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Palabras del Corazón por _Kawaikunoichi_

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Notas del capitulo:

 

Se supone que me tocaba publicar la semana pasada, sorry >.> se me pasó. Pero acá está. Ojalá les guste! Les recuerdo los errores que hayan, míos =O

 

 

© Los personajes de Naruto, son propiedad de Masashi Kishimoto.

 

Capítulo V

Sobre dudas

 

-Sasuke kun -hizo una pausa, y con su cara mas seria resumió-: temo que Naruto,  pueda estar sufriendo algún tipo de trastorno delirante.

Sasuke solo se limitó a mirarla con su cara de «estás de broma, ¿verdad?»

-Es en serio Sasuke kun

-¿Solo porque se inventó una invitación? -el ligero gesto de incomodidad al removerse en su silla, no pasó desapercibido al moreno. Sasuke se echó hacia atrás en su propio asiento, en el lado opuesto de la mesa de la cocina, donde ambos habían tomado asiento en mudo acuerdo cuando se dijeron que tenían que hablar, y se cruzó de brazos mientras la observaba detenidamente, sin perder el rostro de escepticismo.

-En realidad es algo que venía sospechando, desde que regresó y empecé a verlo en mi consulta.

-¿Trastorno delirante?

-Pues sí, ya sabes, delirios de cosas que nunca han pasado pero que para él son completamente reales -rebatió restando importancia a la definición en sí, batiendo su mano en el aire, como si fuera irrelevante el trastorno mismo- Naruto tiene un problema -y eso era el punto importante. Sasuke le miró entornando su oscura mirada.

- ¿Y en qué te basas para llegar a esa conclusión? A parte de la repentina auto-invitación de ayer -sarcasmo, casi había olvidado lo irritable que era por las mañanas.

-Tu tono no me gusta Sasuke, estoy hablando en serio y estoy preocupada por ti -sus palabras iban de acuerdo a sus expresiones y al tono de su voz. Ya sabía que no iba a ser fácil, estaba preparada para ese escepticismo, y para ello se concentraba en actuar con el mayor realismo posible, necesitaba hacer que la tomara en serio-, porque sus delirios tienen que ver contigo. Los dos sabemos que lo de ayer solo fue una excusa, pero eso es porque ahora estará intentando acercarse a ti.

Tras esas palabras Sasuke podía ver un ligero rastro de preocupación por el asunto- ¿qué clase de delirios? -sintió que estaba ganando terreno. Ante la pregunta solo bajó la cabeza mirando sus manos sobre sus rodillas un momento mientras su voz respondía con cierto titubeo al iniciar la oración, totalmente a propósito.

-Según él, recuerdos, sobre planes entre ustedes dos de... tener hijos -a medida que hablaba su ceño se iba frunciendo. Cuando volvió a levantar la mirada lentamente, vio como al mismo tiempo Sasuke desviaba la suya hacia la puerta que daba hacia el jardín posterior de la casa, con su ceño fruncido.

-¿Esos te parecen delirios? -claro que había planes, por parte de Naruto, de hecho antes de que desapareciera, habían discutido por ellos.

Sakura esperó a que se volviera a verla, para aclararle concisamente- Sí, porque él habla de planes como los que tendría una pareja que puede tener hijos biológicamente. Sí me entiendes ¿no?

Sasuke tenía que admitir, que eso ya era otro nivel, pero no era suficiente para que creyera que Naruto estaba realmente «tocado». Sakura observó ahora, cómo se sumía en sus pensamientos, bien, podía sentir las dudas empezando a meterse en su cabeza, de allí en adelante solo debía hallar la forma de alimentarlas, y predisponer a Sasuke a la locura de Naruto.

Por un momento, mientras esperaba su próxima reacción se perdió en sus facciones, y allí fue a caer en sus propios pensamientos. Estaba haciendo lo correcto, no podía perderlo, esto era necesario para poder mantener sus deseos en la línea de lo posible. Tal vez era un poco sucio pero en la guerra y en el amor todo vale ¿no?, la idea de que no podía dejar a Naruto volver a ganarle a Sasuke se hacía cada vez más firme y el remordimiento comenzaba a quedar en un plano inferior, ya ella se había hecho a un lado antes, no era justo que cuando el destino hizo que su ya perdido sueño de una vida junto a su amado Sasuke-kun fuera de nuevo un posible, viniera Naruto a quitárselo; otra vez.

