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Lado Oscuro por Saya Sumeragi

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Notas del capitulo: Solo quiero agradecerles de nuevo por dedicarles unos minutos a mi fic nOn.

Quise actualizar desde ayer pero la página se rehusó terminantemente a cargar, sumimasen ToT
22 de Enero


- Ouji…..despierta –

- No quiero ir a la escuela hoy – me removí entre las mantas y me cubrí la cabeza con ellas.

- Oi….recuerda que no estamos en la mansión Byakuya…. –

- ¿Qué?....¿dónde?.... – me destapé la cabeza y miré a mi alrededor, techo de tablas húmedas y desvencijadas, paredes blancas y una ventana que golpeaba suavemente mientras era mecida por el viento helado.

- Hasta que despiertas – Gin acariciaba mi cabello mientras me sonreía.

- Eres un tonto – lo miré enfadado pero dentro de mi no cabía de gozo al verlo sano y salvo.

- Ya lo sé, gracias por salvarme – apartó el cabello de mi frente besándome.

- ¡No me beses! – lo empujé suavemente para quitármelo de encima.

- Eres tan cálido – me abrazó nuevamente acostándose sobre mí.

- ¡Quítate de encima! ¡¿Desde cuándo tenemos tanta confianza?! – mas rojo no podía estar, sentía escalofríos y la voz se me cortaba.

- Desde que me salvaste la vida y te metiste desnudo a mi cama – las palabras salieron entre risas y levantó la cara para mirarme – Gracias –

- N-no fue nada….¿podrías quitarte? –

- ¿Porqué estas tan nervioso? Somos dos chicos y no pienso hacerte nada, a menos claro….que tú quieras –

Se acercó más y sus labios se entreabrieron un poco, mi cuerpo no respondía y la distancia se iba acortando más y más…..

- Byakuya…. –

- Hai…. – respondí en un suspiro.

- ¿Porqué cierras los ojos? –

- ¿Cómo? – avergonzado desvié la mirada y me alejé un poco, ni siquiera me di cuenta en qué momento los había cerrado y peor aun ¿por qué?

- ¿Pensaste que iba a besarte verdad? – su risa estalló en carcajadas y mi estúpido cuerpo al fin reaccionó propinándole un empujón que lo tiró de la cama.

- Nadie se burla de mi Ichimaru Gin, que te quede bien claro –

Me levanté furioso sin importarme el hecho de que estaba desnudo y tomé mi ropa que afortunadamente ya estaba seca, me vestí con rapidez y me acomodé el cabello nuevamente, me sentía como un perfecto idiota.

- Byakuya no te enfades, ¡no lo hice con mala intención! –

- Púdrete – salí dando tremendo portazo cosa que alertó a la dueña de la casa.

- ¿Estás bien pequeño? – salió de otra pequeña habitación secándose las manos, un apetitoso aroma a comida flotaba en el aire.

- Estoy bien obasan, es hora de que me vaya, mi abuelo debe estar muy preocupado –

- ¿Quieres comer algo? –

- Gracias pero no, le agradezco profundamente lo que hizo por nosotros, con su permiso – hice una reverencia y me di media vuelta rumbo a la puerta, tomé el pomo cuando sentí la mano de la mujer en mi hombro.

- Los chicos suelen ser crueles a esta edad, no dejes que te afecte, después de todo eres un Kuchiki y no puedes derramar lágrimas por cualquier cosa ¿ne? –

Se agachó para quedar a mi altura y me abrazó, escondí el rostro entre su cuello y lloré por espacio de unos segundos, me sentía enojado, confundido y….triste.

- ¿Ya pasó? –

- Hai….gracias, de nuevo – me separé secándome las lágrimas – por favor no vaya a…. –

- Claro, mis labios son una tumba, para mí solo eres un chiquillo sin apellido que llegó a mi casa a punto de congelarse – me sonrió nuevamente y acomodándome el abrigo abrió la puerta.

- ¡Byakuya espera! –

Gin bajó corriendo las escaleras aun terminando de vestirse.

- Con su permiso, por favor despídame de su nieta – repetí la reverencia y empecé a alejarme.

- ¡Byakuya! ¡Byakuya! –

Lo ignoré y seguí caminando, escuché como corría para alcanzarme pero no me detuve, podría haber usado shunpo para llegar en segundos, pero tampoco quería alejarme, ¿qué demonios pasaba conmigo? Esta confusión y lucha interna me estaba volviendo loco, quería golpearlo hasta que sangrara pero…también quería sentir su calor, escuchar su voz….

Caminamos largo rato en silencio, por la coloración del cielo seguramente caería una fuerte nevada.

- Byakuya ¿hasta cuándo vas a perdonarme? –

- …… -

- ¡Háblame! –

Me sujetó de la manga pero con un simple movimiento me solté y seguí caminando.

