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Palabras del Corazón por _Kawaikunoichi_

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© Los personajes de Naruto, son propiedad de Masashi Kishimoto.





Capítulo III:


Sobre la ingenuidad de Naruto





«Por favor Naruto, por favor...»


Después de tanto que le rogara, había acabado cediendo, y se sentía como un idiota por ello. ¿Cómo era posible que acabase haciendo otro trato con la pelo rosado. ¿Cómo se podía ser tan buena gente (tarado)?


Deidara definitivamente tenía razón; pero es que es Sakura, su amiga Sakura, a la que debió haber sujetado de sus hebras rosadas y plantando delante de Sasuke para que le dijera la verdad. Bueno, no es como si él fuese capaz de eso, pero al menos podría haber considerado la opción de que Ino lo hiciera, tal y como la propia rubia había ofrecido.


Suspiró con cansancio, estirándose de nuevo entre las sábanas, tenía una flojera enorme de levantarse. Cerró los ojos de nuevo, y su mente volvió a concentrarse en lo ocurrido tres días atrás y que venía dándole vueltas en la cabeza. ¿Había hecho bien? ¿Darle la oportunidad a Sakura?


Al fin y al cabo gracias a ella tenía una hija ¿no? De algún modo estaba en deuda (obviando la parte en la que se había adueñado de la beba claro está), de no haber sido por Sakura no habrían concretado ese milagro que le había regalado Tsunade.


Bien, la que tenía todo el mérito era la oba-chan, sin su «proyecto» Naruto jamás podría haber concebido el hecho de poder tener un bebé con Sasuke. Cómo le hubiese gustado poder abrasarla y y agradecerle por ello en esos momentos, cuando tenía certeza de que todo había funcionado; siendo la existencia de Minako la prueba absoluta. Pero lamentablemente eso ya no podría ser, al menos no físicamente.


—Gracias Tsunade oba-chan... —por eso esperaba que Tsunade donde fuera que estuviese, pudiera escucharle. Algo le decía que sí.


No obstante, Naruto estaba claro en que no debía aliviarse aún, habían muchas cosas por resolver, comenzando porque Sasuke se enterara de todo.


Rió consigo mismo al imaginarse la cara que seguro pondría Sasuke cuando se enterara de que él no era el Padre de Minako, sino que técnicamente era su Madre.


—Ay Teme...


Aunque la diversión no le duró más que un par de segundos, su rostro volvió a adquirir esa seriedad tan impropia, al caer en que otro asunto era su situación con él. Sasuke había sido bastante claro y directo al decirle que quería el divorcio, y él no estaba seguro de como iba a actuar con respecto a eso. No estaba seguro de como iba actuar respecto a nada en realidad.


Lo que sí tenía claro era que Kakashi debía enterarse de todo.


—¿A qué hora se supone que te piensas levantar? —La voz de Deidara le hizo saltar, literalmente. Tuvo que llevarse una mano al pecho, pues creyó que por un momento el corazón se le saldría.


Deidara hizo una mueca que denotaba fastidio, al tiempo que viraba los ojos—. ¿Entonces?


Naruto se levanto apoyado en sus codos y lo miró de hito en hito, achicando la mirada.


—¿Qué? —Deidara estaba de mal humor, llevaba los últimos tres día así, desde que habían vuelto de casa de los Uchiha, los mismo tres días que Naruto llevaba sacándole la vuelta con el asunto de Sakura, faltando así a su promesa. Y Deidara estaba molesto con él por eso y por que se había atrevido a chantajearlo con que le revelara por qué aquel día había salido de casa de Itachi tan agitado como si acabase de correr una maratón.


Chasqueó la lengua y se cruzó de brazos, Naruto seguía escudriñándolo con la mirada— ¿Hoy si me vas a contar todo ese rollo de Sakura?


—Cuando llegue Kakashi en la tarde, —respondió luego de un rato— quiero hablar con los dos.


Deidara se dio vuelta murmurando algún improperio, ya no tenía ni ganas de seguir peleando para que le contara, lo bueno era que según él se lo iba a decir esa tarde. Realmente le intrigaba el asunto. Le intrigaba muchísimo, sabía que se trataba de algo serio, y sospechaba también que tenía que ver con la hija de Sasuke, pero... no se explicaba que demonios podía ser.


¿Itachi sabría algo?


Se dio un golpe el mismo en la frente con la palma de su mano. «¡Deja de pensar en Itachi! ¡Hum!»


Tal vez sería mejor que se fuese a trabajar, pesó. Sí, ocupar la mente en otra cosa para ver si se sacaba al Uchiha de la cabeza. Se fue a su cuarto, y allí en su escritorio con su laptop se dispuso a sacar el trabajo pendiente.


