DESPISTADO
Un día se levanto sin decir nada, el reflejo de sus ojos dorados eran de decepción y tristeza ¿Por qué se mostraba tan melancólico si era un ser tan alegre? Se preguntaba sin encontrar una respuesta, lo tomo entre sus brazos susurrándole palabras dulces “te amo”, “te quiero”, “eres todo para mi” solo recibió una sonrisa apagada como respuesta… se hacía tarde y tenía que llegar a la oficina si no quería que Riza lo recibiera a balazos, preocupado se acerco para depositar un casto beso en los suaves labios de su niño adorado… sin respuesta…
camino entre las aún solitarias calles preguntándose qué le pasaba… a esas horas ya había recibido la dosis diaria de insultos “imbécil, omnisciente, idiota, inútil, todopoderoso” y para adornarlos el “te amo” de todas las mañanas… casi sin darse cuenta subió las escaleras del cuartel, entro a su oficina y se sentó en el gran sofá ¿Qué pasaba? No dejaba de girar en su cabeza, estaba seguro de que si era algo grave, Edward se lo diría… entonces ¿Qué era? ¿Quizá Al? ¿Quizá la monotonía?... ¿monotonía? Ha eso era lo último, con ellos dos nada era tan aburrido… “Señor aquí está el trabajo” la voz femenina lo saco de sus pensamientos “gracias” respondió por inercia “le sucede algo” la teniente preocupada empezó a cuestionarlo… ni siquiera él lo sabía… “nada teniente, puede retirarse” ella salió tratando de no hacer ruido…
4:30 y el trabajo estaba listo… no podía pensar en nada más que en su niño… así transcurrieron las horas hasta que el reloj marco la hora de salida, tal vez él ya estaba mejor… se apresuro a llegar a casa y lo encontró dormido en un sillón… la tenue luz de la lámpara no solo iluminaba el dorado cabello sino también las finas lagrimas que hasta no hace poco habían salido de sus ojos… con delicadeza lo tomo entre sus brazos y lo llevo a la recamara, lo acostó en la cama y solo se limito a velar su sueño… “Quizá mañana este mejor” concluyo mientras empezaba a dormitar…
Día dos… abrió los ojos lentamente, la cama estaba vacía y su adolorido cuerpo se levanto de la silla, miro por toda la habitación pero no encontró nada, a esas horas regularmente aún se encontraba dormido y pateándole el rostro… bajo por las escaleras y ahí estaba mirando a la nada… su mente estaba totalmente enajenada, esta vez decidió no molestarlo, subió de nuevo a la habitación se ducho y vistió para el trabajo, se acerco a él para despedirse e igual que el día anterior deposito un beso en sus labios… sin respuesta… esa actitud no era la de Ed… algo, algo lo atormentaba, no podía adivinar que era… regreso a casa después del trabajo y lo encontró dormido, esta vez en la recamara…
Día tres… se levanto lentamente de la silla, nuevamente había dormido ahí, para no interrumpir su sueño… realizo la rutina diaria y salió de casa sin despedirse de él… si de algo estaba seguro era que él era el único culpable, no sabía cómo, pero algo se lo decía… camino por las frías calles de central, la nieve poco a poco hacía aparición, llego a un parque para poder pensar ¿acaso era tan despistado que ni siquiera recordaba lo que había hecho mal?, no quería ir a trabajar, no quería escuchar los regaños de Riza ni mucho menos sentir una bala pasar cerca de su rostro… ya no era divertido… todo el día se la paso en ese parque aclarando sus pensamientos, recorriendo cada día para encontrar “la falla” que había cometido.. Sin respuesta…
Día cuatro…
Día cinco…
Día seis…
Día siete…
Y todo estaba empeorando según avanzaba el tiempo… ya ni siquiera se dirigían la palabra ¿acaso ya todo había acabado entre los dos?, no lo podía permitir… había luchado tanto… habían sacrificado tanto para estar juntos… debían seguir adelante...
