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TAN SOLO UNA PALABRA por Betsa

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Notas del fanfic:

Ya saben no me pertenecen los personajes y eso, vamos a lo que nos interesa si?

Notas del capitulo: Bueno este one-shot se me ocurrió mientras trataba de escribir un nuevo capitulo para mi otro fanfic, sé que he tardado en actualizar pero ya voy a subir pronto, mientras tanto les dejo una probadita de esto que la verdad se me hizo muy tierno.

Disfruten!
TAN SOLO UNA PALABRA


Desde este punto puedo ver gran parte de la ciudad, los rascacielos y edificios iluminados le dan al cielo un efecto como si hubiera más estrellas de las que existen, sin embargo las verdaderas estrellas no se ven, normalmente así es en las ciudades, nosotros mismos cegamos las bellezas naturales con toda esta tecnología, pero tengo que reconocer que todas esas luces artificiales se ven bellas desde aquí.

-Me pregunto como se verá toda esa luz desde el espacio, debe ser hermoso.

Observo admirado, nunca había puesto atención a toda esa belleza que solo se percibe por las noches, todo parece salido de un sueño o tal vez ¿una pesadilla? Me estoy dando cuenta de las bellezas del mundo, ya sea artificial o natural pero hermoso al fin, ¿y esto tenía que pasar justo ahora? ¡Que ironía!

Mis piernas tiemblan y siento vértigo parado en el borde de este edificio, mirando el vacío que me espera, con la muerte tentándome a ir con ella, el viento sobre mi cara me trae gélidos roces, esta es una fría noche de invierno, no estamos en una de las temporadas más frías pero para mi el día de hoy ha sido el más frío de toda mi vida; solo, tan irremediablemente solo, en realidad toda mi vida fue así, desde pequeño nunca hablé mucho, me limitaba a jugar mis videojuegos sin salir de mi cuarto en el orfanato.

Siempre tan solo…

Pero algo cambió mi vida, fue esa única persona a la que realmente miraba, esa única persona a la que realmente buscaba, esa única persona a la que realmente…amaba.



//-Flash back-//


Solo en mi habitación llegó cierto día un niño rubio de ojos azules, invitándome a salir a jugar con él, pero yo siendo como soy no estaba seguro aún de salir;

Siempre tan inseguro…

Sin embargo el pequeño niño, no esperó mi respuesta y simplemente me llevó con él, jalándome de la mano sin importarle que yo opusiera resistencia; ese día me llevó a “su lugar favorito” una parte del gran jardín donde había un enorme árbol que daba una refrescante sombra y donde el pasto estaba cubierto de flores de tantos colores, había un lugarcito donde las flores no crecían y el pequeño rubio fue a sentarse ahí, después me miró y me pidió que me sentara junto a él, dudé, pero para mi sorpresa se levantó y me llevó hasta el lugar haciéndome sentar.

-Tienes que confiar en mi, no voy a morderte- dijo sentándose a mi lado con una sonrisa pícara- además eso hacen los amigos, confían el uno en el otro.

-¿Amigos?

-Claro que si! Desde el día de hoy serás mi amigo

-¿Y hasta cuando será eso?- dije tristemente, mi pregunta hizo al rubio mirarme confundido, no podía evitarlo siempre que una persona estaba conmigo tarde o temprano me dejaba solo.

Siempre tan solo…

-Mmmm… ¡Ya sé! Seremos amigos hasta que nos digamos adiós

-¿Cómo?

-¡Si! ¿No lo ves? Tal vez un día tengamos que despedirnos pero será solo por un tiempo, entonces nos diremos “hasta pronto” pero el día que nos digamos “Adiós” entonces dejaremos de ser amigos.

-…- miré hacia el piso y el pequeño rubio se acercó a mi agachando la cabeza para tratar de verme el rostro.

-A mi no me gusta despedirme de las personas así que no diré adiós si tu no lo haces.