Lamentablemente lo que terminaría sacando un para de horas más tarde, fue más trabajo acumulado.


—Maldita sea... —Aunque él no era el único, ya que él causante de su suplicio también se encontraba en las mismas.


Eran horas del medio día e Itachi acaba su jornada matutina en la clínica; cabe destacar que a duras penas pues no había dejado de pensar en el rubio de sus sueños y/o pesadillas en todo el santo día.


Condenado Deidara, con su endemoniado juego iba a acabar con su vida.


— ¿Ocupado?


—¿Sasuke? —Efectivamente, era su hermanito apoyado en la puerta— ¿Y esa sorpresa, tú por aquí?


— Vine a invitarte a almorzar.


Itachi lo complementó con extrañeza un par de segundos, antes de aceptar la inesperada y sorpresiva invitación. Media hora más tarde descubriría a que se debía tal milagro.


—Ya veo —Sasuke le contaba a duras penas de su mal rato como espectador en primera fila de, un cursi momento entre el dobe y su nuevo estúpido novio, quién no sabía quién rayos era, pero aún así estaba seguro que era un imbécil. Y también de su pelea con el rubio y su petición de divorcio a éste último—. Así que esa era la razón de que volvieras a tu estado ermitaño.


Sasuke hizo un mohín ante el comentario, y no dijo nada más, ya había dicho todo lo que su hermano necesitaba saber. Y efectivamente, Itachi que conocía a su estúpido hermano menor como a la palma de su mano, entendía que ahora le tocaba la parte de los consejos. Si Sasuke había ido con él, y le había contado su inquietud, era porque quería apoyo.


—No creo que debas divorciarte —habló seguro de lo que decía; como siempre— sería una soberana estupidez de tu parte. —Sasuke le miró inexpresivo, y él prosiguió al ver que no tenía intención de decir nada.


—Es obvio que todavía lo quieres.


—Pero él a mí no —Sasuke de pronto pareció ausente, a pesar de que su expresión no cambió nada, y su voz no denotó ninguna emoción, la repentina lejanía que proyectaba su mirada lo hacía muy claro, al menos a ojos de su hermano.


Bendito mal de amores.


El moreno se había pasado los últimos tres días prácticamente encerrado, conviviendo única y exclusivamente con su bebé.


Al menos ahora tenía a Minako para hacerle compañía; pues, antes cuando había «muerto» Naruto, Sasuke se había convertido en un verdadero ermitaño dentro de su propia casa, abandonando incluso su trabajo (que todavía no retomaba); y echándose al abandono y la depresión. Esa bebé era un angelito enviado del cielo para que su hermano no muriera en vida, Itachi estaba seguro de eso. A pesar de como se habían dado las cosas y de lo mal que se mostró Sasuke, sintiéndose un «desgraciado traidor» como él mismo se había catalogado, al embarazar a Sakura.


El nacimiento de su hija, había cambiado todo y le había devuelto la vida. Itachi recordaba grato, como la luz había vuelto a los ojos de su hermanito, cuando conoció a esa niña y la tuvo en brazos por primera vez. Se había vuelto muy apegado a ella desde entonces pero... Ahora, temía que esa beba preciosa se fuera a convertir en un obstáculo para su felicidad. Y es que si conocía bien a esos dos, y vaya que si los conocía, seguramente Naruto iba a sentirse mal de interferir en la unión de la «familia» de Sasuke, y este pues siendo tan terco y orgulloso no iba a hacer nada, y se iba a mantener consagrado y refugiado en su paternidad. Y con la entrada a escena de el susodicho nuevo novio del Uzumaki, más todavía.


—¿Como lo sabes? —por lo que tendría que darles una mano, quizás dos—. ¿Cómo sabes que no te ama, aún? ¿…l te lo dijo?


—No hizo falta —respondió seco a su pregunta, claramente refiriéndose a lo que le había visto aquel día al abrirse las puertas del ascensor.


Bueno, nadie dijo que iba a ser sencillo.


Itachi dio un suspiro y se preparó a conciencia para la lucha de convencimiento que vendría— Aún así, no puedes estar seguro de que Naruto ya no te quiere. Sasuke me consta la mucho que te amó y me costaría creer que eso se haya perdido por completo.


—Pues ya ves.


—Está bien, escucha —si no quería recibir mas respuestas cortantes, habría que hacerlo hablar, y para allá iba—, para empezar, ¿A qué fuiste tú a ver a Naruto?


Silencio. —¿Sasuke?


Más silencio, y un naciente interés por las paredes del fondo. (Las que estaban detrás de Itachi).


