26 de Enero
Hacían ya tres días desde el asunto de la práctica de Shakkahou, los ánimos se habían calmado y mis compañeros achacaron mi súbito arranque de ira a la presión que tenía por ser el heredero Kuchiki, pero no me conocían, ninguno sabía cómo era realmente, pensaban que al haber nacido en el seno de la nobleza era inmune a los sentimientos ¡pero no era así! ¡sentía tanto como ellos! amistad, alegría, tristeza, confusión ¡éramos iguales!
Me sentía devastado, las clases transcurrían lentas y aburridas, y él….él seguía ignorándome, ojalá supiera lo mucho que me arrepentí por no haberle dicho que lo perdonaba aquella tarde y que lamentaba haberlo golpeado, aquel sentimiento de victoria se convirtió rápidamente en un trago de hiel.
- Así que espero estén listos para la práctica de mañana -
La voz del profesor me sacó de mi ensueño.
- Será la última del año y espero lo mejor de ustedes, recuerden que cada uno debe llevar consigo botiquín de primeros auxilios, así como algo de comer y agua suficiente –
La noticia explotó como una bomba de júbilo y nerviosismo, con todo lo que había pasado ni siquiera recordaba la práctica final, la había esperado desde hacía meses y ahora simplemente no me interesaba…
- Pueden retirarse temprano e ir a sus casas para preparar todo –
El grupo salió como avalancha entre gritos y risas, yo simplemente me levanté y arrastré los pies hacia la salida.
- Kuchiki e Ichimaru, esperen un momento –
Genial, una junta personal con el chico-zorro y el maestro, lo miré de reojo, aun tenía la nariz vendada pero en general se veía bien.
- He hablado con la junta de consejo y les será permitido llevar sus zanpakutoh, dado que los dos serán líderes de escuadrón en la práctica de mañana los necesito al máximo de su capacidad ¿entendieron? –
- Si señor – contestamos al unísono.
Después de eso abandonamos el salón, empecé a caminar pero Gin salió detrás de mí.
- Oi Kuchiki –
No contesté, me daba felicidad que me hablara pero…mi orgullo era más grande.
- ¿No piensas hablarme? ¡Después de lo que me hiciste es lo menos que merezco! –
Me frené en seco y lo encaré.
- No te hice ni te debo nada –
- ¡¡Me rompiste la nariz!! –
- ¡¡Tú me atacaste primero!! –
- ¡¡Eso no es pretexto!! –
- ¡¡¿¿Y que lo es entonces, acaso tengo escrito “Tiro al blanco” en la cara??!! – me acerqué mas, no pensaba dejar que me intimidara.
- Acércate más y lo comprobaremos – apretó el puño mostrándomelo.
- ¡¿Te atreves a amenazarme?! –
- ¡¡NO!!....por Kami…. – bajó el puño respirando profundamente y dándome la espalda empezó a caminar – solo quería hablar -
- Pues aquí estoy y soy todo oídos –
- Olvídalo Kuchiki, no importa –
- ¡Si importa! ¿Qué querías decirme? –
- ¡Olvídalo! –
- ¡Ichimaru háblame! –
Me ignoró acelerando el paso.
- ¡Ichimaru!...sigh…no me dejaste otra opción…. Bakudou no ichi… ¡SAI! –
Sus brazos se doblaron hacia atrás y cayó sin remedio, caminé hasta él y me senté sobre su espalda.
- ¿Y bien? ¿Vas a decirme? –
- ¡Maldito seas Kuchiki! ¡Suéltame! –
- No hasta que hablemos, ¿por qué me atacaste? –
- ¡Porque se me antojó! -
Se removía furiosamente debajo de mí pero no pensaba soltarlo tan fácil.
- No te creo, dime la verdad y te soltaré –
- ¡No hay nada que decir! ¡Suéltame ya! –
- Bien…yo tengo algo que decir…. –
- ¡Pues escúpelo y quítate de encima! –
- Aquella tarde…. – al instante dejó de forcejear – creo que exageré un poco…. –
- ¿Solo un poco? –
- ¡Está bien! ¡Exageré demasiado! – su semblante se suavizó - ¿porqué me atacaste? –
Recargó la frente en el suelo cuidando que no lo mirara, su cuerpo temblaba ligeramente pero no logré saber porque.
- Nunca…..te había visto así con alguien….que no fuera yo…. -
Fruncí el seño, esto era cada vez más extraño y por un momento la situación me pareció irreal.
- ¿A qué te refieres? – me incliné para verlo pero desvió el rostro.
- ¿Cómo “así”? –
- Feliz, sonriendo, sonrojado…. –
- No te entiendo… -
- ¡No te hagas el tonto Byakuya! ¡Vi como te miraba! –
- ¿Quién me miraba? ¿de qué hablas? – en serio estaba confundido
- Empiezo a creer que tienes pudín en el cerebro ¡me refiero a esa chica! –
- ¿CUAL CHICA? –
- ¡La que por poco te dice “Oh Byakuya-sama quiero que seas el padre de mis hijos”! ¿Cuál más? –
- No tengo ni idea de que me hablas… -
- ¡¡¡Como 1.60 de altura, cabello negro, ojos verdes!!! -
- ¿Izumi? – al fin entendía de qué diablos estábamos hablando - por favor Ichimaru, ¡ella no es nada para mí, es solo una compañera que necesitaba ayuda! –
- Pues no parecía… -
Estaba confundido, pero sentía la imperiosa necesidad de que me creyera.
