Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡No lo leas! por Arisa

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta corta historia es un naruxsasu, si no te gusta esta pareja, pero nunca has leído de ella porque te cierras exclusivamente al sasuxnaru, dale una oportunidad, quizás no sea tan malo como imaginas...

Notas del capitulo: Aquí vuelvo con un nuevo fic, espero sea de su agrado.
Y recuerden que los personajes y sus derechos le pertencen a su autor original.
¡No lo leas…!

Primera Parte: Risas.

Vale. Lo reconozco, mi curiosidad es algo muy difícil de controlar… pero nunca en mi vida imaginé que por culpa de ella presenciara una de las más extrañas escenas jamás acontecidas.

Por el momento, si alguien quiere entender algo, empezaré como debe ser:

Hola a ti, persona que estás leyendo. No sé quién eres, pero si estás aquí y ya has leído hasta está parte estás obligado(a) a leer hasta el final e intentar al menos ayudarme con esta situación. Mi nombre es Naruto Uzumaki, conocido como Naru, Naru-chan, Naru-kun y muchos otros más… (algunos aún más cursis, aunque no lo crean.) Tengo 17 años de edad y, lamentablemente, estudio en un internado, lo que se traduce en compartir una habitación. Si bien puedo agradecer que mi tío tenga el dinero suficiente para pagar uno de prestigio, y no aquellos en que son 20 camas una al lado de la otra, me siento realmente desgraciado al tener que compartir habitación con una persona como lo es Sasuke, mi compañero.

Como podrán imaginar, Sasuke se convirtió en un grave problema de todos los días, y es que no hay personaje más antagónico al mío que él en este internado. Yo me defino como amigable, sencillo, cariñoso, hablador, algo extrovertido… (¿Algo? Bien, bastante.) y a él lo defino como la tumba con patas: antisocial de primera, serio, callado, más cualquier sinónimo de una persona quien su única amiga es la almohada, cuando más. Les juro que intenté hacerme su amigo, pues no tenía nada en su contra, ¡pero su actitud me desespera dattebayo!

Lo cierto es que en el último tiempo he aprendido a conocerlo un poco mejor. Últimamente competimos y peleamos por todo, lo que significa que hacemos un intercambio de palabras y que, desde el punto de vista positivo, es un mínimo avance hacia una posible futura conversación.

También debo admitir, con el dolor de mi alma, que muchas veces le envidié. Suena imposible, ¿no? Pero así es. Porque es odiosamente bueno en todo lo que hace y, además, Sakura-chan gusta de él.

Ha sucedido que esta última semana estuvo bastante extraño, quizás preocupado por algo. Eso es muy raro, ya que un mínimo atisbo de emoción en su comportamiento implica un desencajonamiento de mandíbula por parte de cualquiera.
Es entonces que lo ocurrido anteayer me dejó completamente helado, realmente atónito.

Iba a prepararme mi ramen a la cocina cuando, de lo buena persona que soy, se me ocurrió ofrecerle un poco. Asomé la cabeza por la puerta de la habitación y no encontré a nadie.

- ¿Sasuke?.- Pregunté, mas nadie contestó. Era extraño, pues típicamente las tardes de los jueves empezaba su “plan de lectura” y tomaba un libros gordos de 700 páginas y comenzaba a leerlos, mientras a mi me daba miedo el sólo hecho de pasar por su lado y que me lanzara uno de ésos que podrían fracturar mi cabecita si fueran arrojados con todo el mal genio del que él disponía en cantidades industriales.

Divisé unos paquetes sobre su cama. ¿Me habría dejado una nota? Para nada, bien sabía yo que eso era en imposible, pero esa sería la excusa que daría si me sorprendía mirando.

Desde niño fui muy curioso e hice todos los esfuerzos por resistirme a su poder, pero la curiosidad siempre me ganó. Aquella vez no fue la excepción y, echando un vistazo a la puerta por si venía, tomé una de las cosas que estaban sobre la cama. Era un disco de un grupo desconocido. Había también un libro delgado que llevaba por título “Relatos de Mitos” y también un grueso libro de tapas cafés y duras, sin título. …ste me llamó más la atención, así que decidí hojearlo un poco. Pero entonces…

- ¡NO LO LEAS!.- Apareció de la nada, hablando tan fuerte como nunca le había oído levantar la voz y provocándome un preinfarto.- ¡Como te atrevas a abrirlo considérate muerto! ¿¡Entendiste!?.- Yo aún no salía de mi asombro, cuando las cosas se tornaron aún más absurdas e incoherentes.

Se acercó a mí con el claro propósito de arrebatarme el libro de las manos y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba ruborizado (Sonrojado, ¡por Kami-sama!), a pesar de la rabia que mostraba en las facciones del rostro.

Debo reconocer, también, que fue un terrible error haberme olvidado de lo extrañas que estaban las cosas y haberlo molestado.

- No me digas… ¿es tu diario de vida? Jajaja.- Me reí mucho y sólo logré sumar un tic en su ojo izquierdo.

