Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por un viaje a la playa por Risa-chan

[Reviews - 318]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Segundo capítulo. Alexander huye de sus corazón y acepta una proposición algo...¿intimidante?
Me moví un poco más porque ya me estaba cansando de la posturita. Habíamos llegado ya hacía dos horas, y tras dejar las maletas y las tiendas de campaña (que no se molestaron en recoger) en el cerco que las chicas habían conseguido habíamos cogido las toallas y fuimos todos directamente a la playa.

En un primer momento, había querido ir hasta el agua, porque me gusta más y tal. Pero después de ver lo muchísimo que había extrañado Victoria a Ángel y de la manera que se lo demostraba preferí quedarme tomando el sol.

Estuve cerca de media hora acompañado, después nadie quedó conmigo y en cierta manera se lo agradecí, así no me tendría que sentir mal por nadie.

Noté un chorro algo frio contra mi espalda y gruñí un poco pero no me moví. Después un peso pluma instalándose sobre mi trasero y unas delicadas manos extendiendo lo que supe que era crema.

- A mi tampoco me gusta Victoria –me dijo con suavidad- pero no por eso me quedo sin un buen baño, Xander.- chasqueé la lengua y giré un poco la cabeza para ver a Andy.
- No tengo ganas de darme un baño, Andy. Es sólo eso -sonreí algo forzadamente- además estoy demasiado blanco.
- Si…ya. Y yo soy tonta y me chupo el dedo –bufó, y yo bufé por sentirme cazado, odiaba eso de ella- venga ya, no han dejado de hacerse mimitos y arrumacos desde que habéis llegado. ¿Te parece normal?
- Completamente normal: son novios –apunté con suavidad y ella detuvo un momento el masaje para darme un suave golpe en la espalda.
- Pero él hace mejor pareja contigo –dijo socarronamente mientras, seguramente, sonreía, bufé y arrugué el entrecejo- Además, Victoria solamente es un ligue de verano. Estoy más que segura.
- Yo también sé eso Andy –suspiré- por eso me pregunto quién será próxima “novia formal” desde que empiece el curso hasta las vacaciones de invierno… o cuál será la de año nuevo hasta semana santa…o cuál-
- Basta Xander-detuvo el masaje y me habló con tono serio- no tiene que pasar eso, podrías-
- Sí va a pasar Andy, lleva pasando desde hace 3 años, y, ¡por dios! no termines esa frase. No quiero volver a hablar del tema.

Me removí debajo de ella y tuvo que quitarse me senté sobre la toalla dándole la espalda a mi mejor amiga, mirando hacia el mar donde todos jugaban como niños pequeños tirándose una pelota.

- Xander, no puedes huir de esto siempre –susurró a mi espalda y yo solté una carcajada burlona que no era del todo sincera.
- ¿Qué te apuestas? –dije ácidamente y entorné los ojos hacia otro lado cuando vi a Victoria saltando felizmente hacia Ángel.
- ¿A sí? –su voz pasó a ser algo burlona, supongo que para suavizar un poco la conversación- ¿Hasta cuando?
- Hasta que encuentre a alguien mejor –sonreí al sentirme vencedor y me eché hacia atrás apoyándome sobre los codos.
- ¿Cómo quién? –siguió picándome, que mala leche tiene algunas veces esta mujer.
- Pues…-miré hacia el cielo y después hacia ella- cómo tú: eres un buen partido ¿sabes?-soltó una gutural carcajada y se cruzó de brazos mirándome divertida.
- Lo siento, amor, pero es una pena que ninguno sienta ESE tipo de sentimientos por el otro –sonrió y yo chasqueé la lengua de nuevo.
- Sí, una pena. Sería todo mucho más fácil.-dije con algo de pena y me volví para ver al resto jugar.

Andy se quedó un rato en silencio, haciéndome compañía y animándome calladamente después me dio un golpecito en la espalda y se puso en pié con una sonrisa de las que tanto me gustaban de ella.

- ¿Entonces no vienes al agua?-me dijo con suavidad mientras se colocaba bien el bikini rosa que yo mismo le había regalado. La miré y sonreí
- Un poco más tarde.

