27 de Enero
Llegué a la Academia temprano, quizá más de lo que debería pero no había podido dormir, en cuando noté que el sol empezaba a salir partí de inmediato, seguía pensando en lo sucedido ayer y en las conclusiones que había sacado.
Tenía que pensar en algo para aclarar todo esto pero ¿cómo manejar la situación? llegar directamente y preguntarle “Oye Ichimaru, ¿te gusto?” esa fue mi primera opción pero me resulto por demás estúpida y además ¿qué iba a hacer si me decía que si? ni siquiera estaba seguro de lo que sentía, me gustaba estar con él…y mucho ¿pero era lo mismo que estar enamorado?
Esta práctica iba a ser la más complicada de mi vida, siempre me mostraba seguro en ellas pero ahora, mi mente no lograba concentrarse en algo que no fuese Ichimaru Gin, me senté en la rama de un árbol para esperar, mientras la mañana transcurría mis compañeros empezaron a llegar, estaban nerviosos y asustados, eso se les notaba.
Después de un rato apareció el origen de mis males, pero, su sonrisa era diferente casi ausente, tenía el seño fruncido y se rehusó a hablar con cualquiera.
- ¡Kuchiki-kun! –
- Hola Izumi-chan – bajé del árbol volteando inmediatamente en dirección de Gin, estaría listo para esquivar cualquier ataque pero….nunca llegó, ni siquiera nos miró, como si no le importase en lo más mínimo se levantó alejándose del lugar – en seguida regreso –
- ¡No tardes mucho! ¡Estamos a punto de partir! –
- ¡Hai! – agradeciendo la advertencia corrí hasta donde había visto a Gin, tenía que terminar con esto, y tenía que terminarlo ¡ahora! – ¡Gin! –
- ¿Qué pasa Byakuya...? –
- ¿Podemos hablar? –
- No tengo ganas de hablar con nadie – tenía la mirada baja y escarbaba la tierra con una vara haciendo formas al azar.
- Por favor Gin, escucha, no estoy muy seguro de que está pasando pero… - suspiré tratando de hallar las palabras correctas – sabes que me gusta estar contigo y que aun pese a los problemas yo…bueno…eres mi mejor amigo, de hecho….el único que tengo, no quiero perderte –
Iba a continuar la frase cuando su risa me distrajo, pero, al igual que su sonrisa era distinta a todas, melancólica, adolorida.
- Tu amigo ¿huh? – se puso de pie – está bien Kuchiki –
La luz de la puerta senkai y la llegada de las jigokuchō llamaron nuestra atención.
- Es hora de irse “taichou” – acomodó a Shinsou en su cintura y me sonrió como siempre lo hacía – vamos –
Me ofreció su mano y tomarla me regaló una de las sensaciones más raras que había sentido, el estómago me dio un vuelco y creo que mi rostro tomó varios tonos de rojo, caminamos de regreso para que el profesor nos acomodara en grupos y entramos por la puerta senkai, cuando esta se abrió estábamos en un profundo y espeso bosque, muy a lo lejos se veían pequeñas casas y edificios.
Empezábamos a organizar la manera en que nos desplazaríamos cuando mi celular y el de Gin comenzaron a sonar, ese era nuestro disparo de salida, miré la pantalla, la señal marcaba una distorsión espiritual no muy lejos de nosotros, el grupo se exaltó y miraban alrededor asustados y nerviosos.
- Todos calmados, hemos estado preparándonos para esta situación desde hace meses, si van a acobardarse es mejor que crucen la senkai de una vez – señalé la puerta que aun se mantenía abierta pero ninguno se movió –
- Bien, ahora cuatro a mi lado y los demás con Ichimaru, nos moveremos rápido y en silencio, si un grupo contacta con el enemigo y consideran que pueden vencerlo adelante, si tiene algún problema marquen su posición lanzando un Shakkahou al aire –
- ¡HAI! –
Todos tomaron sus cosas y nos dividimos, me acerqué a Gin y quitándole el cabello de la cara aproveché para acariciar su mejilla.
- Tengan cuidado – noté cuando Izumi fue arrastrada por una de sus amigas al equipo de Gin – por favor, no la carbonices, te juro que no hay nada entre nosotros –
- Haré el intento, aunque no prometo nada – nos reímos suavemente y nos separamos adentrándonos en el bosque.