-¿Y qué sugieres, Sakura? -su voz en un tono tan sereno como su expresión la trajo a la realidad de nuevo, quedó un poco descolocada por la pregunta y la forma en la que fue hecha le dio la impresión de ver un tipo de interés que no representaría algo bueno para ella.

-Creo que debes arreglar tu situación con él Sasuke kun, acabar de divorciarte de Naruto de una vez -la sugerencia fue clara, firme y seriamente dada-. Naruto ya decidió alejarse y tú lo aceptaste así, así que mejor que siga con su vida y que no tenga ningún lazo contigo en el que pueda basar sus delirios.

Luego esperó.

Esperó.

Esperó.

Esperó, esperó, esperó, y siguió esperando, y no le gustó nada que Sasuke no dijera nada al respecto, y solo se limitara a mantener esa serenidad y a ponerle nerviosa con esa forma tan fija de mirarla.

-Eso no va a pasar.

Ni que decir que las palabras la desconcertaron por completo-. ¿Qué?

-No me voy a divorciar de Naruto.

Una risa nerviosa la invadió de pronto, una que fue rápidamente desplazada por la mayor incredulidad que recordaba haber sentido alguna vez.

-¡¿Cómo que no?! -y adiós a la calma, a la mierda la actuación, esto no cuadraba con sus planes, se levantó tan rápido que la silla fue a caer de espaldas y la mesa tembló tras  el golpe recibido por la descarga de su peso en su superficie bajo la palma de sus manos.  -¿No acabas de oír lo que te dije? Naruto podría estar mal de la cabeza, y tú y él ya no tienen nada que ver ¡Sasuke! Es lo mejor que te desligues de él de una vez y que siga con su vida -casi ni respiró durante su repentino exabrupto, hasta que cayó en la cuenta de su reacción- ¡Además!...

Y lo peor de todo es que la actitud de Sasuke no había variado ni un ápice, solo seguía mirándola allí sentado, sin mover ni un músculo. Se quedó callada un momento tratando de calmarse, fue un error reaccionar así, pero no pudo evitarlo. Levantó la silla, se sacudió la ropa como si así pudiera sacudirse el pánico. Lo mismo hizo con su pelo, como si el repentino brote de ira la hubiera despeinado, y volvió a tomar su lugar, en intentó-: ¿Por qué no? -corregir la pregunta con la que saltó al escuchar la declaración de Sasuke, y volvió a esperar por él.

-Porque pienso volver con él, Sakura -«Porque pienso volver con él», casi pudo oírlo como un eco en su cabeza. De pronto sentía esa sensación opresiva que le llegaba siempre antes de las lágrimas.

«Porque pienso volver con él»

Iba a ser imposible no ponerse a llorar- por eso quiero que hablemos de la custodia de Minako.

No se suponía que las cosas saldrían así.

 

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-Por una parte eso sería lo mejor que podría pasarte, considerando lo de mi sobrina, a la que por cierto aun no conozco como se debe, hum. Por la otra...

-Kakashi

-¿Sí lo amas?

-Sí, claro que sí, ¡de veras! -a él mismo se le hacía increíble poder afirmarlo tan fácilmente- tanto como a Sasuke -por no decir confuso- y eso es lo que de veras me tiene la cabeza hecha una ensalada.

-Los sentimientos mas bien.

La cara de Naruto, todo un poema, y Deidara sentía que su expresión reflejaba la suya a la digna forma de un espejo cualquiera, tal como si se la hubiese contagiado, una expresión de preocupación total.

Pasaron unos cuantos minutos así. Hasta que el mayor dio un cambio súbito a su rostro, el cual pasó de preocupado a intrigado-. ¿Cómo puedes amarlos a los dos? -Tenía que preguntar, en serio,  ¿era eso posible?, casi al momento se arrepintió de haberlo hecho, repentinamente preocupado de que Naruto se quedara sin labio inferior, debido a la agresividad que sufrió este bajo sus dientes, o peor que el fruncido ahora más profundo de su cara se hiciera permanente. Estuvo a punto de decirle algo. Mas, no había acabado de abrir la boca cuando el otro saltó frotando su rubio pelo tan fuerte que el temor de Deidara varió a que se desprendiera la cabeza del cuello.

-Naruto. -Le llamó. Pero el aludido se encontraba muy concentrado recitando una inentendible retahíla, al tiempo que caminaba de un lado a otro cual león enjaulado.

-Naruto -otro intento.

-Naruto -uno más, en este su tono tenía un ligero toque de advertencia.