Me miró con rencor y en sus ojos observé como la idea de torturarme antes de matarme se volvía dulcemente atractiva y satisfactoria. Algo de miedo me dio cuando comenzó a acercarse aún más en mi dirección. De dos grandes zancadas se posicionó a mi lado. Tomó el libro con una mano y lo jaló fuertemente, pero yo no lo solté. Aquello pasó entonces de un pequeño forcejeo a una batalla al estilo “Ninja battle”.

Le demostré que era lo suficientemente ágil como para derrotarlo a ojos cerrados al saltar sobre mi cama para evitar un nuevo intento de quitarme el libro. Pero él era rápido y me siguió sin ningún problema. De mi cama salté a la suya y luego al piso, no se demoró mucho en seguirme el juego…


A veces pienso que soy en realidad muy infantil aún, inmaduro, pero no tengo problemas con ello. Vivo momentos de felicidad más que cualquier otro chico de mi edad, me divierto y la paso bien. Además debo aceptar que cada discusión o competencia que inicio con Sasuke la disfruto. Ambos volvemos a ser niños creyéndonos en una verdadera batalla y no tenemos necesidad de aparentar ser algo que no somos ni mantener una imagen. Son juegos, nunca hemos peleado en serio, es decir, nunca teniendo como real objetivo dañarnos el uno al otro. De esta forma es también que descubrí que él aparenta mucho de lo que no es y se mantiene bajo una fría máscara de insensibilidad. Aún desconozco los motivos que lo transformaron en lo que es hoy, pero estoy seguro de que si hubiese crecido como cualquier otra persona normal, en este momento sería una persona muy diferente. Quizás, tal vez, puede ser que me agrade un poco…


Volviendo a la batalla, en un segundo de descuido él alcanzó mi tobillo y caí al suelo. De paso, el libro voló por los aires y cayó sobre el suelo alfombrado de la habitación. Yo, entretanto, me aferré del cubrecama más cercano para no darme de bruces contra el piso. Algo salió mal en mi intento fallido de caer con un algo de dignidad y lo último que recuerdo de la caída fue verme en el suelo sin saber dónde estaba mi brazo y dónde mi pierna. Quedé hecho una madeja de cosas junto con el cubrecama, en verdad que ni sabía ni entendía cómo diablos había quedado.

Intenté desenredarme y cuando lo logré me fijé que Sasuke me miraba fijamente. En contra de su voluntad su sonrisa se fue haciendo cada vez más ancha y en un momento tuvo que taparse la boca, aún así no fue capaz de reprimir su risa.

- Jajajaja.- Reía, ¡reía!

No eran carcajadas, era una risa a volumen normal y moderada, ¡pero reía! Me quedé con la boca abierta, ¿quién iba a creerme cuando le contara que Sasuke Uchiha también sabía reír?
Luego reí yo también, era algo contagioso.

Entre risas, de las cuales luego Sasuke se arrepentiría a morir de haber mostrado, me grabé su rostro sonriendo. Sólo entonces encontré un poquito de razón a los adjetivos de “atractivo y guapo” que las chicas le etiquetaban cuando lo veían.
Su rostro relajado tenía facciones finas y… em… ¿bellas? Una nariz perfecta, labios finos –características que recién descubría- sumado a los inquietantes ojos negros que siempre noté, lo convertían en un chico guapo después de todo, supongo.

Cuando dejamos de reír él no volvió a mirarme, sólo se levantó, tomó las cosas esparramadas en el piso –incluido el libro iniciador de la discusión- y las guardó. Después salió de la habitación sin decir palabra alguna y no le volví a ver.

Llegó de nuevo alrededor de las siete y volvió con su actitud de siempre. Nuevamente guardamos silencio el resto del día, cada uno haciendo lo suyo.

Hoy en la mañana desayunamos muy callados, ¡el silencio me desespera! Por eso mismo fue que decidí decir algo que no tenía planeado decir, ya que él estaba aún más arisco que siempre.

- Si te preocupa el hecho de que pueda contarle a alguien que sí sabes reír, no te preocupes, que no está en mis planes.- Apenas lo dije me dí cuenta que jamás me propuse decir esas palabras…

Lo hice porque no me gustaba esa sensación de que me ignorara. Incluso inconscientemente, para evitar eso, decidí desperdiciar la oportunidad perfecta de burlarme que tanto había esperado.

- No me importa, haz lo que quieras.- Me dijo cortante.


¿Entonces qué demonios era? ¿Por qué ahora se comporta así conmigo?

No me habla desde entonces, aún tengo la duda y, sinceramente, lo único que deseo por el momento es que las cosas vuelvan a ser como eran hace dos días.

No sé por qué me importa tanto, si nunca me interesó nada que tuviera que ver con él. Nunca…
…y las cosas cada vez se vuelven más ridículas.
¿Estaré aún durmiendo? ¿¡Alguien me puede ayudar!? ¡¡¡Odio sentirme así!!!

¡¡No entiendo naaadaaaa… ‘ttebayo!!
Notas finales: Prometo actualizar pronto.
Me gustaría mucho que si les gustó me dejaran un comentario, finalmente eso es lo que da más ánimos para seguir escribiendo.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).