Asintió con la cabeza y se agachó para depositar un suave beso sobre mi frente y después irse corriendo hacia el agua como una niña pequeña. Sonreí por enésima vez desde que estaba con ella.

Me gustaba estar con ella por eso, porque tanto reír como llorar era realmente fácil y nunca te sentías atado a nada. Lamenté de nuevo no haberme enamorado de ella cuando nos conocimos.

Volví la cabeza hacia el cielo con un suspiro y tuve que cerrar los ojos por el fuerte impacto del sol, y no me molesté en abrirlos de nuevo. Respiré algo fuerte.

Tal vez…¡¡Sólo tal vez!! Sería mejor decírselo ¿no? Somos amigos desde hace unos cuantos años no puede ser tan malo. ¿Qué sería lo peor? ¿Qué me rechazase? Sería peor perder su amistad para siempre… y eso podía ser uno de los efectos secundarios de declararse a una persona del mismo sexo. ¿Y si me dijese que sí?

Sonreí para mi mismo, esa idea quedaba descartada de antemano. Pero, hipotéticamente hablando…¡¡Muy hipotéticamente!! En el caso de que me sonriese y me dijera ”siento lo mismo” duraría…¿Dos, tres meses como el resto?

Resoplé de nuevo, pero esta vez porque alguien había sido tan graciosillo de quitarme el sol de la cara entreabrí un ojo y vi el cuerpo de mi propio delito completamente mojado y jadeante delante de mí.

- ¿Te vas a quedar ahí hasta que te quemes?-me preguntó con suavidad y yo sonreí mientras asentía con la cabeza.
- Hasta que no puedas diferenciarme de un cangrejo, sí.
- ¡Venga ya! El agua no está tan fría.

Cayó de rodillas al final de mi toalla entre mis piernas y arrugué un poco el entrecejo presintiendo algo malo. Se tiró sobre mi y no sé que fue peor: la baja temperatura, su cuerpo húmedo y lleno de gotitas de CONGELADA agua, o, el hecho de que estuviera encima de mí.

En un primer impulso traté de quitármelo de encima por lo frío que estaba y puse ambas manos en la cintura tratando de apartarlo pero en la postura que estaba solo sirvió para que toda mi espalda entrase en contacto con la toalla y así estar TOTALMENTE encima de mi.

Me sonrojé como una niña mientras trataba de quitármelo de encima como podía.
- ¿A que no está tan fría? –me dijo divertido al oído.
- Que va… –dije con los dientes castañeándome suavemente y en el mejor tono sarcástico que pude- ¿A cuánto está? ¿15…20 grados bajo cero? ¡¡Quita de encima!!-me revolví todo lo que pude debajo de su cuerpo, pero el muy idiota no cedía ni un poco: que malo es ser pequeño.
- Oye Alex –susurró bastante serio contra mi oreja y me quedé estático- ¿Estás bien? ¿A pasado algo?-suspiré y me quedé quieto un momento.
- Estaba perfectamente hasta que cierto idiota se me ha tirado encima y me ha helado hasta las venas –le dije todo lo divertido que fui capaz de simular.
- ¿De verdad? –me encantaba esa suavidad y esa preocupación en su voz… ¡por qué demonios me tenía que hacer eso! Asentí con la cabeza y se levantó un poco hasta quedar a gatas sobre mi- ¡Tú lo que necesitas es una novia, carajo! –sonrió ampliamente y yo reí un poco.
- Ya somos más de dos los que pensamos eso.-susurré bajito para mi mirando hacia otro lado.
- ¿Y? –preguntó emocionado- ¿Has visto alguna interesante que merezca la pena?-se sentó sobre sus talones y yo me incorporé y culeé hasta apartarme lo suficiente de él.
- Lo más interesante que he visto hasta ahora has sido tú –dije derrotado suspirando fuertemente y el se rió. Aunque lo dije de verdad, el se lo tomó tal y como yo esperé.
- Mira –cuando levanté la cabeza él miraba hacia otro lado mientras sonreía tontamente- esa está bien.