Y en el siguiente- ¡Naruto! -tuvo que ajorrarle uno de los cojines de dónde estaba sentado para que el otro le prestara atención.

-¡Au! -Cojín que le fue a dar directo a la nuca- ¡¿Qué?!

-¿Cómo que qué? ¡Ven acá y siéntate que me estresas a mí! ¡hum!

-... De acuerdo, si me lo pides tan amablemente -joder con su hermano, que genio. Y mandón por no decir.

Una vez sentado Naruto otra vez, en el suelo junto a su hermano, ambos inhalaron y exhalaron repetidamente un par de vez en sincronía para calmarse.

-Pero es que no sé, no sé, no sé, no sé, ¡¿que hago?! -aunque a Naruto no le sirvió de nada, de nuevo tenía sus manos en su cabeza, esta vez tratando de desatornillarla de su cuello o algo, si empezaba a llorar y hacer berrinche lo golpearía. Deidara imploró paciencia a los dioses de las artes en una muda plegaria al cielo, o en este caso al techo de su estudio, para que le ayudaran a acabar esa conversación sin darle una paliza. Se supone que lo ayudara en su dilema sentimental no que le terminara de curar la amnesia a golpes.

Claro que pensándolo bien, no es como si él fuera el mas indicado para ayudar en cuestiones sentimentales, pero a quién mas iba a ir el cabecita hueca que tenía al lado, ni modo, aquí voy, pensó-Primero ponte serio que ya no eres un niño y esto no se trata de cualquier cosa hum -No pudo evitar rodar sus ojos,  y volver a rogar por la paciencia, no entendía como un adulto -en teoría- podía hacer un puchero tan infantilmente logrado.

-Ok...

-Estoy serio de veras.

-Oh sí, no creas que lo dudo -hubiese sido el colmo que incluso Naruto no notara el sarcasmo en esa frase. Le miró mal,  pero no soltó el puchero en ningún momento, Deidara quiso aguantar, en serio, se le quedó sosteniendo la mirada un momento y todo, pero por alguna razón su expresión era muy graciosa para no reírse así que lo hizo.

Naruto obviamente se sintió ofendido-. ¡Eso búrlate, con toda confianza! -y fue a acabar extendido de largo a largo en el suelo boca arriba, con las manos cruzadas sobre el pecho y murmurando algo de lo que Deidara apenas pudo captar las palabras; hermano, ayudarme, reírse, idiota.

-¡Oye! -a la que reaccionó automáticamente- que yo te trato de ayudar pero tu no pones de tu parte, hum.

Pero en vista de que Naruto se había ocupado demasiado en sus refunfuños, no pudo más que tenderse a su lado en su misma posición y esperar el momento para engancharlo en el punto en que deberían estar en esa conversación-. Estás evadiéndolo -expresó su pensar una vez el otro pareció suspenderse en sus pensamientos.

-¿Qué? -con ello atrajo su atención.

-Ese es tu problema hermano, estás evadiéndolo.

-¿A Kakashi? -Ahora, ambos en la misma posición pero con sus rostros uno frente al otro, se miraban.

-Sí, a Kakashi también, pero me refería a la situación -hizo una pausa, decidiendo cómo continuar, en tanto Naruto volvía al principio, su expresión abatida y su mirada de confusión total-. Escucha, yo no soy la persona mejor facultada para ayudarte en tu problema, bueno, puedo ayudarte en la parte legal, pero no en la personal, me refiero -sin embargo, apenas tomó ese rumbo, Deidara tuvo la impresión de que más que ayudar a su hermanito le iba a hacer compañía en su agonía- porque yo realmente más que evadirlo ya habría huido hace mucho, así que no soy para darte consejos, de hecho yo ya huí hace mucho... -efectivamente, así fue.

-Dei... -y esa fue otra cosa, que incluso Naruto pudo notar, demasiado obvio. Aunque no duró demasiado pues el aludido reaccionó rápido, y enfocó sus azules en los suyos de nuevo, tras haberse  perdido un momento.

-No soy bueno para las relaciones Naruto, ya ha quedado claro -aun así, estuvo tentado a preguntar que le pasaba, el nombre de cierto cuñado o ex cuñado moreno pasó por su mente, solo que Deidara en su perspicacia lo cortó- Pero. -haciendo énfasis en esa palabra, y añadiendo además una mirada significativa de que no era momento para nada más que su propio problema- si quieres resolverlo, tienes que enfrentarlo, tienes dejar de tratar a Kakashi como si éste solo fuera un asunto entre Sasuke y tú, y arreglar el malentendido con éste último. Y claro, hay que aclarar el origen biológico de tu hija antes de que puedas resolver algo con ellos dos.

