideas y formando nuevas amistades y amores. Uno de ellos era un peli naranja que miraba algo dudoso a todos los muchachos no sabía cómo hacer una nueva amistad, no sabía que decir y mucho menso acercarse a alguno de los chicos

Pein dejo los libros en su asiento y con mucho temor se acerco a otro chico que estaba recargado sobre la pared mirando con cierto interés el paisaje que se vislumbraba por la ventana,  un bonito pelinegro de cabello atado con elegancia, un poco más bajo que el, de rostro masculino pero al mismo tiempo se notaba leves rasgos infantiles.

-hola-dijo el muchacho a su futuro novio, más este solo se separo de la ventana y le miro, entonces fue en ese momento que el tímido chico miro los ojos de ese joven, unos ojos negros como la noche enmarcados en deliciosas y mortíferas pestañas curvadas. Cupido lo flecho de inmediato

-hola ¿también con problemas para relacionarte?-pregunto divertido

-algo asi jaja-rio como tonto, se sentía en ese momento perdió en esos ojos que le comían en cada gesto- me llamo Nagato Pein- el azabache arqueo  ligeramente una ceja

-¿Pein?-realizo en su rostro una mueca de burla infantil- Pein, Pein suena a "pene" no crees jaja-rio burlón y el peli naranja hizo una especie de puchero infantil- solo bromeo, me llamo Itachi Uchiha-entonces el otro solo giro los ojos

- ¿te sientas a mi lado en la clase?-pregunto un poco nervioso peor por grandísima causalidad el muchacho acepto, acepto un futuro y lindo amor futuro, acepto más que un asiento, acepto un amor puro...

Mientras tanto aquellos dos se conocían un nuevo integrante se unió al aula, no de la manera mas prevista.

Un muchacho delgado y de cabellos plateados peinados perfectamente fue lanzado a la fuerza al habitáculo. Este chico hizo que todos los huéspedes lo miraran asombrados por la brusca forma en la que el coordinador lo lanzo al aula.

-¡no me quedare en esta mierda de escuela!-grito como si estuviera en las penumbras de infiernos y ese infierno era la academia- ¡yo me quedo en mi puto internado religioso, no quiero que me eduquen unos ateos que los parieron la quitan puta de todas las putas- tantas vulgaridades sacadas de un adolecente en pleno desarrollo ni el propio director lo creía.

Todos los jóvenes estaban con la boca casi abierta, ese chico sí que era singularmente extraño.

Incluso Pein que trataba vanamente de coquetear con el hermoso muchacho dejo de mirar a Itachi para centrar su atención en el muchacho que era regañado por su mal lenguaje. Mas este solo se quejaba e insultaban pero aun mas extraño maldecía en un tal dios llamado Jashin

-jashin te maldice a ti, a tu madre ya tu perro- un show total les regalaba el muchachito maleducado y no se detuvo hasta que el propio director lo tubo que sacar del salón por la oreja con el fin de que las vulgaridades ni el léxico se les pegaran a sus tiernos alumnos y al poco rato este singular niño entro encolerizado al salón de clases, se veía regañado e impotente.

Todos lo miraban y siguieron sus pasos desde que entro hasta que se dejo caer pesado sobre el pupitre, el albino les dirigió una mirada de desprecio total a cada uno de los mirones, que de inmediato cambaron el curo de sus ojos al mismo tiempo que buscaban como lidiar con la cara de molesta y el aire pesado de Hidan.

Poco después Hidan decidió integrarse a la conversación que mantenía Pein e Itachi y lentamente terminaron hablando amenamente volviendo la conversación mas divertida e inusualmente  descabellada, ya que el albino era u poco excéntrico y muchas mas alocado que ambos.

El tiempo trajo a otro  muchacho, este venia de una escuela privada y costosa, donde solo los niños de políticos y superdotados entraban. Sasori, un muchacho  algo retraído llego al colegio, fue lógico que por su inteligencia y gran madurez casi nadie le hablaba pues lo tachaban de antipático

Solo una persona se le acerco a Sasori, solo un hombre se sentó a su lado, solo un chico le hablo, solo alguien le robo el corazón. Aquel muchacho tan bello, aquellos labios que le curvaron la primera sonrisa del día.

