Capitulo 01. – “Un comienzo nada bueno”.-
Creo que nunca me había sentido tan sola como hoy, tengo a mi familia a mis amigos pero me siento sola, saber que no puedo contar a nadie sobre mi dolor ni siquiera a mi perro que seguro alguien escucharía, nunca me había sentido tan frustrada con esta fuerte opresión en el pecho torturándome y este ambiente es perfecto para no cambiar mi punto de vista, me levanto y abro la ventana que da al balcón.
-También lloverá mañana seguro.- Digo mientras siento el viento mover mi cabello y mirar el cielo negro que a cada rato se pone plateado brilloso haciendo unos cuantos ruidos.
- Beeep…- Dejo de mirar el cielo y llevo mi atención a mi celular cambiando mi semblante a uno mas tranquilo al ver de quien era el mensaje, lo abro y empiezo a leer para luego empezar a responder.
-Si, también iré a dormir enseguida buenas noches, te amo Juliana.- Miro de nuevo mi celular y borro la ultima parte y lo envío.
Que injusta es la vida, tanto que quería enamorarme cuando era chica para saber que era lo sorprendente en ello, creo que nunca podré saberlo, o disfrutar un pequeño momento ya que todo lo que soy para ella es una amiga, pero que es lo que debo hacer… ¿seguir así hasta que terminemos el colegio?
Pero que es lo que tanto me atrae en ella, que no encuentro en los chicos que suelen enviarme cartas… antes de que nos hayamos conocido o intercambiado palabras siempre me había llamado la atención o mas bien atraído era… lo dominante que podía ser, raras veces solíamos cruzar miradas en el recreo, me encantaba y me mataba ver como cuidaba a sus amigas o como las solía abrazar de una manera que diría, la tocas y te mato. – Suelto una risa por como empezaba a divagar mi mente.-
Entro de nuevo a mi habitación y cierro la ventana mientras escucho que dan tres silenciosos golpes a mi puerta y luego veo entrar a mi linda madre.
-Cariño.- Dice mientras se acerca a mi. – ¿Andas triste de nuevo?- Me abraza fuerte colocando mi cabeza en su calido pecho.-
-No, solo estoy cansada. – Cuantas veces abre dicho eso, cuantas veces le abre mentido ya a mi madre momentos como estos cuando estoy así con ella me dan ganas de llorar hasta que me duela la cara y soltarlo todo, decir lo cuanto amo a esa persona, pero siempre eh dicho que soy una persona cobarde, tengo miedo de decirle un… te amo.
-¿No quieres dormir con papa y conmigo?-Me sonríe, mientras se aleja un poco mas para mirarme a la cara y llevar unos mechones que caían en frente de mis ojos hacia atrás.
Sonrío al escuchar su propuesta, pues ya sabia muy bien que no, pero siempre me subía un poco el animo, la ultima vez que dormí con ellos creo que fue hace un mes cuando estaba algo deprimida ni recuerdo como me convenció pues mal lo había pasado si no era mi papa era mi mama no entiendo como logran dormir sin pegarse o patearse.
-No gracias mami.-Le digo cariñosamente y le doy un beso y un buenas noches para luego verla marchar.
Ya sola en mi habitación, entro al baño y me miro al espejo para luego pasar con mi dedo índice por debajo de mi ojo, esta mañana había llorado y mucho tenia una raya rojiza por debajo y algo de ojera, agarro mi cepillo de diente y coloco un poco de crema dental para luego pasar por mis dientes, siempre tuve los dientes blancos creo que tenerle miedo a los dentistas no es tan malo, ya que desde chica me decían que si me cepillaba tres veces al día no era necesario ir al dentista nunca aguante ese aparato ruidoso que lastimaba mis dientes.
Me enjuague la boca y luego volví a mi habitación y me coloque un pijama que era un short de seda corto y una blusa de tirantes del mismo material.
Me acosté en mi cama dispuesta a dormir, pero como cada noche desde que la conocí siempre demoraba en hacerlo, me puse boca abajo y mire hacia la ventana como de repente se iluminaba toda mi habitación y veo la luz de mi celular encenderse, que estaba alado de mi almohada y en silencio, lo agarro y me pongo boca arriba para leerlo mas cómoda, ago clic para poder ver el mensaje.
-Sofía, antes que te duermas quería avisarte… que mañana te adelantes, nos veremos en el receso, bueno tengo que decirte algo importante, etto nada más, que descanses.- De: Juli
Leí extrañada, que será que es tan importante, y porque no me lo dice nomás por un mensaje…-Kyaaa, sabe muy bien que si lo dice de esa manera me dará curiosidad.-
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-Solo… espero que salga bien.-Digo echando mi celular alado de mi almohada y llevando mis brazos atrás de mi cabeza para meditar mejor lo que iba a hacer mañana.-...Sofía…- Volteo para observar su foto que tenia en mi mesa de noche para luego quedarme dormida.