-Lo sé, pero...

-Tienes que hablar con Kakashi y explicarle tu ensalada de sentimientos Naruto. Luego ir y resolver este asunto de Minako independientemente de lo que diga o niegue la rosada, y entonces aclarar las cosas con Sasuke. Será a partir de allí que puedas elegir que vas a hacer con tu vida y con quién la vas a compartir.

-De veras que es más fácil decirlo que hacerlo -pero tenía razón. Aunque seguía volviendo al mismo problema, la pelea con Sakura, su vieja amiga sí que lo estaba jodiendo en serio.

-A menos claro que les propongas vivir en trío.

Tenían que resolver ese asunto pronto, era primordial que destaparan la bendita mentira que Sakura insistía en mantener, porque sino...

Un segundo.

-¿Ah? -Deidara sonrió al ver como Naruto pareció procesar lo que le dijo unos momentos atrás, y ahora le veía como si se hubiera vuelto mutante y deforme. Bueno, es que tenía que espantarle la nube de tormenta que se le formaba encima, o no habrían logrado nada- ¿Estás loco? Sasuke me desolla vivo con sola mención de la idea.

-¿Y Kakashi no? -y como que lo estaba consiguiendo.

-Kakashi... a decir verdad, me da la sensación de que sería capaz de aceptar.

En un momento estaba sonriendo y más luego riendo con él. Funcionó.

-Por cierto Deidara, ¿Qué rayos pasó aquí? ¿Un tornado?

Echó un vistazo alrededor, su estudio, donde no quedaba ni una de sus obras de arte entera-Em... más o menos.

 

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¿Y qué me dice? ¡Qué hablemos de la custodia de Minako! ¡De su custodia! Quiere que me vaya y le deje a la niña para que pueda volver con Naruto y tener su estúpida familia perfecta! ¡Chaaa! ¡Maldita sea! -Ino estuvo tentada a preguntar qué culpa tenía la pared para que ella la atacara de ese modo, pero se distrajo de la idea al considerar la ira que destilaba la Haruno, y el hecho de que podría haber jurado que el muro de bloques que vibró bajo el puño de Sakura había sonado como si se iba a romper.

-Sakura, primero, recuerda que estamos en la clínica antes de volver a arremeter contra la estructura del lugar, y segundo, ¿no haz considerado que este ES el momento perfecto para explicarle a Sasuke el asunto de la concepción de la rojita preciosa que tiene por hija, y acabar con esto de una santa vez?

Sakura la observó como si le hubiese crecido una segunda cabeza de la nada- ¿Estás loca?

 -No, -¡pero que terca! Últimamente cada vez que intentaba razonar con ella, Ino también sentía ganas de golpear cosas, y no eran las pared precisamente-estoy segura que la loca en esta habitación es otra.

-¡Ay por favor Ino, no empieces! Se supone que eres mi amiga y me apoyes, sino ¿para qué rayos vine?

-No sé, tú dime, se supone que ibas a quedarte en casa para tratar de «ganar terreno» con Sasuke, y sin embargo aquí estás en mi consultorio, acaparando mi hora de almuerzo, y de Sasuke ¿qué? Saliste huyendo apenas insinuó mandarte al demonio.

-¿Y qué querías que hiciera?

-¿Ves? Ni siquiera eres capaz de enfrentarlo, y es que no tienes nada que pelear, no tienes nada con él, ¿qué vas a reclamar? ¿Que te deje por Naruto?, tú y yo sabemos que es imposible que te deje, tu nunca haz tenido nada con Sasuke,  más que fantasías en tu cabeza.

-No es así como se supone que me apoyes.

-Sakura, yo no puedo apoyarte de ninguna forma -estaba tan jodidamente cansada con esa situación, de por sí era malo cuando Naruto no estaba, desde el momento en que volvió se volvió insoportable y ni que decir de la negatividad de Sakura a soltar su obsesión y asumir que tenía un problema, y mientras tanto ella atada de manos, sabiendo todo y sin poder decir nada. Quisiera maldecir la hora en que decidió ayudarlos, pero siendo Minako-chan el resultado ciertamente no podía decir que fue un error. Estaba claro que el único maldito problema era Sakura y su obsesión mal sana. «Genial, alerta de inundación». Pensó sarcásticamente al ver la cara de su loca amiga.