- Yo…perdóname Byakuya…. –

Finalmente me detuve, quizá…solo quizá estaba exagerando la situación.

- Esta bien te…. -

Un sonido que solo pocos podrían reconocer me hizo voltear enseguida, efectivamente…..se había ido y lo que escuché fue la nieve bajo sus pies mientras usaba un paso de shunpo.

Cuanto tiempo me quedé parado en medio de la nieve no lo sé, el sentimiento de abandono y un fuerte dolor en el pecho me ahogaban, quizá el resfriado y el agua helada del lago aun estaba haciendo estragos en mi cuerpo.

Para cuando llegué a la mansión era de noche, solo tuve que cruzar la puerta para que al menos 15 personas salieran a mi encuentro, pero no me interesaba su preocupación porque sabía que no era verdadera, solo lo hacían por el temor hacia mi abuelo.

- Retírense –

La voz del abuelo tronó en el recibidor y los sirvientes se esfumaron al instante, considere que era un buen momento para encomendarme a los dioses.

- A mi oficina, de inmediato –

- Si abuelo –

Caminé en silencio y con la cabeza baja, como un condenado que camina al cadalso, esa habitación era de mis preferidas, pero hoy tenía un aspecto sombrío y lúgubre que me hizo estremecer.

- Siéntate –

Obedecí, la habitación estaba caliente y el té estaba preparado, de algún modo sabía que regresaría hoy.

- Abuelo… - la voz se me cortó – perdóname –

- Byakuya ¿en que estabas pensando? tu imprudencia casi les cuesta la vida ayer –

- Yo...lo lamento, es que estábamos aburridos –

- ¿Aburridos? ¿Es ése un buen motivo para salir a hurtadillas como un criminal? ¿para casi morir ahogados y congelados? –

- Te enteraste….. –

- De todos y cada uno de los detalles, ¡¡eres un Kuchiki por todos los dioses, no puedes dar un paso sin que toda la Sociedad de las Almas se entere!! –

Ni siquiera sabía que decir, mi abuelo tenía razón, podríamos haber muerto en ese momento, recordé la desesperación que sentí mientras trataba de revivir a Gin, el miedo que me embargó cuando su corazón se negaba a latir, pensé que…..lo perdería para siempre.

- Tu falta de sentido común me sorprende Byakuya, no me imagino que te hizo actuar así–

Se recargó sobre el escritorio sobándose la sien, estaba molesto MUY molesto.

- No volverá a suceder, lo prometo –

- Desgraciadamente no puedo creer en tu palabra, con esta es la segunda vez que me desobedeces –

- Lo siento… -

- Ve a tus habitaciones, terminaremos con esto mañana cuando haya decidido un castigo adecuado –

Me levanté dirigiéndome a la puerta cuando me asaltó una duda.

- Abuelo….Gin… -

- He movilizado a la guardia para que lo busquen –

- Gracias… -

Entré a mi habitación derrumbándome sobre la cama, la noche fue larga y tortuosa, la furia del cielo se dejó sentir en un hailstorm como la sociedad de las almas no había visto nunca, perdigones de hielo tan grandes como mi puño destrozaban las ramas de los árboles y los cristales vibraban por la fuerza del viento.

- Por favor….que esté a salvo…. -

Me cubrí la cabeza con la almohada tratando de amortiguar el sonido de los golpeteos del hielo, minutos después empezaba a caer en un sueño profundo pero que de lejos resultó reparador.

- Goshujin-sama, despierte por favor –

Las cortinas fueron corridas dejando entrar un poco de luz.

- ¿Qué pasa? – me levanté perezosamente, la doncella estaba preparando mi uniforme de la academia.

- El baño está listo Goshujin-sama, por favor dese prisa o llegará tarde –

Me levanté de un salto, al fin después de estos días de enclaustramiento podría volver a la academia, me sentía feliz y extrañamente nervioso, corrí escaleras abajo.

- ¡Goshujin-sama! ¡No corra por la mansión! –

Otra doncella me abrió la puerta del baño, la enorme tina estaba lista y volutas de vapor subían, pero no había tiempo para esas cosas, cerré la puerta y me senté para darme un baño rápido, cinco minutos después ya estaba uniformado y listo para salir, solo me faltaba una cosa, corrí de regreso a la habitación pero no…..no estaba por ningún lado.

- Miaka – la doncella apareció al instante.

- ¿Hai Goshujin-sama? –

- ¿Dónde está Senbonzakura? –

- Errmmm….Kuchiki-sama nos pidió que le dijéramos que su zanpakutoh estará bajo su custodia por tiempo indefinido –

- Pero…. –

- Lo lamento mucho, por favor dese prisa o llegara tarde – hizo una reverencia y salió de la habitación.