- Te lo juro ¡entre nosotros no hay nada! –
- ¡No te creo Kuchiki! ¡Lo ví todo! ¡Cuando secaste sus lágrimas! ¡La manera en que acariciaste su brazo! ¡Como la sujetaste para que la fuerza del Shakkahou no la empujara! –
- ¿Me estuviste mirando todo el tiempo? –
- ¡Claro que si idiota! ¿Cómo podría evitarlo si tú me…. – se calló al instante mordiéndose el labio.
- Si yo…que…? - mi corazón se aceleró.
- Byakuya tu…..tu me…..no…..no puedo..…Shakuhou no shichi….¡TORIKESU! –
Mi bakudou se disolvió al instante dejando libres los brazos de Gin, de haber estado mejor apoyado lo hubiese detenido pero no pude, caí estrepitosamente perdiendo el sentido por un segundo, cuando me puse de pie estaba solo, pero sus palabras resonaban en mi mente siendo solo sobrepasadas por los latidos de mi corazón ¿qué quería decirme?
Salí de la academia sumido en mis pensamientos, me sentía extraño pero no como en días pasados, era algo distinto, me detuve para admirar el ocaso, había algo místico en esos segundos que siempre lograba llenarme de paz y aclarar mi mente, pero mi hermoso momento fue arruinado por una pareja de amantes que salían de un restaurante cercano.
- ¡¡Te juro que no la estaba mirando!! –
- Si claro, no soy tonta Hideki, ¡¡casi te comes a la mesera con los ojos!! –
Seguí mi camino tratando de ignorarlos, cosa que no resultó muy sencilla pues sus gritos se escuchaban en al menos cinco distritos.
- ¡Eres la única para mi Kaori! –
- ¡No te creo! ¡Vi como la mirabas! ¡Y le sonreíste! ¡Solo me sonríes así a mí! –
Me sonrojé bruscamente y me detuve ¿por qué la situación se me hacía familiar?
- ¿Estás celosa? –
- ¡Claro que estoy celosa! – la chica enjugó el llanto - ¡¿Cómo podría evitarlo si me gustas tanto?! –
Sus palabras me golpearon como el más potente hadou… no…no era posible que… ¿o si? ¿era eso lo que Gin quería decirme? él estaba…… ¿celoso de Izumi?
Sacudí la cabeza negando, eso no podía ser, aunque….remembrando todo lo que habíamos pasado me di cuenta de algo, nunca había sido feliz al lado de alguien y tampoco me había interesado, pero con Gin todo había sido distinto, me comprendía y me sentía identificado con él, su actitud relajada me contagiaba, de cierto modo….era mi complemento, aunque a los ojos de los demás éramos como fuego y hielo, en realidad nos parecíamos mucho.
La lluvia me atrapó de nuevo mientras caminaba, haciendo llegar más recuerdos, el calor de su cuerpo junto al mío, su brazo rodeándome en la noche, su risa, la felicidad que me embargó cuando bajamos en el deslizador, pero también el miedo cuando pensé que moriría en mis brazos.
Cuando al fin llegué a casa estaba empapado, Miaka salió a mi encuentro y me guió al interior cubriéndonos con una sombrilla, me dio risa ¿a estas alturas que más daba si me seguía mojando?
- ¿Goshujin-sama? – preguntó mientras caminábamos.
- ¿Qué pasa? –
- ¿Está bien? Lo noto algo pálido –
- Estoy bien Miaka, gracias por preocuparte ¿está mi abuelo en casa? –
- No, Kuchiki-sama salió esta mañana, pero le tengo una buena noticia, dejó su zanpakuto en su habitación, dice que lo ha perdonado –
- Fantástico, justo a tiempo –
Me daba gusto tener de vuelta a senbonzakura, pero….la idea de la práctica mañana súbitamente me resultó aterradora ¿cómo podría concentrarme con Gin al lado?
- Miaka….¿puedo preguntarte algo? –
- Claro Goshujin-sama –
- Que se siente….. ¿estar enamorado? –
Sus ojos se abrieron de par en par y por poco se le resbala la sombrilla de las manos.
- Pues…el amor no es algo que pueda ser descrito tan fácilmente, sobre todo porque cada persona lo vive de manera distinta –
- Ya veo… - la respuesta me decepcionó y baje la mirada.
- Aunque, cuando alguien nos interesa, sentimos nervios a su lado, nos sonrojamos fácilmente, sentimos un montón de cosas en el estómago cuando lo vemos, cuando nos preguntamos donde esta, que estará haciendo, si estará bien y extrañamos cada cosa de ella es porque seguramente estamos caminando por el trecho del amor –
Asentí suavemente.
- Goshujin-sama ¿está enamorado? –
- Aún no lo sé – me sonrojé y traté de sonreírle.
- El amor tiene formas y caminos misteriosos, no dude en tomarlos -
Entré a la mansión y me dirigí escaleras arriba.
- Goshujin-sama, el baño está listo, no queremos que se enferme de nuevo –
- Bajaré enseguida…y Miaka….. –
- ¿Hai Goshujin-sama? –
- Gracias por todo – le sonreí y subí las escaleras.
Un rato después estaba sumergido en el agua caliente, seguí pensando en lo que había pasado con Gin, en la conversación de los amantes y en las palabras de Miaka, poco a poco fui atando los cabos, si mis conclusiones estaban correctas….yo le…le…..Kami era tan difícil hasta pensarlo…..yo le gustaba a Gin, y él…sentí como me sonrojaba, él me gustaba a mi…..
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