Volví la cabeza para ver a una chica rubia (que se notaba que era natural) con el pelo atado en una coleta alta ,mirando al mar, con cara bastante seria. Muy delgadita, al menos de perfil, como la veíamos. Con un bikini negro, al menos la parte de arriba y unos jeans cortos. Desde luego que tenía buen gusto el muy pervertido.

Me llamó la atención su cara indiferente, a la par que perfecta y bien diseñada como si la hubiesen esculpido con mucha dedicación y tiempo los grandes escultores.

Creo que notó nuestra mirada y se volvió, y centró sus ojos grisáceos en los míos, y contra todo pronóstico, no aparté la vista como hubiera echo en otras ocasiones. Me gustaban sus ojos, eran realmente hermosos a la par que toda ella, pero no terminaba de ser mi tipo.

Un golpecito en el brazo me sacó de mi trance y volví la cabeza algo sorprendido a mi amigo que me miraba con una enorme sonrisa.

- Es una pena –dijo divertido ensanchando la sonrisa aún más- Demasiado alta para ti, e-na-no –y se empezó a partir de risa.

Hice un mohín y le tiré la camiseta (que fue lo primero que pillé) a la cara.

- ¡¡Idiota!!-grité tratando de que se me oyese por encima de sus risas y se volvió a tirar sobre mí para abrazarme posesivamente. Me revolví dentro del abrazo pero él no me soltó y cuanto más pataleaba, más me apretaba.
- ¡Ángel! –llamó Iván desde dentro del agua- ¿¡Te importaría devolverme a mi novia!?

Tanto el idiota que tenía encima (que no se dignaba a soltarme) como yo volvimos la cabeza hacia ellos. Las chicas nos miraban, Julia y Miriam estaban completamente sonrojadas y Sandra se tapaba la boca con ambas manos. Victoria y Andy también debían estar en el mismo estado que las otras pero no me digné a volver la cabeza hacia ellas, una porque me era indiferente, la otra porque no tenía ganas de enfrentarla. Y los chicos parecían estar fastidiados de modo que empujé un poco más fuerte a Ángel, que con el desconcierto me soltó y me levanté.

Eché a andar hacia el agua pisando fuerte en la arena y con cara de pocos amigos y me zambullí ignorando la temperatura.

Me pasé toda la tarde ignorándole, ni siquiera me molesté en dirigirle la palabra las muchas veces que trató de disculparse o cuando me hacía alguna broma para tratar de hacerme reir.

De echo durante la cena me senté entre Adri y Andy, para que se fastidiase, y le perdí de vista. Como si me fuera a importar mucho. Estuvimos contándonos batallitas durante unas cuantas horas hasta que perdimos de vista a Julia y a Iván, que se escabulleron entre el barullo los muy pillines.

Miriam y Andrea no podían con el alma y ya empezaban a irse cada uno a su tienda, que compartíamos de dos en dos. No las hicimos mixtas por la problemática de los “soniditos” que podríamos oir a las tantas de la noche, de manera que iríamos de dos en dos con personas del mismo sexo…¡Ah! Y para mi gran suerte… Ángel insistió en que durmiese con él.

- Bueno pues yo creo que también me voy –me dijo Andy mientras se frotaba un ojo y se ponía en pie, la imité.
- Yo creo que lo mejor será irme a dormir ya también –se acercó a mi y me dio un abrazo y un beso en la mejilla- descansa bien Andy –sonreí.
- Tu también –sonrió y se acercó un poco- espero que Ángel no ronque mucho –y se echó a reir mientras iba hacia su tienda.

Hice caso omiso y fui hacia la mía, perdido en mis pensamientos como siempre. No iba prestando atención a los sonidos que me rodeaban, y lo lamenté demasiado. Corrí la tela que servía de puerta y me quedé estático, con los ojos demasiado abiertos, sin respiración y sin pulso notable.

Ángel y Victoria…en nuestra tienda. Mi “mejor amigo” encima de ella a pocos centímetros de la piel de su cuello mirándome con los ojos muy abiertos y ruborizado. Ninguno de los dos tenía camiseta, y Victoria debía haber perdido la minifalda.

