© Los personajes de Naruto, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Capítulo VII
Sobre Descubrimientos
Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac
¿Era normal que el sonido del reloj fuera particularmente fuerte en esos momentos? Empezaba a taladrarle el cerebro, y a crearle un cierto deseo de atentar contra el maldito objeto que iba cada vez más y más en aumento.
«El reloj no tiene la culpa» se dijo para sí mismo, en su mente, mientras trataba de calmar ese creciente dañino sentimiento de destruir. Para mala suerte de su ausente novio, las ganas de desquitar su estrés con violentos métodos de desahogo se estaban concentrando hacia él. ¿Qué tanto hacía Kakashi? ¿Y por qué demonios siempre se retrasaba para todo? ¡¿No podía llegar a la hora que dijo por una maldita vez?!
«Cálmate Naruto o te va a dar algo, de veras»
No es como si no supiera que el pelo plata llegaría algo así como unas tres o cuatro horas mas tarde de la que anunció, pero la cosa era que estaba con los nervios de punta esperando a que llegara la jodida hora de que apareciera por la puerta, tenía que hablar con él, y la espera para que llegara la hora de poder hacerlo se le estaba haciendo insufrible; aunque no tanto como para llamarlo por teléfono y darle prisas. Se quería dar de topes contra la pared, por estar consiente de que no lo hacía por la esperanza de que no tuvieran tiempo para su conversación. No sabía cuando se había vuelto tan cobarde.
-Le vas a abrir un hoyo al piso como sigas así, hum.
-Calla, no me ayudas -Deidara solo encogió hombros restándole importancia, aparentemente había acabado de empacar, dado que acababa de sacar un par de maletas y había decido tomar frente al televisor a ver alguna película que no atraía su atención en esos momentos.
Pasó poco para que se cansara de andar de un lado a otro por la sala, y acabó sentándose en el sillón individual, su cuerpo no pareció captar la orden de cesar el movimiento por completo, pues su talón izquierdo de inmediato asumió un martilleo mudo contra el suelo, mientras las yemas de sus dedos hacían lo mismo en el reposabrazos del mismo lado.
Por unos simpáticos cinco minutos que fueron en su opinión los más largos y lentos que había vivido jamás, estuvo concentrado en la figura del teléfono a su derecha. No, no iba a llamar, Kakashi ya tendría que llegar en algún momento; y mientras, él se concentraría en reunir calma y fortaleza para enfrentar lo que hubiera que enfrentar.
Poco a poco fue relajando la tensión en sus hombros y las voces provenientes de la TV fueron captando su atención, como aparentemente la película iba bastante avanzada no tenía del todo el hilo de la historia pero parecía ser algún tipo de drama romántico, se le hizo raro que su hermano estuviera viendo eso, lo que le hizo sonreír un tanto pícaro, no era como si le iba a entretener la dichosa película, pero ¿por qué no picar a Dei un rato por ella? No obstante, apenas volteó a verle se dio cuenta de que Deidara no estaba viendo nada, es decir, sus ojos estaban en la pantalla, aparentemente, pero no parecía estar viéndola realmente.
Ese detalle logró distraerle un momento de sus propios dilemas, al desviar sus pensamientos en la inquietud que traía ya de antes respecto a su hermano. Él podía ser despistado, pero incluso él, había notado que el rubio había estado raro en los últimos días. Lo miró. Sí, definitivamente tenía algo. Tanto así que ahora lo estaba observando fijamente y sin disimulo alguno y no parecía notarlo. Solo echaba un vistazo de vez en cuando hacia un lado, y luego volvía a la pantalla, y ahora que lo veía bien, cada vez parecía enfurruñarse más en el sofá. Además, esa mueca que hacían sus labios luego de mirar a... el teléfono. Ahí iba de nuevo.
Ahhh que curioso, «¡eso quiero decir que...!», acababa de darse cuenta, hace unos momentos, cuando lo oyó suspirar y lo vio mirar el aparato de reojo mientras él mismo estaba concentrado en mirarlo también, no había sido una reacción por causa de su indecisión -la de Naruto-, sino algo suyo. Deidara estaba aparentemente en un dilema similar. ¿Pero, por qué?
