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Mi Verdadero Deseo por loca_cool

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Notas del fanfic:

NARUTO NO ME PERTENECE, ES DE SU CREADRO MASASHI KISHIMOTHO

Notas del capitulo: ESTE FIC ES PARA MI SENSEI HEVITZAR... ES LA UNCIA PERSONA QUE ADMIRO!!

NO PUDE HACER LEMON PERO BUENO T.T AMI NO ME GUSTA MUCHOE STA PAREJA HISE TODO LO QUE PUDE, DE VERDAD

ETTO COMENTE POR FAVOR!
Yo soy un akatsukis, soy un villano, un malhechor, un demonio, una espantosidad, abominación de la naturaleza o como deseen llamarme, después de todo es que yo soy todo eso en realidad y mucho mas.

Soy un hombre déspota, mujeriego, asqueroso y tacaño, no me importa nadie ni nada solo yo soy importante. Solo yo.

Nunca me importaron mis semejantes, nunca tuve prejuicios antes de matar, robar o pecar; siempre fui aquello aparatado de la sociedad, fui eso de lo que nadie habla, fui un esclavo de la miseria de mi alma, un subyugado a mi odio y avaricia. Soy un avaro.

Mire por encima a todos, me reía y me burlaba de sus cualidades y de sus defectos, tan imbéciles e hipócritas. Pensaba de ellos siempre, soy algo más que un hombre con defectos, soy más que un pobre imbécil, soy más, soy más… como me engañe.

Toda mi vida pensé en ser el mejor, mejor dicho toda mi vida fui el mejor o eso creí, jamás pensé en arrodillarme ante alguien y menos ante él, menos ante sus ojos, como el… como un ser tan pequeño e infantil, tan bello, tan hermoso, tan mío y yo tan suyo.

Dije que nunca sería sometido, pero me eh sometido al arma más filosa, a la arma mas extraña que no posee forma pero si una sensación diferente a la muerte pero para mí es igual a ella… el amor.

Recuerdo cuando lo vi, era un antipático muchachito, que no paraba de decir injurias y maleficios ante un ser superior o ante un amigo o enemigo, quien sea que se opusiera a su camino él lo haría arrodillar.

Ya hora yo estoy arrodillado ante él, con la cabeza baja y mis ojos lluviosos como si el hielo que cubre mi corazón y el tempano que abunda en mi alama se derritiera por esta sensación tan tibia, mi amor, y asi se derrite todo el helar y de mis ojos cae el agua derretida.

Sí, me enamore, me enamore de sus sonrisas, de su cabello con aroma celestial, me enamore de su boca que jamás tuve el privilegio de besar ni de acariciar, me enamore de su piel, de su piel que acaricia mi mente y me obliga a fantasear y a navegar en mi subconsciente con él, como si fuera mi ángel, mi ángel que huyo de mí y me dejo solo ahora está aquí presente.

¿Cómo puede ser tan grande? ¿Por qué me puedes dominar Hidan? Dímelo, nunca me eh sentido asi con ganas de gritar y al mismo tiempo callar, con vergüenza y entusiasmo, con lujuria y con amor, con miedo y respeto, con ilusiones y falsedades, con todo y sin nada… porque tú eres mi todo pero no te tengo.

Tengo miedo. Sí, tengo mucho miedo, tanto pavor de abrirme y declararme débil, débilmente enamorado de tus labios, tengo pánico más que miedo, por eso es que me has visto tan temeroso de acercarme a ti, de hablarte o ¿te has dado cuanta que ya no peleo ni te insulto como antes?

¿Sabes por qué? Acaso… ¿sabes porque te amo tanto?
Porque, porque, eres el único que no me ah visto como un mal hombre, eres el único que me ah dicho en la cara mis defectos para que los corrijas, eres el único que me ah llevado al confín de mi mente, eres el único que me ah hecho sentir más que un monstruo, más que un demonio, me has hecho sentir enamorado.

Te lo debo todo. Todo. Todo para ti.

Toma mi amor, toma mi piel, toma mi sed y mi hambre, toma mi alma, mi ser y mi sangre, toma mis sentidos y sentimientos, toma mi razón y te regalo mi voluntad, ten… te regalo hasta mi alma y cada gota de mis lagrimas.

Solo déjame decirte algo, déjame decirte que te amo.

En este instante que tantos palabras ronda por mi mente, donde mis rodillas ya flaquerón por la emisión e intensidad de mi confesión. Estamos en este bosque lleno de humedad donde Dios nos manda la llovizna desde el paraíso para limpiar nuestros pecados, en este bosque donde es el sepulcro de mi frialdad y maldad.

Pues ya no deseo ser un hombre malo… quiero ser bueno para ti.