Ella tenía la mano metida dentro de su bañador, y no quise averiguar si también dentro de sus bóxers y el tenía las manos en lugares poco indicados para público infantil.

Me empecé a reír nerviosamente y cerré los ojos a la vez que me daba la vuelta y soltaba la tela.

- Lo siento –dije algo ahogadamente mientras me seguía riendo histéricamente- vuelvo en un ratito.

No les dejé decir nada y salí corriendo hacia la maleza como alma que lleva al diablo. No sé cuánto me alejé de allí, pero ni siquiera podía ver algún indicio de la hoguera que habíamos hecho cuando me paré. Y no es porque fuese pequeña.

Me dejé caer y apoyé la espalda en el tronco de un árbol. Apoyé la cabeza en las rodillas flexionadas y traté de recuperar el aliento, alumbrado, únicamente por la tenue luz de la luna llena, que dejaba ver bastante del paraje.

El pecho me ardía como si fuese magma o algo parecido, y los ojos me escocían mucho, pero me había prometido no llorar por cosas de esas. ¡¡Por dios!! Tenía el don de la oportunidad muy bien marcado. Supuse que por eso les había perdido la pista, pobre de mí por no darme cuenta antes.

Lo único que podía hacer era eso: alejarme y compadecerme. Que penoso ¿a que sí?

- ¿Te encuentras bien?

Levanté la cabeza al oír una voz tan bonita, y tan desconocida por cierto. Ya había visto a la chica que estaba agachada frente a mí antes en la playa ¡¡Menuda coincidencia!! ¡Y encima justo ahora! Que patético soy.

- No –dije con sinceridad y apoyé la cabeza contra el tronco mientras cerraba los ojos.
- ¿Te has perdido? –dijo con suavidad pero con cierto tono serio.
- No –estuve por añadir un “no soy tan estúpido” pero no me sentí con fuerzas de ser tan grosero.
- ¿Estás herido? -¡Bingo! Pero ella no se refería a eso.
- No –dije de nuevo.
- ¿Sabes decir algo que no sea “no”?-dijo seriamente.

Volví la vista hacia ella que me miraba con sus enormes ojos inquisitivamente. Suspiró, se arrodilló delante de mí y me tendió una mano.

- Me llamo Angelique – perfecto nombre para este momento- pero llámame Ange. Sómos el grupo escandaloso al otro lado del risco.

Ya les habíamos oído, gritan como si fueran un millón de personas y no creo que sean demasiados tampoco. Sonreí, me alegraba que alguien quisiese ser amable… y no es que me apeteciese estar sólo, la verdad. Le tomé la mano y la apreté sin mucha fuerza.

- Alexander –dije con suavidad- llámame Alex –ella ladeó la cabeza.
- Es más bonito Xander –apuntó y me quedé algo sorprendido- pero cómo quieras. –nos quedamos un rato en silencio que aprovechamos (ambos) para repasarnos físicamente. Finalmente volvió a hablar – No creo que estés aquí porque te guste dormir a la intemperie –chasqueé la lengua- Estamos haciendo una fiesta en nuestro campamento –se levantó del sitio- ¿te hace?

Me quedé mirándola algo anonadado. Era la primera…bueno…la segunda vez que nos veíamos y ya me estaba invitando a una fiesta con los suyos. Era bastante extraño y mi pobre mente no procesaba muy rápido. Pero tenía dos cosas muy claras: no quería volver a mi campamento, y no me apetecía estar sólo.

- ¿Qué dices? –me preguntó de nuevo. Me encogí de hombros –será divertido, y la gente es maja.- ¡Al diablo con todo! Me puse en pie y le sonreí
- ¿Queda muy lejos?

Ella asintió con la cabeza y empezó a andar entre la maleza en dirección contraria en la que estaba mi propio campamento, pero bueno, no sería difícil regresar… o al menos eso esperaba.

Ángel tenía razón, era algo más alta que yo. Pero sólo un par de centímetros.