- De veras Deidara, ¿me puedes decir que te pasa?
El aludido al menos prestó atención a su llamado- ¿Eh? -le miró con cara de intrigado, señalándose a así mismo con su índice derecho, como pidiendo certificación de que era con él.
-Sí, es contigo.
-Pues no sé de que hablas, hum.
-Si seguro, de veras que no
-Que no... ¡¿desde cuando usas tonos sarcásticos?!
- ¡¿Y desde cuando andas tan ofuscado tú?! -¡ja! claro, sino le pasaba nada por qué estaba tan a la defensiva.
-¡No sé, tal vez desde que adquiriste esta repentina perspicacia!
-¡Vale, ya! -bien que así no iban a llegar a nada, mira que ponerse a gritar, y ¿por qué rayos estaban gritando? Estaba claro que los dos andaban de los nervios, si ese repentino contrapunteo de crecientes tonos alterados por parte de ambos no era una prueba, a ver entonces, ¿qué sería? -no puedes negar que te pasa algo desde, desde que, desde que regresé a casa ahora que lo pienso.
«Genial», pensó Deidara sarcásticamente, mientras miraba a Naruto, que ahora se había vuelto en plan "pensativo", con pose y todo incluido, al hacer sus grandes descubrimientos sobre su -según él- rara actitud-, solo buscas excusas para distraer tus propios dilemas, pero no me inventes cosas que no existen -y claro no podía faltar el puchero de indignación por ofensa.
-No invento nada, a ti si te pasa algo.
-Solo son ideas tuyas -Naruto ahora estaba molesto por la indiferencia tan descarada que le mostraba su hermano, ¡claro que le pasaba algo y lo iba a descubrir! No sabía como, pero lo iba a hacer. Pero no en ese momento, ya que el timbre sonó. Para alivio de Deidara quien vio morir el tema con el repentino sobresalto de Naruto en su asiento, y la cara de consternación con que lo miró, él también se sobresaltó un poco por la reacción su hermanito, últimamente pasaba mucho eso de contagiarse de las emociones del otro, o quizás era por la sensibilidad de él mismo a causa de sus propios embrollos.
-Yo abro -Naruto miró a su hermano levantarse para ir a abrir la puerta.
-Maldita sea, mira como tiene suerte de veras -y mientras Deidara se encargaba de la puerta, Naruto se puso de pié y trató de tomar aire y prepararse para lo que vendría y había estado esperando en el último par de horas.
Cosa que... seguiría haciendo.
-¿Ino? -tenía que admitir que lo había tomado por sorpresa.
-Hola Naruto -Ino le sonrió a la par de su saludo. La intranquilidad de la rubia no pasó desapercibida a los ojos de Naruto. Ahora él se intrigaba por su receptividad. Quizás el calibre de la situación que vivía le hacía estar mas alerta, quien sabe- siento esta visita tan repentina y a estas horas -ya estaba entrada la noche. La chica miró a Deidara y luego a Naruto otra vez, como en disculpas.
-¿Sucede algo Ino?
Ino se tomó su tiempo pensando la respuesta-, de hecho si -era una cosa difícil de abordar así que mejor ir directo-. Hay que hacer algo con Sakura. Naruto, no puedes seguir esperando, no puedes confiar en ella -sus palabras fueron tan cargadas de angustia que Naruto la podía prácticamente saborear; no era un sabor agradable-. Esa frontuda acabó de volverse loca -añadió luego la rubia, en ese tono entre de enfado y frustración.
-¿Qué no lo estaba ya? -agregó por su parte Deidara desde su ya recuperada cómoda posición en el sofá.