Las decisiones del abuelo eran absolutas, mi hermosa zanpakutoh estaría lejos de mis manos por quien sabe cuánto tiempo, aunque…no podía quejarme, la verdad merecía eso y más.

Llegué a la academia en unos minutos, el cielo seguía gris y sin intenciones aparentes de despejarse, corrí hasta mi salón y conforme me iba acercando mi corazón iba latiendo más fuerte, cuando corrí la puerta ahí estaba, delgado, desgarbado, con el cabello plateado desparramado sobre su rostro, su eterna sonrisa y…rodeado de mis compañeros.

Recuperando la calma y seriedad que me caracteriza entré al salón, aun seguían con las preguntas de Shinsou y de lo que había pasado ayer, mi abuelo tenía razón, todo el mundo estaba enterado, carraspee un par de veces para que los invasores se hicieran a un lado, tomé asiento y saqué un libro, sabía que me estaba mirando, pero….¿porque no me hablaba? ¿seguía enfadado? Me reñí a mi mismo….¡el enfadado y ofendido era YO! ¿Por qué me preocupaba lo que el chico-zorro pensara?

- ¿Kuchiki-san? –

Una chica estaba sentada en la banca frente a mí, estaba en mi grupo pero por más que revolví mis telarañas mentales no logré dar con su nombre, cerré el libro y la miré.

- Dime –

Su sorpresa fue evidente, sonrió ampliamente y me tomó la mano, ¿pero que estaba pensando? ¿Por qué todos tenían tanta confianza de la nada?

- Kuchiki-san me alegra que estés bien, cuando escuché lo que había pasado en el lago sentí que me moría, tuve tanto miedo por ti –

Sus ojos enrojecieron y me quedé sin habla, ¿sería sincera? ¿o solo sería otra de esas cabezas huecas que ven en mi a su futuro marido? Iba a quitar mi mano cuando sentí la mirada de Gin a mi espalda.

- Estoy bien, gracias por preocuparte – saqué un pañuelo de mi bolsillo y sonriéndole seque las lágrimas que resbalaban por su mejilla – no llores.

Su rostro enrojeció y sus amigas, que miraban cada detalle, no lograron contener un grito de emoción ¿qué diablos pasaba con esas chicas? ¿estaban locas acaso? Aunque realmente me tenía sin cuidado lo que ellas dijeran o hicieran, mas importante era saber ¿porque estaba actuando así? nunca le había puesto atención a una chica y mi gesto me hizo sentir como un tonto, pero también me sentí extrañamente orgulloso cuando en el reflejo de la ventana vi el rostro fastidiado de Gin.

- ¡Atención clase! –

La entrada del profesor hizo que mi pequeña sensación de victoria se esfumara, todos volvieron a sus asientos y el silencio se hizo enseguida.

- Les recuerdo que hoy tendremos práctica afuera, espero que para el momento todos hayan aprendido el canto correspondiente al Hadou 31 y también espero que esta vez no hagan explotar nada, ¿de acuerdo? -

Al unísono contestamos que si mientras la preocupación de algunos se hacía evidente mientras repetían una y otra vez el canto.

- Bien, trabajaran en parejas, conforme los vaya nombrando salgan a la zona de prácticas, ¡nada de empezar hasta que estemos todos! –

Los nombres fueron emparejados rápidamente, a Gin le tocó con un chico que se caracterizaba por su torpeza y a mi…la verdad no había puesto atención, pero me dirigí a la puerta y segundos después mi compañero ya estaba ahí.

El jardín pronto se vio atestado de proyectiles carmesí, muchos tuvieron que correr a refugiarse tras los árboles debido a las invocaciones erróneas, mi compañero era un poco torpe pero tenía posibilidades, solo tuve que apagar el césped a mi alrededor algunas veces, para mí lanzar un Shakkahou era lo más fácil del mundo y evidentemente para Gin también, la potencia y precisión de sus ataques era magnifica, quise decirle algo, pero aun me ignoraba, me senté en una roca esperando que las lecciones terminaran lanzando de vez en cuando un encantamiento.

- ¡CUIDADO! –

Esquivé con facilidad la esfera carmesí pero voltee furioso, ¡¡¿¿cómo se podía ser tan descuidado??!!

- ¡Kuchiki-san! ¿Te hice daño? – la chica llegó corriendo a mi lado, jadeaba un poco y se veía realmente angustiada.

- Estoy bien, pero deberías fijarte hacia donde apuntas, podrías carbonizar a alguien –

- Lo sé, y en serio trato pero…sigh…soy tan torpe para esto, no sabes cómo te envidio, para ti es tan fácil –

- Te ayudaré, todo es cuestión de práctica –

- Estoy lista Kuchiki-sensei!! –

- Eso no es necesario – un poco avergonzado desvié la mirada y caminamos de regreso a la zona de prácticas.