Nos detuvimos en la linde desde donde se veía su campamento en la arena. ¡Por dios! Eran menos de 7 personas y hacían tantísimo escándalo, me dio algo de vergüenza ajena y ella me miró. Asentí con la cabeza, ya no tan convencido como antes y volvimos a andar hacia allí.

Un chico con un enorme sombrero de paja unas gafas de sol y sólo con el bañador hizo sonar una trompeta, que me pregunté si no lo escucharían en toda la costa.

- ¡¡Volvió la panterita!! –gritó alegremente…con un tono de borracho bastante notable.

Resoplé y me quedé parado al lado de Ange que se había detenido para quitarse una de las chanclas y se la tiró al chico a la cabeza. Ella puso los brazos en jarras y volvió la vista hacia mí un momento.

- No les hagas mucho caso ¿vale?-suspiró.
- ¡¡Angy!! –gritó un chico mientas se acercaba y me quedé algo atontado.

Era muy alto, pelo negro azabache hasta mitad del cuello y muy despeinado. Sus ojos eran azules celestes y tenía un cuerpo de infarto, por no hablar de su sonrisa perfecta delineada por los labios más perfectos nunca vistos.

- Pensé que te tendría que ir a buscar –la acusó divertido, y al fin su mirada se posó en mí y dibujó una enorme, y un tanto pervertida, sonrisa- Vaya vaya…¿Y este gatito?-miró un momento a Ange- ¿A quién se lo has robado?
- Es Alex –dijo ella con naturalidad- uno de los que se establecieron allí atrás.

Me sonrojé algo cuando me tomó de la barbilla y me levantó suavemente la cabeza.

- ¿Ah? Es una monada –los pelos de la espalda se me erizaron completamente y no podía hacer nada. - ¿Nos lo podemos quedar? –le preguntó a la chica rubia sin apartar la vista de mí, tenía que ser un show verme tal y cómo estaba- ¿Sabes que eres…?
- No digas enano –le corté antes de que terminase la frase. Soltó una carcajada.
- Iba a decir afeminado –hice un mohín y el volvió a poner esa sonrisa perfecta- pero aún así…

No terminó la frase, pero sus ojos hablaron por él cuando empezó a bajar la vista hacia mis labios, y después siguió bajando por el resto de mi anatomía. Me sonrojé furiosamente pero no me moví ni un centímetro, ya lo hizo Ange por mi cuando agarró su brazo y él la miró.

- Es solo un crío, Jake –dijo con suavidad y con algo parecido a una sonrisa en la cara. El tal Jake volvió la vista hacia mí inquisitivamente.
- ¿Edad? –preguntó algo desconfiado.
- 16-contesté con suavidad y el bufó y chasqueó la lengua a la vez que daba un paso hacia atrás. Un brazo me rodeó el cuello y descubrí a un muchacho bastante bronceado con el pelo castaño que me sonrió.
- No te preocupes chico –sonrió más ampliamente- Jake no desvirga a nadie que no sea mayor de edad, y tampoco lo hace la primera noche.
- ¿D-d-d-d-d-desvirgar?-pregunté atontado mientras el chico me arrastraba hacia la hoguera con el resto.
- No te importa ¿verdad? –me sonrió ampliamente y yo hice una mueca demostrándole que no entendía nada, el chasqueó la lengua- para decírtelo con suavidad, no solo esas don nenas de ahí te meterán mano esta noche.-señaló un par de chicas, una morena de pelo largo y otra pelirroja con el pelo por los hombros que me saludaron coquetas.
- ¿¡Qué!? –me volví algo preocupado hacia ellos….no serían…
- Digamos, que la mayoría de los que estamos aquí no tenemos preferencia por ninguno de los sexos-y sonrió ampliamente.

Se alejó de mí dejándome algo atontado en el sitio y tras unos segundos de incredulidad me dieron un buen golpe en el culo y me volví justo para ver a Jake pasar a mi lado con una enorme sonrisa lasciva. Angelique pasó detrás de él y me sonrió tranquilizadoramente.

En que momento se me ocurriría aceptar su proposición…
Notas finales: Bueno...me quedó algo largo pero espero que se entienda bastante bien ^^U

Besosss

¿R&R?

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).