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The Boy Princess por xoooooxiiiiita

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Notas del fanfic:

Death Note no me pertenece.
Dejn reviews si no no continuo T.T

Notas del capitulo: Hola!
Pues traje un nuevo fanfic^^U
Por cierto, quiero decirles que la continuación de mis dos fanfics anteriores van en camino :P
Les traigo una nueva historia, es un poco confusa al principio pero tengo la esperanza d que les gustará, ojala dejen reviews, ya sea para este fanfic o para reclamarme por mi irresponsabilidad u.u

Por cierto, la historia es un poco revuelta, cosas que debo aclarar, serán al final, en notas :3









Japón. (Osaka)

Bajo los oscuros cristales de la gran mansión del Dios del Nuevo mundo; la oscuridad proveniente de la calle y sus demás factores externos como las luces de distintas urbanizaciones, el ensordecedor ruido de algunos automóviles y algunos gritos espetados por uno que otro ciudadano de educación dudosa.

Kira lanzó un suspiro, se sentía tan…vacío.
Desde que había decidido su vocación para el mundo, y todo el tiempo que estuvo ejecutando a distintos maleantes, violadores, asesinos, y demás corruptores de la ley, nadie quiso detenerlo, solamente la policía, en algún principio, aunque todos sabían que era un cambio para bien, no habría sentido que quisiesen detenerlo.

-Soy la Ley. – Susurró entonces, se sintió enojado al recordar que todos lo sabían, que nadie iba a explicar alguna conspiración acerca de sus leyes establecidas mediante la recordatoria de que si estas eran incumplidas la vida de esa persona sería erradicada.

-No es divertido. Quiero nuevas sensaciones. – Pensó el castaño, con una mirada perdida, quería tener sexo, quería reírse con alguien, quería sentir preocupación, amor, eso necesitaba.

Enseguida llamó por el intercomunicador a uno de sus asistentes, una sonrisa había surcado su traviesa mente.

El ayudante subió enseguida y al oír el pedido que había hecho su superior quedó con la boca abierta, atónito, pero jamás se quejó, asintió con la cabeza y se largó dando brincos apresurados.


72 Horas Después
Inglaterra. (Londres)

Cada uno de las panaderías vendía con gran esmero los últimos ejemplares de periódicos que explicaban cada uno de los sucesos internacionales, los cuales enmarcaron noticias realmente preocupantes, apenas los últimos dos días después de Kira haber comenzado su nuevo plan.

“Desaparecidas 100 Jóvenes el día Viernes.” – Informaba el papel impreso, seguido de una explicación de los grandes parecidos que tenían cada una de las jóvenes: Hermosos Ojos, buen cuerpo, cabello brillante, una sonrisa encantadora y gran devoción a Kira.

Los padres aparecían coléricos en las imágenes, explicando su disgusto y una gran petición general hacía Kira con el ende de que actuase rápidamente, los ingleses leían con miedo las noticias, le daban uno que otro sorbo a la taza con negruzco y delicioso café de vez en cuando, más interesados en leer e informase que en comer su desayuno de forma correcta.

-¿Puedes creerlo? Esto es un abuso…No creo que alguien se atreviese a desobedecer al Kira, después de todo al tío no le gusta que le toquen las narices, porque sino te mata. – Murmuró a regañadientes un chico de cabellos rubios, a la vez que mordía con cierto desdén una pieza de chocolate, su único interlocutor lo veía de manera única, sonreía de lado con cierta perspicacia.

-Es él, Kira las esta secuestrando. – Respondió otro joven, este de cabellos blanquecinos que ahora miraba un par de infantes hablar entre sí, con esa inocencia tan poco común en esos lares.

-…Pf…¿Qué dices? ¿Por qué crees eso? – Cuestionó algo incrédulo el rubio, esta vez acercándose cada vez más a la cara de su “Enemigo-Amado”.

-L me lo dijo. - Dijo con una sonrisa, la cual fue borrada inmediatamente al ver como Mello se levantaba de su silla.

-¿A dónde vas? – Esa pregunta resopló de los labios de Near, aunque se oyó como una amenaza.

-A donde me de la gana. – Respondió bruscamente, para luego buscar con la mirada a la persona que estaba dispuesta a entablar una larga plática. - ¿Dónde esta L?

-No lo sé. – Dijo encogiéndose de hombros, a la vez que jugaba con unos de sus cabellos, mientras observaba al rubio buscar al moreno desesperadamente, un silencio incómodo reinó en la habitación, y este comenzaba a esparcirse peligrosamente por el resto de la mansión.
El rubio comenzaba a preocuparse, había reunido a sus amigos en común para buscar al pelinegro, y acto seguido cada uno corrió a alguna habitación con la intención de encontrar al detective dormido, quizá comiendo, trabajando, o en cualquier acción habitual, pero el caso daba su concentración en encontrarlo.