—¿Hermanito, sigues en tierra?


—¿Y eso para qué viene al caso?


—Eso. Es es lo más indispensable en este caso, por este momento.


Reacción: un chasquido de lengua, un cruce brazos, y una volteada de cara, hacia cualquier otra parte, distinta a donde se hallaba Itachi. Quien esbozaba una sonrisa a cambio.


—Fui a hablar con él —la respuesta llegó un par de minutos más tarde.


—Ajá... —Itachi le alentó mientras degustaba su postre recién traído. Dangos. Dulces. Sus favoritos. Sasuke lo miró con otro par de mohines, uno para él y uno para sus dulces. Pero prosiguió, afortunadamente. Y a partir de ahí la cosa fue más fácil; un poco.


Al final logró sonsacarle todo. Resultó que Sasuke había ido con la intensión de pedirle a Naruto que volviera con él, que estaba dispuesto a dejar a Sakura, y pelear lo que fuera necesario para conservar a la niña con ellos. Sasuke quería una familia para su hija, pero no con Sakura sino con Naruto.


Estaba molesto con el rubio, porque apenas había llegado, y se había enterado de la existencia de Minako, había decidido por él mismo que debía alejarse y dejarle el camino libre a Sakura. ¡¿Cual camino, por dios?! Si él no quería nada con Sakura. Ni siquiera dormían en el mismo cuarto. Sasuke seguía ocupando el cuarto que compartió con Naruto antes, y ni Sakura ni nadie iban a estar allí para traicionar su memoria, ya bastante la había traicionado él, acostándose allí con la pelo rosado en medio de una borrachera. Algo que aún le pesaba en el alma, pero de la que al menos habían resultado una bendición: Minako.


—¿Por qué te echaste para atrás?


—¿Te parece poca razón, hermano?


—En realidad sí. Me parece que te estás rindiendo muy rápido —La seriedad con la que lo dijo le llegó. Sasuke sabía que su hermano tenía razón, quizás se estaba rindiendo sin pelear, y él no era cobarde, no debería hacer eso— Por Dios Sasuke, deja tu orgullo de lado y pelea por lo que quieres —pero... —¿No lo hiciste antes?


Cierto, antes le había tocado, en aquella época cuando el rubio creía estar enamorado de Sakura, a Sasuke le había tocado abrir la coraza y luchar; sin embargo era diferente, ya no eran adolescentes, ni estaban en la escuela, y ya no se trataba de que a quien le gusta quien. Había mucho más ahora. Incluida una niña de por medio.


—Ahora es diferente...


—No, no lo es. Amas a Naruto, eso es igual y es lo único que te debe importar.


Pudiera ser, que Itachi tuviera razón.


Itachi estaba seguro de que sí, y... en esos momentos en que alentaba a su hermano, se descubrió pensando que, quizás debiera él tomar sus propios consejos.


Si Deidara no quería tomar una decisión, y definir su situación tendría él que tomar las riendas del asunto. Le costaría sí, pero nada era imposible, y estaba seguro de que al final, lo tendría de nuevo con él, porque eso era lo que quería.


—Por lo pronto, olvidate del divorcio, Sasuke —le recordó. …l lo había hecho y había sido una enorme metida de pata.


Y no era el único que lo pensaba.


Deidara estaba totalmente de acuerdo, de todas las cosas estúpidas que había hecho divorciarse de Itachi, había sido la mayor.


«Por qué no hice como los demás esposos cornudos, y le dí una buena paliza a la zorra esa, en vez de ir con la brillante idea del divorcio». Llevaba todo el santo día entre arrepentimientos. «O mejor, por qué no le di una paliza a Itachi para que dejara de ser tan infiel, hum».


—¿Deidara? —La voz de Naruto, lo sacó de su abstracción. Ahora que se daba cuenta, este venía acompañado de Kakashi, quien obviamente ya había llegado; no había escuchado el timbre.


—Bien, ¿ahora sí nos vas a contar? —luego de los saludos, estando ya todos acomodados. Deidara no tardó en dar pie al tema, que venía deseando conocer.


—Sí ttebayo.


—Bien. Habla entonces, hum —apremió el mayor de los rubios, por lo que ya no pudiendo postergar más la situación, Naruto procedió a relatar todo el asunto desde el proyecto de Tsunade hasta la concepción de Minako.


Una hora más tarde, ya habiendo sintetizado lo más posible toda la historia, al tiempo que Naruto iba respondiendo a todas las preguntas surgidas toda la sala quedó en silencio.


De no ser porque el asunto era serio, Naruto probablemente se habría largado a reír por las caras de sus acompañantes. Estaban estupefactos, de eso no había duda.