-¿Y con quién se supone que cuente entonces?

-Contar... eso es justo lo que tienes que hacer Sakura. Contar toda la verdad a Sasuke, todo lo que hiciste, dejarlo hacer su vida, y hacer tú la tuya.

-¡Claro! y dejar a Sasuke, eso es lo que quieres, que deje a Sasuke, como tú no tuviste nunca ni remotas posibilidades de tener algo con él entonces que yo tampoco ¡¿verdad?!

Ahora era Ino la que miraba a su interlocutora con toda la extrañeza del mundo- ¿te estás oyendo? -es que solo se podía poner cada vez peor- me estás asustando Sakura, ya en  serio, estás mal.

-¡Es que tu no me ayudas!, se supone que eres mi amiga, eres la única persona que me puede dar apoyo y no haces mas que tratar de convencerme de que haga que Sasuke me bote para siempre, Sasuke no tiene que saber nada, todo está bien así, Naruto tiene un novio, ¡que se quede con él y nos deje a Sasuke kun y a mí en paz! -Y hasta indignación y lágrimas y toda la cosa, Ino definitivamente no entendía como había tenido tanta paciencia en casi año y medio que llevaba esa locura- ¡¿No vas a decir nada?! ¡¿No vas a hacer nada?! -¿hacer?, lo que tenía ganas de hacer era abofetearla hasta que reaccionara.

-Si, Sakura, si voy a hacer algo y voy a decir algo, te voy a ayudar.

-¿De verdad? -Tanta pena, ver como se le iluminó el rostro al escucharla, solo podía darle pena y dolor- Sabía que en algún momento tenías que entender, Ino.

-Te voy a ayudar a que hagas lo correcto -aunque no tanto más que el dolor que sintió por la decepción manifiesta, y la seguida frialdad cuando aclaró luego-: voy a hacer algo, voy a darte un ultimátum. Hoy es viernes, si para el lunes en la mañana no haz hablado; entonces, voy a decir algo, yo misma le voy a contar todo a Sasuke.

-No te atrevas. -ni su rostro ni su tono de voz amenazante le podían a intimidar- sabes lo que te puede pasar -sólo podía sumar lástima a sus sentimientos.

-¿Qué, me echarás a las autoridades?, no me importa, con tal de acabar con esto de una vez. -Naruto que la quería proteger y Sakura se atrevía a amenazarla, increíble.

-¿Es en serio? ¿Vas a arriesgarte así? -¿Qué más daba? Estaba claro que por la renuencia de Sakura no le quedaba otra opción, tendría que hablar de nuevo con Naruto. No podía seguir dándole más tiempo a Sakura para que siguiera desquiciándose más, a saber qué podría hacer.

-Viendo que es necesario, sí, tomaré el riesgo.

-Ya veo, ahora también estás en mi contra, pues haz lo que te dé la gana, ¡yo voy a ganar en esto! -y tan rápido como dijo eso, se largó, furiosa, y con un portazo que hizo temblar la habitación; de nuevo.

-No vas a ganar más que un boleto al manicomio si sigues así.

 

 

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-Se puso a llorar y a reclamar que no podía hacerle eso.

-Me imagino, y no me sorprende -cuando Sasuke le habló de lo que había decidido hacer, Itachi ya sabía que las cosas se pondrían así, por como actuaba Sakura respecto a Sasuke podía  preverlo, por supuesto Sasuke también, así que estuvo preparado para su reacción; al menos.

-Pero temo que quiera usar a Minako para seguir forzando esta estupidez de "relación" -esa era otra cosa que Itachi tuvo en mente también, especialmente por la negatividad recalcada que se veía en ella a dejar a Sasuke, aun cuando todos sabían que su matrimonio no había sido mas que teatro. Ya había estado él en desacuerdo desde el principio.

-Ella quiere que te divorcies de Naruto y te cases con ella de nuevo -era una afirmación más que una pregunta, de todos modos Sasuke asintió en respuesta; se le veía algo contrariado. Itachi sabía que tenía razón en estarlo, Sakura bien podía decidir quitarle a la bebé y salirse con la suya, las madres siempre tenían las de ganar -sinceramente esperaba que no- y con eso de que legalmente el  matrimonio de su hermanito con ella quedó anulado al estar vivo Naruto. Bueno, no era abogado, pero Deidara sí, y aunque no compartían mucho de sus respectivas profesiones cuando estaban juntos, alguna idea tenía. Tal vez... no mejor no «hay mucho mas abogados a quienes consultar, Itachi», se regañó a si mismo por la fugaz idea-. Es algo que se sabía, obviamente es lo que ella esperaba considerando tu altercado con Naruto y lo de su novio.

