Kübler-Ross (1969) propone un modelo secuencial de cinco fases que, según ella, es seguido por la gente en trance de morir. La investigación posterior (Kalish 1985; Zisook y otros 1995) no apoya la creencia de que el proceso de ajustarse al acto de morir sigue la secuencia propuesta, pues en la mayoría de los casos las emociones y los patrones de ajuste fluctúan: unas personas pasan por una fase determinada (rabia, por ejemplo) más de una vez, otras experimentan distintas reacciones emocionales al mismo tiempo y hay quienes parecen saltarse las fases. La misma evidencia parece indicar que las personas que alcanzan la fase de ‘aceptación’ de una muerte inminente suelen morir más pronto que quienes no logran alcanzarla.
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Recuerdo como desde un principio siempre odie ese color,
Tan puro, tan pulcro, tan… falso…
¿Por qué estás llorando? Yo me siento muy feliz ahora…
Aunque mi cuerpo no vuelva a moverse no cambiaria las decisiones que he tomado por nada.
Desde un principió lo pensé firmemente, y desde ese día lo he creído.
Si pudiera morir en este instante…
Seria muy feliz.
Lo recuerdas verdad…
Yo mismo te dije esas palabras una vez.
Así que por favor,
No llores
-Shou… Shou… me escuchas… Shou… - una voz me sacó de mis pensamientos
-¿Qué ocurre? – pregunto, para luego tomar un sorbo de mi taza de café
- llevo como 5 minutos hablándote – recuerdo como me mirabas con reproche, dejándome ver esa linda expresión infantil – te pregunte como te fue en tus exámenes
- pues mañana me entregan los resultados, pero no creo que sea nada grabe, de seguro solo estrés por el trabajo o algo así – te dije con simpleza, en verdad yo no le tomaba importancia al asunto en ese entonces. Creo que aun ahora no lo hago
- eso espero, llevas sintiéndote mal mucho tiempo, - recuerdo perfectamente tu sonrojo en ese momento – y-yo… me preocupo por ti – en verdad me enterneció verte así
- no te preocupes Pon, de seguro no es nada – me miraste con reproche inflando tus mejillas levemente, como siempre lo hacías cuando decía algo que no te agradaba
- está bien… - dijiste resignado - mañana hay ensayo. Que no se te olvide
- si lo se, recuérdale a Nao que llegaré tarde – terminé mi taza de café – debo buscar los resultado en la mañana
- si, descuida -sonreíste
- ya es tarde… - miré mi reloj - ¿te acompaño a casa?
- N-no – te apresuraste a decir – no te preocupes – otra vez ese sonrojo
- Esta bien
No lo se… en estos momentos pienso en un millón de cosas que me hubiera gustado decirte.
Lo más probable es que después las olvide todas.
Aun así quiero guardarlas en mi corazón por siempre
Me despedí de ti como de costumbre dándote un abrazo, era mi forma favorita porque siempre te sonrojabas y tu cuerpo temblaba levemente, después nos dijimos adiós y como siempre partí rumbo a mi hogar donde me esperaban mis queridas mascotas. Todo el trayecto fue tranquilo, como siempre, mientras observaba como el cielo se iba oscureciendo, una vista hermosa.
Fue un día como cualquier otro, al llegar a casa lo primero que hice fue arrojarme en el sofá de mi sala y prender el televisor. Nada extraordinario. Hace unas semanas que me sentía mal, siendo sinceros quizás meces, pero entre grabaciones y otros trabajos no había ido al medico sino hasta ayer, la verdad yo estaba convencido de que era cansancio o estrés y de no ser por que los chicos y el manager me insistían yo lo hubiera seguido pasando por alto y no habría ido al médico
Pronto fue hora de que me fuera a dormir, desconociendo lo que me esperaba mañana, me acosté sobre la cama y me arropé como todas la noches, no sin antes asegurarme que mis gatos hubieran comido y tenían suficiente agua, una rutina más de mi vida. Despertarme, alimentar a mis mascotas, ensayos, ir por ahí con los chicos, para finalmente regresar a mi casa ya de noche.
Siempre me reprendiste por ser tan descuidado conmigo mismo
Ese día llegaría tarde al ensayo. Pues debía ir con el médico a que me entregara los resultado de mis exámenes. Una vez dentro del consultorio todo parecía normal, pero en cuanto el doctor leyó los resultados su rostro se tornó serio, eso me extrañó
-¿Ocurre algo malo doctor? – en ese momento me puse nervioso, lo recuerdo bien
- la verdad, no esperaba este tipo de resultados – se quitó los lente mientras cerraba sus ojos, como analizando cada palabra que iba a decir, en verdad me asuste en ese momento
- por favor, dígame que pasa – apreté mi mano inconcientemente, ese tan solo fue el comienzo de todo.
- La verdad… - hizo una pausa – es un tema delicado de tratar… por favor escuche atentamente y por sobre todo… no se altere
- Llegué –dije sin ánimos al entrar en la sala de ensayos
- Ohayo – escuché como todos me saludaban
- ¿Cómo te fue con los exámenes? – me preguntó amablemente Nao desde su batería
- Normal… el doctor dijo que es solo estrés, tal vez necesite tomar alguna medicina contra eso por el tiempo que ha durado… - respondí con simpleza
- Menos mal… me temía que fuera algo serio – sonrió
- ¿en verdad solo es eso? – Pon me miró con preocupación
- Claro… ¿Por qué habría de mentir? – es verdad… ¿Por qué habría de mentir?
- Muy bien… en ese caso comencemos con el ensayo – todos tomamos nuestro lugares y dimos comienzo al ensayo de ese día pero mi mente se encontraba totalmente ajena a ello
Ese día no quise salir con los chicos después del trabajo como acostumbrábamos, me excusé diciendo que tenía otro compromiso y me fui, la verdad en cuanto abandone la compañía solo me dediqué a vagar por las calles, hacia bastante frío, pero no me importó, seguí mi caminata durante horas, la verdad ni siquiera sabia con certeza hacia donde iba, mi mente se encontraba en blanco, me era difícil asimilar lo que horas antes había descubierto, en ese momento creí que hasta era mejor nunca haberlo sabido, talvez así no sentiría esa opresión en mi pecho como la sentía en aquel entonces.
- Por favor dígame que es una broma- le insistí al doctor
- Lo siento… se que es algo difícil señor…. Le recomiendo que se interne de inmediato a una clínica… aunque las esperanzas son pocas… me temo que la enfermedad ya está demasiado avanzada
- ¿Te-Terminal? – pregunté con miedo
- Eso me temo…
- Tiene que ser una broma… - tiene que ser una broma… esto no puede estar pasándome a mí
Alice Nine cada vez se volvía más famosa, nuestra relación como banda no podría estar mejor, mi vida no necesitaba nada más, solo seguir creando música, y aun así, tenía que ocurrirme esto justo a mí. No quise llorar, no ahí, no quería mostrarme débil ante esa situación, siempre me dije que tenia que ser fuerte ante los problemas que se me presentaran y así lo haría.
Creo que ya es muy tarde para preguntarme eso.
¿Fui egoísta?
Talvez les causé más daño al aparentar estar bien, creo que lo único que en verdad lamentare es el haberles causado problemas
Y aunque se que es egoísta… por favor perdónenme
Talvez no vuelva a abrir mis ojos mañana
Por eso ahora quiero recordar cada uno de los momentos que vivimos juntos
Quiero que seas tú,
Quien ocupe el último de mis pensamientos
Es curioso como en ese momentos solo pude pensar…
¿Por qué a mí?