—Entonces esa niña es tú hija —no era una pregunta, era más bien un comentario para sí mismo. Naruto tiene una hija con Sasuke. Como si no hubiese vislumbrado el fin de su relación cuando el chico recobró la memoria, ahora con ese lazo...


—Y esa bruja te la robó, ¡no puedo creerlo, hum! Nunca me agradó la rosadita esa —Saltó Deidara totalmente indignado—. ¿Y ahora que vas a hacer? ¿Sasuke lo sabe hum?


—No, claro que no.


—¿Y cuando se lo piensas decir? —intervino nuevamente Kakashi, pues la actitud de Naruto lo tenía algo preocupado, había algo allí que intuía y que no le agradaba; lo conocía demasiado.


—Eso quiero saber yo también, hum—al igual que Deidara— ¿Por qué no se lo haz dicho ya? Yo que tú habría ido corriendo inmediatamente con él, hum.


—Pues esa fue mi intención dattebayo. Pero Sakura-chan...


—¡Ay no Naruto! —Ya sabía que por ahí iba a salir, Deidara se puso de pié en actitud de regaño inmediatamente— ¿Qué te dijo Naruto? ¿Con qué cuento te salió, hum?


—Ningún cuento Deidara, verás...


Por eso lo estuvo evitando, sabía que Deidara iba a reaccionar así. Sabía que no le iba a parecer buena idea cuando le dijera, y efectivamente así fue. Deidara se puso histérico, regañándolo por haber, según él, caído en la trampa de «la rosadita».


—¡Deidara! —Le daba rabia, que su hermano no entendiera razones, Sakura había hablado con él, le había pedido perdón, le había contado como habían sucedido las cosas, y él le creyó, y en cierto modo, la comprendió, al fin y al cabo ella se había quedado sola con un bebé del que solo ellos dos sabían en camino...


—¡Naruto no seas tonto, hum! ¡No le des tiempo a Sakura de pensar como fregarte otra vez!


—¿Por qué iba ella a traicionarme?


—Ya lo ha hecho Naruto.


—Ves, Kakashi está de acuerdo.


Genial, ahora Kakashi también se iba a poner en su contra.


—No estamos en tu contra Naruto —le aclaró Hatake, acercándose a darle el abrazo que sabía necesitaba—. Pero Deidara tiene razón en que no deberían posponer ésto —«aunque signifique que vuelvas con el Uchiha»— Que se lo diga hoy o en un mes, va a tener el mismo efecto. Y por la historia que nos contaste, no puedo evitar desconfiar de esa chica.


—No, si es que cualquiera con dos dedos de frente se daría cuanta de eso. Cualquiera menos mi hermanito estúpido. —Era la sabia opinión de Deidara.


—Sí bueno, gracias por tu opinión. Itachi. —Oh vaya, Naruto podía ser sarcástico. ¡Y por qué se le pegaban las cosas de Itachi! ¡Maldito Uchiha! En que en cualquier ocasión tenía que haber algo que se lo recordara.


—Como sea, el punto es que Sasuke debe enterarse y pronto. Y tú ahora menos que nunca debes seguir casado con él, hum—. Ante esa última mención Naruto que seguía enterrado en en brazos de Hatake, y el mismo Kakashi dirigieron su vista y su entera atención al rubio mayor.


—¿Y eso que tiene que ver? —siendo Naruto quien expuso la duda de ambos.


—Si quieres tener algún derecho sobre tu hija, Naruto necesitas estar casado con Sasuke.


—Es cierto —ahora entendía Kakashi a lo que se refería Deidara, según lo que el sabía del tema, era tal como decía el rubio. Si Naruto se divorciaba de Sasuke, y a Sakura le daba por seguir apoderada de la niña, Naruto no iba a poder hacer mucho.


—¿Por qué si Minako-chan es mi hija, y Sakura-chan solo es la madre sustituta? Los padres somos Sasuke y yo.


—Legalmente Sakura es la madre legítima, hum —explicó— a menos que hicieran un contrato de alquiler.


—¿Contrato de alquiler? —Naruto acaba de perderse.


—Sí, contrato de alquiler, hum. De cuando alquilaste su vientre para que tuviera a tu hija —cielos, como Deidara lo explicaba, parecía que estuviesen hablando de un negocio.


—Pero es que nosotros solo hicimos un trato de amigos. —¿Contrato de alquiler? Como si estuviesen hablando de un objeto, Sakura y él solo habían hecho un acuerdo de palabra— Sakura-chan insistió en ayudarme y pues... yo acepté ttebayo.


