Kazuhiro Harusawa: 17 años, alto 1’86, delgado, pelo castaño, ojos verdes. Es frio con casi todos, pero tiene muchos “amigos”, aunque sea frio habla bastante, su madre es camarera y su padre abogado.
Shiro Tadakiro: 17 años, mide 1’76, delgado, pelo negro, ojos cafés, usa gafas. Es tímido, no habla demasiado, pocos amigos, sus padres son empresarios y siempre están fuera, es bueno prácticamente en todas las asignaturas.
RELACION: Compañeros de clase, al principio cada uno con lo suyo pero por motivos del destino el padre de Kazuhiro tiene que trabajar para los padres de Shiro.
NARRADO POR SHIRO
Como es normal todas las mañanas me levanto pronto, me doy una ducha, desayuno, me pongo mi uniforme (un pantalón azul marino; una camisa blanca y una corbata también azul), cojo los libros de texto que necesito y me voy al instituto. Estoy un poco cansado de esta rutina, siempre es lo mismo.
-¡Adiós!- cuando voy a salir por la puerta siempre me despido aunque sepa que nadie me va a contestar puesto que no hay nadie en casa, nunca hay nadie.
El instituto al que mis padres me ingresaron es un viejo instituto de alto nivel, es un instituto privado, aun así siempre hay algún abusón, y siempre se obcecan con estudiantes como yo, así es mi vida diaria.
Como todos los días soy el primero en llegar, me dirijo a mi aula, que es el 1E, hoy hay algo extraño, en mi aula hay luz, es decir alguien ha llegado antes que yo, miro el reloj, aun faltan 20 minutos para que empiecen las clases, sujeto la manilla de la puerta y abro la puerta, doy un paso para delante, frente a mi hay un chico de pelo castaño, si no me equivoco es Harusawa.
-Hola.-Digo y me voy a mi sitio de siempre.
-Buenos días.
NARRADO POR KAZUHIRO
Hoy he venido pronto al instituto por el simple hecho de que no podía dormir, me estaba aburriendo y mira por donde aparece Shiro Tadakiro, es mi oportunidad para dejar de aburrirme como una ostra.
-Hola.
-Buenos días.-Solo saluda con un hola, no debe de ser de muchas palabras, pero es muy inteligente, es la mejor forma de ser amble y cortar cualquier conversación tajantemente. (Suspiro) pero no me rendiré. Me acerco a su mesa, y me paro frente a él que está mirando los apuntes de literatura, su negro flequillo tapa sus ojos, mejor dicho sus gafas, me siento en la mesa de al lado esperando que alce la cabeza, pero no lo hace, así que simplemente me pongo a hablar.
-¿Siempre vienes tan pronto, Tadakiro? –espero un rato y sin levantar la vista de los apuntes me contesta.
-Sí. –Solo contesta con un “si”, definitivamente es de pocas palabras. Como no me presta ninguna atención me pongo a mirar por la ventana, aunque no sé porqué, esta todo oscuro y no se ve nada. –Normalmente, Harusawa, tu sueles llegar tarde. – Casi me caigo de la mesa, no esperaba que dijera nada mas, lo miro pero sigue enfrascado en sus apuntes.
-Si es verdad, pero es que hoy me desperté antes así que me vine para aquí. –No sé que me ha llevado a darle explicaciones si tan si quiera me los ha pedido. Y para mi sorpresa me vuelve a hablar solo para decirme lo que es obvio.
-Yo no te pedí explicaciones. –Y luego me llaman a mi frio.
-Si bueno, pero es que estoy un tanto aburrido, y como no eres de muchas palabras…-otra vez dándole explicaciones y él ni siquiera levanta la vista de los apuntes.
-Pues entonces repasa.
-Ough eso ha sido un golpe bajo.-Entonces, solo entonces ha levantado la vista, y sus labios se han curvado, ¿eso es una sonrisa?, ya se desvaneció –La verdad es que no se me da bien repasar a estas horas, se me da mejor dormir. –otra vez ha curvado los labios, es algo parecido a una sonrisa, quiero verle reír.
-Pues duerme, ya te despertare cuando la gente empiece a llegar. – ¿Que duerma?
-Si duermo ahora luego no podre prestar atención a las clases. –Le lanzo una de mis mejores sonrisas, aprovechando que aun tiene la vista puesta en mí. –Nunca antes nos habíamos dirigido la palabra, ahora tenemos la oportunidad. –Le lanzo otra sonrisa pero él ni se inmuta.
-Nunca nos hemos parado a charlar, eso es verdad. Tampoco es que hubiera motivos para ello. ¿No crees? –esas palabras me han dolido pero es verdad, nunca ha habido motivos para ser amigos.
-Bueno, tampoco se necesitan motivos para hacerse amigo de alguien ¿no?
-¿Amigos? ¿Quién necesita amigos? –Eso sí que no lo esperaba. Acto seguido se ha levantado a recogido los libros y se ha marchado del aula dejándome solo y perplejo. ¿Qué es lo que le ha hecho ser tan antisocial? Quiero saber todo de él.
***continuara***
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español