- Bien, déjame ver como lo haces, apunta a aquella diana – señale una relativamente cerca.

- ¿Hasta allá? –

- Es la más cercana – di un par de pasos hacia atrás

El hechizo fue recitado de manera correcta, el flujo de reiatsu también lo era, pero su puntería hizo volar cuatro dianas de la manera más extraña e improbable posible.

- ¿Y….y bien? – se acerco de nuevo.

- Solo tengo una palabra para describirlo……desastroso….. –

- ¡Kuchiki-san eres tan cruel! – hizo pucheros mientras azotaba el pie en el césped.

- Solo soy sincero, pero creo que encontré el problema, ven, te enseñare como se hace –

Esperé a que se pusiera en posición frente a la diana y me coloqué detrás de ella.

- Párate derecha y separa un poco más las piernas, así podrás contrarrestar el empuje del hechizo, ahora, empieza a recitar –

Izumi, al fin había recordado su nombre, se colocó en posición y comenzó el hechizo, todo iba bien por el momento.

- Ahora levanta despacio el brazo que conducirá la trayectoria del Shakkahou – puse mi mano bajo su brazo mientras seguía recitando – concentra tu reiatsu y visualiza el blanco –

- Shounetsu to sōran, umihedate sakamaki minami e to ho o susume yo! – la esfera brillaba en la palma de su mano.

- Ahora, suéltalo –

- ¡¡¡Hadou no sanjuu ichi Shakkahou!!! –

La esfera carmesí salió a toda velocidad impactándose y haciendo trizas la diana justo por el centro.

- Lo hice….. –

- ¿Ves? Era cosa de práctica –

- Lo hice… ¡¡¡¡LO HICE!!!! ¡¡¡¡Y todo gracias a ti Kuchiki-san!!!! –

Me saltó encima abrazándome con tal fuerza que casi me estrangulaba.

- Izumi-chan…me estas ahorcando – pero su emoción no disminuía ni un poco, seguía saltando a mi alrededor, la mirada de Gin se hizo presente de nuevo y giré para verlo, justo a tiempo para ver como perdía el control sobre su invocación, la sonrisa cruel en su rostro me alertó, el Shakkahou salió a una velocidad de vértigo.

- ¡¡¡Izumi a un lado!!! – la tomé por lo hombros quitándola del camino, pero esas milésimas de segundo impidieron que esquivara el golpe totalmente, el sabor metálico llenó mi boca y un hilo de sangre chorreo sobre el césped.

- ¡Kuchiki-san! ¿¡Kuchiki-san estás bien!? ¡¡¡Un médico!!! –

- Estoy bien – me levanté tratando de contener la sangre que salía de mi labio y frente.

- Déjame ver…. –

Izumi me levantó el rostro y colocó el pañuelo que antes le había dado sobre una de las heridas, estúpido zorro, lo había hecho a propósito.

- Ara… ¿estás bien Kuchiki? –

Lo miré furioso y las ganas de golpearlo crecían a cada segundo.

- Estoy bien – tomé el pañuelo y presioné con fuerza, en un segundo el profesor y un médico estarían ahí.

- Perdona Kuchiki…..se me escapó –

No podía haber mayor mentira, la sonrisa cruel y sarcástica permanecía, y su reiatsu fluía sin control, pero se había tornado agresivo y gélido.

- No pasa nada – conteste con indiferencia mientras revisaba que la sangre se hubiese detenido.

- ¿Cómo está tu labio? – se acercó y tomándome de la barbilla examino la herida.

Golpeé su mano para apartarla y me di media vuelta alejándome un paso.

- Ne Gin… ¿y qué tal esta tu nariz? –

- ¿Mi nariz? –

Sin previo aviso me giré volcando mi ira en un solo golpe, el tabique de su nariz crujió y la sangre salió caliente y deliciosa sobre mi mano.

- Perdona Ichimaru…..se me escapó –

El dolor en mi puño se compensó con la cara de Gin, seguía en el piso sangrando, la expresión en su rostro no tenía precio y mis compañeros se habían quedado pasmados, ¿acaso no me creían capaz de eso? ingenuos…podía hacer eso y mucho…mucho más.

Notas finales: He he he hasta un pomposo y estoico noble como Byakuyita tiene su lado salvaje ne? Nya ha ha ha!!!! (risa diabolica)

Para el Glosario

Hailstorm - Tormenta de granizo donde las partículas de hielo pueden medir al menos el tamaño de pelotas de golf
http://www.youtube.com/watch?v=sfVHRdHCGi4

Goshujin sama - amo o joven amo

Shounetsu to sōran, umihedate sakamaki minami e to ho o susume yo...Hadou no sanjuu ichi Shakkahou - Canto en japonés para la invocación del Shakkahou

Si se me fué algun termino no duden en avisarme para añadirlo.

Saludos!!!!!!

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