—Espera, hum ¿ella insistió? ¿No se lo pediste tú? —Si a Deidara ya de por sí no le agradaba el asunto, ahora menos.


—¿Cómo está eso Naruto? —Y por lo visto, Kakashi y él estaban en la misma frecuencia.


—Bueno, es que yo estaba molesto porque intenté proponerle la idea al Teme, y él no me quiso escuchar. Apenas mencioné vientre de alquiler, y me mandó al demonio. A Sasuke no le gusta eso porque piensa que es un negocio, y que es prácticamente comprar un bebé aunque sea nuestro y no sé que más.


—En realidad no está muy lejos de eso, hum —opinó Deidara.


—Sí bueno —y por como lo habían expuesto Naruto ya empezaba a considerar que Sasuke tenía razón— el punto es que, le conté a Sakura-chan ttebayo, y ella se ofreció de inmediato. Pero yo no quería porque Sasuke no iba a estar de acuerdo, por eso ella me ofreció que lo hiciéramos sin decirle nada, solo nosotros íbamos a saberlo, y luego cuando el bebé naciera, Sasuke no se iba a poder resistir, estábamos seguros que nos iba a perdonar. Solo nosotros sabíamos esto, nadie más.


Naruto no se dio cuenta, pero Kakashi y Deidara intercambiaron, miradas muy significativas mientras hablaba.


—Y dos días después te secuestraron.


—Y sólo Sakura se quedó con el secreto, hum.


Kakashi el detective y Deidara el abogado, no podían pasar por alto la sospecha que se les instauró en la cabeza. Sospecha que obviamente Naruto no habría tenido jamás, y menos tratándose de su gran amiga.


—Así es dattebayo, sino hubiese sido por eso, todo hubiese salido como lo planeamos y ahora, no tendríamos este lío.


No, definitivamente Naruto jamás lo sospecharía, y silenciosamente Deidara y Kakashi estuvieron de acuerdo en no agobiarlo con ello. Ya se encararían ellos de protegerlo de «la rosadita», por lo pronto, ya tenía demasiadas preocupaciones.


—Bien, ya que no hay contrato, hum —mientras, no mencionarían nada delante de él—debes seguir casado con Sasuke para que él como padre legítimo, pueda darte a ti, a Minako en adopción— y continuó Deidara, explicándole a Naruto el procedimiento legal que implicaba el alquiler de vientre. Sin pasar por alto otro par de regaños por haber hecho a espaldas suyas también, y por no haberse asegurado de tener algún tipo de prueba escrita del trato que había hecho con Sakura.


Fue más tarde cuando estuvieron unos momentos a solas, que Deidara y Kakashi pudieron intercambiar impresiones.


—¿Crees que Sakura pueda tener algo que ver, hum?


—Creo que es una potencial sospechosa del secuestro de Naruto.





Continuará...


Notas finales:

Lo siento, lo siento, lo siento, me tardé un mes entero, u.u. Demasiadas ocupaciones de golpe. Ahora me toca actualizar mas rápido para recuperar el tiempo perdido xD. Quiero finalizar este fic antes de diciembre, o mínimo, antes de que se acabe el año, así que no se preocupen que no tengo contemplado tardarme mucho.

Eso es porque tengo ya en el horno cocinándose mi siguiente historia, un fic 100% Mpreg. Ya ven que aquí no hay pero en el que viene será desde el primer hasta el último capítulo. SasuNaru/NaruSasu por supuesto :P

Uff este mes voy a tener trabajo. Se viene el cumpleaños de Naruto, el próximo sábado, y por supuesto que habrá fic para conmemorar, y dos o tres sábados más adelante está el Halloween, que también tendrá fic. Así que van a tener bastante de mí para leer xD.

Ah por cierto, sobre el SaiGaa que había originalmente, creo que va a quedar descartado, incluir esa pareja hace la trama aún mas compleja, porque tengo que meter un montón de cosas más y luego pensando, creo que eso me haría la historia tediosa, porque solo va a alargarla mucho y... lo central que es el asunto entre Sakura, Sasuke y Naruto, se va a hacer muy lento, demasiado creo.

Pero por lo pronto me voy despidiendo, nos vemos, o leemos, en el próximo capítulo. Espero que este les haya gustado.

Y Gracias, como siempre a quienes leen esta historia, y un saludo especial a quienes me dejaron comentario en el cap anterior.

BiShOuJiTo; xXSasuniXx; Nanami_69; NIAAA; Neary; NarutoKyubbiGirl; Neko cham; Onigiri; yokko okotte666; hazare; pukke; kyoko chan 13; Deardly destiny; ninn; angeluz, Francismarq

Hasta pronto^^


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