Tu estas parado frente a mi mirándome impresionado por mi actitud, ni siquiera te eh dicho que te amo solo eh dado balbuceos y cuando estuve apunte de declararme mis piernas murieron y me hicieron caer de rodillas al igual como hacen los hombres al pedir matrimonio, yo pediré algo más allá de eso, pediré un espacio en tu corazón.

La lluvia baña tu rostro pasmado mientras que el agua quita cada resto de orgullo en mí. Cerré mis puños y me levante, te mire a los ojos y tú me miraste, tan dificil, tan dificil es decir te amo. Muy dificil para mí.

Solo pude hacer esto, perdóname si fue muy repentino. Mis manos heladas tomaron tu rostro de porcelana y acariciaron tus mejillas, sintiendo una piel tan suave, delicada y deliciosa, te mire como jamás te había mirado ya que en ese momento tengo tu rostro de ángel en mis impunes manos.

Baje mi mascara y te deje descubrir la fachada de mi boca.
Me acerque a ti en un paso no te moviste solo me seguías observando, yo turbado de tu mirada me fui acercando a tu rostro, en ese momento pude sentirte temblar, pero no me detuve. Cada centímetro que me delimitaba nuestras bocas era una sensación de pánico y euforia para mí, hasta que llegamos el pinto en que nuestra respiración chocaba con nuestras caras.

Tu respiración se acelero al acercarme aun mas a ti, mi boca y tu boca se encontraron en un beso, un beso mudo y suave, solo sentí tus labios, unos carnosos y húmedos labios, dulces como la miel de tu corazón, suaves como las estolas de los ángeles, delicados como la seda de las princesas, preciosos como cada amanecer.

Simplemente se que llegue al confín de mi alma y creo que llegue más lejos, llega al universo, llego a todo lo oculto, una sensación inexplicable en que sentí que la lluvia no me mojaba ni nada me tocaba, solo tú, solo yo… solo el fin de mi miedos y el comienzo de un nuevo yo.

Me separe con lentitud de tan precioso tesoro custodiado por el ser más hermoso del mundo, tus ojos estaban cerrados como si todavía sintieras la caricia hecha en ti, los míos te miraban sin perderse detalle y mucho menso en el momento que los abriste lentamente para mirarme. Me miraste un rato, palabra alguna salió de tu boca. Mas lo que hiciste me dejo catatónico, tú te acercaste sami me devolviste el beso.

No niego que sentí como si me fuera a morir de la impresión pro no me negué a tus placeres y te correspondí. Un beso suave en que nuestros labios se movían en comparsa, correspondiendo cada necesidad de atención en cada minúsculo centímetro de piel húmedo.

No hubo vergüenza, no hubo más que pasión en ese instante donde yo te besaba sin detenerme y el igual, me tuve que bajar un poco a su altura por cuestiones de tamaño. Mis labios acariciaban los tuyos con deleite y me abrazaste por el cuello para hacer que nuestras alturas no entorpecieran este momento, hasta que el aire tuvo el descaro de separarnos.

Nos miramos un rato mientras respirábamos agitados y casi mareados por tantas sensaciones, te mire un poco alumbrado por tu reciente comportamiento y tu abriste los ojos como plato y te ruborizaste y en menos de un segundo te separaste de mi cuello el cual lo seguías abrazando. Te separaste y me diste la espalda un ruborizado y con una actitud completamente infantil, parecías avergonzado.

-¿Qué te pa...pasa?-me dijiste tartamudeando y yo no pude más que sonrojarme y sin saber porque ¿desde cuándo no te veía tan indefenso?

Me acerque a ti y tu distes dos pasos asi atrás mientras mi mirabas con cierto enfado. Pero sé que ocultabas algo mas, ocultabas la razón del beso, se…sé que me amas. ¿Será que peque al pensar tal ilusión? Será…. Que tú me amas, me amas de verdad. Es posible que tu, mi ángel se haya fijado en un desperfecto como yo.

-Hidan-trate de decir pero no se me ocurría como librarme de mi temor-pues…yo… te-tenía que decirlo-te quiero-en ese momento en la que mis silabas terminaron el se voltio y me miro sobresaltado, estaba ruborizado ligeramente y.. y ¿ahora que pasara?- de verdad… te quiero mucho-como desearía decirle todo lo que pienso, como desearía decirle que es mi todo, mi fuerza y mi ilusión, que su rostro es mi esperanza y su ser mi creer, mi más pura personificación de la belleza.