-Deidara -Naruto quiso usar una voz de advertencia, pero no le salió muy bien, Deidara fingió que no le tomaba en cuenta y se puso a cambiar de canal, luego de hacer una mueca que podría describir como de asco, al ver lo que antes «estaba viendo», y el muy descarado insistiendo en que no le pasaba nada. Tuvo deseos de retomar la discusión inconclusa pero la presencia de Ino y la importancia del tema que traía, volvía a salvar a Deidara de ello.
Si es que la suerte de unos...
-Pues sí, pero ahora ya se desquició -respondió Ino tomando asiento libremente junto al otro rubio.
-¿Ino...? -y ella que le seguía la corriente. Ainsh, que más da, también volvió a su lugar de antes, en fin que sino puedes contra ellos... y además no era como si pudiera defender a Sakura de todos modos, dada las circunstancias- ¿pero por qué lo dices? ¿Y por qué dices que tengo que actuar ahora?
-Pues...
Deidara pulso el botón de cambio unas cuantas veces más antes de apagarlo y echarlo a un lado. Por las luces, y por el tono, iba a necesitar concentrarse en lo que Ino traía para contarles-. ¿Qué te dijo? -se adelantó, poniendo toda su atención en la mujer sentada a su lado.
-No mucho, pero..., es decir, bueno -tuvo que tomar un respiro, pues ya de entrada se iba enrollando- esta tarde discutimos. Otra vez. Y ella no es como si la discusión distara mucho de las anteriores, salvo que esta fue quizás un poco más fuerte pero, hay algo que me había venido molestando, y de lo que ahora estoy casi segura.
-¿Qué cosa? -preguntó Naruto, Ino sonaba muy sincera y realmente preocupaba al respecto de lo que contaba, en esa voz suave y lenta, pero nada dubitativa. Daba esa impresión de que mientras hablaba estaba pensando y analizando eso que les relataba, y todo ello en conjunto con la expresión de su rostro, mientras lo hacia le estaba provocando una angustia que se le trepaba hacia el pecho y se le enroscaba al corazón.
-Ella está planeando algo, no solo está retrasando las cosas en su renuencia a dejar a Sasuke en paz de una vez por todas, sino que ella REALMENTE está planeando algo, no sé que sea, pero es contra ti Naruto, estoy segura.
Naruto no sabía qué responder o qué hacer en general con esa información, él solo no podía creer que pudiera ser así, una cosa era que Sakura se hubiera aprovechado de cómo se dieron las cosas en cierto momento y que ahora quisiera evitar que la casita que se construyó sobre una base de mentiras se le derrumbara, podía entender que tuviera miedo de contar la verdad y enfrentarse a la inevitable ira de Sasuke cuando lo hiciera pero, planear algo en su contra, era algo que no creía para nada, o que más bien no quería creer- No, Sakura chan no.
-Definitivamente eres el colmo de la ingenuidad -Miró a Deidara, se veía tan molesto como había sonado.
-¿Pero qué podría hacerme? ¿Matarme?
-¿Y si ya lo hubiese intentado antes?
-¡¿Qué?! -tanto Ino como Naruto reaccionaron al mismo tiempo, la chica menos exaltada que él.
-Vamos, no puedo creer que en tu cabeza no haya pasado ni remotamente siquiera la duda sobre de las extrañas circunstancias de tu secuestro. Naruto eres tan... ¡arg! -que había dicho molesto, furioso mas bien, ese gesto que hizo con sus manos como si estuviese estrangulando el aire, Naruto estaba seguro que su cuello estaba en su imaginación cuando lo hizo. Deidara se levantó inmediatamente después y rodeó el sofá hasta situarse detrás, parecía que quería tener una barrera para no saltarle en encima y repetirlo ahora sí con su cuello en físico.
-¿Pero como quieres que piense que mi amiga iba a hacer algo así? Bueno, probablemente ex-amiga ahora, pero de veras Deidara, ¿como crees?
El suspiro de Ino fue lo que cortó el tenso silencio que se formó entre ellos después de esa pregunta- bueno Naruto..., a decir verdad, Sakura también es mi amiga, y yo misma sospeché de ella.