Pasaron horas buscando, esta vez también ayudaron los adultos, policías, vecinos, pero nada dio resultado. Se había ido, no estaba, se esfumó, desapareció.

-Near…- Espetó Mello entre el cansancio que lo conllevaba haber buscado durante horas, haberse asomado a todos los lugares, correr hacía los rincones negruzcos de las habitaciones para ver si la posibilidad de que se escondiera entre la oscuridad, pero no era así.

-¿Qué? – Preguntó tranquilamente, esta vez sujetando una figura de acción bastante cara y de buena calidad, al igual que su esperanza de vida, sus pertenencias debían ser valiosas, y representativas.


-Ya no esta. – Susurró de manera casi inaudible, y ambos quedaron callados por el resto del día, la oscuridad apacible de la noche los rodeó, y aún con las sirenas de la policía aclamaba su presencia los dos chicos durmieron ese día.



Republica Checa. (Praga)

Una mansión al menos tres veces más grande se ubicaba en una de las zonas más apartadas de la hermosa ciudad de Praga, la cual estaba llena de buenas vibras y de lugares dignos de querer conocer.
Tal vez era esa experiencia y felicidad entusiasta lo que le llamó la atención al castaño al momento de haber escogido la ciudad para su segunda mansión; la cual, una vez que hubiese escogido a su princesa; sería solo para ella, él la visitaría cada dos días, y todo sería perfecto.

Llevaba mucho tiempo allí; aproximadamente 94 horas, tal vez 3 o 4 días, la verdad es que al castaño comenzaba a parecerle irrelevante, había formulado algunas preguntas para que sus asistentes cuestionasen a cada una de las jóvenes cautivas, y para su decepción, nadie había aprobado el cuestionario. Se sentía frustrado, después de todo, creía que encontrar un alma gemela, linda, y que valiese la pena conocer era fácil…
Se equivocaba.


-Sr. Yagami- Habló de repente una voz, la cual interrumpió el silencio y los pensamientos negativos de Light, el cual en seguida se calló haciéndole explicar a la asistente que podía continuar hablando. – Hemos terminado. –


-¿Y que tal los resultados? – Preguntó inquisitivo, con cierta esperanza en su cara.

-Solo dos jóvenes aprobaron el “examen” – Dijo la mujer haciendo énfasis en la última palabra, se llamaba Takada, aunque Light escasamente lo recordaba, después de todo le parecía irrelevante.

-Entonces, hágalas pasar. – Respondió, a la vez que pasaba la mirada de nuevo a la habitación; era grande, llena de objetos lujosos, un jacuzzy, un televisor plasma, una computadora con acceso a todo lo que él pudiese querer saber, si necesitaba saber cuantas personas ordenaron una hamburguesa con queso en Australia el día de hoy, solo necesitaba teclear una que otra tecla y conseguir la información delante de sí.

Al ver a las dos chicas que entraron a la habitación se quedó perplejo ante la diferencia que había una de la otra, le había ordenado que vistiera a ambas como princesas, con vestidos, los cuales se veían hermosamente resaltantes entre las chicas.

-¿Usted…no es….Kira? – Dijo atónita una chica de cabellos rubios, los cuales caían un poco más debajo de sus hombros, una cara perpleja abordaba el rostro de la chica.

-Sí. ¿No me habías visto acaso en la televisión, en las revistas, en los reportajes, o los periódicos? Creí que eras una gran seguidora de Kira. – Respondió el castaño con una sonrisa vacilante, a lo que la rubia se sonrojó.

-¿Con quién tengo el gusto de hablar?- Preguntó entonces Light, la chica con la cual había mantenido una breve platica se sonrojó aún más y respondió llena de alegría.

-Me Llamo Misa. – Kira pensó por unos minutos que no le gustaba una chica que sonrojará por cualquier cosa que el dijese, desechó la idea de descalificarla, después de todo no conocía a la otra.

-Espero que nos llevemos bien, Misa. – Dijo entonces, más que felicidad por conocer a una persona agradable, era la sensación de querer matarla si no era la correcta.

-Si!, Misa-misa también espera eso! Además Kira-sama es muy guapo!- Gritó la rubia a lo que el castaño quedó serio y con ganas de abofetearla ante aquel acto de descaro.

-¿Y tu como te llamas, hermosa? – Interrogó Light con una sonrisa a la segunda participante, esta tenía un aspecto extraño, sus cabellos eran negros, y no estaba precisamente todos en su lugar, sus ojos eran profundos, y su vestido se veía de maravilla.