El camino era complicado y escarpado, mientras nos acercábamos la señal súbitamente desapareció, trate de rastrearla de nuevo pero era inútil ¿acaso ellos habían destruido al hollow? me pareció extraño porque estábamos a la misma distancia y ellos tendrían que rodear un tramo.
- ¿Kuchiki-san? ¿pasa algo? –
- La señal desapareció, nos encontraremos con el otro equipo y veremos si ellos lo destruyeron, síganme – seguimos adentrándonos cuando los gritos lejanos de Izumi me alertaron -¡Dejen todo y vámonos! – soltamos el equipo y corrimos a toda velocidad por el bosque.
- ¡¡GIN!! ¡¡IZUMI!! –
Cuando llegamos a la zona el panorama resultó desolador, restos de equipo, manchas de sangre, ropas rasgadas, las chicas en mi equipo empezaron a llorar.
- Permanezcan tranquilas, el enemigo debe seguir cerca y las necesito fuertes –
- P-pero ¿y si están….muertos? –
Mi sangre se heló, las posibilidades eran altas, miré de nuevo la pantalla del celular, nada….solo silencio.
- Quédense aquí, explorare el perímetro –
- ¡No vayas solo Kuchiki-san! –
- Estaré bien, permanezcan alertas –
Seguí los rastros de sangre pero no me estaban llevando a ningún lado, era como si se hubiesen esfumado, mire la pantalla de nuevo….vacía, traté de ubicar el reiraku de alguno de mis compañeros pero la espesura del bosque y la fuerte cantidad de energía espiritual que emanaba me lo impidieron, estaba perdiendo la paciencia, ¿y si estaban heridos? ¿debía avisar a la sociedad para que cancelaran la práctica y desplegaran grupos de búsqueda? no…tenían que estar vivos, seguí caminando esperando cualquier señal de ellos o de mi equipo cuando fui jalado a las sombras.
- No hagas ruido…. – Gin era quien me había sujetado, lo miré, estaba salpicado de sangre – ¿estás herido? –
- No es mía –
Apuntó con la cabeza, su grupo yacía en el suelo, las heridas en cada uno eran múltiples y profundas.
- Izumi….. – me hinqué a su lado, aun respiraba pero podía escuchar el borboteo de la sangre en sus pulmones.
- Nos…. – un acceso de tos interrumpió sus palabras – nos….embos…caron –
- Tranquila…. – acaricié su rostro limpiando los gruesos hilos de sangre – te sacaremos de aquí – tomé el botiquín de uno de los cuerpos y empecé a vendar sus heridas, cada movimiento parecía ser una tortura para ella.
- ¿Sacarla? Byakuya por favor ¿acaso no ves la situación en la que estamos? – Gin se tumbó junto a un árbol y empezó a jugar con Shinsou - ¿dónde está tu grupo? –
- Al norte, a unos diez minutos de aquí, iré por ellos, necesitamos toda la ayuda posible si queremos salir de aquí – me puse de pie dirigiéndole una sonrisa a Izumi.
- No….te vayas….. – levantó su mano con esfuerzo, mi corazón se encogió y dudé, tenía que ir por los demás, pero no quería dejarla sola.
- Yo iré – dijo Gin levantándose – quédate con ella.
- Gracias – volví a sentarme y apoyé su cabeza sobre mis piernas, acaricié su cabello por largo tiempo tratando de reconfortarla – no tengas miedo –
- Te…quedaras…..aquí hasta que… - un par de lágrimas bajaron por su rostro, respiraba con dificultad y mi pierna estaba húmeda por la sangre que pese a los vendajes goteaba de las heridas.
- Me quedaré aquí hasta el último momento – le sonreí y supe en el fondo que esa sería la última vez, poco a poco sus ojos esmeralda se fueron apagando, su temperatura fue cayendo y su corazón finalmente cesó – Izumi…..perdóname por no llegar antes…. –
La muerte era natural para los shinigami, pero no así…..aquella noche juré que nunca más perdería a uno de los míos en combate, entrenaría hasta sangrar si hacía falta, pero tendría la fortaleza y el poder para protegerlos….
- Byakuya….ya estamos aquí –
Afortunadamente todos estaban a salvo, asustados pero vivos, tomé el celular tratando de contactar a la sociedad pero era inútil.
- Tenemos que planear la manera de salir de aquí –
- ¿No sería mejor esperar a que vinieran por nosotros? –
- Estamos a merced del enemigo, la única solución posible es que salgamos del bosque, en cuanto tenga señal pediré que abran la puerta senkai, dormiremos aquí esta noche –
El llanto de las chicas no se hizo esperar, estábamos en la peor de las situaciones, habíamos perdido a nuestros compañeros y estábamos incomunicados.