La mirada de Deidara ahora decía un claro «¿ves?», eso le hizo fruncir el seño. Suavizando su expresión de vuelta solo al mirar a Ino- ¿Es en serio? -ella parecía culpable por pensar así, pero lo había hecho.
-Aun así estoy segura de que es inocente.
Ahora él, le devolvía el «¿ves?» a su hermano, quien rodó sus ojos en respuesta-. Claro que no hay pruebas de nada, pero no puedes culpar a nadie por dudar, o es que, el hecho de que un día Ino, tú y ella lleven a cabo un procedimiento en absoluto secreto, por sugerencia e insistencia de ella misma, a espaldas de Tsunade y Sasuke, cosa que lo hace totalmente ilegal, y al día siguiente seas secuestrado cuando ibas muy temprano en la mañana a verla, justo frente al edificio donde vive, sin dejar de lado que ella misma te llamó pidiéndote que fueras, luego de lo cual resultas supuestamente asesinado, dejándola a ella con la carta de tener un hijo de Sasuke para seducirlo y decirle que se embarazó producto de eso, y conseguir que se casara con ella, ¿no es suficiente para dudar que la parte del secuestro pudiera ser mas que una coincidencia, hum?
Naruto se quedó mudo por un instante, tanto como Deidara sin aliento por el hilo de palabras que acabada de soltar casi sin respirar, sin embargo-; Sakura-chan no sería capaz de eso.
En definitiva, caso perdido, de repente Deidara se sentía súper agotado- tal vez no, pero la duda queda.
-Ambos tienen razón -intervino Ino más tarde, cuando lo creyó oportuno-. Pero no lo hizo Deidara -aseguró dirigiéndose a él en particular-, de todo lo demás es culpable de eso no hay duda pero en lo del secuestro si es inocente, lo sé, le creí cuando le reclamé una respuesta a esa duda, de la misma forma en que acabas de planteárselo a Naruto, Sakura está loca, está obsesionada, y muchas cosas pero no es asesina -declaró, con toda seguridad.
-Y eso creo yo, de veras -se unió Naruto también y Deidara decidió dejar morir el tema, de todos modos no había forma de probar nada. Y lamentablemente, sin pruebas, sería inocente hasta demostrar lo contrario.
-Sin embargo tú crees que es capaz de hacer algo contra Naruto.
-¿Algo como qué Ino? ¿Qué crees que pueda hacer Sakura chan?
-No lo sé, algún tipo de engaño, o de manipulación, alguna forma de evitar que Sasuke se entere o al menos lograr que no te crea cuando lo haga. Si fue capaz de hacerle creer que la embarazó cuando él jamás en la vida la ha tocado, por qué no iba a poder hacerle creer que... -hubo una pausa, en la que Deidara y Naruto intercambiaron miradas, y luego- o hacerle creer que no estás bien de la cabeza -la última frase fue dicha casi para sí misma, y es que fue como una revelación, ¡claro! Es obvio, ella quiere cuadrar las cosas de alguna forma para que Sasuke no le crea a Naruto, ¿qué más puede hacer?, aunque su plan sería bastante absurdo considerando que hay muchas, muchísimas formas de echarlo abajo y probar que Naruto dice la verdad, bueno quizás no, pero sí era cosa de su propio testimonio -de Ino- y una prueba de ADN, y asunto resuelto. «Esa mujer está mas que mal».
¿Cómo... sabes eso? -la pregunta de Naruto atrajo de vuelta su atención.
-Sería lo más obvio, creo yo, que Sasuke no te crea, que piense que estás loco, supongo que espera que yo me ponga de su lado.
-Tiene cierta lógica aunque, ¿de verdad pensaría que no habría ninguna otra forma de probar algo, o que Naruto está solo en esto? -Aportó Deidara.
-Quizás espera forzarlo a renunciar antes de armar un lío legal-respondió ella a la pregunta de Deidara- y si eso pasa Naruto por mí no te detengas -extendiendo luego la petición a Naruto, pero este se había quedado fuera.