Un ángel...

Un dios....

¿Su amor?...

Era Deidara...

_____________________________________________

 

-y desde ese entonces no me lo puedo sacar de la cabeza-suspiro el pelirrojo mientras metía sus manos en sus bolsillos-es que es tan lindo, tan dulce y tan... tan

-¿tan fresa?-dijo divertido Hidan para luego ser mirado macabramente por Sasori- perdón, perdón no quise ofender a barbie boy jaja-comento mientras reía, entonces como venganza Sasori le dio un golpecito suave en la cabeza.

-tarado-gruño mientras llegaba su casa.

El pelirrojo se despidió de Sasori y con mucha parsimonia entro en su hogar no sin antes, ori las ultimas y juguetonas palabras del mal hablado muchacho....

-Sasori... prepárate porque a partir de mañana vas a ligar con Deidara!-y sin más ni menos salió corriendo Hidan asi su hogar siendo esa su despedida.

El pelirrojo casi se orina encima, analizaba una y otra vez las palabras. Si el le daba vergüenza hablar en publico, ¿Cómo demonios hablaría con si amor secreto? Acaso Hidan se había metido un pase de droga mientras caminaban. ¡Estaba loco! El nunca seria capaz de hablar con su Deidara, bueno solo en sueños.

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Una puerta se abría con lentitud, dejando pasar a su hogar a Itachi Uchiha. Una casa bella y muy bien arreglada se veía, de paredes  blancas y  muy bien amueblada.

El joven muchacho dio un largo suspiro al estar en su hogar, la escuela era agotadora y mas con todos esos maestros estúpidos que le hacían hacer cosas sin sentido, estudiar y practicar cosas que nunca le servirían en la vida. Es decir ¿para qué le servía saber de qué tamaño era la primera casa de la antigüedad si el no vivía en la puta antigüedad?

El bolso lo lanzo contra el sofá de colores nacarados  y se dejo caer en el mismo y dejar cerrar sus ojos con tranquilidad, deseaba dormir un poco, pero lamentablemente eso no le pudo ser dado.

Unos pasos resonaron en sus oídos seguida de una voz ronca muy bien conocida. Una leve risa le hizo abrir sus ojos cansados. Frente a él estaba su tío, Madara Uchiha.

-¿buenos días?-le dijo arqueando una ceja y sonriéndole ante su estado- al parecer el colegio te agoto, definitivamente la vida de un niño de 15 años es demasiado dificil-dijo con sarcasmo logrando sacar un leve jadeo de Itachi, no quiere lidiar con el irónico humor de su tío- jaja ven el almuerzo está listo-con paternal tono ayudo a incorporarse a su sobrino y llevarlo hasta la cocina donde un jugoso plato le esperaba.

Si bien los padres de Itachi murieron hacía muchos años cuando el tan solo tenía 6 cortos añitos de vida, aun recuerda la desolación que sintió al recibir la noticia, recuerda como se sintió tan petrificado al oír la muerte de ambos, todo por accidente automovilístico.

Estuvieron a punto de llevarlo a un orfanatorio pero no se pudo, ya que Madara su querido tío que era como su padre y madre accedió a cuidarlo y a llenarlo de mimos que todo niño se merece.

Madara era un hombre de treinta y cinco años de edad, de piel blanca y cabello negro corto un poco alborotado pero siempre lucia con cierto estilo, era alto y aun a su edad tenía un cuerpo muy bien formado y musculoso. Trabajaba de abogado y por lo tanto constantemente estaba ocupado pero siempre sacaba un poco de su tiempo para atender a su adorado sobrino que era como su único hijo.

-¿Cómo te fue en la escuela?- le pregunto mientras que su sobrino engullía todo le plato- déjame adivinar ¿te enseñaron modales a la hora de comer?-pregunto con una leve sonrisa.

-no, pero ise un nuevo amigo-respondió llenándose la boca de la jugosa carne al mismo tiempo-se llama Sasori y es un poco bobo pero es simpático-le agrego a su oración.