Entonces levanté el rostro y lo miré y lo que vi me pareció lo más hermoso que jamás hubiera visto; el niño rubio me sonreía, pero era una sonrisa distinta a las otras, su mejillas estaban sonrosadas y sus ojos reflejaban un brillo y una alegría propia de un niño, me contagio hasta el punto que nunca me había sentido tan feliz, hasta ese momento. Le devolví la sonrisa tímidamente sonrojándome sin saber porque.

-Bien ahora que somos amigos, pasaremos todo el tiempo juntos, ya no tendrás que estar solo, por cierto yo soy Mello, tu como te llamas- dijo sonriéndome una vez más.

-Yo soy…Matt- Y le devolví la sonrisa pero esta vez tratando de reflejar toda la alegría que su nueva amistad me había dado.

Nunca más me sentí solo…



//-Fin de Flash back-//



Nunca… hasta este día. Mi amistad con Mello estuvo llena de altibajos, siempre peleando, siempre discutiendo, ¿y yo?, yo siempre haciendo lo que Mello me pide, todo para poder estar con él, tonto talvez pero al final estar junto a él era lo que realmente me hacía sentir bien.

Con los años la amistad de Mello se convirtió en algo más que eso, ambos siempre estábamos juntos y eso hizo que al crecer nos diéramos cuenta de lo que sentíamos el uno por el otro, o eso creí; Mello sigue tratándome siempre igual, soy su juguete, soy su propiedad, soy su basura, soy lo que él quiere que yo sea, ¡Me harté! ¿Y qué fue lo que hice? Enfrentarlo, le grité y le dije que no estaba dispuesto a seguir con ese juego y ¿cuál fue su reacción? Silencio…

Estaba acostumbrado a sus ataques de enojo, sus golpes, sus gritos pero ese día nada, absolutamente nada, solo silencio; creo que fue lo peor que pudo haber hecho, me destrozó, me sentía miserable, me sentí nada. Desde ese día Mello me ignora, ya no me pisotea, ya no me golpea, ya no hay emoción en su rostro ni siquiera enojo, odio, amor, nada solo vacío; lo soporté, pensé que solo sería un episodio de enojo y que ignorarme era su forma de castigarme, con el tiempo se le pasaría, pero… pero no fue así.

Hoy, hoy era un día importante, hoy era el aniversario del día en que nos conocimos, siempre lo recordábamos, ambos, porque ese día había sido mi cumpleaños, todos los años la forma de felicitarme de Mello era llegar y darme un buen golpe en la cabeza para luego decirme “Feliz cumpleaños idiota” pero por las noches todo se transformaba, parecíamos cambiar de lugar, yo tomaba a Mello entre mis brazos y lo hacia mío, tomaba el control de la situación y él simplemente se dejaba guiar por mis roces, mis caricias, se abrazaba a mi espalda mientras derramaba lagrimas de dolor por entrometerme en su cuerpo, lo escuchaba gemir, suspirar y gritar mi nombre excitado, eso era lo más hermoso que jamás pudiera imaginar en mi vida y todo lo que aguantaba valía la pena, todo por tener a Mello solo para mí.

Pero hoy, hoy no hubo golpes, ni abrazos, caricias, roces, no había gritos ni lagrimas, solo frío, soledad, muerte; sentí como mi corazón se destrozó cuando en la mañana mientras desayunaba vi a Mello sentarse en la sala a ver la televisión ignorando por completo mi presencia, después de un rato hablé.

-¿Mello?

-Mmm?

-Mello ¿sabes que día es hoy?

-Mmm? ¡Ah cierto! Hay que ir de compras, se me han acabado los chocolates, creo que iré ahora mismo- se levantó se puso la chaqueta que estaba colgada junto a la puerta y se dispuso a salir.

-Pu… puedo ir yo si quieres.

-No, iré yo mismo, hasta pronto- Y salió del departamento, dejándome solo y con el corazón echo pedazos.

