Mello, Rubio, ojos claros, tez blanca, estatura media-alta, vestimenta negra. Segundo a Sucesión de L.
Extrovertido, Social, Expresivo, Impulsivo, Impredecible, Son algunas palabras que llegan a describir su actitud.
Es sabido por todos, que los niños de Wammys son prodigios intelectuales que están allí con el fin de ser El Mejor Detective del Mundo. O en su defecto, explotar sanamente sus especialidades y mejorar.
Cada niño tiene su Especialidad, y por la misma se encuentra ahí, y de esa misma depende su estadía.
Se esta prohibido a cada niño revelar a nadie su verdadero Nombre o Apellido, para eso se utiliza un seudónimo que el Mismísimo L elige.
L el Mejor Detective del Mundo, Creador Intelectual de Wammys House.
Linda, niña que habita en Wammys por su talento indiscutible para el Dibujo, no siendo Arte, (Ya que eso es irrelevante allí) Si no como utilidad a la hora de retratar o recordar y plasmar sucesos, personas y un basto etcétera.
Matt, niño obsesionado con las Tecnologías, ya sea en Computadoras, Redes, Programas, puede ser catalogado Hacker (Por varios programas Creados por El) o Cracker (Por Destruir programas y meterse en documentos ajenos y complicados).
Near Primero a Sucesor de L, Imperturbable, Frío y Calculador, es Invencible en juegos de Mentes, posee una gran Agilidad Mental, su Especialidad son las Estrategias y Pensamiento Critico.
Así, unos cuantos niños más, con variadas y extravagantes especialidades.
Lo peculiar de todo esto radica y desemboca en Mello, quien aparentemente no posee Especialidad o Talento alguno.
Si bien es excelente en muchas cosas, ninguna es de su especial atención o aprecio.
Así mismo, varios niños notaron lo mismo, y entre curiosos y temerosos (Era mas que conocido el temperamento de Mello) Decidieron un día preguntarle, mas bien, Matt quien se llevaba mas ameno con el, fue empujado a Preguntarle.
“Hoy estuve tan cerca de superarme, maldición, por que no puedo ser El Mejor…por que…”
*Sonido de una puerta Golpeada*
.-Pase- Saben que no deben interrumpirme mientras estoy en mi habitación, ah pero si es Matt- Hey Matt, que haces por aquí ¿? Es raro verte salir de tu “Madriguera” –Bromeo, pero se que no le dio pizca de gracia.-
.-Mello, sabes, he tenido curiosidad hace unos días, es que he estado pensando –recibe una mirada con fingida sorpresa- ja-ja que cómico, en serio, dime, no hay algo que te guste, ya sabes, algo en que puedas considerarte mejor que nadie ¿?- una sonrisa cínica se ubico en los labios del rubio-
.-Otra vez con lo mismo, -suspiro resignado- ¡Dejad de Joderme con la misma Porquería todos los días! –Prácticamente grito, aun sabiendo que ni Linda, ni Rod estaban tras la puerta.-
Matt se achico en su lugar, pero enseguida, casi como saber que tiene en su bolsillo una vida extra, saca una barra de chocolate marca “Excelent” y se la Ofrece al rubio como si de un preciado bien se tratara, como si así calmara a la Bestia.
Y así fue, Mello tomo el dulce, y mordió un trozo, parecía que hubiera consumido Cocaína o alguna droga por que se quedo ido unos momentos, en esos momentos Matt siempre dudaba de los Chocolates, y de su composición.
Pero lo bueno es efímero, y pronto se vio presa de los ojos escrutadores de Mello.
.-Matt, hace varios días, al parecer tienes “El mismo Pensamiento”, por que es que insistes con eso ¿? Una cosa es que yo sea tu Amo y Señor, pero otra es que le hagas caso a Linda o Rod o a Merma en cuanto a fastidiarme.- No es que el rubio fuera un maldito Ególatra consumado, bueno, Lo era, pero en este caso el mismo era un Sumiso consumado.-
Matt sonrío estúpidamente mientras recordaba por que era un maldito perro sumiso con Mello. Desde el primer día que lo vio en Wammys, el rubio era increíblemente atrayente, y el, bueno, digamos que no se resistió demasiado.
Mello necesitaba a quien mandar, y ahí estaba el. Matt lo quería profundamente, Tan profundo, que Mello no lo sabia.
Volvió a la realidad cuando sintió la envoltura de papel chocar en su cabeza, mientras su “Amigo” le decía de todo menos que era guapo.
.- ¡Y me Ignoras Vilmente desgraciado! –Exclama furico el rubio- Te decía que si no sabes cuando vendrá L- dijo cuando noto que el pelirrojo por fin le escuchaba.-
.-Y yo que se, no soy su Mama sabes, -Si, hay veces en que se revelaba, o que, como muchos decían, olvidaba su instinto de supervivencia. Una cosa era Insultar a Mello, (Algo que jamás hizo ni hará) otra es Infra valorizar, o siquiera que el tono de voz sea de Aburrimiento, Molestia, o bien no suene tan Emocionado, al hablar Sobre L, delante del rubio, era sinónimo de Problemas.
Puesto que así como el quería a Mello, este ultimo adoraba inmensamente a L. quien era para el pelirrojo su Némesis, su enemigo, su rival por el corazón del joven oji-azul.
.- ¡Mail Jeevas, nunca en tu vida vueltas a hablar así de L! –Bramo furico su amigo-
L, siempre L, nunca peleaba con Mello, solo cuando L se metía en medio de ambos, todo culpa de L, como lo odiaba.
.- ¿¡Es que Amas a L!?-.
Se fue dando un Portazo.
Ignoro a Linda y a los demás, ni siquiera pidió disculpas cuando choco contra la torre de naipes de Near, ni paro inmediatamente al oír los gritos/insultos de Mello.
Se encerró en su cuarto, no era la primera vez que pasaba esto, cuando sus celos salían a flote, cuando lo traicionaban y le hervía la sangre de coraje de solo escuchar de los labios de Mello a L.
¿Qué había hecho L por el Rubio? ¿Qué Hizo? ¿Lo contuvo cuando lloraba de la impotencia de no superar a Near? No, ese fue el, ¿L le da sus diarios kilos de Chocolate? No, el lo hace. ¿L conoce cada gesto, cada manía, cada costumbre, cada mini medad de Mello? No, no lo hace. ¿L es el único en Wammys que no se burla del Cristianismo de Mello? No, el lo hace. Entonces, ¿Qué hace? ¿Por qué tanta Adoración? ¿Por qué L? ¿Por qué no Matt?
Golpea su cabeza contra la cabecera de la cama, nunca encuentra solución a sus preguntas, y esa es una parte que no conoce del Rubio, dato y recordatorio que solo lo molesta más.
Ahora, como cada vez que sucede esto, se quedara todo el día en su habitación con su Game Boy, hasta mañana, comprara chocolates y se disculpara con Mello, y todo seguirá como antes.
Oh si, era una Maldita Rutina…
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