-bobo y simpático, cuidado y le eres infiel a Pein-le bromeo mientras buscaba una cerveza en la nevera para seguir oyendo la retahíla de Itachi- entonces ¿Cómo se conocieron?- trato de averiguar mas.

-bueno estudia con migo Madara- dijo mirándolo como si su tío fuera un retrasado mental peor este no se inmuto y menos se molesto, ya estaba acostumbrado al carácter antipático de Itachi.

- me refiero, genio, ¿Cómo se hicieron amigos?-aclaro

-bueno lo lance la piso, me llevaron a dirección, me disculpe con el y ahora todo esta bien y es mi amigo-termino tanto de hablar como comer y de inmediato se levanto de la mesa- voy a dormir un poco- sin más se fue a su cuarto a descansar y dejar a su tío con la palabra en la boca.

El mayor ahora solo, recogió el desastre que su joven sobrino le había dejado, llevando los trastes al lavadero y limpiar un poco la suciedad dejada, luego tomo el bolso de Itachi el cual estaba tirado en el sofá. Pensaba llevarlo a su habitación y dejarlo en algún lugar allí pero ¿Qué escondería Itachi en esa mochila?

Después de todo era tentador saber qué clase de cartitas y malas notas escondía su pequeño Itachi. Se sentó en el sofá y abrió el bolso, por un momento no quiso hacerlo sabia que eso era una violación muy grande a la privacidad de un adolecente pero... ¡a la mierda con eso!

Lo primero que saco fue una hojita algo arrugada, tenía pequeños dibujos alusivos a corazones y  personajes de las caricaturas tan violentas que adoraba ver a Itachi, en el centro de los dibujos había escrito con una letra muy hermosa:

"Te ame, te amo y siempre te amare mi Pein"

Madara arqueo una ceja, aquello que tenía en la mano era una cartita de amor incompleta pues solo estaba dibujada a lápiz y no a color. Rápidamente la guardo y reviso como un ratón las demás cosas encontró innumerables papeles y uno que otro examen que raramente con muy buena nota.

Pero hubo algo, hubo una cosa que casi le dejo pálido al ver, miro que en el bolso de Itachi había un... un condón. Madara miro el adepto en su mano estaba en su empaque aun no se había usado y gracias a dios.

El hombre palideció.... ¿Acaso Itachi planeaba tener relacione sexuales?

¡Pero cómo! Si era un niñito de 15 años que apenas  sabía lo que era una erección. ¡Cómo diablos su amado dulce e inocente Itachi se planeaba tirar al regazo de un depravado moustro  Y ese moustro sabía muy bien quien era... Pein.

Casi corriendo subió las escaleras, entre asustado e impresionado al encontrar eso, por mas asustado al imaginarse las barbaridades que transcurrían por su mente. ¡Será que Itachi ya tuvo sexo! ¡Será que Itachi ya no es virgen!

Con una violencia espantosa abrió la puerta de la habitación y sin esperar más dejo claro todas las ideas que transcurrían.

-¡¿piensas follar con un maldito punk apenas teniendo 15 años cagados!?-grito asiendo que su sobrino se sobresaltara de inmediato al tal grito, pues primero, estaba cambiándose de ropa por una mas cómoda por lo tanto Madara entro cuando se estaba bajando los pantalones, segundo no entendía que le pasaba a su tío y tercero ¡Pein no era ningún punk!.

-¡ahh! ¿Qué te pasa?-grito mientras subía sus pantalones y sus mejillas se sonrojaban, pero casi  se traga la lengua a ver que su tío le lanzo un objeto que el callo en sus manos y allí vio... el condón de su desgracia- "ay mierda lo encontró" esto... no es mío-trato de decir mientras que su rostro se ponía rojo.

Pero Madara estaba veinte veces peor, solo de saber que un niño de 15 añitos pensaba dejarse violar por otro inadaptado social el cual presumía que consumía droga. Oh no, Madara Uchiha no permitirían que corrompieran a su adorado muchacho.