-Kakuzu…-susurro y vi esas ordes tan asombrados, su boca casi abierta, y entonces el cielo llego a mí y oí el cantar de ángeles y las cadenas que aun me atan a este mundo efímero y triste se rompieron mientras que el se volteaba, murmurando palabras que mis oídos no podían oír pero mi alma si- no lo puedo creer-dijo y yo por un momento temí que me rompiera en dos-yo… todo este tiempo-mi mundo se podía destruir con sus palabras y el sabía que si, el sabia que él era mi dios- yo también… jaja… también te amo-

Nunca lo olvidare. La sensación tan bella que sentí, es como si un manantial me bañara, es como si todo o tuviera de ante mano y asegurado, es… es ser feliz, porque yo me sentí feliz. Sí, me sentí feliz y nunca ame había sentido feliz, jamás pero ahora sí. La sensación de euforia, las ganas de reír y brincar, las ganas de correr y gritar a todos que me aman.

Yo solo sonreí, sonreí como jamás me había sentido sonreír, entrecerré mis ojos verdes en los cuales sentí que se humedecieron mientras que el reía torpemente como una forma de deshacer toda la felicidad que el también sentía.

El se acerco a mi corriendo y se me lanzo en sima, abrazándome con tanta dureza que caímos al piso, el sobre mi me beso y yo fui el hombre más feliz de todos, con un sueño cumplido, un amor hecho verdad. Nos besamos como si el tiempo no existiese y solo nosotros allí fuéramos los únicos.

El tiempo pasó y decidimos celebrar nuestro amor de la manera correcta. Caminamos agarrados de la mano hasta llegar a aun posada, allí entramos y pedí la más costosa y lujosa habitación. El se sorprendió al verme gastar dinero de esa manera.

-oye, eso es muy caro… joder mira los precios-decía ojeando la lista de costos de las posadas- ¡Pein nos descuartizara el culo si llega a darse cuenta todo lo que gastas!-yo lo mire y sonreí, tome su mano con más firmeza. Francamente no me importaba gastar todo en el.

-déjamelo a mí-entonces me dirigí al hombre que era un gordo y algo calvo, estaba sentado viendo una revista sin mucho interés en sus nuevos clientes-deme la más cara y lujosa que posea-le dije con gran esperanza de que él y yo pasáramos la mejor noche de nuestras vidas.

El hombre se levanto con pereza de su silla y tomo una llave. Pague la habitación y en menos de dos minutos lo arrastre a ese cuarto de hotel, esperando cumplir sueños lascivos.

La habitación era preciosa, muy hermosa. En la pared había un candelero de cristal precioso, había una mesa de madera fina donde encima había champaña y un plato que contenía uvas y fresas frescas, tenia piso de mármol y una que otros escultura hermosa, la cama era matrimonial, con sabanas rojas intensas y encima de ella habían pétalos de rosas blancas.

Hidan casi se le caía la boca de tanta impresión e igual yo, saber que haríamos el amor en un palacio era algo muy desquiciante y pasional. Mi nuevo amante entro lentamente en el habitáculo deslumbrado por la belleza y claridad del lugar.

Primero entro y se sentó en la cama y reboto un poco en ella para poder apreciar su suavidad, se veía cómoda puesto que se dejo caer sobre ella en un brusco movimiento y vociferar con gran admiración al objeto.

-¡esta es la cama más suave en la que me eh acostado en toda mi vida!-dijo y yo reprimí mi sonrisa mientras caminaba hacia la mesita con comida, pensaba devorar algunas uvas pero prefería beber la champaña que yacía en un embase de metal con suficiente hielo como para mantener el alcohol frio.

Tome la botella y la abrí dejando que el corcho saliera expulsado a algún rincón de la habitación y de la botella callo espuma deliciosa. Serví el liquido en dos copas de cristal una para mí y otra para él, le tente a beber y el con gusto acepto.

-bébelo todo, te necesito un poco borracho para que soportes todo lo que te hare-le ronronee en el oído y se puso más que rojo, me miro un poco abochornado pero igual vivió peor con un poco de recelo, una carita tan bella que me hizo hervir por dentro y hecho que una mantenía cierto control sobre mí mismo.

-tú eres un pedazo…-parecía como si me fuese a insultar pero por sorpresa reprimió las mala palabra- eres un pervertido-trato de aludir la vulgaridad con un insulto menor.
Reí un rato para luego sentarme a su lado a beber un poco del elegante liquido frio que se escurría por mi garganta, con el fin de poder embriagar un poco mi persona y asi, hacer lo que más deseo en este mundo poseerlo, hacerlo mío como si nunca hubiese sentido lo que es hacer el amor.

Hablamos un rato pero era obvio lo que realmente deseábamos, ambos necesitábamos satisfacer este deseo de necesidad que urge en nuestras almas y mas en nuestro cuerpo que hierven con solo una mirada o ligera caricia, hasta con la forma en que sus labios se humedecen al ahora de beber el licor me enloquece.
Un instante sin razón comenzamos a besarnos con deseo voraz él se me monto en sima sin siquiera mostrar el mínimo de pudor alguno, pero creo que todos saben que eso no me molesto.