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Tiii Ti Ti Tii. – El despertador.
Lo apago rápido, como odio ese sonido, me levanto de la cama y entro al baño para ducharme, unos minutos después ya estoy lista con mi uniforme el cual era una falda todo celeste con unas pocas rayas blancas algo corto y una camisa de manga corta de color beish, y medias largas de color negro hasta debajo de la rodilla, fui rápido a la cocina y vi a mis padres desayunando con mi hermano y mi hermana.
-Buenos días. – Me siento en la silla.
-buenas, come todo.-
Empecé a desayunar sin quitar la mirada del reloj que estaba colgada en la pared.
-¡Juliana!- Dice mirándome mi madre con reproche.-Come mas tranquila.-
Asentí con la cabeza mientras masticaba lentamente sin sacarla la mirada de la suya para provocarle por la lentitud de mi boca, escuche a mi papa reírse y luego que me jalaban de la manga de la blusa.
-Onee-chan, mira que debo hacer aquí. –
Me muestra su cuaderno donde aparecía un problema sin completar.
-Pasa.-Dije dejando mi vaso de jugo a un lado y cogiendo su lápiz.
- Le explique una parte luego lo entendió, me levante una vez lista y me subo a mi habitación para agarrar mi mochila y cepillarme los dientes, me despido de mis padres y salgo de la casa pero no para ir al colegio tenia que hacer algo antes de eso así que fui a paso rápido.
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Se me hacia tarde, agarre mi pequeño bolso y salí de mi casa para ir al colegio, llegue a la estación de tren y espere a que llegara mire a mi alrededor, hace tiempo que no iba sola al colegio, solíamos encontrarnos aquí para ir juntas, era uno de los momentos que mas me gustaba ya que solíamos estar solas aunque con muchas personas alrededor pero no importaba se sentía bien ya que no conocíamos a nadie, y no molestaban.
El tren llego y apenas abrió las puertas entre y me senté en uno de los lugares vacíos luego de 10 minutos se detuvo y baje, fui a mi colegio que estaba a unos cinco minutos.
Estaba cerca de mi salón pero quería ver a Juliana, subí unos escalones y me acerque a su salón y mire de reojo pero no la vi estaban unos cinco sentados, algunos parados y otros fuera de la sala, uno de los chicos que era compañero de Juliana se me acerco y me saludo con un beso en la mejilla que correspondí.
-¿Buscando a Juliana? Que envidia, ya me gustaría que hicieses eso conmigo. – Dice sonriéndome y apoyando uno de sus brazos en la pared donde estaba casi apoyada.
Le sonreí. – s-Si, solo quería saludarla. – Dije tratando de alejarme un poco, odiaba que hagan eso no me gusta que traten de acercárseme así, si antes había dicho que me atraía Juliana por su forma dominante de ser ella siempre fue diferente no es como ellos, además no es solo por eso, me gusta todo… de ella, estuve ahí como 10 minutos hablando.
Me despido del chico y me doy la vuelta decepcionada de no haberla encontrado, ¿se habrá enfermado? Empezaba a preocuparme para luego empezar a bajar unas escaleras de nuevo y ahí la veo a unos cuantos metros.-¿Juliana?-Digo pero parece no haberme escuchado estaba con una chica que le estaba agarrando de la mano y luego las pierdo de vista cuando giraron hacia otro pasillo que llevaba al patio.
Fui rápido hacia donde las había visto doblar pero ya no las encontré pero aun así seguí hasta encontrarme con dos opciones por donde seguir decidí la que llevaba directo al patio central pero antes de moverme escucho la voz de Juliana del lado opuesto por donde iba a ir, me acerque en silencio ni se porque lo hice de esa manera, me apoye en la pared y me acerque un poco mas para mirar y ahí estaba con esa niña, volví a apoyarme a la pared para pensar bien lo que estaba haciendo.
-¿Acaso la estoy espiando?.-Dije sumamente bajo.
-¡Me gustas Silvana!-Grita haciéndome dar un salto del susto.
-Juliana…- Dice la otra chica quien la estaba mirando.
Abrí grande los ojos, mis piernas empezaron a flaquear, con dificultad me incline un poco para mirar, es verdad lo que había escuchado o solo un error, esto no… puede estar pasando, es verdad, Juliana…-Las mire a punto de llorar por el fuerte dolor que apretaba algo dentro de mi, ahí estaba Juliana cogiendo de la mano a la otra chica y alzándole a la altura del mentón mirándola con pasión y con un notorio sonrojo en sus mejillas.
Lleve mis dos manos a mi pecho, al mismo tiempo que sentía que se estrujaba mi corazón, apreté con mas fuerza tratando de crear una barrera ante esa imagen que me golpeaba de tal manera que desearía nunca haberla conocido aunque pensar eso me volvía a dar ganas de llorar, ella es la mejor que me ah pasado en mi vida y al mismo tiempo lo mas doloroso.