- Traten de dormir, Gin y yo montaremos guardia –
Improvisaron un lecho para dormir y encendieron una pequeña fogata, no era la mejor de las ideas, pero entendía que tuviesen frío, me senté sobre un tronco caído, alerta a cualquier movimiento o alteración espiritual.
- ¿Me contarás que pasó? –
- Nos emboscaron, aun estábamos a metros de la señal cuando súbitamente desapareció, fue mi error dejar que se relajaran, pensé que habías eliminado al hollow –
- A nosotros nos pasó lo mismo….no es tu culpa Gin – puse mi mano sobre su hombro, pero no pareció tener ningún efecto.
- Es hermosa ¿no? – acarició mi mejilla levantando un rastro de sangre – me gusta mirarla, no se….me resulta relajante –
- ¿Cómo puedes decir eso? –
- No pienses mal de mi Byakuya, solo tengo atracción por la sangre, su color brillante, su calidez, la manera en que fluye de una herida reciente – miró la sangre en su mano –toda mi vida estuvo marcada por esto, cuando vives por la sangre dejas de pensar y sentir muchas cosas.
- Ve a dormir Gin – no me gustaba el rumbo que estaba tomando la conversación.
- ¿Te molesta saber lo que soy? –
- No es el momento para eso, por favor… -
- Cuando vienes de una línea de mercenarios y asesinos es difícil adaptarte a otro tipo de vida, si algún día bajas de tu palacio y decides ensuciarte las manos te darás cuenta que en el mundo real las reglas son simples, asesinas o eres asesinado –
El ambiente se tensó aún más, Gin tenía razón, nunca le pregunté sobre su vida, si tenía padres o familia, un hogar, solo había pensado en mí.
- Gin…yo…. – suspiré – lamento que….. – me vi interrumpido cuando mi celular empezó a sonar de nuevo, traté de ubicar la posición de la señal pero era imposible, las lecturas eran extrañas e intermitentes – levanta a las chicas Gin, tenemos que irnos de aquí –
- Hai – desapareció y segundos después regresó con ellas.
- Maldita sea…. – la señal había desaparecido de nuevo, pero no era conveniente quedarnos en ese sitio – tomen sus cosas y estén alerta, cuando lleguemos al acantilado llamare a la sociedad para que nos saquen –
Emprendimos el camino cubiertos por las sombras de la noche, sin embargo, sabía que eso podía jugar a nuestro favor o en nuestra contra, los hollows atacaban a traición si tenían la oportunidad, guiaba el camino a través de los espesos matorrales mientras Gin protegía la retaguardia.
De nuevo mi celular, cerramos el grupo atentos de los alrededores, sombras cruzaban de un lado a otro a gran velocidad, pisadas, gruñidos….todo iba acercándose, tomé el celular y se lo entregué a una de las chicas.
- Escuchen bien, a mi señal tendrán que huir en dirección norte, es un camino largo y algo complicado pero estoy seguro de que lo harán bien, Gin y yo detendremos a los hollows, cuando lleguen a un punto despejado llamen a la Sociedad –
- Pero Kuchiki-san, el celular…. –
- Gin tiene otro… -
- Byakuya aquí vienen –
- Ahora, ¿entendieron lo que hay que hacer? – contestaron al unísono que si, no parecían convencidas de irse pero era lo mejor, en una pelea real no tendrían esperanza contra un grupo de hollows, desenvainé a Senbonzakura y esperé el momento adecuado.
Detuvimos el primer ataque con facilidad lo que les dio tiempo a las chicas de correr, dos hollows habían caído, pero por los gruñidos y pisadas supusimos que las cosas no serían tan fáciles.
- ¡Byakuya! ¿Por qué no les dijiste que mi celular estaba destruido? –
Gin destazaba a los hollows con la precisión de un cirujano, sus cortes eran limpios y sus técnicas de kidoh impecables.
- ¡Porque solo se preocuparían! – el numero iba disminuyendo rápidamente y mientras luchábamos íbamos saliendo del bosque, justo al lado contrario que las chicas, tendríamos que alejarlos o las matarían.
- ¡¿Sabes que no saldremos de aquí verdad?! –
Debido a los rugidos de los hollows apenas alcanzaba a escucharlo, pero su sonrisa me lo decía todo, tenía razón, no saldríamos de aquí, pero no me importaba, si iba a morir me alegraba que fuera a su lado, los minutos pasaban y el ataque no cesaba, pronto nos vimos rodeados, mi reiatsu estaba descendiendo rápidamente y me sentía agotado.