Comenzamos a besarnos con pasión y deseo personificado en caricias, mis manos recorrían su cuerpo, tocaban su espalda de arriba a abajo, hasta que yo mismo le quite la capa de akatsukis, solo dejándolo en pantalones pues Hidan no traía consigo camisa alguna, eso era mucho mejor pues asi las cosas se harían más fáciles.

Acaricie su pecho tocando su piel nívea, tan blanca como las nubes de los cielos, sentí el calor de ella esa tibieza que me comenzaba a enloquecer cada parte de mi ser, el calor de nuestros cuerpo se unían en uno solo y nuestro sudor comenzó a caer. El quito mi capa y mi camisa, dejándonos en condiciones iguales… mejor aun.

Tenerlo tan cerca de mí era algo alucinante y excitante, saber que este ser al que tanto amo está sentado en mis piernas dejando que lo tome con pasión, con lujuria, con deseo peor más importante con amor.

-Kakuzu-susurro mi nombre, en ese momento el se separo de mi boca para besarme una mejilla, este acto me lleno de ternura, una sensación máxima que me recorrió todo mi corazón y no hice más que abrasarlo para despeas unir nuestras bocas nuevamente.-mm-gimió suevamente en mis labios y sentí desfallecer eternamente ante tanta emoción.

Nuestras bocas se masajeaban con dulzura, sus labios eran húmedos y suaves, finos pero al mismo tiempo lo suficientemente buenos como para tentarme a mas, tome sus cabellos blancos y empuje su cabeza más a la mía, para que la poca distancia que nos separaba se esfumara, dejando que nuestro torsos se tocasen.

Nuestros pechos rozaban en determinados momentos dándonos escalofríos, pero a decir verdad cuando yo acariciaba el abdomen de Hidan en hacia pequeños ruiditos, creo que él hacia cosquillas, no puedo negar que cuando el reía a mi me daban ganas de tumbarlo en la cama y devorarlo a caricias, es que era tan infinitamente tierno.

Creo que esto no se quedo solo en un pensamiento, puesto que lo tumbe en la cama y el rio un poco y yo también, me subí sobre él y le comencé a besar su cuello y saborear su mejillas que se coloreaban cada vez más.

…No había preocupaciones, no había apuros, no habían sentimientos ocultos, solo nosotros dos…

El se monto en sima mío y comenzó a morderme los labios y a besarlos con ansias, bajo hasta mi cuello y pecho para besarme sin detenerse, solo yo podía sonreír y suspirar o jadear. Enredaba mis manos en su cabello albino quitándole ese peinado tan pulido que siempre llevaba y no hubo duda que asi se vio más sensual.

-Hidan…-le llame y él me miro, debido a que el estaba besando ya mi estomago y sus manos jugaban a desabrocharme mi pantalón, no deseaba que todo se acabara tan rápido, deseaba disfrutar este momento por mucho tiempo.

Lo empuje en la cama bocabajo, allí pude admirar la parte trasera de su cuerpo, mire su espalda pequeña y blanca, su cadera estrecha solo para mi, su trasero perfecto, sus piernas largas y delgadas.

Este hombre era demasiado hermoso y sabia tentarme pues mientras yo lo admiraba el me miraba con sus pupilas lilas de manera tentadora.

-eres precioso-él se ruborizo ante mis palabras, pero sabía que se iba a enrojecer mas cuando yo comenzar a la verdadera acción que planeaba solo para él, esta noche el era mío y nada mas mío- te enseñare que es hacer el amor Hidan-le dije en el oído pegándome a su cuerpo-nunca nadie te lo hará como yo-me levante de la cama y busque la botella de champaña.

Volví a la cama y rocié la botella de champan sobre su espalda allí lamí ese ardiente liquido sobre su espalda entonces el jadeo y se dejo hacer lleno de lujuria.

Esa noche le hice el amor, esa noche entre en su cuerpo, conocí su alma, su ser interior, vi sus muecas de placer, le hice feliz y yo fui feliz, después de tanto tiempo en que mi espíritu fue atado a la miseria helada fría, en esa miseria que me obligo a estar callado con el corazón en los sepulcros.

Pero ahora que el es mío, que tengo la dicha de decirle mi amor, no hay nada mejor que esto… porque lo amor y el me ama, porque sufrí y el fue mi salvación, porque he llorado y el ha sido mis lagrimas, porque he reído y el es mi sonrisa, porque me eh sentido amado y el ha sido mi corazón..

FIN
Notas finales: O_O comentarios!!! XD

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