Viviendo en tus memorias, como siempre...Has sido muy duro contigo, abriendome nuevos caminos, sin embargo necesito de ti para superarlos, creyendo que el cielo nos acompañara, el tiempo no pasaba para nosotros, aunque te mostrabas frío con todo el mundo, conmigo tu mirada lo explicaba todo. Veo mi cama y recuerdo tu silueta abrazando mi cuerpo, solo veo como te levantaste de la cama y te fuiste.
Yo por igual creo que tus manos me llenaron de felicidad, he aquí mi respuestas a tantas preguntas planteadas en tu carta...Virtudes, cualidades, esperanza y confianza, eran las cosas que necesitaba de ti, mis recuerdos grabados en tu piel, ayudándome a caminar como a un niño pequeño, mis temores huyeron al conocer a un Kakashi fuerte y tierno a mi persona. No necesitábamos palabras, los sentidos hablaban por sí mismos, quiero creer que aunque sea tarde para decirte esto dios nos perdonará, si queríamos, podíamos, lo recuerdas?
Tal vez, encontraré un lugar, un momento, un sentimiento para saber como fue que caímos de una barranca tan grande, el amor se desbordaba por el camino, la esperanza aún no la pierdo de volverte a ver algún día, en tu memoria viviré, quiero estar contigo para siempre.
Si solo pudiese retroceder el tiempo y haber deseado que no hubiese nacido de esta forma; me acompañabas siempre al hospital para ver como iba mi corazón, necesitaba un transplante... “no hay todavía ninguno” esa era la respuesta que siempre obteníamos, saliendo de ahí me besabas profundamente diciendo palabras hermosas... No sabía como corresponderte por tan grandes cuidados que tenías hacia mi, nuestro amor crecía al mismo tiempo que mi corazón se iba debilitando... Siempre te esforzabas mas de lo debido al atenderme, y me decías que no me merecía a alguien como tú, que necesitaba a alguien mejor. Yo no amo a nadie mas que a ti, yo lo único que tenía para ti es este corazón imperfecto lleno de amor...
Mi única solicitud es estar contigo y amarnos, “sé que lo lograremos juntos” cuando terminada de decirte esto cada vez que te veía estresado, me veías fijamente a los ojos y me abrazabas... La última vez que me acompañaste al hospital me dijeron que me quedaban unos cuantos años de vida si es que no encontraban un corazón. Tu cara empalideció como nunca, bajaste la mirada y dejaste caer unas cuantas lágrimas... Nos dijeron en el hospital que me iban a enviar una enfermera para cuidar mi estado físico y medicamentos que necesitara, en ese momento apretaste mi mano.
Regresamos a mi departamento y me dijiste que me amabas desde lo mas profundo de tu ser, que esa noche me ibas a hacer sentir algo inexplicable, que ibas a disfrutar de cada parte de mi cuerpo, que ibas a derramar lujuria por mi ser...
Kakashi, ¿Crees en el destino?...yo aún no tengo la respuesta a esa pregunta, sin embargo lo que si te puedo decir, es que aquella noche me dejaste como un niño pequeño después de un día de jugar con sus amigos; mi cuerpo no tenía fuerzas para seguir, me susurraste al oído “descansa, tu cuerpo tiene que recuperar sus energías”.
En ese momento me acurruqué entre tus brazos, escuchando el latido de tu corazón que me hizo quedarme dormido como bebé. Tantos momentos de felicidad, tanta imaginación, inocencia de parte mía, tantas mañanas a tu lado se iban haciendo realidad al salir el sol y su luz entrando por la ventana. Una ráfaga de viento entrando al departamento, rozando mi cara, despertándome de mi sueño, me transportaba a un lugar sin igual; el tiempo pasa, ahora estoy aquí, solo en mi cama en las noches de otoño, hay noches en las que mi enfermera se queda mas tiempo para cuidar de mí, es una buena mujer, muy atenta y paciente conmigo.
Mi cuerpo se ha debilitado un tanto suficiente que me han prohibido caminar mucho, no puedo hacer muchas cosas de las que antes disfrutaba cada momento a tu lado como mi pareja, mi amigo, mi novio... Los días se vuelven eternos en este gran departamento, lleno de lujos, pero vacío de sentimientos agradables, no hay risas, llantos, alegrías o tristezas, se logra sentir un viento desolador, trato de no desanimarme para seguir adelante, así como tú me has dicho.
Te doy gracias por haberme dejado crecer tan alto como tú lo hiciste cuando estabas a mi lado, no tengo malos recuerdos tuyos, fueron pocas las veces que nos enojábamos por cosas estúpidas, como la vez que por una semana completa se te olvidó ir por tu camioneta que la estaban arreglando y necesitábamos ir muy lejos de aquí.
Muchas ocasiones pensaba que necesitabas a tu lado a una persona que pudiese hacer mas cosas, que te pudiese acompañar a donde quisieras, que te pudiese complacer con un corazón lleno de amor y sin imperfecciones, sin embargo, tú no lo quisiste así, me elegiste a mi entre todas las personas. Ahora, tú fuiste el que me dejó aquella mañana, acaso creíste que estaba enfermo por tu culpa? Qué tonto eres, debería ser yo el que dijera que no pudiese estar conmigo porque iba a ser un martirio tener que atenderme todos los días.
De algo estoy seguro, pensaste que como iba a tener enfermera ya no te necesitaba...Que equivocado estás, pues ahora que me encuentro escribiéndote esta carta, pienso en ti y mi cuerpo quiere levantarse e ir corriendo a buscarte si es preciso hasta el fin del mundo, pero no me dejarán, mi corazón no puede agitarse mucho. Miro al horizonte, tengo la intuición de que te fuiste alejando de un destino que no creías conveniente, siguiendo aquella gran estrella que se fue ocultando con nuestros recuerdos.
Viviendo la vida como nunca lo habías hecho? Por alguna razón que no puedo explicar, mi mundo sigue girando entorno tuyo, y nunca perdiendo la fe de volverte a ver, y dejarme entrar de nuevo en tu vida, tu amor haría una revolución dentro de mi, mi vida llegando a su final poco a poco y mi único sueño lo voy a perseguir hasta que mi último suspirar llegue, y como me dijiste...tengo que alcanzarlo, así que no descansaré hasta encontrarte y verte de nuevo para poder estar contigo...mi amor Kakashi.
CON AMOR Iruka
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