- Byakuya tenemos que irnos de aquí…..no aguantaremos mucho a éste paso – Gin jadeaba suavemente.
- Lo sé….que sugieres…. –
- Correr…lo suficiente para perderlos, ya han pasado más de 20 minutos, las chicas deben estar a salvo –
- Bien…a la cuenta de tres…. –
1….gruñidos de hollows……
2…….árboles cayendo…….
3…………un rayo rojo de enorme potencia destruyendo el bosque……
- Imposible…… - lo que vi me dejó paralizado - Menos…..grande……. –
- ¡¡¡¡¡¡BYAKUYA CORRE!!!!!! –
La mano de Gin se aferró a mi muñeca como una poderosa tenaza y me arrastró a toda velocidad por el bosque.
- ¡¡¡IKOROSE…….SHINSOU!!! –
La zanpakutoh tomó su máxima longitud abriéndonos el paso, seguimos corriendo pero los ataques del Menos eran cada vez más potentes.
- ¡¡CHIRE…SENBONZAKURA!! –
La tormenta de pétalos lo distrajo por unos minutos levantando una barrera, pero los ceros que lanzaba al tratar de detenerlos eran la mayor amenaza, mientras corríamos otro grupo de Hollows nos habían dado alcance, el kidoh y nuestras zanpakuto eran menos eficaces a cada segundo.
- ¡GIN! –
Uno de los hollows se abalanzó contra él y mi cuerpo se movió por reflejo, silencio… oscuridad…huesos rompiéndose y sangre salpicando su rostro.
- Bya…kuya….. –
Las fauces de la bestia se cerraron sobre mi hombro haciéndolo añicos, el dolor era insoportable y senbonzakura se había quedado enterrada en el hocico del hollow.
- ¡¡HUYE!! ¡¡¡¡AAAAAAAGGGHHH!!!! ¡¡HUYE MALDITA SEA!! -
- ¡No voy a irme! ¡Hadou no goju uno yon…..Haien! –
Las llamas negras desintegraron inmediatamente al hollow y los demás se retiraron, caí pesadamente pero sus brazos me detuvieron antes de que tocara el suelo.
- ¿Estás bien? –
- Creo que si….gracias por salvarme – traté de incorporarme pero sus brazos no aflojaban el agarre.
- Byakuya….jamás me pidas que huya. –
Me miró fija y seriamente, por primera vez podía ver sus ojos, de un carmesí intenso y hermoso, de repente una tormenta de pétalos nos regresó a la realidad.
- ¡Senbonzakura! – los pétalos danzaron a nuestro alrededor empujándonos suavemente, un destello carmesí brilló a lo lejos.
- Es hora de irnos – su rostro había vuelto a la normalidad, me tomó de nuevo por la muñeca y empezamos a correr, los rugidos del Menos se acercaban peligrosamente, pero la fuerza combinada de Shinsou y Senbonzakura no podrían hacerle siquiera un rasguño, nos dio alcance unos metros más adelante
Lo siguiente fue una batalla desesperada, usamos nuestras mejores y más potentes técnicas pero la bestia no se inmutó, cada contraataque nos llevaba al límite de nuestra resistencia y apenas podíamos mantenernos en pie, el siguiente cero resultó devastador pero lo habíamos logrado esquivar con éxito, o al menos eso pensé hasta que noté el rastro de sangre que quedaba tras nosotros.
- ¡Estas herido! – tuvimos que detenernos, la herida en el costado de Gin sangraba profusamente, la piel tenía una apariencia terrible y aun cuando el cero solo lo había rozado era seguro que tenía un par de costillas rotas.
- No pongas esa cara ¿tan mal esta? – rió suavemente pero el dolor lo hizo arquearse.
- Tres costillas rotas, cuatro quizá…. – la tierra temblaba bajo nosotros mientras el Menos se acercaba, no había hacia donde correr, estábamos en la orilla del acantilado.
- Aún tienes tiempo de escapar… –
- ¡Prefiero morir que dejarte a merced de esa bestia! – me senté en el suelo y dejé que se recostara sobre mis piernas.