Me sentí perdida, estando ahí escondida, mi mente se nublo me separe con dificultad de la pared y seguí mi camino mientras sentía mis ojos humedecerse, necesitaba a alguien, que me ayudara o me consolara en este momento, pero no quería contar a nadie este secreto, mi secreto.
Capitulo 02— Declaración Fallida. —
El recreo había tocado al fin, guarde mis cosas lo mas rápido que pude y con pasos torpes me dirigí afuera del salón, la emoción mezclada con el temor era lo que sentía ahora mismo, estaba segura de lo que iba a hacer, me detuve en medio del pasillo con mucha gente caminando y corriendo a mi lado, mire al frente y trate de respirar normal, mis manos me temblaban y sudaban al mismo tiempo, entre al baño que estaba a mi lado y me mire al espejo para luego lavarme las manos y secarme.
-Puedes hacerlo. – Digo mirándome segura en el espejo pero con un claro notorio de miedo.
Volví a salir del baño, cargando en mi mano izquierda una pequeña cajita que había comprado esta mañana luego de 2 años y medio de haber juntado dinero, me estaba acercando a su salón una vez que llegue me acerque a la puerta pero no estaba ella solo algunos de sus compañeros almorzando me pareció raro ya que siempre me solía esperar aquí.
-¿Será que no pudo venir hoy?-Pienso para luego seguir con mi búsqueda por el enorme colegio.
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El timbre había tocado, guarde mis cosas y con algunas amigas Salí rápido del salón hasta que llegamos al patio y nos sentamos en una de las mesas en medio de los árboles.
-Hacia tiempo que no almorzabas mas con nosotras Sofi. – Decía una de las chicas que estaba en mi frente destapando su almuerzo.
-Es verdad.-Dice otra.-Desde que conociste a la chica de segundo año nos abandonaste.-Dice frunciendo su boca como una niña pequeña.
-Pero si siempre estoy con ustedes en la clase.-Digo tratando se escapar de sus ataques.
-Pero también queremos que estés con nosotras a la hora del almuerzo.
-Me dice Carmen mi mejor amiga desde que entre a secundaria.
Las mire a todas la verdad siempre me subían los ánimos que solía tener hasta los suelo, ahora mismo tenia ganas de llorar pero como siempre debía esconder ese lado mío, creo que es momento de cambiar… no puedo seguir así hasta que termine el colegio o terminare mal, debo alejarme de ella, siempre supe que no era correspondida pero me hacia una pequeña ilusión de esperanza, pero ahora lo había demostrado ella misma.
-Esta bien chicas desde hoy almorzaremos juntas todos los días.-Dije sonriendo mientras que las dos a mi lado me abrazan y sonreían la que estaba en mi frente iba a decir algo pero luego se callo sonriéndome de una manera picara para luego seguir comiendo.
-Hola Sofía. – todas voltearon a mirar menos yo.
Se me erizo el pelo del brazo al escuchar esa voz que ya conocía de memoria, me di la vuelta para saludar de buena manera pues ya conocía su objetivo.
-Hola... Javier. – Dije para luego darme cuenta que sus azules ojos estaban clavados en los míos.
-Hola, bueno yo… quería saber si podías venir conmigo un momento.-Dice liándose con las palabras.
Sentí todas las miradas de mi amiga y unos empujoncitos de parte de ellas pero me pareció raro que Carmen solo me mirara como tratando de descifrar algo pues era una de las primeras de las que solía decirme o darme ánimo para salir con algún chico.
Volví a mirar al chico que tenia ya la cara un poco roja, me levante de mi lugar y me acerque a el para luego seguirlo, mire de reojo a mis amigas que hacían corazoncitos con las manos y volví a mirar al frente ya un poco roja, este chico es del mismo año que Juliana solo que van en salones diferentes, quiere decir que el es un año mayor a mi también, el uniforme masculino le caía muy bien, sus pantalones celeste con rayas blancas como la falda de las mujeres y una camisa manga corta con una corbata negra, me pasaba como 15centimetros seguramente el es unos 7 centímetros mas alto que Juliana, ojos azules y el pelo castaño corto con buen físico parece ser que es el tipo de chico que le gusta ir al gym a diario.
Donde me estaba llevando, estuvimos caminando por 5 minutos y ya nos encontrábamos atrás del colegio sin nadie alrededor el se detuvo y yo lo volví a mirar ya que estaba distraída mirando las flores alrededor, me agarro de la muñeca asustándome un poco y me jalo hacia el haciendo que nuestros cuerpos se toquen y con su otra mano la llevo hasta mi mentón obligándome a levantarlo y me beso, no lo mire a el, mire el cielo, el claro cielo arriba de su cabeza y no pude evitarlo me vino la imagen de Juliana haciéndome lo mismo, besándome, cerré mis ojos y deje que mi imaginación me traicionara.