-Hn -Sasuke le dio la razón. Sumido en su propio mundo como parecía estar, al menos todavía le escuchaba y respondía. A su modo.

-Tal vez debas dejar que se calme un poco, y luego volver a intentar.

-Hn -eso en idioma Sasuke: «lo sé».

-Y tener algo de paciencia y sutileza.

-Hn

-Sí, ya sé que no será fácil pero es lo que hay -suerte que se sabía todos las entonaciones de sus monosílabos, y podía entenderlo perfectamente. Sin embargo, Itachi siempre preferirá que le responda con palabras. Cuando su hermanito se ponía así había que preguntar y ser directo.

-Sasuke háblame, ¿qué crees sobre lo de Naruto?

-Si Naruto delira, no es el único.

Medio sonrió por el comentario, no podía decir que no estaba de acuerdo con eso, hizo un gesto que denotaba que lo podía considerar como cierto.

-¿Crees que sea cierto de Naruto? -preguntó luego, especificando, pues ciertamente no podía dejar de tener sus reservas sobre Sakura.

-Ni idea, pero... quisiera averiguarlo por mí mismo, aunque no veo por qué Sakura mentiría con algo así.

«¿A parte de querer forzarte a que te divorcies de una vez?» estuvo tentado a decir, pero no lo creyó conveniente, y menos responsable de su parte generar una duda así, es decir, inventar algo como eso sería, grave-. Bueno -lo reflexionó, bien decía el dicho que siempre que pensaras mal darías con el acierto, pero que Sakura lo maquinara de ese modo era mucho ¿o no?- si le hubieras dicho que ibas a volver con Naruto primero tal vez lo habría sospechado como algún intento desesperado de su parte, sin embargo, aun serie demasiado de su parte. Sasuke, mejor tendrás que acercarte a Naruto, si es cierto tendrá que manifestarlo en algún momento, si son solo sospechas de Sakura, puede que no sea grave.

-Sí... -ese «sí» sonó tan lejano como su mirada en ese momento.

Itachi permaneció en silencio observándolo, cualquiera que viera a Sasuke en ese momento dudaría de que fuera una persona viva la que estaba frente a sí, en ese estado inmóvil parecía no más que una estatua muy real, se había quedado como suspendido en el tiempo. No obstante él podía, casi visualizar, la tormenta dentro de su cabeza.

-¿Haría alguna diferencia? -no pareció captarlo al momento, ya para ese momento demasiado ensimismado en su propia dimensión, pero reaccionó, al llamado por su nombre.

-¿Sasuke?

-¿Que cosa? -Itachi tuvo que contener una mueca, cuando al fin lo miró en todo lo que iba de conversación, y se encontró con un par de espejos negros reflejando angustia pura.

-Lo de Naruto.

Ya no puedo retener esa mueca una segunda vez, cuando recobró el mismo estado de unos momentos atrás, y se tomó todo su tiempo para responderle-. No -y le alivió, al ver un atisbo de sonrisa-. Ninguna.

Era Minako entonces, todo su tormento- Se va a arreglar Sasuke -después de todo, nada cambiaria si Sasuke se quedara con la niña, seria igual que siempre-. Sakura no puede usarla para manipularte.

-Pero eso hará -eso le dio a entender, y ese era su gran temor, que sabía que podía hacerlo, y como madre, tenía la ventaja, pero no era como si Sasuke se iba a dejar manipular con ella. Además, Sakura nunca había sido una verdadera madre, y él estaba demasiado apegado a su hija y ella a él como para viniera esa mujer a quitársela en un arranque de despecho.

-¿Qué vas a hacer?

De pronto y de forma súbita se levantó de la silla colgante donde estaba, tan rápido que a Itachi apenas le dio tiempo de preguntar, aunque no alcanzó a escuchar que le respondiera -dudó que lo hiciera-, cuando Sasuke ya había atravesado el marco que dividía el porche del jardín de la cocina directo a tomar el teléfono. Bastó oír a quien llamaba para obtener su respuesta.

-¿Orochimaru Sannin?

 

Notas finales:

 

Y hasta aquí! El próximo cap  lo tendré más o menos para la segunda semana de septiembre para que tengan una idea. Así que, hasta pronto.

 


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