-¡no es tuyo! Esta en tu bolso al lado de la estúpida cartita de amor asía el drogadicto de tu novio-grito mientras buscaba en su subconsciente eliminar las horrendas imágenes de su niño adorado  siendo violado por Pein y demás locuras

-¡revisaste mi bolso! ¡Eso no se hace Madara! ¡¿quien te da permiso para hacer algo asi?!-grito con la misma fuerza

- un demonio Itachi, no me cambies el tema. Acaso sabes que es llevar una relación sexual a   tu edad-le pregunto bajando su voz y sentados en la cama, se veía preocupado y molesto-¿cundo pensabas decirme?

El pelinegro se sentó al lado de su maestro no sin antes patear el preservativo que yacía en el suelo y lanzarlo debajo de la cama, no deseaba que lo mirara otra vez. Luego miro a ese hombre se notaba muy preocupado y que su actitud no era para negar.

- vamos tío, yo no pienso tener sexo con nadie aun- trato de calmarlo- si ni siquiera Pein  y yo hemos pasado a segunda base- disimulo su nerviosismo.

-¿entonces para que compraste un condón. Dudo que se par hacer globos con forma de animales?-dijo déspota pero tenía que ser inteligente, sino se calmaba no podía hablar con su alumno, respiro hondo y suspiro- dime la verdad Itachi-kun- le pregunto mirándolo con una mirada llena de sentimientos paternales, una mirada que Itachi no le podía mentir.

Bajo la cabeza con un rubor inmenso, las palabras que deseaba decir no se formaban sino se trababan estúpidamente como  si fuera un bebe balbuceando, respiro profundo, sabía que no podía mentir cuando su querido casi padre le hablaba de esa forma y menos a esa mirada, le era tan dificil serle rebelde en esos instantes.

-si... eh pen...pensado.... Sabes... hacerlo con... el-su rostro se puso rojo escarlata l rebelar algo asi, pero el de Madara palideció-pero no el eh dicho... me da ... pena-suspiro, este era uno de esos momentos donde deseaba que la tierra le tragase entero.

El mayor le miro, se sintió un poco mal al verlo tan avergonzado. Comprendía que Itachi estaba en plena juventud y que las hormonas jugaban con el sin parar, tenía que ser inteligente y saber cómo tratarlo y  mucho más sabio a la hora de hablarle.

-Itachi-kun, entiendo que estés muy enamorado y todo, pero óyeme, eres un niño-dijo acentuando la palabra- tienes solo 15 años de edad, estas estudiando, tienes metas e incluso una beca- Madara le poso un brazo alrededor de sus hombros- ¿sabes que es tener sexo? No es como una película porno donde metes y sacas sin piedad. Es muy diferente, debes estar preparado tanto mental como físicamente-le hablo con mucho cariño esperando que sus palabras le llegaran a la cabecita.

El menor solo se puso más rojo mientras oía las palabras sin llegar a mirarle a los ojos a Madara, le era tan vergonzosas y tan reales las palabras.

- Si llegas a quedar embarazado. Te imaginas, toda tu vida se arruinaría, no podrías seguir estudiando y no serás nada de lo que te has planteado- le dijo tomándolo de su mentón y haciéndole ver- por favor prométeme que no tendrás relaciones sexuales hasta los 18 o hasta que termines la escuela-le pidió, no, le rogo mas bien.

-lo prometo-dijo en un susurro lleno de vergüenza.

-confió en ti Itachi. No hagas perder mi confianza-sin más Madara se levanto y se dispuso a dejar a Itachi pensar solo en su habitación.

Definitivamente la adolescencia era una etapa muy complicada....

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Un joven de piel morena estaba sentado solo en una panadería, bebiendo una soda, sus ojos verdes estaban perdidos en el hermoso atardecer pero a ratos ese atardecer se transformaba en una risa juguetona y en palabras maleducadas y actitudes infantiles.

Parecía como si en cada nube si transformara en el rostro de ese dueño, en el rostro de un chico que apenas había conocido es ese país.

Una nube le recordaba sus labios risueños, un solo le recordaban sus ojos brillosos, un cielo azul le recordaban su rostro y una brisa ventisca le recordaba a su actitud.

-Hidan-menciono Kakuzu sin darse cuenta

Notas finales:

condon de su miseria""

XDDDD pordios que estupides

comentairos!!


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