-…Me llamo…Ellen.-Murmuró la chica, con una sonrisa casi invisible, pero que el castaño pudo percibir perfectamente.

-Eres muy…peculiar. – Comentó el castaño, acto seguido las invitó a ambas a otra habitación, en la cual su decoración había sido basada en un viejo comedor elegante, que llevaba un toque de buen gusto que a Misa le fue imposible no alabar.
Light comenzaba a estresarse de la rubia, pero supo controlar sus opiniones, invitó a ambas chicas a tomar asiento para después el mismo sentarse.

-A Misa Misa no le agrada tener que compartir a Kira-sama con esta…mujer….- Se quejó la rubia.

-Llámame Light. –Ordenó primeramente, con una voz seria y seca. – Y si llegas a ser la elegida, podría asegurarte que saldré con el resto de “mujeres” que se me antoje.

-¡ ¿Pero entonces para que querrías una REINA para ti?! ¡¿Cómo no quieres que busquen el divorcio si le vas a poner los cuernos?! – Gritó nuevamente, levantándose de la silla llena de rabia, y de nuevos celos.


-NO vuelvas a gritarme. – Gruñó Kira de una forma aterradora. –Y lo que yo haga no te interesa. – Comenzaba a sentir un odio distinto al que le dedicaba a los criminales, este era basado gracias a la intolerancia.

-Light-kun, ¿Para que nos trajiste acá? Pensé que debido al aspecto esto era una clase de restaurante…y yo…- Pero no pudo terminar la frase, porque fue el mismo castaño quién la continuó.

-¿Ellen tiene hambre? – A lo que la nombrada asintió con determinación.

-Vale, ya te pediré algo. ¿Qué deseas? – Continuó la conversación, ignorando descaradamente a la rubia.

-Me gustarían unos dulces, por favor. – Respondió casi en seguida, sentía el hambre proveniente de no ingerir alimento desde hace 1 día, algo que no estaba acostumbrada a hacer.

-¿Dulces? Creí que las princesas comían alimentos dietéticas. - Comentó el castaño, intentado lograr que la pelinegra picara su anzuelo, pero quién lo hizo fue cierta rubia.

-Claro!, Misa-Misa solo hace dieta! – Gritó contenta y orgullosa.

-Si utilizas el cerebro no será necesario. – Habló Ellen, a lo que sintió como Kira acarició su entrepierna lo que logró que un enorme sonrojo saliera a flor de piel de su cara.

La cena continuó, hubo una gran cantidad de roces de parte del castaño a la morena, pero Misa se quedó sin una pequeña muestra de afecto.
Al final de la noche Light le indicó a cada una sus habitaciones, acto seguido se despidieron y entraron a cada cuarto.

-Todo esta funcionando. – Se dijo la pelinegra al entrar a la habitación, mientras se sacaba el ridículo vestido intentaba retomar fuerzas, debía recordar que no podía permitir que Kira descubriese la verdad, todo sería un caos, acabaría todo con una muerte.
Se sentó al borde de la cama, para examinar la lujosa habitación, escuchó entonces su teléfono celular, según lo que pudo observar al investigar era que tenía al menos 50 llamadas pérdidas.
Suspiró y atendió.

-¿Si? – Exclamó de repente, quizás era una buena manera de expresar que seguía con vida.

-¿L? ¿Estas bien? –Era Mello quién hablaba desde Londres, pensó entonces, en seguida intentó analizar una respuesta correcta.

-No puedo hablar contigo, Near lo sabe. – Respondió, luego colgó el teléfono, y siguió en la faena de ponerse el pijama, aunque se detuvo a pensar, le parecía que había llegado demasiado lejos, después de todo, nadie se había arriesgado a cambiar de sexo (por lo menos en apariencia externa) para atrapar a un criminal.

-Quiero ayudar, después de todo acabó de tener el título, y debo hacer algo.- Pensó para si mismo, en realidad nadie pareció sospechar de él en el momento de la entrevista, eso lo alegró por un momento.

Pero ese sentimiento de satisfacción y tranquilidad se disiparon al ver como la puerta se abría.

-¿Ellen? – Una voz quebradiza y de sorpresa lleno la habitación.

Notas finales: Aclaraciones: Verán, en esta historia Elle no había asumido el cargo cuando Kira comenzó a matar criminales, sino que dos años después, ya cuando Light tomó el control Elle se convirtió en L, y por eso decidió llevar a cabo su plan ^^

Ojalá les agrade la idea

Por favor comenten!

Si quieren ver el vestido que L utilizó :
http://mayuiki.deviantart.com/art/L-s-special-talent-17329396

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