Esta vez sin ánimo de nada llegó a la oficina, Riza lo vio entrar y fue tras él, lo miro de forma amenazadora, mientras se acercaba al escritorio, tomo un par de documentos y los acerco a su rostro
-Señor, espero que haya recordado que hoy es la junta con el General Grummang, es muy importante
-la junta ¿con quién?
-con el General Grummang, no me diga que se le olvido
-bueno… he estado pensando en otras cosas y…
-¡pero se lo estuve recordando durante toda la semana!
-pe-pero no me acuerdo je je je -mire… más le vale que empiece a leer estos informes si no quiere tener la cabeza perforada… los quiero bien leídos para que se los pueda explicar al General, ¡entendió!
-s-si…
-bueno… el próximo martes hay una reunión en Central… espero que no se le olvide… y si quiere un consejo apúntelo en su calendario
Sin agregar nada más salió de la oficina notablemente enojada, ese asunto de Edward que le rondaba en la cabeza le había impedido pensar en otra cosa… suspiro con desagrado ante su propio descuido… abrió el cajón derecho del escritorio, saco un pequeño calendario… era una buena opción anotar el compromiso en él… miro la fecha… el asombro, susto, terror, indignación, varias mezclas de expresiones se reflejaron en sus ojos oscuros, empezó a restar siete días a la fecha actual… silencio… “¡DEMONIOS!” grito con rabia rompiendo el infernal silencio que había empezado a reinar en la oficina, “ahora sé porque Edward esta así”, puso una mano en su frente pensando en una solución ¡¿Por qué nada se le ocurría?!
Empezó a caminar desesperado ¡porque se había olvidado de su cumpleaños! Quería gritar y golpear algo, era una fecha importante, él había tenido pocos cumpleaños felices… y había arruinado el ultimo por su estupidez… se sentó nuevamente en la silla mostrando una cara tan terrorífica que hubiera asustado al más valiente de sus subordinados… una patada en la puerta le hizo reaccionar, el cabello dorado aprisionado en una trenza fue como una destellante luz, sus ojos color oro mostrado el tesoro más preciado que jamás creyó tener, la gabardina roja contrastando la vestimenta negra de su joven alquimista… un nuevo silencio… Ed lo miro a los ojos por unos segundos, luego sonrió… su risa empezó a hacerse más escandalosa hasta el grado de que tuvo que llevar ambas manos a su estomago mientras unas lagrimas empezaban a salir de sus ojos, Roy se levanto extrañado de la silla… luego Riza entro con una enorme sonrisa en el rostro viendo en complicidad el rostro de Edward, Havoc, Fuery, Falman y Breda se unieron poco después a la fiesta de risas y carcajadas que comandaba el Alquimista de Acero… se quedo estático ¿Qué significaba eso?
-¡Te la creíste!-decía divertido Ed sin parar de reír
-¿eh?
-no puedo creer que hayas caído… siempre creí que eras estúpido pero jamás a ese grado
-…
-¡FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES!
-¿q-q-que?
-jajaja debo decir que me costó un poco de trabajo pero sin Riza no hubiera funcionado-Roy empezó a tener un tic en el ojo, ¿todo su sufrimiento se reducía a una broma?-Roy, Roy, Roy ¿acaso no recuerdas que mi cumpleaños fue hace poco menos de tres meses? Jajaja ¡imposible que ya hubiera pasado un año! Solo basto cambiar la hoja del calendario y todo resuelto
-Edward…
-tal reunión con el General fue falsa… todo fue para que revisaras el calendario, buen pretexto, ¿no?
-Edward…
-¡jajaja aún no puedo creer que cayeras! Cuando lo sepa Al se morirá de la risa
-Edward…
- tal parece que los años te atrofian el cerebro, es hora de tomar vitaminas
-Edward…
-¡Las lagrimas falsas sirvieron de maravilla! -Edward…
-y qué decir de mi actuación…
-Edward…
-¿Qué?
-¡¡¡MÁS TE VALE QUE EMPIECES A CORRER ENANO SI NO QUIERES SER QUEMADO VIVO!!!