- …..en serio tienes pudin en el cerebro…. –
- Y yo creo que eres un tonto – acaricié su cabello dejándolo correr entre mis dedos, sus ojos se cerraron y su respiración se acompasó - ¿tienes miedo? –
- No, siempre pensé que la peor manera de morir era hacerlo solo – limpie los rastros de sangre de su labio – y no lo estoy –
Me limpié los ojos, cuando sentí que las lágrimas empezaban a salir pero no podía detenerlas, había tomado una decisión, desenvainé a Senbonzakura, el Menos estaba a unos metros, podía sentir el calor del cero conforme se acercaba.
- Chire….Senbonzakura – el muro de pétalos de levantó desviando parte del ataque y usando el resto de mi reiatsu levanté una barrera adicional, la potencia del cero la cuarteó en segundos.
- ¡BYAKUYA POR TODOS LOS DIOSES VETE DE AQUÍ! –
- ¡NO LO HARE, SI HE DE MORIR LO HARE A TU LADO! –
Fragmentos del cero penetraban la barrera haciéndome profundas heridas y destruyendo el terreno, pero no podía ceder, si lo hacía ambos moriríamos y no podía permitirlo, lo protegería hasta el último segundo, mi último respiro sería para él, lo abracé con fuerza pensando que cuando el cero destruyera la barrera lo primero que golpeara fuese a mí,.
- Byakuya, aquella tarde cuando te ataque…. –
- No pasa nada…. –
- Yo….estaba celoso…… -
Se me hizo un nudo en la garganta y mientras las lágrimas fluían sin control, en ese momento, en medio de la batalla y a punto de ser asesinados me di cuenta….yo….estaba enamorado de Gin….
- Te perdono – me incliné sobre él rozando suavemente sus labios, mi corazón pareció detenerse cuando no hubo una respuesta, el intenso dolor y la pérdida de sangre habían hecho que se desmayara.
Mi desesperación había llegado al límite, el siguiente golpe sería el definitivo, mi reiatsu era casi nulo y apenas podía mantener la barrera, lloré….de miedo, angustia e impotencia.
“ ¿Vas a rendirte? “
La voz de una mujer resonó en mi mente.
- No puedo hacer nada, no hay manera de vencerlo –
“ Juraste que nunca más perderías a alguien, ¿eran solo palabras al viento? “
- ¡Sé que lo juré! ¡Pero mira la situación! Estoy herido, Gin inconsciente y tú… -
“ Yo resistiré cualquier cosa mientras confíes en mi poder “
- Tienes razón – me limpié las lágrimas y me puse de pie – si he de morir….lo haré luchando – salí de la barrera esquivando el cero, al ser un blanco en movimiento sus ataques golpeaban a una distancia relativamente segura, entre cada cero tenía una ventaja de 5 o 10 segundos, solo tenía que calcular bien mi siguiente ataque.
“ Hay una manera de destruirlo, el shikai solo es el primer sello que limita mi poder, es hora que liberes el segundo, no dudes Byakuya….. “
- De acuerdo – me planté frente al Menos y mi reiatsu empezó a aumentar, la tierra a mis pies temblaba, me sentía más poderoso que nunca y senbonzakura vibraba en mis manos.
“ Puedes hacerlo, por ti y por los que amas, haz sentido este poder latiendo en tu interior por largo tiempo “
- Voy a protegerte – miré a Gin nuevamente.
- Bankai – Senbonzakura se deslizó de mis manos atravesando la tierra y al menos una veintena de afiladas katanas de tamaño monumental me rodearon.
“ ¡Llámame Byakuya! ¡Llámame con toda la fuerza de tu alma! “
- Chire….. – las katanas se desintegraron al instante en miles de pétalos, esa era la respuesta – ¡¡Senbonzakura kageyoshi!! – la ingente masa de pétalos obedecía mis órdenes con solo pensarlas, extendí mi mano hacia el Menos que se vio rodeado sin oportunidad de huir – acábalo Senbonzakura – cerré el puño y los pétalos obedecieron el movimiento aniquilando al Menos.
El bankai se dispersó y algunos pétalos remanentes me rodearon.
“ Lo hiciste muy bien “
- Lo “hicimos” Senbonzakura, gracias… - me dejé caer al lado de Gin – liberé mi bankai por ti, y ni siquiera estas despierto –
“ ¿Estás bien? “
- Si, solo estoy cansado – cerré los ojos abrazándome a Gin, quería mantenerme despierto, pero la voz de Senbonzakura se hacía cada vez más lejana, el dolor era intenso y me costaba respirar.
“ ¡Byakuya! ¡Byakuya resiste! “
Amor Yaoi
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