Ya es demasiado, es obvio que él ya no quiere estar conmigo, por eso estoy aquí, por eso estoy en la orilla de este edificio esperando tener las agallas de lanzarme de una vez y olvidarme de todo, empiezo a rememorar gran parte de mis recuerdos en los que siempre Mello era lo más importante en mi vida, estos recuerdos están llenos de golpes, gritos, lágrimas pero al final siempre una hermosa reconciliación, esta vez es diferente.

-Mello- susurro su nombre al viento como esperando que pudiera escucharme, agudizo mi oído y trato de recordar su voz, tanto es mi deseo de escucharlo que casi siento que es real cuando el viento susurra mi nombre con su voz “Matt”

El viento sopla detrás de mi como animándome a dar solo un paso y mandar todo al diablo, doy un último suspiro y cierro mis ojos sintiendo mi alrededor, derramo lágrimas de tristeza y se las regalo a la noche que ha sido el único testigo de todo mi dolor, el viento sigue soplando y me sigue susurrando al oído como invitándome a formar parte de él, volviéndome para siempre un espíritu más en pena.

-Creo que ahora si nos diremos Adiós Mello- a punto de dar el último paso hacia el vacío, me doy cuenta.

“No, iré yo mismo, hasta pronto”

Mello nunca me dijo adiós, tal vez sea tonto e infantil pero ahora que me di cuenta, me niego a irme sin que él mismo me diga Adiós, entonces desapareceré de su vida para siempre.





Un chico rubio se encuentra solo en su departamento apoyado en los barandales de la terraza, mirando al cielo esperando ver aunque sea una estrella, su rostro aparentemente inexpresivo en realidad es reflejo de todo lo que siente por dentro, la noche es fría pero eso a él no le importa, permanece ahí con tan solo unos pantalones y un chaleco corto recibiendo todo el gélido viento que viene desde la ciudad, una ráfaga fuerte le golpea la cara y parece hablarle.

“Mello”

Esa voz, esa inconfundible voz, es la voz de esa persona a la que él tanto ama y la que tanto ha lastimado, ¿acaso su subconsciente lo está engañando llevándole su voz por medio del viento?

-Matt- susurra igualmente al viento como esperando saber si realmente lo está llamando ¿Dónde estaría ese tonto pelirrojo?

Hacia ya rato que se había ido o eso suponía, ya que había ido aparentemente a comprar chocolates pero en realidad había ido a caminar para pensar algunas cosas, cuando regresó el pelirrojo ya se había ido, tal vez al fin lo había entendido y como fuera si regresaba no estaba dispuesto a cambiar la rutina que desde hace unos días tenían.

Finalmente Matt había sido su amigo, su compañero y si lo ignoraba era solo para tratar de no hacerle más daño y ciertamente su objetivo era que Matt decidiera ya no estar con él después de todo ¿porqué seguir al lado de Mello? …l mismo reconocía que no era la persona más agradable del mundo, así que, ¿por qué le sorprendía que Matt se hubiera hartado? Si no regresaba en realidad sería mejor y así no lo dañaría más pero aún así no le agradaba que se hubiera ido, tenía miedo de que no regresara, a pesar de que era lo mejor.

Un sentimiento se anida en su corazón, ¿desesperación? ¿tristeza? ¿depresión? Fuera lo que fuera no estaba dispuesto a mostrar nada y si Matt regresaba todo seguiría igual, cerró los ojos y se limitó a sentir el viento soplaba de frente sobre su cara, se relajó y dejó todo lo que sentía irse entre la brisa, tenía que ser fuerte por bien de Matt; no supo cuanto tiempo estuvo así pero cuando escuchó la puerta de su departamento azotarse despertó como de un trance y fue a la sala para ver quién había entrado, no acababa de llegar a la sala cuando vio a Matt parado frente a la puerta, mirándolo y claramente agitado, parecía que había llegado corriendo.

-¡Matt! ¡Qué diablos..!

-¡Dilo!- Matt dio unos pasos enormes y acortó en tres zancadas la distancia que aún los separaba.

-¡¿De qué estas hablando?!

-¡Dimelo! ¡Despidete de mí de una vez!

-¿Qué?