-Yo me refería a, ¿cómo sabes que Sakura le engañó? ¿Qué hizo? -oh, se había quedo en eso. Y ya que estaba en eso, supuso que era justo que Naruto supiera que Sasuke jamás le fue infiel de ninguna forma. Y ahora que venía a colación, también era un detalle muy importante que a Sasuke le aliviaría saber.
-Pues, ella me lo dijo, en una noche de despecho, algo pasada de copas, creo que fue cuando se dio cuenta de que Sasuke ya jamás volvería a compartir la misma habitación con ella.
-Sí, ¿pero cómo?
-No sé los detalles, pero Sasuke jamás la tocó, ella solo le hizo creer que hubo algo, y aunque él no le creyera, con la prueba de embarazo y la consecutiva de ADN, donde el resultado obviamente iba a decir que el bebé era suyo, no le dejaría mas opciones que creerlo.
Ino oyó de Deidara algo así como una risa irónica mientras miraba la rabia crecer en Naruto-. Yo también sentí ganas de matarla cuando lo supe.
-Y yo que le reclamé que era un bastardo traidor por faltar a tu memoria así, hum.
-Yo que de veras creí que...
-¿Que te había traicionado, acostándose con Sakura a unos días de tu muerte? -Ino acabó por él, se veía tan molesto, frustrado y demás, con toda razón- supongo que el que todos pensáramos eso, solo lo haría sentirse más miserable de lo que se veía por ello, aunque intentase ocultarlo, especialmente en la boda, parecía una extensión de tu funeral.
-Bueno... -tomó la palabra Deidara, tratando de volver a lo que le interesaba por el momento- volviendo al otro tema hum, si lo que Sakura planea es manipular a Sasuke para que no le crea, es urgente que esto se resuelva ya.
-Sí, y respecto a eso, es precisamente a lo que vine, yo le di un ultimátum a Sakura hoy cuando discutimos, le dije que le daba el fin de semana para resolver esto, obviamente no va a hacerlo, así que Naruto este mismo lunes bien temprano en la mañana, vamos a ir tú y yo a hablar con Sasuke -no era un pregunta, era una decisión tomada, y Naruto tendría qué porque sino las cosas se iban a poner mal para él.
-¿Qué? No, tú no puedes Ino, quedamos en que íbamos a mantenerte fuera, desde el principio.
-Naruto, es necesario -por mas problemas que pudiera tener, no debió dejar que Naruto insistiera en dejarla de lado, y no iba a permitir que lo siguiera haciendo, ella era un testigo muy importante, más que eso, ¡ella había participado activamente y por voluntad!, era su obligación.
-Yo estoy de acuerdo -y Deidara la respaldaba en su decisión.
-Pero Deidara tu dijiste que ella podría ser la más perjudicada.
-Sí pero solo si esto se vuelve una disputa legal, y si se da el caso, siempre podemos mantenerla fuera. Ahora lo que importa es que Sasuke sepa esto, lo que pasó, lo que hicieron y lo que hizo Sakura.
-¿Y si esperamos a que tú y Kakashi vuelvan?
-¿Y si es tarde para ese momento, hum?
-Naruto a mi no me importa si tengo que enfrentar consecuencias, no es como si fuera a ir a la cárcel, ¿o sí? -mejor confirmar con el abogado.
-No tanto como eso, solo que ya hablamos -no es como si fuera poco, pero no iría a la cárcel, y siempre podría hacer otras cosas si le revocaban su licencia para ejercer la medicina.
-Ino...
-No importa, vamos a hacer esto, tienes qué, ya es hora.
-Hazle caso Naruto.
Se lo pensó, bastante, y aparentemente no tendría otra opción-. Está bien, de veras, pero solo serás mi testigo con Sasuke, si esto va mas allá, no quiero que tu carrera se vea afectada por la terquedad de Sakura chan.
-Bien, está dicho entonces. En dos días más estaremos contándole a Sasuke lo que hicimos.
-De acuerdo.
Continuará...