-Dime adiós…- dijo esto ya no gritando sino con la voz a punto de quebrarsele- dime adiós y nunca me volverás a ver.

-Pero…

-¡¿Que no es eso lo que quieres?!- Matt tomó a Mello por los hombros y lo sacudió un poco- Tú me lo dijiste, dijiste que seríamos amigos y que el día que nos dijéramos adiós sería cuando dejaríamos de serlo, si tu me lo dices te diré adiós para siempre y nunca jamás me volverás a ver.

Para ese momento las lágrimas caían de los ojos del pelirrojo y aún así sin dejar de mirarlo y no por eso se veía que su voluntad flaqueara.

-Matt yo… yo… - ¡No podia ser! ¿Qué no era eso lo que quería? ¿Dejar a Matt por bien suyo? ¿Por qué justo ahora estaba perdiendo su fuerza?

-¿Ni siquiera eso me puedes conceder? ¿Una simple palabra aunque sea de despedida? Mello yo… yo… yo te amo Mello- su voz se quebró y cayó de rodillas frente a Mello, dejando salir sus lágrimas sin ninguna pena ni remordimiento, tal vez si debió lanzarse de ese edificio.

Sintió a Mello caer de rodillas frente a él y levantó el rostro para mirarle, Mello permanecía ahí frente a él con la cabeza baja y el cabello cubriendole el rosto, finalmente sintió como en un rápido movimiento Mello lo rodeó con sus brazos y le susurró al oído.

-Matt yo… te amo, lo único que he querido con esto es librarte de mi, se que soy de lo peor pero… pero… no puedo cambiar.

Matt permaneció estupefacto, no había reaccionado hasta ese momento y lentamente puso sus brazos alrededor de Mello, se sentía tan bien.

-Mello yo no quiero que tu cambies.- Mello se separó un poco de Matt para mirarle el rostro y lo miró sorprendido.

-Pero yo…

-Es cierto hemos tenido problemas y siempre los habrá, pero yo te he amado desde que te vi y te he amado así como eres, algunas veces me golpearás pero siempre en el momento justo sabes como hacerme saber que me amas y ni siquiera tienes que decir nada.

-Pero y si esto no funciona y si realmente sigo lastimandote y…

-Mello… Tienes que confiar en mí, eso hacen los amigos confían el uno en el otro.

Mello lo miró a los ojos y finalmente sonrió, era de esas sonrisas que solo podía dedicarle a Matt, esa sonrisa que le recordaba tanto a ese día cuando se conocieron, sus mejillas sonrojadas, sus ojos brillando con esa alegría que solo sentía cuando estaba junto a Matt, le dio nostalgia porque ese rostro se parecía tanto al que había visto en ese entonces, Mello no había cambiado y no quería que lo hiciera.

Ambos se acercaron aún mirandose a los ojos, estaban tan cerca que podían sentirse sus respiraciones, ambos podían percibir el aliento del otro, tan cálido, percibirse el uno al otro, tan bello; acortaron esa poca distancia y se besaron, se besaron como nunca lo habían hecho, se abrazaron fuerte como no queriendo dejarse ir, como si fueran a perderse si se soltaban, su beso se volvió desesperado y de los ojos de ambos empezaron a derramarse lágrimas pero ahora eran de felicidad, una felicidad que hasta ese día ninguno de los dos había sentido jamás.

Mello se separó un poco, agitado por la desesperación y la felicidad, apenas alcanzó a susurrar tres palabras que valían más que cualquier adiós que los quisiera separar.

-Te amo Matt.

Sonrió Matt también agitado

– Esas son las únicas palabras que valen para mí.

Y continuaron besándose, acariciándose y entregándose uno a otro como jamás lo habían hecho.
Ese día Mello gritó el nombre de Matt más fuerte que nunca.
Notas finales: Bueno espero les haya gustado y sirve para que me perdonen por no actualizar "THE CURSE" pero prometo no tardar.

Dejen reviews si no tendré pesadillas! XD

Matta ne ^^

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